NORTHERN LIGHTS

Por: Yuhe

N.A. Es mi primer fic de Shaman King *u* así q espero que lo disfruten. Me costó mucho pensar en un título, así que le puse este por la canción de Northern lights de la serie de Shaman King, creo q le queda =P

Advertencia de spoiler: Este fic se basa en la historia del manga, así que podrían haber algunos spoilers para los que no lo han leído.

Y sin más los dejo con mi historia!

CAPITULO I

La pelea de Shamanes había terminado y por increíble que pareciera las cosas habían regresado a la normalidad. Todos habían retomado sus vidas habituales, y en algunos momentos hasta les parecía que nada había sido real. Sin embargo lo era, el nuevo Shaman King había sido elegido y ellos habían ayudado a que todo saliera bien. Se habían convertido en leyendas entre los Shamanes del mundo.

Era una tarde soleada e Yoh regresaba a la casa luego de realizar las compras. Al entrar encontró a Anna recostada en la pared de la sala, con una mirada extraña "¿Ocurre algo Anna?"

Anna levantó la vista y lo vio por algunos momentos "Te has demorado..." reclamó molesta.

Yoh sintió una corriente de aire frío pasar por su espalda y se disculpó rápidamente antes que pudiera molestarse más.

"Más vale que hagas una cena deliciosa" dijo esta caminando hasta la puerta de la casa "Y cuando vuelva espero que esté todo listo"

"¿A dónde vas?" preguntó Yoh mientras pasaba a su lado.

"Ese no es tu asunto" tras responder a su pregunta salió sin decir más. Yoh suspiró de caminó a la cocina, debería darse prisa y tener la cena lista para cuando regresara.

"Amo Yoh" comenzó a decir Amidamaru, apareciendo a su lado "al parecer la señorita Anna está de muy mal humor hoy ¿Habrá sucedido algo?"

"No lo sé, pero será mejor que haga lo que me dijo, no queremos que se enfade aún más verdad" respondió este riendo.

Cuando Anna volvió Yoh tenía todo preparado para la cena "Bienvenida a casa Anna, te estaba esperando para cenar. Has tardado mucho y muero de hambre"

Anna se sentó a la mesa y probó el arroz de su plato "Sabe mal".

Yoh sintió algunas lágrimas formarse en sus ojos, seguramente tendría que repetirlo todo nuevamente hasta que Anna estuviera satisfecha. Pero para su sorpresa Anna simplemente se levantó y anunció que se iría a dormir. Definitivamente esa no se la esperaba, Anna nunca iba a dormir sin cenar.

"Parece que la señorita Anna sigue de mal humor"

"Si así parece Amidamaru, pero seguro que para mañana ya se le pasó"

El mal humor de Anna se mantuvo durante las próximas semanas. Hablaba muy poco con Yoh, y se mantenía en su habitación. Incluso decidió quedarse en casa y faltar al colegio.

Un par de semanas después Yoh y Manta regresaban de la escuela luego de terminadas las clases. "Anna ha faltado mucho a clases últimamente, no crees Yoh"

"Si, es cierto. Creo que ya se ha aburrido" respondió este con su habitual sonrisa.

"¡Es cierto! Seguro se está saltando las clases porque últimamente nos han dejado muchas tareas" lo apoyó Manta riendo.

"Si la señorita Anna los escucha hablar así, estoy seguro que se meterán en serios problemas" los advierte Amidamaru nervioso.

"Ni lo digas Amidamaru, solo de pensarlo siento escalofríos" dice Yoh temeroso.

"Pobre Yoh, siempre has tenido que vivir bajo el terrible yugo de Anna"

"Lo sé..." sollozó Yoh mientras entraban finalmente a la casa. Justo en la puerta se encontraba Anna quien al parecer los estaba esperando.

"Me marcho" declaró tomando una pequeña maleta.

"¡¿Que dices? ¡No Anna espera, no quise decir eso! ¡No es lo que piensas, no te vayas!" Exclamó Yoh alarmado, seguramente había escuchado lo que decían poco antes y se lo había tomado en serio.

