Bien ahora traigo un lindo two-shot KenHina, amo la pareja se me hacen súper tiernos juntos.
Disclaimer: Haikyuu! no me pertenece, es de Furudate-sensei, solo utilizo los personajes para está historia.
Sin más que aclarar, les invito a iniciar la lectura.
Capítulo 1
Pov Kenma
¿Desde cuando dejé de verlo como sempai? Si respondiera esa pregunta fue hace muy poco cuando empecé mi segundo año en Nekoma. Ya estamos en primavera y mis sentimientos se hacían cada vez más fuertes por él, ¿tan idiota era? Tal vez. Estaba enamorado de una persona que sabía que nunca me correspondería y lo aprendí de una forma muy dolorosa. Todo comenzó desde que entre en Nekoma hace dos años y medio más o menos.
Flash Back
Realmente no pensaba entrar a Nekoma pero mi mejor amigo y único amigo en mi vida por así decirlo me insistía demasiado que quería que jugará voleibol con él los próximos años. La verdad no me agradaba mucho el voleibol pero la insistencia de Kuroo me tenía desesperado y termine de aceptar para que no molestará más.
— ¿Ya estudiaste Kenma? — me preguntó mirándome con seriedad.
—Ya estudie lo suficiente— dije relajado la verdad ya había leído todo para hacer el examen de admisión para Nekoma.
—Sabes todos en el equipo de voleibol son muy amables por excepción de un compañero mío— dijo divertido.
La verdad es que Kuroo intentaba hacer que me interesará más por entrar pero aún estaba en estado neutro.
—Kuroo todos los días que vienes a visitarme me dices lo mismo, no te preocupes entraré a Nekoma— le dije para calmarlo y le sonreí levemente para volver a mi videojuego.
—Eso espero— me respondió y sabía que estaba sonriendo, lo conozco muy bien o eso pensaba.
Kuroo siempre venía a mi casa cuando tenía tiempo y me contaba sobre Nekoma y su equipo de voleibol. También me contaba sobre alguien que peleaba muy seguido con él a pesar de estar en el equipo no se llevaban muy bien. Un día cuando Kuroo vino sonriendo de oreja a oreja me sorprendió lo que me dijo.
—Kenma recuerdas cuando te hablaba de ese alguien con quien me llevaba tan mal— me dijo mirando la televisión.
—Si recuerdo— respondí tranquilo.
—Bueno parece que tenemos el mismo objetivo y ahora que lo he visto jugar he quedado impresionado— admitió llamando mi atención. —También no es tan malo como creí que era—
—Me sorprende que arreglarán sus problemas tan rápido—
—Debíamos llevarnos mejor si queríamos fortalecer el equipo, juntos— dijo con alegría.
—Eso es bueno— dije con tranquilidad.
—Por cierto ¿quieres que te acompañe al examen? — me pregunto sonriente.
—No creo que sea necesario pero si quieres esta bien—
—Bien te veo mañana entonces, tengo que terminar algunos trabajos— me dijo para levantarse e irse a su casa.
Suspire cansado y fui a mi habitación luego de apagar la televisión para poder repasar un poco los temas del examen. Luego de un rato decidí irme a dormir después de todo me tenía que levantar temprano mañana y Kuroo vendría a despertarme si me durmiera.
La noche paso rápido, incluso demasiado rápido para mi gusto me levante para alistarme dejando salir un suspiro. Me fui a dar una ducha y cuando ya estaba por tomar mi desayuno Kuroo me llamo diciendo que me vería en Nekoma. Me resulto extraño porque él siempre ha venido por mí todas las mañanas.
Salí de mi casa con algo de flojera, pero tenía que caminar después de todo era un camino algo largo. Al llegar a Nekoma reconocí a Kuroo de inmediato pero note que no estaba solo. Estaba con alguien bajo de cabellos castaños que reía junto a Kuroo, mi corazón latió resultándome algo extraño la verdad.
— ¡Kenma! — me grito al verme acercarme.
—Buenos días Kuroo— dije con timidez.
—Kenma él es Yakkun, el líbero oficial del equipo— me presento al castaño el cual golpeo a Kuroo haciendo que este se retorciera un poco.
—Ya te dije que no me digas así—le advirtió con seriedad. —Soy Yaku Morisuke, un gusto— me sonrió de forma amable y extendió su mano en forma de saludo.
—Kozume Kenma— le respondí tímido apretando la mano en un saludo.
—Bueno Kenma estaré esperándote por aquí, con Yakkun iremos a hacer un trabajo en pareja ¡Te deseo suerte! — me dijo con una sonrisa.
—Igualmente te deseo suerte Kenma-kun— me dijo Yaku-san, haciendo que sonriera, él era muy amable ¿pero porque mi corazón latió de nuevo?
