El equipo 7, ¿desaparece?

Hacía tiempo que no nos reuníamos los cuatro.. El maestro Kakashi, Naruto, Sasuke y yo. Estaba muy contenta de que por fin estuviéramos de nuevo todos juntos. Como de costumbre nos encontramos donde nos presentemos. Hacía tiempo que no iba allí, y me alegré de que el maestro Kakashi nos dijera que fuésemos allí. Fui la primera en llegar. Pero me alegré de ello, ya que pude recordar viejos tiempos de aquel momento donde todos dijimos cosas, como que nos gustaba, que odiábamos. Pero mi paz se termino pronto...
-Sakura-chan.-Dijo Naruto, un chico alto de ojos azules y pelo rubio, muy amable y guapo para mi gusto. Por lo que me dijeron. Resulta que el el hijo del cuarto maestro Hokage. Aun que... Ahora que lo pienso, se parecen bastante.
-Sigues comportándote como un crío Dobe...-Siguió diciendo esta vez el chico que le acompañaba. Sasuke Uchiha. Del cual yo estuve enamorada hace tiempo. Pero que ahora mantenía una relación con una chica que conoció hace tiempo.
-Hola chicos.-Les dediqué una bonita sonrisa mientras se sentaban a ambos lados de mi. Como aquella vez. Sasuke Un peldaño mas arriba de las escaleras donde estaba sentada yo, y Naruto algo más hacía debajo.
-Ya vuelve a llegar tarde...-Refunfuño Naruto entre dientes y mirándonos a Sasuke y a mi. Suspire por tal cosa que dijo, era evidente que si no cambió en todo este tiempo, ahora iba a cambiar menos.
-Que te esperabas Dobe... Es Kakashi-sensei de quien estamos hablando.-Dijo echándose hacia atrás mientras una sobra conocida por todos se hechaba sobre él y ponía su cara frente a la de Sasuke.- ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!.-Fue lo único que se pudo escuchar. El grito más gritado por Sasuke Uchiha.
-Buenos días a todos.-Saludo mi sensei con una mano levantada y cerrando su único ojo visible haciendo señal de una de sus estupendisimas sonrisas.- Siento llegar tarde pero..
-¿Una abuela necesitaba ayuda con las bolsas?-Dijo Naruto despreocupado.
-¿Te encontraste un gato negro y tuviste que dar un rodeo?-Continuo Sasuke.
-¿Te perdiste en el sendero de la vida?.-Dije yo mirando a mi estimado sensei.
Kakashi se quedó algo anonadado después de las contestaciones de sus antiguos alumnos.-Pues la verdad es que venia de hablar con la quinta maestra Hokage.-Nadie se esperaba que la respuesta fuera esa. Era Kakashi Hatake, siempre ponía escusas por llegar tarde... Pero esta vez decía la verdad. Había oído a la maestra Tsunade comentar con Shizune que el maestro Kakashi se pasaría por su despacho.
-Seguramente, llegaste tarde a hablar con la Hokage, ¿no es cierto?.-Dije levantándome ya que después de su contestación iba a abrazarle.
-Es que me encontré con un perro abandonado, y se lo lleve a la hermana de Kiba para que lo examinara...-Dijo arrascandose la cabeza intentando disimular la verdad. Avía llegado tarde, la Hokage se enfado y seguramente le gritó.
-¡Escusas!.- Dijeron los dos chicos a la vez levantándose y mirando a su sensei.
Todos reímos ya que sabíamos que las respuestas del maestro Kakashi eran muy exageradas. El maestro nos abrazo a los tres a la vez, como comprenderéis, yo estaba asfixiada. Tenia a Naruto chafandome contra Sasuke. Sasuke clavándome su codo entre las costillas. Y al maestro Kakashi estampandome contra su pecho fuertemente. En el momento en el que pude sentir el pecho de Kakashi-sensei, y lo fuerte que latía su corazón. Pude sentir algo que nunca sentí antes, ni incluso cuando estaba enamorada de Sasuke. Pude oler su colonia, y ese olor a libro que viejo y gastado de los que escribía Jiraiya-sama. Poco tiempo después nos soltó y pudimos respirar aire. Aun que para mi gusto, prefería respirar el aire de mi sensei.
-Venga chicos. ¡A entrenar!-Dijo Kakashi, pero cuando se quiso dar cuenta ya estábamos abajo caminando hacia el Ichiraku. Al cabo de un rato, cuando ya estábamos en el Ichiraku apareció el maestro Kakashi con un libro de la colección 'Icha Icha' de Jiraiya.-¿Ya habéis pedido?.
-No.-Sonreí con mucho entusiasmo al ver que Kakashi ya había llegado.
-Venga Sensei... ¡Qué tengo hambre!.-Dijo el enérgico de Naruto mientras le miraba.
-De acuerdo, de acuerdo.-Dijo mientras el peli-gris de mi sensei se sentaba a mi lado y pedía nuestras comidas. Las pedía él ya que de tanto ir al Ichiraku nos las aprendimos de memoria. Después de que nos sirvieran la comida y que como siempre Naruto terminara discutiendo con Sasuke. Kakashi dijo algo importante. Algo que nadie, ninguno de nosotros nos lo imaginábamos.
-¿Cómo has dicho?.-Dijo el Uchiha sin estar muy seguro de lo que acababa de decir nuestro sensei.
-Estarás de guasa.-Dijo Naruto sin creérselo del todo.
-Lo siento chicos...-Dijo Kakashi mirando a su cuenco de ramen medio lleno.-No me han dado otra opción y he de irme de la villa... Lo siento.
-Así que eso es lo que quería Tsunade-sama...-Dije cabizbaja por lo que acababa de decir Kakashi.-¿Por cuanto tiempo?
-Quizás...-Dijo mirándonos a los tres y intentando cambiar de tema.- Esta vez pago yo.-Dijo sonriente antes de que diera un golpe a la mesa y le mirara.
-¡¿Cuanto tiempo?
-Para todo lo que me queda de vida Sakura...-Dijo este mirando de nuevo a su cuenco aun medio lleno y con un aspecto poco reconocible en él. Tanto Sasuke, como Naruto y yo nos quedemos de piedra tras tal contestación como esa. Era evidente que ninguno de los tres estábamos de acuerdo con lo que había dicho la quita maestra Hokage.
-Alguna manera habrá para...
-Naruto, -Dijo nuestro sensei.- No hay nada que se pueda hacer. La decisión ya estaba toma. Incluso antes de decírmelo a mi.
Se me escaparon las lagrimas en aquel preciso momento. Era mi sensei, la persona en que mas confiaba aparte de en mis compañeros y padres. El único que me a defendido cuando los demás me daban la espalda. Y se iba a ir por orden de la Hokage... Aun no podría creer que esa cosa fuera cierta. Pero no podría ir a preguntarle a la Hokage... Por que si fuese cierto, aun me dolería mas. Así que me retire, bueno, mas bien salí corriendo tras decir eso Kakashi.
-Sakura... -Fue lo único que oí antes de salir corriendo del Ichiraku y dirigirme a casa entre lágrimas.
Pasaron horas desde que me fui del Ichiraku. Sabía que lo mas probable es que Naruto y Sasuke se hubieran preocupado... Pero no podía hacer otra cosa que no fuera no hacer nada... Llorar es lo único que en ese preciso momento. Seguí llorando desconsoladamente, hasta que el cansancio me pudo y me quede dormida abrazada a la almohada, pensando en que podía hacer para que mi sensei no se fuera.