"¿De que hablas Yoh?" preguntó esta inquisitivamente.

"¿Qué? ¿Acaso no fue porque...? ¿Tu no...? es que yo pensé..." comenzó a balbucear nervioso al darse cuenta que estaba hablando de más.

"¡Deja de decir tonterías! Debo darme prisa y me estás haciendo perder el tiempo"

"Pero Anna ¿A donde vas?" preguntó Yoh más calmado.

"Volveré a Ozorezan"

"¿¡A Osorezan! ¿Por qué?"

"Kino me ha pedido que regrese, debo ir a completar un entrenamiento" respondió "Ya he perdido mucho el tiempo con ustedes, adiós" se despidió, y antes que alguien pudiera decir algo más Anna ya había desaparecido de la vista de todos.

"Parece que solo estaba esperando a que regresaras para despedirse Yoh" comentó el espíritu de Fausto con una sonrisa.

"Vaya, eso fue repentino" dijo Manta aún viendo a la puerta.

"¡Oh que triste desgracia! La señorita Anna se ha marchado, esta casa no será igual sin ella" lloraba Ryu desde la cocina.

"Amo Yoh..."

"Lo sé Amidamaru..." respondió Yoh pensativo "...creo que tienes razón... hace mucho que no visitamos Ozorezan ¡Es hora de tomarnos unas vacaciones! ¡Vamos todos a Aomori"

"¡De qué demonios estás hablando Yoh! ¡es demasiado repentino!" gritó Manta sobresaltado.

"¡Pero amo Yoh" exclamó igual de sorprendido Amidamaru.

"Yo también quiero visitar Ozorezan" secundó Fausto.

"¡Que excelente idea jefe!" los apoyó Ryu emocionado.

"Bien, entonces está decidido ¡Vamos a Ozorezan!"

"¿¡Detente Yoh! ¿¡Qué hay de las clases! ¡No puedes decidir algo así tan fácil"

"Vamos Manta, sé que tú también quieres ir"

Manta suspira vencido "De acuerdo..."

Todos se encontraban ahora en un tren rumbo a Ozorezan junto con Anna. "No entiendo por que están todos acá" decía esta algo molesta.

"Vamos Anna, hace mucho que no visito la casa de la abuela, la última vez fue cuando fui con Matamune"

Anna dió un pequeño suspiro y continuó con la lectura de su revista. Por esta vez no se opondría, el entrenamiento sería difícil y seguramente necesitaría a Yoh cerca, eso le daría ánimos y quizá él lo sabía.


Al día siguiente se encontraban entrando a la casa, nada parecía haber cambiado en aquel lugar, a veces a Yoh le daba la sensación que el tiempo se detenía en esa casa.

"Vaya, puedo ver Anna que has traído todo un séquito contigo" comentó Kino al entrar a la sala y ver a todos los recién llegados.

"Ellos han venido por su cuenta" respondió fríamente ignorando el asunto y caminó hasta ella "Me da gusto verte otra vez".

"Lo mismo digo Anna, pasa por favor, debemos comenzar lo antes posible" Anna caminó tras Kino hasta desaparecer ambas por una puerta.

"Creo que hemos sido un poco ignorados" comentó Ryo decepcionado.

Yoh río ante su comentario, definitivamente el no esperaba nada más "No se queden allí, vamos a buscar algunas habitaciones" añadió.

"¡Joven Yoh!" se escuchó una sorprendida voz tras ellos, y al voltear se encontraron con el sorprendido rostro de Tamao.

"¡Tamao!" exclamaron todos al unísono "Llevas tiempo sin visitarnos en Fumbari, que bueno verte" la saludó Yoh.

"Si... es cierto" responde tímidamente "Que gusto verlos a todos, por favor, permitanme prepararles sus recamaras.

"¡Hermosa Tamao! Siempre tan hospitalaria y amable" canturreó Ryo alegremente.