—Gracias— les dije para irme al salón donde iría a hacer el examen.
Voltee mi mirada y ahora Yaku-san estaba golpeando de nuevo a Kuroo. Kuroo siempre había tenido mucha facilidad de hacer amigos aún no sé por qué decidió ser mi amigo pero bueno la vida trae muchas sorpresas o eso es lo que dicen.
El examen estuvo realmente fácil. No esperaba que fuera tan fácil. Tal vez realmente me entusiasme y estudie más de lo necesario. Me reuní de nuevo con Kuroo y Yaku-san decidí no estorbarles mucho en sus tareas y solo me despedí. Kuroo volteó a verme y me aviso que iría luego a mi casa.
Las semanas pasaban con rapidez. Los resultados del examen llegaron rápido, había aprobado el examen, por lo cual ya estaba listo para ir al primer día como estudiante de Nekoma. Termine mi desayuno y espere a Kuroo que no llego en venir por mí para irnos juntos.
— ¿Listo para tu primer día Kenma? — me pregunto mientras caminábamos.
—Supongo que si— respondí neutral.
—Deberías emocionarte un poco más— me dijo divertido revolviendo mis cabellos, odio que haga eso.
—Kuroo para— le dije molesto.
—Ya, ya no te molestes vamos sonríe— dijo sonriendo, lo cual me hizo molestarme más y lo ignore durante el camino.
Al llegar Kuroo me indico cual sería mi salón. El día pasó algo lento. Las clases eran algo aburridas, aunque bueno no muchas cosas logran emocionarme la verdad. Mire hacia la ventana viendo como los arboles eran sacudidos por una suave brisa que me imagino es fría. Después de todo estábamos en comenzando a entrar en primavera y el invierno todavía se asomaba en esos días.
— ¡Kenma vamos al club de voleibol ahí te presento a los demás! — dijo emocionado Kuroo llegando a la hora del almuerzo lo cual me hizo suspirar.
—Primero deberíamos comer Kuroo— dije suspirando de nuevo.
—Comemos en el club ¿ya tienes tu solicitud? — me pregunto comenzando a caminar a un paso lento.
—Ya la tengo así que no debes preocuparte— a veces Kuroo piensa que soy un niño que merece ser cuidado por él.
— ¡Kenma-kun, Kuroo! — cuando escuche la voz de Yaku-san mi corazón nuevamente vibró ahí estaba junto a dos personas más, un chico de apariencia problemática y otro con apariencia amable también.
— ¡Yakkun! — grito emocionado Kuroo, pocas veces lo miraba así, eso me hizo fruncir un poco el ceño molesta. — ¿Dónde están los demás? — pregunto mirando a los tres presentes.
—Los senpai no han venido aún, deberíamos comer mientras vienen— hablo Yaku con tranquilidad.
—Kenma— me llamo y lo voltee a ver con mi rostro neutro. —Ellos son Kai y Taketora— me los presento con una sonrisa.
Kai-san y Taketora se presentaron a mí, yo también me presente de forma amable. Cuando estábamos comiendo se hizo presente otro chico llamado Fukunaga el cual es igual de callado que yo. Todos parecían normales a excepción de Taketora que hace mucho ruido hasta que Yaku-san lo calma, mis miradas de vez en cuando se centraban en Yaku-san pero disimilaba perfectamente.
Al llegar los de tercero entramos al gimnasio estos se presentaron y nos pidieron a los de primero que nos fuéramos a cambiar para hacer unas pruebas enfrentándonos con los de segundo. Me pareció algo injusto pero eran nuestros senpai después de todo. Lo que me parecía injusto es que Yaku-san fuera el líbero y tuviera que estar en contra nuestra. Empezamos el partido tres contra tres, yo solamente me dedicaba a levantar el balón con astucia pero o era detenido por el bloqueo de Kuroo o por las recepciones de Yaku-san. Yaku-san era muy hábil salvaba balones muy difíciles, los salvaba con mucha elegancia y rapidez, demonios debo de concentrarme mejor.
—Fue una buena prueba están dentro chicos— dijo tranquilo uno de tercero al cabo que termino con nosotros perdiendo.
Luego de eso mis sentimientos comenzaron a ser más claros. Sabía que no solamente admiraba a Yaku-san. Estaba enamorado pero como soy de inseguro no podía expresarme además tenía la leve sospecha de que a Yaku-san le gustaba Kuroo por las miradas ligeras que se daban y los sonrojos que lograba sacarle Kuroo después de decir simples palabras en el almuerzo. Un día me decidí a confesar mis sentimientos y no salió como esperaba. Yaku-san era demasiado amable conmigo y cuidaba de mí. Parecía una madre a veces siendo sobreprotector nos defendía de nuestros mayores cuando era necesario. Me estaba ilusionando demasiado debería de saber que Yaku-san es amable con todos no solo conmigo.
