Nombre: La noche de las mil estrellas

Serie: Inazuma Eleven

Pareja: Fudou x Kidou

Historia/Edición: xlarazondeser

(Descarga directa) Tan fácil como un recuerdo 22/50

Los personajes aquí presentados no me pertenecen, todos son propiedad de Level 5

La noche de las mil estrellas

(Fudou Akio x Yuuto Kidou)

Capitulo 1: Así comenzó

La vida suele ser muy complicada en ocasiones, una persona que conozco siempre me dice que eso es lo interesante de ella, saber afrontar los problemas, levantarse cuando hace falta y seguir, esa es la razón por la cual estamos aquí, supongo que esa es una buena razón, yo me he quejado muchas veces, le he preguntado de frente ¿Por qué a mí?, ¿Por qué yo?, no recuerdo cuantas veces he querido terminar con todo esto pero hay algo que me hace pensar, algo que me hace levantar la cabeza y salir a la calle con una sonrisa en el rostro, algo que me inspira a ser mejor cada día, en intentar que mi vida de verdad signifique algo, algo importante, no voy a mentir, hay días en los que me he encontrado pensando, pensando en todo lo que ha ocurrido, en todo lo que me ha pasado, miro a mi alrededor y veo a todos aquellos que están a mi lado, vuelvo a recordar y me pregunto ¿Cómo sería mi vida si no lo hubiera conocido?, siempre me lo cuestiono, seguro que no sería la persona que soy ahora, yo…yo no sería nada.

Fue en aquella época en la cual me encontraba en la preparatoria, con apenas 17 años había logrado salir de mi casa con la única condición de no regresar, mi relación familiar no era precisamente buena o algo parecido, digamos que era un odio mutuo, sin embargo y por alguna razón la cual no recuerdo muy bien ahora yo seguía asistiendo al colegio.

Todos los días era prácticamente lo mismo, mi vida era una absoluta rutina, salía del pequeño departamento el cual rentaba y salía con rumbo al instituto, uno de los mejores de aquella ciudad, la razón por la cual siempre me preguntaba que estaba haciendo alguien como yo en ese lugar, la respuesta era muy simple, yo tenía una beca completa por mi aprovechamiento, me gustaba estudiar eso no puedo negarlo pero mi vida era algo complicada como para tan solo preocuparme por eso, mi conducta dejaba mucho que desear para el primer estudiante de la clase; la primera y única persona que saludaba en la mañana era Sakuma Jirou, una persona bastante detestable pero de cierta manera la única que se atrevía a responder alguno de mis muchos insultos, sin duda la única persona que me soportaba, salir del instituto y volver al departamento para comer, descansar un poco y caminar hacia el trabajo, de alguna manera había conseguido un empleo en un bar en el centro, un lugar bastante concurrido, uno de los mejores antros gay de la zona, si ya sé lo que están pensando pero pagaban muy bien y yo no tenía más remedio que aceptar, siendo menor de edad no podían ofrecerme un mejor empleo que el de limpiador de pisos claro que yo soy una persona persistente e inteligente y tan solo unos meses después logre un gran asenso, Barman, un puesto bastante bien pagado cosa que me permitía darme algunos lujos en mi ropa y algunas cosas materiales.

Fue en una de esas noches de turno en donde si bien no era el mejor día la venta era increíble, día de mucho trabajo para mi, las luces fluorescentes y la música a todo volumen ambientaba aquel lugar en donde prácticamente todos bailaban la música "de moda", yo permanecía en la barra sirviendo tragos junto a las 3 personas que me acompañaban casi todas las noches, fue cuando lo vi acercarse intentando pasar por toda la gente que lo impedía, era extraño, para estar en un lugar así iba bastante elegante con un traje color negro, lentes y una actitud bastante seria.

― ¿Qué te sirvo guapo? ―preguntó rápidamente uno de mis compañeros

―muévete Kaito que yo lo atiendo

―no es justo Fudou―se quejó―no puedo intentar ligarme a nadie cuando estas cerca

―se supone no deberías, estamos en el trabajo, recuérdalo―dije acercándome al chico―bien amigo ¿Qué te sirvo? ―pregunté amablemente, después de todo era mi trabajo

―agua por favor―respondió con una voz que por un momento me distrajo

―claro―dije para comenzar a servir el vaso―aquí tienes

― ¿Qué paso Fudou? ¿Qué tal el trabajo? ―preguntó una voz conocida

―Sakuma, ¿Qué haces aquí?, ¿Me estas acosando?

―ya quisieras―respondió arrogante―vine con un amigo a celebrar algo

―no te creo nada―dije sirviendo a los demás clientes― ¿Dónde está tu amigo?