Algunos días después Yoh, Manta y Ryu caminaban tranquilamente por las nevadas montañas de Ozorezan, era invierno y el clima era gélido en esa área. "Así que este es el lugar donde la señorita Anna se entrenó" comentó Fausto apareciendo junto a todos "es un lugar muy hermoso ¿No crees Eliza?" Preguntó a esta quien le respondió con una sonrisa.

"Ah, estas montañas me recuerdan a Izumo..." comentó Ryu melancólicamente "Entrené tan duro en ese lugar con Nykihisa-san, quién iba a pensar que pasaría todo lo que pasó en el torneo de Shamanes. Y todo se lo debo a usted y a la señorita Anna, gracias a ustedes encontré mi lugar ideal en este mundo y ese es estar siempre junto a ustedes"

"Vamos Ryo, deja de decir esas cosas antes que me avergüence" rió nerviosamente Yoh.

"Oye Yoh, ahora que mencionan a Anna, no la he visto desde que llegamos acá, y eso fue hace más de una semana"

"Recuerda que está entrenando, fue por eso que Anna vino hasta acá"

"Es cierto, Anna también ha entrenado por mucho tiempo... es extraño, nunca imaginé a Anna entrenando"

"¿Pero que dices Manta" preguntó Yoh divertido "Mi abuela es terrible como maestra ¿De donde crees que Anna aprendió esos entrenamientos infernales por los que me hizo pasar?" preguntó con tristeza y terror al recordar esa terrible época.

"Si, tienes razón. Es solo que no puedo imaginar a Anna en otro papel que no sea el de entrenadora" confeso sonriendo.

"¡Miren la hora que es!" exclamó Ryu alarmado "¡Eso explica la terrible hambre que tengo!"

"¿Qué les parece si vamos a pescar algo para el almuerzo?"

"¡Excelente idea Jefe! Tokaguero y yo nos encargaremos de eso"

Yoh suspiró al pensar en Anna, a decir verdad estaba preocupado. Había estado preocupado desde que estaban en Funbari, había notado como la actitud de Anna había cambiado, y era claro que estaba preocupada. Aunque no se lo dijera él la conocía perfectamente y podía decir que lo que estuviera pasando era algo grande. Por esa razón había decidido ir a Ozorezan con ella en cuanto dijo que se marchaba. Quería estar a su lado en lo que fuera que estuviera ocurriendo, y si Kino quería entrenarla debía significar que era algo peligroso.

Luego del almuerzo se quedaron a la orilla del lago, charlando durante todo el día, sin que se dieran cuenta la noche ya había caído sobre ellos. "Siento que estés perdiendo tantas clases Manta, te traje acá sin preguntar si era lo que querías" decía Yoh que se encontraba tumbado en la tierra viendo las estrellas.

"No te preocupes Yoh, la próxima semana empezarán las vacaciones así que no perderemos tantas clases"

"¿En serio? Me alegro" respondió sonriendo. Luego de algunos momentos más se puso en pie. "Se hace tarde, creo que debemos volver a casa.

"Estoy de acuerdo, estoy muy cansado" respondió Manta.


Anna se encontraba en la parte trasera de la casa, recostada en un barandal mientras observaba detenidamente el estanque frente a ella. Yoh la vio desde lejos y se acercó hasta estar a su lado "Parece que has terminado una parte del entrenamiento".

"Si, he terminado la fase preparatoria" respondió sin siquiera voltear a verlo.

"Ya veo..." respondió recostándose también en el barandal. Ambos permanecieron en silencio por largo rato, no tendían a hablar mucho cuando estaban juntos, sin embargo disfrutaban la compañía del otro.

"Lo noté desde que estábamos en Fumbari..." comenzó a decir Yoh "Sabía que algo pasaba, puedes decirme lo que sea, lo sabes ¿no? ¿Quisieras decírmelo? ¿Qué es lo que pasa Anna?"

Anna permaneció en silencio por algunos momentos más "No estoy autorizada para hablar sobre eso" dijo finalmente inclinando la mirada.