—Kenma ¿Pero porque te pintaste el pelo de rubio? — dijo divertido Taketora haciéndome enfadar un poco.
—No quería destacar tanto— le dije con molestia.
—Jajaja Kenma ahora si encajas bien en el equipo— dijo riendo Kuroo.
— ¡Ya basta! ¡Dejen de molestar a Kenma! — hablo Yaku-san haciéndome sonreír un poco, era el único que podía hacerme sonreír así después de Kuroo.
Los demás al escuchar los regaños de Yaku-san se quedaron callados, incluso los de primer año, Yaku-san daba algo de miedo cuando se enojaba. Yaku-san se me acercó y acarició mi cabeza con cariño.
—No les prestes atención y te queda muy bien el rubio— me dijo haciendo que un leve pero muy leve sonrojo apareciera en mis mejillas.
—Gracias— dije desviando la mirada, al parecer solo Kuroo se dio cuenta de esto por la mirada que este tenía en mí, una mirada de ¿celos? No estoy seguro todavía.
Al cabo del tiempo ahora era molestado por los demás por parecer un "pudín" pero Yaku-san siempre ponía orden cuando era necesario. Y ya no me molestaba como antes por lo cual los ignoraba la mayoría del tiempo y después de todo tendría que esperar un tiempo para que estuviera negro de nuevo.
Estábamos ya en verano. Mis sentimientos hacían que mi pecho doliera mucho más, pidiendo, no, exigiendo que fueran liberados de mi interior. Casualmente un día íbamos a un partido de práctica con una escuela que anteriormente era nuestros rivales, la preparatoria Karasuno. No estaba entusiasmado porque no soy bueno en poderme comunicar con la gente. Ese exacto día tuve el valor para poder confesar mis sentimientos. Sabía que Yaku-san estaría en el gimnasio arreglando unas cosas para el partido por orden de nuestro entrenador pero lo que mire me dejo atónito.
—Idiota ya cálmate, alguien puede venir— escuche la voz de Yaku-san lo cual me hizo ponerme inseguro de entrar o no.
—Nadie vendrá Yakkun~ además falta tiempo para que vengan los de Karasuno— ahora escuche la voz de Kuroo lo cual hizo mi pecho doler un poco más.
Me acerque con sigilo para no hacer ruido y lo que mire hizo que mi corazón se rompiera por completo. Lo sabía, ¡lo sabía! Kuroo y Yaku-san tenían algo. Ahí se encontraban en el gimnasio ambos demasiado cerca. Kuroo acorralaba a Yaku-san el cual estaba sonrojado hasta las orejas, se estaban besando sin ninguna vergüenza y de manera lenta pero profunda. Me fui del lugar con mis ojos llorosos sin hacer ruido, tome mi bolso y corrí hasta el baño excusándome con los demás que regresaba en un rato.
— ¡Maldición! — golpee la puerta de uno de los baños con fuerza pero sin llegar a herirme.
¿Por qué tenía que ser tan doloroso? ¡¿Por qué?! Las lágrimas no dejaban de salir de mis ojos, trataba de controlarme pero no podía. Salí del baño para dar una vuelta. Quería despejar mi mente para dejar de llorar. Debía haberlo supuesto, ellos se miraban realmente cercanos además cuando Yaku-san hablaba de Kuroo su mirada se iluminaba, ¿Por qué fui tan idiota de enamorarme de él?
Fin flash back
Seguramente mi rostro daba algo de miedo. Seguía caminando sin detenerme hasta que logre encontrar un lugar donde sentarme deje mis cosas a la par y decidí jugar un rato mientras secaba las lágrimas en mi rostro concentrándome en la pantalla de mi celular. Era lo mejor que podía hacer en ese momento. Mi pecho dolía a horrores y mis ojos no se quedaban atrás. Cerca había una pequeña llave me lave el rostro y trate de concentrarme en mi celular pero algo o mejor alguien me sorprendió al correr tan cerca de donde estaba sentado.
— ¡Demonios estoy perdido! — dijo el pelirrojo enfrente mío.
Lo decidí ignorar pero este me vio y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Mire disimuladamente donde él, después de todo no me sentía bien y además era muy tímido como para entablar una conversación con él.
— ¿No eres de por aquí verdad? — me pregunto haciendo que me sobresaltara.
—No lo soy— respondí con apenas voz.
