Los personajes de "Zombie Land Saga" NO me pertenecen. Son propiedad de sus respectivos autores.

Capítulos sin relación el uno con el otro. Los textos en cursivas son pensamientos. ¡Que disfruten la lectura!


Sakura se encontraba en la biblioteca de la mansión, buscaba un libro relacionado a escalas musicales, ejercicios de respiración y afinación.

–No sabía que teníamos una biblioteca tan grande – se dijo a sí misma, observando los grandes y extensos libreros.

Por difícil que fuera creerlo, Kotaro era alguien con conocimiento musical, por lo que pensando en el recién establecido grupo de idols, les encargó -a su manera- buscar libros que las instruyeran en el largo y duro camino de la música.

Al menos me hubiera dicho por cuál sección comenzar a buscar – el lugar era tan grande, que le tomaría un buen tiempo encontrar lo que buscaba.

Por supuesto, no todas necesitaban de libros tan básicos. Había las excepciones dentro del grupo como lo eran Ai y Junko. Sin embargo, el resto sí necesitaban esforzarse un poco más, y por ello su desquiciado manager les encargó aquella tarea.

La nombrada "Zombie número uno" caminó entre los libreros una y otra vez, hasta que después de mediodía perdida en ese lugar, por fin encontró el libro que buscaba, pero había un problema…

–No llego.

Su mano luchaba por tomarlo, pero sus dedos tan sólo lograban tocar el lomo.

–Es inútil – suspiró derrotada.

Paseó su mirada por los alrededores y logró ver una silla de madera. Rápidamente, corrió hacia el objeto para después llevarlo donde se encontraba el odioso libro.

–Por fin.

Puso un pie sobre la silla y luego se impulsó hasta subir por completo. Finalmente aquel tesoro en forma de libro polvoriento estaba a su alcance.

–Puedo ser un zombie, pero no soy tonta.

Sakura sonrió complacida tras decir esas palabras y después se dispuso a tomar el libro, hasta que de pronto escuchó algo extraño.

¡Crack!

Con sumo terror instaló su mirada en la silla bajo sus pies, notando cómo las grietas en la madera se hacían más y más grandes.

–… ¿Eh? – rió nerviosa.

La vieja madera cedió, provocando la caída de Sakura.

–Duele.

Se sentó, recuperándose del reciente accidente. Posó su mirada en la silla -o en lo que quedaba de ella- y se percató de lo desgastada que se encontraba en las bases.

–¿Todo está podrido en este lugar? – su razonamiento no tardó en recordarle que era un zombie, por lógica, esa pequeña frase la incluía a ella.

Se levantó y de nuevo intentó alcanzar el libro. Dio saltos, utilizó trozos de la silla que tenía, incluso utilizó otros libros para intentar tirar el que necesitaba, pero nada funcionó.

–¡Esto es inútil! – frustrada, arrojó el libro que tenía en mano hacia arriba. Desgraciadamente, la gravedad hizo su trabajo y terminó golpeándola en la cabeza.

–Ay…

De pronto, una gran idea surcó la tormentosa mente de la zombie adolescente.

–¡Por fin lo tengo! –celebró.

Se había quitado uno de sus brazos para usarlo y poder llegar a tomar el libro que tantos problemas le había causado.

–Parece que ser un zombie tiene sus ventajas – sonrió.


Ok, la idea de esto surgió a partir del hecho que son zombies. Por lo tanto, quería un poco de "realismo" y pensé en incluir las cosas buenas y malas de su vida después de la muerte.

En fin, serán capítulos cortos y por el momento no hay un número exacto de cuántos haré. Supongo que mientras más se me ocurran, más tardará xD

Espero les haya gustado, nos leeremos en próximo capítulo! :D