Yoh sonrió al escucharla y volteo su mirada hacia ella "Hay muchos secretos en la familia Asakura" comentó y nuevamente ambos se quedaron en silencio, pero esta vez ninguno volvió a decir nada. Hasta que comenzó a nevar.

"Hace mucho frío y ya se ha hecho muy tarde, será mejor que regresemos, debes descansar" dijo Yoh comenzando a caminar hacia la casa.

"Yoh..." lo llamó Anna sin moverse del barandal y sin dejar de ver el estanque. Al escucharla se detuvo en silencio sin voltear.

"¿Podrías quedarte un poco más?" vociferó suavemente. Yoh permaneció en silencio unos segundos y luego continuó caminando hacia la casa.

Anna volteó ligeramente la cabeza para verlo marcharse. Volteo nuevamente su rostro hacia el estanque sin cambiar en ningún momento su expresión, acomodó su abrigo, metió sus manos entre los bolsillos y comenzó a caminar en dirección contraria, hacia mucho frío, caminar le ayudaría.

Aunque su rostro inexpresivo no lo mostrara verlo marcharse le había dolido. Estaba acostumbrada a que le dieran la espalda, desde pequeña había vivido de ese modo, sin embargo Yoh jamás lo había hecho, desde el primer momento estuvo siempre a su lado. Claro que todo esto era algo que nunca iba a aceptar. Caminó un poco más hasta unas bancas, el frío comenzaba a doler, o quizá no era el frío el que dolía. Decidió sentarse, se recostó en la banca y cerró los ojos, sintiendo como la nieve tocaba su rostro y se derretía al contacto con su piel. Dejó descansar su mente, tratando de dejarla en blanco. No quería pensar en Yoh, ni en el entrenamiento, mucho menos en las razones de ese entrenamiento. Conocía perfectamente sus debilidades, pero aún así no era capás de vencerlas. Repentinamente una sensación de calidez tocó su mejilla y al abrir los ojos se encontró con Yoh, quien sostenía una lata caliente de chocolate.

"Hace frío, será mejor que bebas esto..." dijo entregándosela y luego se sentó junto a ella "Cuando regresé ya no estabas, me tomó un poco encontrarte"

Anna tomó la lata y esbozó una pequeña sonrisa, la alegraba verlo y saber que no había volteado su espalda hacia ella. Sabía que lo merecía, Yoh siempre había confiado en ella y le había demostrado que podía confiar en él, pero realmente no podía decírselo, y además no quería hacerlo. Tenía miedo de que Yoh se enterara de ese lado oscuro que nadie más, aparte de Kino, conocía.

"Sabes... la primera vez que te vi, lo primero que pensé fue en lo hermosa que eras" .

Anna se sonrojó al escucharlo "lo sé..." respondió.

"Pero también sentí terror, realmente me aterraste" añadió sonriendo.

"También lo sé..."

"Sé que lo sabes" dijo sonriendo "pero te diré algo más, en ese momento supe lo fuerte que eras, eres muy fuerte Anna, mucho más que mi abuela, eres más fuerte que yo, y sé que eres capás de vencer cualquier cosa"

"Yoh..."

Yoh sonrió y colocó su mano sobre la de ella "Todo estará bien"

Anna cerró los ojos y sonrió "Gracias Yoh..." respondió apretando la mano de él.

Yoh conocía a Anna, sabía perfectamente que la actitud que había estado mostrando no era más que miedo, y esto lo preocupaba, sabía que Anna se estaba enfrentado a algo grande y sin embargo no podía pelear junto a ella. Al parecer se había decidido que era una pelea que ella debía enfrentar sola. No era justo, ella había tenido que enfrentar tantas cosas sola desde pequeña, ¿Por qué tenía que seguir pasando por eso?. Había prometido protegerla, y aunque no supiera a que era lo que se enfrentaba estaría a su lado sin importar qué.

Continuará...

N.A: Bueno, este fue el primer capitulo, espero que lo hayan disfrutado, por favor dejen su review! seré muuuuuy feliz si lo hacen =P