—El color de tu chaqueta es genial— me dijo con los ojos iluminados. — ¡Ahh! ¡Son zapatillas de voleibol! ¡¿Juegas voleibol?! ¿Cómo te llamas? — me dijo señalando mi bolso el cual estaba abierto por sacar una toalla para secar mi rostro.
—Kozume— hice una pausa para mirarlo. —Kozume Kenma— le respondí con una leve sonrisa, no lo sé pero él me llego a agradar con solo esos minutos hablando.
— ¿En qué año estás? — me pregunto emocionado.
—Estoy en segundo— después de que este se disculpará por "faltarme el respeto" le dije que no me agradaba esa jerarquía que estaba bien así. —Tú ¿Cómo te llamas? — le pregunte algo interesado.
— ¡Hinata Shoyo! ¡Soy de Karasuno y me perdí al estar compitiendo con nuestro setter! — dijo divertido con una bonita sonrisa. — ¿A qué escuela vas Kenma? — vaya que era muy curioso pero eso le hacía divertido.
—Con que Shoyo— me dije a mi mismo con una leve sonrisa, iba a responder pero escuche mi nombre de una voz conocida, no quería verlo pero tenía que irme. —Solo puedo decirte que mi escuela es fuerte, nos vemos luego Shoyo— le dije sonriendo para levantarme y tomar mis cosas.
Voltee mi mirada y el pelirrojo solo miraba confundido tratando de entender mis respuestas. Tal vez no lo pensé en ese momento pero Shoyo era un pequeño sol que alegraría mi vida pronto.
Fin Pov Kenma
— ¿Nos vemos luego? — se preguntó a si mismo Hinata despidiéndose del chico cabello teñido.
— ¡Hinata! — gritó Sugawara al haberlo encontrado.
— ¡Sugawara-san! — el pelirrojo se fue emocionado hacia su senpai para luego recibir un regaño de este por correr así y separarse de todos.
Kuroo y Kenma iban caminando en un silencio un tanto incómodo. El rubio teñido estaba muy callado y no se atrevía a verlo así que el peli negro suspiro y comenzó a hablar.
— ¿Te paso algo? Es raro que salgas así sin decirle a alguien peor en un lugar que no conoces, todos están preocupados por ti—
—Solo sentí la necesidad de tomar aire— dijo sin voltear a verlo, sabía que tenía sus ojos algo rojizos por llorar con anterioridad.
El peli negro seguía insistiéndole que le dijera por qué se fue pero Kenma era duro como piedra además que le contestaba con tono frío y molesto. Kuroo suspiro y no siguió insistiendo cuando llegaron todos comenzaron a acosar al peli teñido pero este se comenzaba a sentir incómodo.
— ¡Ya chicos! ¡Dejen a Kenma! — les grito Yaku cruzándose de brazos.
—Gracias Yaku-san— le agradeció al sentirse más libre, pero su corazón dolió al ver aquella sonrisa que sabía que nunca sería para él.
—Por cierto chicos quería decirles algo, bueno Yakkun y yo queríamos decirles algo— dijo acercándose al castaño para abrazarlo de la cintura, sorprendiendo menos a Kai y a Kenma que apretaba los dientes.
Pov Kenma.
¡Detente! ¡No lo digas por favor!
—Bueno lo que queríamos decirles es que los dos salimos como pareja—dijeron los dos al mismo tiempo para luego mirarse entre sí y sonreír avergonzados.
¡Deténganse! ¡Mi pecho duele! ¡Entiendan por favor!
— ¡Felicidades a ambos! —
En el gimnasio se lograba escuchar muchos "felicidades" de parte de todos y como hacían avergonzar a Yaku-san. ¿Por qué nadie puede entender el dolor en mi corazón? ¡¿Por qué?! El amor es un asco, un verdadero ¡asco! Y yo un gran idiota por enamorarme de mi senpai.
"Mi corazón no deja de doler, alguien por favor pare este dolor" pensaba mientras tocaba mi pecho y tragándome mi dolor les felicite viendo la mirada y sonrisa de alegría de ambos.
Sabía que ellos eran muy felices juntos no era nadie para interponerme entre ellos, entre su felicidad.
Fin Pov Kenma.
Todo pasaba a tiempo lento para Kenma, de no ser por Shoyo que lo había sorprendido al verlo saltar tan alto y los ataques rápidos que este daba junto al setter de Karasuno. Tal vez su pecho no dejaría de doler por un buen tiempo, pero Kenma sabía algo y es que si Yaku no es para él al menos le deseaba lo mejor con Kuroo. Deseaba la felicidad de los dos, después de todo uno era su primer amor y el otro era su mejor amigo. Ninguno sabía que lo lastimaba y no se atrevería a decirlo, al menos no por ahora.
Fin Capítulo 1
Esto es todo por este capítulo.
Hasta el próximo.
