DEDICADO A MERLÍN POR SU DECIMO SEXTO CUMPLEAÑOS.

Disclaimer: Bleach y sus personajes no me pertenecen.

Advertencia: Yaoi, relación homosexual. AU (Universo alterno), OoC (fuera del personaje) y algunas otras cosas más que no recuerdo. Este conjunto de drabbles, por el simple hecho de ser AU, NO sigue los sucesos en la historia original; algunas cosas sucederán pero claramente, cambiabas a mi conveniencia. Si no te gustan este tipo de fics, puedes irte. Yo ya avise.

¡Hey! Aunque ha sido por un día tarde, y no está terminado aún – estúpidas ideas, ideas y más ideas – aquí te traigo tu regalo – que es mío también, si te fijas en el número de historia que es ewe – como sea, sabes cuándo te quiero y eres una de mis mejores amigas. Espero, en serio – amenaza indirecta ¿dónde? – que te guste, y sino, ¡Ya te lo advertí!

Te quiero.


Hasta En Diferentes Mundos.

….

Broma.

El hombre joven de altura un tanto intimidante entró en su departamento, dejó sus zapatos en el genkan y volvió a sentirse vivo en cuanto finalmente pudo quitarse aquella maldita chaqueta de su traje negro junto con la corbata. Una vez libre, camino por el lugar dirigiéndose hacia la cocina para poder comer algo, al fin de cuentas, poco faltaba para que fueran las dos de la madrugada y él moría de hambre.

¿Y esto qué hace aquí? pensó Kyouraku al sacar de uno de los bolsillos de su pantalón un fibrón negro.

Despreocupadamente, volvió a guardar el objeto donde lo encontró y siguió comiendo su sándwich mientras se dirigía a la habitación que compartía con su novio. Cuando estuvo dentro del cuarto, el castaño observó detenidamente la expresión pacifica de Juushirou mientras dormía, y se acercó a éste mientras le daba el último bocado a su comida.

A sabiendas que sin importar lo que hiciera, el albino de cabellos algo largos no se despertaría, Shunsui se sentó con cuidado en el borde de la cama, y con todo el cariño del mundo acarició el rostro ajeno, las mejillas, los labios, las pestañas, todo, para luego entretenerse con los blancos mechones. De repente, un brillo apareció en los ojos oscuros ojos del joven empresario y una sonrisa surcó su rostro al tiempo que sacaba el marcador de su bolsillo y lo destapaba.

Al día siguiente, cuando Ukitake se despertó, ciertamente le pareció un poco extraño el no encontrar a su pareja durmiendo a su lado – prácticamente echándolo de la cama – siendo que era sábado y era un día de descanso – por decirlo de algún modo – para Kyouraku. Sin encontrar, o sentir nada fuera de lo común, el veinteañero se desperezó, salió de la cama y eventualmente de su habitación.

—Buenos días, Sui. —saludó el blanquecino al encontrar a su pareja sentado en uno de los sillones de la sala de estar, solo con el pantalón del pijama que tenía impresiones de sakuras puesto junto con aquel viejo sombrero de campesino en la cabeza, leyendo cómodamente el periódico.

El castaño oscuro posó por un momento su mirada sobre su novio y procuró no reír.

—Buenos días. —dijo. —Ve a prepararte, yo haré el desayuno. —añadió al ponerse de pie y dejar de la lado lo que estaba leyendo.

Juushirou asintió, le sonrió a Shunsui y se metió en el cuarto de baño. Siquiera pasaron cinco minutos cuando la sonrisa y el buen humor del hombre de ojos verdes se esfumó al mirarse en el espejo, y notar cierto detalle en su frente.

"Anciano joven aquí."

Tuvo un tic nervioso en el ojo.

—¡Shunsui Kyouraku, estás muerto!

El nombrado simplemente rio a carcajada limpia, a pesar de que un escalofrío lo recorrió de pies a cabeza.


¿Qué es esto de aquí? Mi intento de escribir sobre algo desconocido en un fandom prácticamente nuevo y, claro, desconocido.

Lo de siempre, perdonen cualquier error. Gracias por los reviews y demás :')

¡Ya saben comentarios, consejos, criticas y demás [MIENTRAS SEAN DE BUENA MANERA] Bienvenidos sean!~

¡Hasta luego!~