Noragami no me pertenece, es propiedad de Adachi Toka.


N/A: Esta historia forma parte del Sindicato Noragami AU que podemos ver en el capítulo 60 del manga. PWP.


~Wicked.

Todo acerca de ella era impecable.

Sus dulces ojos magenta eran tan puros como el cielo mismo, ese al que su alma estaba destinada. Su pálida piel estaba adornada por unos labios rosados que se entreabrían diariamente para orar frente al altar.

Su cuerpo era torneado y fuerte –y prohibido–, listo para correr y extenuarse si era necesario.

Su largo cabello era la única cosa oscura sobre ella y se encontraba siempre cubierto, al igual que la mayoría de su cuerpo, por su hábito.

A él le encantaba lo prohibido.

Era tan pura. La forma en que hablaba de sus creencias y sus deseos de cambiar el mundo. Tan buena; había aceptado apoyar a Yato incluso sin conocerlo, sólo con saber que él necesitaba de su ayuda.

Tan virginal. La manera en que sus ojos se abrían desmesuradamente al escuchar sus comentarios inapropiados.

Le daban unas ganas terribles de mancharla.

Aun así, ella seguía ahí, al pie del cañón. Haciendo todo lo posible por salvarlo.

— ¿Hermana Hiyori? —él comienza, saboreando las palabras con un placer casi retorcido.

— ¿Si? —ella contesta, sin dejar de regar los girasoles que ella y un grupo de niños plantaron.

— ¿Alguna vez has… pensado sobre dejar la iglesia?

Él lo había pensado por días, la forma adecuada de hacerle esa sencilla y a la vez complicada pregunta. Horas de tensión que se fueron a la basura cuando ella contestó sin titubear un: —No.

Yato se deja caer al suelo, destrozado. "Jamás sucederá", pensaba, "ella está casada con El Señor". Y él ni siquiera tuvo tiempo de decir «Yo me opongo».

—Aún tengo muchas cosas que hacer.

Inclinándose junto a él, Hiyori le tiende un pequeño diente de león, de un amarillo idéntico al cabello de Yukine.

—Aún tengo que cuidar de ti —dice ella, sus rosados labios separándose para dedicarle una sonrisa—. Todas las noches rezo por ti, Yato.

Dios. Él haría cualquier cosa con tal de ser adorado de aquella forma por ella.