Kiseki no Reapers
Resumen: Kiyoshi Teppei acaba de unirse a la academia militar Teiko, donde conocerá a los más peculiares compañeros que haya podido encontrar alguna vez, pilotos y artilleros de Reapers, cada uno más raro que el otro. ¿Cómo es que él acabó con los raritos?
Nota: Esta historia está basada en la historia "Rompiendo los límites" de Evangeline Anderson, se las recomiendo cualquier día es buenísima.
Capítulo 1
Kiyoshi Teppei miró con aprensión desde la ventana del transbordador la academia militar Teiko, ubicada en el lado oscuro de la luna. Había ido ahí para convertirse en un artillero Kiseki. Había abandonado su beca en la universidad Seirin por esta oportunidad cuando los militares se la habían ofrecido. Ser un piloto o un artillero Kiseki era uno de los más grandes honores que podían existir y también el camino más rápido y seguro para un nombramiento en la flota interestelar después de la graduación.
Kiyoshi siempre creyó que entraría a Seirin, estudiaría la aburrida carrera de administración y luego regiría la panadería de sus padres, y estaba resignado a su suerte, así había empezado su primer año en Seirin, pero cuando este acabó los militares le habían ido a buscar, la puntería de Kiyoshi era buena, su coordinación mano-ojo rebasaba por muchos los limites, fue entonces cuando le ofrecieron ser un artillero Kiseki.
Los Kiseki era el nombre que se les daba a los pilotos y a los artilleros de los Reaper, los Reaper eran las mejores naves de batalla especial. Y era también lo que mantenía a salvo y protegida a la tierra. Hacia unos 100 años atrás la tierra había sido atacada por los extraterrestres, les habían dado el nombre de Robusuta por su parecido con estos, estos invasores casi habían acabado con la superficie terrestre antes de que el valiente y pequeño grupo de recién formados grupo de artilleros y pilotos de Reapers pudieran rechazar la invasión. Originalmente creados para ser un grupo de exploración en el espacio, armados, pero sólo para poder destruir asteroides o cualquier tipo de chátara espacial que amenazara la nave principal de investigación, nadie se imaginó que aquel nuevo proyecto salvaría la tierra, luego de eso el proyecto creció y a las naves se les dio el nombre de Reapers y se volvieron la más importante defensa de la tierra.
El transbordar se acopló al puerto espacial y Teppei se levantó estirándose y tomando su maleta bajo de este.
-¿Kiyoshi Teppei? -preguntó un joven más o menos de su misma edad regalándole una sonrisa cuando lo vio bajar. Kiyoshi asintió con una sonrisa y el chico le extendió la mano- Kotaro Hayama, bienvenido a Teiko -le sonrió el chico de cabellos rubios con un curioso colmillito que le recordaba a un canino al más alto-. Ven -le invitó-, eres el último de los nuevos reclutas en llegar -le informo-. Por hoy dormirás en la barraca, pero mañana junto a los demás se te asignará un compañero y una habitación –le fue informando mientras abría el camino y Teppei seguía al joven rubio con el uniforme de la academia, rebosaba energía por los poros.
-¿Un compañero? –preguntó Teppei extrañado.
-Sí, un compañero, a todos se les asigna uno. Quieres ser piloto de Reaper ¿no? -le preguntó Kotaro divertido.
-En realidad artillero -le aclaró el castaño. Kotaro asintió a sus palabras- ¿Cómo lo sabes?
-Por qué es lo que todos quieren ser cuando llegan aquí, artillero o piloto, claro que a la hora de la asignación la mayoría de nosotros acaban siendo navegantes o ingenieros -le informó con una sonrisa amable.
-Mi caso es diferente, los reclutas me buscaron para ser artillero -le informó.
-Los reclutadores dicen siempre lo que quieres oír, a todos los hablaron de ser pilotos o artilleros, hasta el momento que firmamos el contrato y venimos a la academia. Una vez aquí nuestros culos les pertenecen literalmente y hacen con él lo que se les da la gana -le aseguró con una risilla irónica-. Te lo aseguro, a mí también me hablaron de ser artillero de Reaper y soy ingeniero… al menos soy ingeniero de Reaper -añadió pensativo, a Kotaro le gustaba ver la copa medio llena en lugar de medio vacía–. Te dirán "Lo siento, pero las pruebas arrojaron que no eres compatible con la red neuronal Reaper" -dijo imitando un tono serio.
-¿Es una broma, verdad? No vine aquí a acabar los próximos cuatro años de mi vida atascado, arreglando grasientas maquinas o leyendo aburridas cartas de navegación -aseguró Teppei con una mueca de desagrado.
-Nadie viene a eso, pero en eso acabamos la mayoría -le sonrió Kotaro serio-, pero quien sabe, tal vez tengas suerte y acabes siendo un piloto de Reaper -le dijo pensativo.
-Artillero -le corrigió Teppei automáticamente. Kotaro le miró de arriba abajo, Teppei tenía los ojos oscuros el cabello castaño, las manos grandes y era increíblemente alto, medía un metro con noventa y tres.
-Lo dudo, los artilleros suelen ser mucho más bajos que los pilotos, podrías tener sin ninguna dificultad la estatura para ser un piloto, pero rebazas la altura normal en los artilleros -aseguró Kotaro.
