TITULO: ENTER EL AMOR Y EL ODIO
CAPITULO: UN BESO INESPERADO….
Todo era tranquilo en el ciber espacio bakugan Dan, Shun y Marucho se encontraban observando una batalla, que luchaban por el cuarto lugar, aquella batalla era muy intensa ya que ambos peleadores eran muy fuertes. Uno de ellos era un joven de test morena, su cabello eran de color marrón y sus ojos eran del mismo color. El peleador contrincante rea una joven de test blanca, su cabello era de color negro y sus ojos eran de un verde oscuro. La batalla tomo un lugar intensó en el estadio y cundo llego el momento del ataque final, el que definiría cual de los jóvenes de llevaría el cuarto lugar. Ambos jóvenes les dieron las órdenes a sus bakuganes. Aquello ocasionó un impresionante impacto y aquello ocasionó que la joven mujer de callera del lugar.
Dan al ver lo ocurrido, se acercó en dirección de la joven mujer, salvándola de aquella caída y colocándola entre sus brazos
-hooo-dijo la joven mujer sorprendida y las miradas de los jóvenes se chocaron, dejando ver un leve sonrojo por parte de ellos. El la bajo de sus brazos con mucho cuidado
-creo….que no tienes por qué darme las gracias- dijo dan algo nervioso
-ha. Si pero igual creo que debo darte las gracias…..a mi héroe- dijo la joven mujer
-no es nada….no necesito agradecimiento- respondió dan
-pero igual te lo agradeceré-dijo la joven mujer
En ese instante la joven mujer se acercó a Dan, aquellos centímetros se fueron acortando dejando que los jóvenes rosaran sus labios. Pero aquel beso fue tomando un poco de intensidad
Esto ocasiono que los espectadores del estadio exclamara, un fuerte-haaaaaa…-mientras que marucho se sonrojara, mientras que shun solo se diera vuelta dándole la espalda a los jóvenes. Aquel beso fue interrumpido, ya que a ambos les faltaba el aire, la joven mujer parecía feliz mientras que Dan solo expresaba la sorpresa de lo ocurrido.
En todo aquel momento nadie se dio cuenta que en la salida del estadio se encontraba alguien observando aquella escena. Las lágrimas corrían por su rostro sin permiso alguno, con solo un veloz movimiento se seco las lágrimas, pero era inútil aquellas lagrimas no se detendrían
En lo lejos del estadio y detrás de ella en ese momento se escucho una vos que la llamaba
-…runo….-