Disclaimer: Los personajes de Harry Potter pertenecen a J.K. Rowling. Los de ESDLA a J. R. R. Tolkien.
La Tierra Media
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By Lucy Nikoláievich Derzhavin
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Capítulo Primero: El regalo
(I)
Suspiro amargamente. Noches de vigía, noches de insomnio, noches de angustias. El sentimiento de culpabilidad latente aún en su memoria. Recuerdos de lo que fue y presentimientos de lo que será. Muertes y más muertes era lo que el destino le tenía preparado. Era solo un chico. Un chico que en dos semanas cumpliría dieciséis años. Miro melancólico la ventana. Si Dumbledore no hubiera muerto… Si Sirius aún siguiera vivo… Sus padres… Eran tantas cosas las que anhelaba. Tantas y, a la vez, nada. No pedía nada más que la muerte…
Sentado sobre su cama, hojeo el álbum que Hagrid le regalase en primer año. En la parte final, se encontraban fotos de él, Ron y Hermione –sus mejores amigos- durante los ciclos escolares de Hogwarts.
Unos picoteos en la ventana le hicieron levantar la mirada. Hedwig acababa de llegar de su caza nocturna. Tres ratones colgaban de su boca y traía uno en cada pata. Miro orgullosa a su amo y este le dedico una mirada cariñosa. Puede que su lechuza no hablara pero era como si pensara igual que una persona.
Acarició a su lechuza con ternura. Unos ruidos, como aleteos, le hicieron volver la cabeza de nuevo hacia la ventana. Una lechuza negra entro con elegancia y arrogancia al cuarto. Se aposento serenamente sobre la cama. En sus patas traía un paquete y dos cartas atadas, una de color verde, otra de color azul. Miro curioso la correspondencia, normalmente ese tipo de paquetes le llegaba hasta el día de su cumpleaños, que era la siguiente semana o en dos días. Tomo curioso la carta azul y la abrió.
Querido Harry:
Si llegas a leer esto es que muy probablemente este ahora muerto. Sabes… Me causa gracia este hecho, pero espero no estés deprimido por ello. Sigue adelante y supérate.
El paquete que te envío debe (supuestamente) llegar el día de tu cumpleaños o una o dos semanas antes de… ¿Entendido? En el paquete se encuentra mi primer y último regalo de cumpleaños hacia ti. Es un huevo de fénix blanco o de aire (tal vez lo conozcas por el segundo nombre que es más común), otro de un fénix negro o de agua, el tercero es rojo o de fuego (es de la misma especie que Fawkes) y el cuarto y último es uno verde o de tierra.
Los cuarto fénix son muy valiosos y desde el primer instante en que te vean te tomaran como una "madre". Los alimentarás con un gotero y leche de vaca a una temperatura de 20 grados. Nacerán 15 días después de tu cumpleaños. Y los mantendrás contigo a todas horas. Como quiera, te mande un manual adjunto en la caja por sí tienes problemas.
En el paquete también viene un cofre pequeño con una cadena de mithril y un dije hecho de obsidiana. Este dije lo tendrás puesto desde el día en que cumplas años, no antes sino ocurrirá algo que te desagradara mucho. Ya estas advertido, Harry.
En el instante en que te lo pongas se dará un aviso a un amigo mío de que estás preparado para iniciar un entrenamiento especial; él te buscará (no sé cuando) y partirás con él. Para que estés seguro de quien es preguntaras ¿Pronto el fuego caerá de los cielos con azufre? Y, él como respuesta, te pedirá el sobre verde y se lo darás. Te digo, el no lo abrirá por que no le corresponde hacerlo, al igual que a ti, así que no lo abras. Él se lo dará a un amigo mío y este, sabrá a quien darle el sobre y la persona que te lo muestre, esa persona será desde ese instante tu tutor y mentor. Ah, y la lechuza que trae el paquete y las cartas también es tuya. Su nombre es Spiderwick.
Hasta aquí, me despido…
Con cariño,
Albus Dumbledore.
P.D.: Si ves que alguien no sonríe, Harry. Haz el favor de regalarle una de tus sonrisas. Y recuerda que una de ellas se ve mejor en tu cara que las lagrimas corriendo libres vía abajo por tus mejillas.
Para cuando Harry termino de leer la carta, sus ojos estaban vidriosos y una lágrima resbalo por su mejilla. Y es que aún después de muerto, Dumbledore lo llenaba de sorpresas. Un tutor. Se pregunto quién y cómo sería. Miró el paquete curioso y lo abrió. Los cuatro huevos estaban tibios y asumió que el director los habría de haber hechizado para que conservaran su temperatura adecuada. El primero (el más cerca) era de un color beige opaco, a su izquierda estaba uno azul fuerte medio claro; atrás de ese se encontraba uno negro brillante y a la derecha de este, otro café rugoso le dio la bienvenida. En medio de los huevos, Harry observo que se encontraba el cofre. Estaba hecho de un material que llego a pensar era diamante por que era transparente, duro, liso y con la luz de la luna brillaba tal y como lo haría un diamante. Dentro, observo, se hallaban la cadena y el dije sobre un colchoncito diminuto de color rojo.
Unos toqueteos en la puerta, lo sacaron del ensueño y su minucioso chequeo. Y, con la velocidad de la luz, escondió los huevos y el cofre.
-'Pase'- dijo con voz temblorosa. No había escuchado a los Dursley levantarse.
La puerta se abrió.
(II)
La habitación era amplia y los grandes ventanales daban al enorme jardín. Las cortinas se mecían con la brisa ligera. Los rayos de sol del atardecer jugaban a cambiar de colores, del rojo al naranja, del naranja al amarillo, y así sucesivamente. Dos personas se encontraban sentadas, una frente a la otra. El primero tenía una larga cabellera oscura, sus orejas puntiagudas, su frente surcada de "jóvenes" arrugas, su expresión concertada y sabia, y ese aire de poder que irradiaba. El segundo vestía de gris, sus cabellos blancos como la nieve al igual que su larga barba, sus ojos azules miraban a su amigo. Sacó la pipa de sus labios junto con una bocanada de humo.
El tema de discusión era la futura llegada de un joven mago que vendría para ser entrenado. Contaban con siete años de preparación antes de que mandaran a alguien a recogerlo.
-'¿Cuánto tiempo se quedará aquí, Gandalf?'- pregunto el señor de cabellos oscuros a su viejo amigo.
El tal Gandalf pareció meditar un momento su respuesta.
-'El que sea necesario.'- Gandalf fijo su vista sobre su amigo.-'Albus solo me dijo que cuidará bien de él. Me dio a entender que el chico ha sufrido mucho, Elrond.'- Lord Elrond asintió ante las palabras de Gandalf.
-'Y supongo que tu lo entrenarás'- Gandalf sonrío ante la suposición de Lord Elrond.
-'Supones bien, viejo amigo, solo que esta vez es a medias.-Lord Elrond le miro intrigado.
-'¿Qué quieres decir con eso, Gandalf?'-
-'A su debido tiempo lo sabrás, Lord Elrond, a su debido tiempo.'- Gandalf sonrío para sí.-'Y menuda sorpresa te llevaras cuando te enteres'-
(III)
¡Fin!
Espero les haya gustado la historia. ¡Esto es solo el primer capitulo! (¬¬U lógico) Y el FF va dedicado a Julia Martín (Ailuj) y Ángela Camarillo (elarhy). Un beso y un abrazo, mis niñas.