-¿Qué tiene que ver la altura? -preguntó Teppei confundido- Tengo una excelente puntería -aseguró.
-No lo dudo, pero bueno, si llegas a los Reapers lo sabrás, sin duda alguna si te conviertes en un Kiseki lo entenderás cuando veas a tu compañero y te subas a uno.
-Vuelves con lo de compañero -dijo Teppei sin entender mucho al enérgico chico. Kotaro rio.
-Por supuesto, aun cuando no seamos Kiseki a todos se nos da uno, siempre tendrás un compañero mientras estés en la academia militar Teiko. En caso de que llegues a ser un Kiseki mucho más dado que los Reapers son naves de dos, el artillero y el piloto, ya sabes todo muy íntimo unidos por la red-neuronal y demás -le dijo dando pequeños saltos. Teppei sabía algo del tema, poco como todos, los Reapers eran manejados por dos personas un artillero y un piloto que se unían por la red-neuronal al Reaper para manejarlo, pero nadie sabía muchos detalles, el proyecto Kiseki Reapers tenía un alto nivel de confidencialidad.
-¿Podrías hablarme más de la función de los Reapers? -le preguntó Teppei esperanzado.
-No comas ansias, novato, si llegas a Kiseki lo sabrás -dijo un alto rubio, aunque no tan alto como Teppei, apareciendo por uno de los pasillos directamente junto a ellos. El chico rubio media 1.91 y era unos buenos dos centímetros más bajo que Teppei y unos 11 centímetros más grande que Kotaro.
-Ahh, Miya-chan -sonrió Kotaro-, Teppei-san, él es Kiyoshi Miyaji, tienen el mismo nombre -sonrió-, es mi compañero -le informo-. Miya-chan él es Kiyoshi Teppei, uno de los nuevos reclutas -les presentó. Miyaji asintió en dirección al alto nuevo como saludo y Kiyoshi correspondió al gesto-. Bueno por lo de compañero no te preocupes mucho, los exámenes nunca mienten, abran elegido el mejor para ti -aseguró.
-No te distraigas, Kotaro, déjalo con los otros novatos para que descanse, tenemos que revisar el Reaper tres -le informó Miyaji.
-¿De nuevo? -se quejó Kotaro- Definitivamente Murasakibara y Kise-chii necesitan ambos parejas reales, Kise-kun tiene una gran habilidad para imitar el sistema neuronal de cualquiera, lo que le permite acoplarse a cualquiera, pero sus ondas neuronales y de las de Murasakibara no son en realidad compatibles, eso provoca problemas con su Reaper -se quejó Kotaro. Teppei no entendía nada y Miyaji pellizcó a su compañero señalándole a Teppei, no debía hablar de más frente a los otros. Kotaro se sobó el brazo donde Miyaji le había pellizcado, pero cerró la boca y no dijo más llevando a Teppei y dejándolo con los nuevos reclutas antes de salir corriendo, si dejaba esperando más tiempo a Miyaji seguro el otro le haría lamentarlo.
Teppei quedo de pie en la entrada del barrancón de novatos, habían al menos unos 14 chicos más. Buscó una litera solitaria en todo el revuelo de los nuevos y encontró la litera del extremo, abajo había un pelinegro serio de prominentes cejas y ojos azul metálicos que leía un manual con expresión seria, el chico era bajito comparado con él no debía de medir más de un metro setenta y ocho, pero aun así debía tener su edad o un poco más. A Teppei le extrañó, él estaba entrando "viejo" para los estatus de Teiko, la mayoría de los reclutas fichaban a los dieciocho, entrando a la academia Militar en lugar de la universidad, raros eran los que como él que tenía diecinueve y ya había completado su primer año de universidad cuando la abandonó para entrar a la academia Militar Teiko. La litera sobre la que estaba el chico parecía vacía. Teppei se acercó sonriente.
-¿Te importa? -preguntó señalando la litera de arriba. El pelinegro le miró serio y se encogió de hombros negando con la cabeza. Teppei lo tomó como un sí y dejó su maleta sobre la litera de arriba- Kiyoshi Teppei -se presentó tendiéndole la mano al pelinegro. El pelinegro le miró serio, pero le tendió la mano y se la estrechó.
-Kasamatsu Yukio -dijo al fin.
-Me tendrás que disculpar si me equivoco, pero… algo me dice que tú tampoco tienes dieciocho-le insinuó con una sonrisa afable.
-Acabo de cumplir veinte -informó Kasamatsu volviéndose a encoger de hombros- ¿Y tú?
-Diecinueve -le respondió el más alto- ¿Puedo preguntar qué te hizo decidirte por entrar a la academia a estas alturas?
-Situaciones familiares, te aseguro que este no era mi sueño -dijo señalando a los entusiasmados novatos con una mueca de fastidio- ¿Y tú?
-Una buena oportunidad de cambiar mi vida -dijo Teppei sin cuestionar más al pelinegro, tenía la impresión de que este no quería hablar de esas situaciones familiares. Yukio asintió a la respuesta de Teppei y luego de eso no hablaron más, Teppei subió a su litera y se dispuso a dormir, mañana tocaba la orientación y todos sabrían realmente que les esperaba.
Continuará…