―acabas de servirle―sonrió―a mi sírveme un moradito por favor―vaya que le gustaba molestar

Espere un momento a que el trabajo bajara para poder acercarme de nuevo, sinceramente no había visto a nadie como él en todo el tiempo que llevaba trabajando ahí.

― ¿Y que celebran?

―acabo de terminar la escuela―respondió sin mucho entusiasmo en la voz

―vaya felicidades―le sonreí―a nosotros ya nos falta poco ¿No Sakuma?

―exactamente 5 meses―respondió tomándole a su vaso

―si tienes la misma edad que Sakuma ¿Qué haces trabajando como mesero?

―no soy un mesero, soy barman, yo sirvo y preparo cada bebida que se vende aquí

― ¿Barman? ―me miró a los ojos por primera vez en toda la noche―genial, siempre quise ver de cerca como juegan con las botellas ¿Puedes hacerlo?

―si puedo pero ahora hay mucha gente―respondí mientras atendía a los otros―quizá en otra ocasión

―de acuerdo―sonrió― ¿Cómo te llamas?

―primero dime tú cuál es tu nombre ¿Está bien?

―Yuuto Kidou, para servirte

―Fudou, F-Fudou Akio, mucho gusto

―oye Fudou ¿Trabajas o estas consiguiendo novia?, trabaja que para eso te pago―interrumpió alguien no muy lejos de nosotros

―eso mismo hago ¿Qué no vez?, aparte de idiota ciego

―vaya manera de responder a tu jefe―me dijo Sakuma algo sorprendido

―él no es mi jefe, es su hijo, tan solo le gusta venir a molestar pero no es nadie y lo sabe muy bien

El fuerte ruido de la música impedía que escuchara de lo que hablaban esos dos cuando tenía que alejarme para atender a los clientes, mi relación de amistad con el de parche no era la mejor pero de alguna manera puede decirse que era mi mejor amigo.

―no te había visto por aquí ¿De dónde eres? ―pregunté una vez que regrese

―de aquí―respondió―fui a estudiar al extranjero, hace unas semanas terminé y quise regresar a Japón para cursar la universidad

― ¿Y por qué no cursarla allá?

―extrañaba mi país además mi padre quiere que este cerca para aprender el negocio familiar

―vaya ya veo pero si has estado tanto tiempo lejos ¿Por qué venir a celebrar con Sakuma?

―a pero serás imbécil―interrumpió el recién nombrado

― ¿Por qué la agresividad? Yo nada mas preguntaba―sonreí―tú sabes, a mi no me gusta quedarme con la duda, habiendo mejores cosas aquí―él tan solo sonrió

―Sakuma y yo somos amigos desde que éramos niños además tanto tiempo alejado ha hecho que ya no conozca a nadie, bueno no a muchos

―vez Sakuma fuiste la última opción

― ¿Qué dices? No es justo, te la vives insultándome, veras como un día te voy a regresar todas

―si claro―me reí―bueno pues ya me voy, mi turno acaba de terminar

Tomé mi mochila y me dirigí al baño a cambiarme, no me gustaba salir así, la señora dueña de los departamentos era algo…especial con ese tipo de actividades, me cambie la playera y me puse mi chamarra, salí y me lave las manos mientras miraba mi reflejo en espejo, tantas noches trabajando hasta tarde habían ocasionado que me salieran ojeras, fue en ese momento en el que me di cuenta que ya no estaba solo.

―todo estará bien si te pones un poco de corrector―me dijo cerrando la puerta después de entrar

―yo no uso ese tipo de cosas―respondí dándome la vuelta― ¿Y Sakuma?

―afuera esperándome, quiere quedarse más tiempo

―ya veo―sonreí―sabes es raro que vengas así vestido a un lugar como este, alguien podría robarte

―lo sé pero acabo de llegar y no me dio tiempo de cambiarme aunque no creo que eso pase, es un lugar caro y no cualquiera entra

― ¿Tuviste problemas para entrar?

― ¿yo? Por supuesto que no―respondió presumido―pero vi a varias personas quedarse afuera

Un incomodo silencio interrumpido por una conversación sin mucho sentido que paso cerca del lugar provocando en él una sonrisa

―no te burles―dije interrumpiéndole―han bebido un poco de mas ¿Nunca te ha pasado?

―claro que no, yo no tomo aunque acepto que me gustaría venir aquí otra vez

― ¿A si?

―Por supuesto, quiero ver como juegas con las botellas

― ¿Tan solo para eso?

―bueno y quizá para otra cosa-respondió acercándome a mí

Sentir sus labios tocando lentamente los míos fue algo tan extraño, sentirlo tan cerca me hiso imposible alejarme, sin poder hacer nada más que corresponderle, un "Hasta luego" fue lo último que le escuche decir antes de que abandonara el pequeño lugar en donde estábamos, mis piernas no respondían, tan solo me quede allí parado viéndole irse con la esperanza de volver a verlo.