SnK no me pertenece, hago esto sin fines de lucro, solo diversión :3
Aviso: AU!, Riren!, lemon (mas adelante), algunas malas palabras, tal vez xD, hmmm algunas escenas un poquiiiito grotescas (eso creo xD), Eren con problemas psicológicos (lo amo 3) y OoC
The Monster
Prólogo
Cuando sintió los rayos de sol que se colaban por la ventana acariciar su cara y entreabrió los ojos, las preguntas de casa mañana asaltaron su mente.
¿Levi me hablara hoy? ¿Ya se ha aburrido de mí? ¿Preferirá a alguien normal?
Entonces, como cada mañana, el teléfono a su lado sonó, sacó una mano de las cobijas y descolgó, aún medio dormido, intentó formular una oración coherente.
-¿Bueno?-dijo, escuchando el eco de su voz en el auricular
-Eren-la voz de Rivaille le hizo olvidar el sueño de inmediato y se incorporó-¿Ya tomaste tu medicina?-
-No~ aún no-respondió como siempre-Voy despertando-
-Ya es tarde-le reprendió el del otro lado de la línea, Eren soltó una risita y encogió sus piernas, abrazándose a ellas y recargando la mejilla en sus rodillas
-Sí, bueno, pero anoche llegué tarde a casa, estaba cansado-
-Por eso te digo que dejes ese maldito trabajo y te vengas a vivir conmigo-dijo en voz baja el otro, haciendo que la cara del castaño se volviera aún más roja, si eso se podía-No me gusta que estés solo-el último comentario lo dijo con un tono bastante nostálgico, Jaeger se sintió un poco culpable al escucharle y lanzó un suspiro, terminando por acceder
-Está bien, tú ganas-se rindió, al fin-Iré en un rato a ver a Erwin para darle mi renuncia y me mudare a tu casa en la tarde… ¿Contento?-escuchó un suspiro, que reconoció como risa y cerró los ojos
-Bastante, sí…era justo lo que quería oír…entonces, le diré a Mikasa que te espere en el departamento antes de ir al trabajo y que te abra-Rivaille chasqueó la lengua-Pero no tendríamos que molestar a mi hermana si me hubieras aceptado la llave desde un principio-
-Está bien…le agrado a tu hermana, así que no creo que le moleste, además…en cuanto llegue ella se podrá ir-
-Bien-escuchó el ruido de unos papeles y el teclado de una computadora-Yo me saldré antes para ayudarte con la mudanza, ¿De acuerdo?-
-Sí…gracias, amor-el sonido que se escuchaba de fondo se detuvo y le siguió un pequeño silencio que tensó un poco al muchacho, recordando al instante que su pareja solía incomodarse por el sobrenombre cariñoso
-No es nada-respondió finalmente y Eren volvió a respirar, no había notado cuando aguanto la respiración-No olvides tomar tu medicina-
-No lo haré, ahora mismo me la tomo-
-Bien…-Levi suspiró y añadió-Te amo-el corazón del menor se aceleró y la felicidad invadió su pecho, sin poder evitar que una enorme sonrisa se dibujara en su rostro
-Te amo-respondió
-Te veo en la noche-
-Hasta entonces-y después de responderle ambos colgaron
No, su Levi no era el hombre más cariñoso del planeta, pero le encantaba tal y como era. Se estiró con pereza y se puso de pie, camino hasta el baño, cepilló sus dientes y buscó en el pequeño estante del baño sus frascos de medicinas y sirvió en un vaso agua, se las echo todas a la boca y las tragó de una sola vez, las odiaba, bastante, y no entendía porque Rivaille le obligaba a tomaras si no había tenido ni un ataque desde que era niño, pero tampoco quería hacer enfadar a su pareja por lo que se las tragaba sin reproche.
Abrió las llaves del agua caliente y se dio una ducha rápida, pensando en cómo sería vivir con Levi, y que aunque Mikasa, su cuñada, vivía en el departamento, siempre respetaba su privacidad y casi no estaba en casa en el día, pues en las mañanas estudiaba y por las tardes trabajaba.
Cuando salió, se enredó una toalla a la cintura y con otra, un poco más chica, secó su cabello. El timbre del departamento sonó, lanzó un suspiro un poco frustrado, se colocó sus bóxers y los pantalones.
-¡Voy!-gritó desde su habitación, tomando una playera para colocársela encima
Corrió descalzo hasta la puerta principal, se puso la playera y abrió, reconociendo de inmediato a su amigo de toda la vida y actual jefe, Erwin Smith. Traía una bolsa de papel en la mano y un litro de leche en la otra, Eren pensó que era mejor decirle de una vez que ya no trabajaría con él, se hizo a un lado y le dejó pasar.
-Buen día, me imagine que no tendrías nada para desayunar-le comentó y el otro asintió
-Sí, gracias, ayer se acabó mi despensa y olvide ir a hacer las compras antes de venir-admitió un poco sonrojado
-No importa, para eso estamos los amigos-dijo el rubio, entrando a la cocina y sacando las cosas que llevaba en la bolsa de papel
Jaeger sacó dos tazas, sirvió el café de la cafetera del día anterior y lo calentó en el microondas.
-Además, quería aprovechar para contarte sobre el evento que tendremos más tarde en el restaurante-el castaño suspiro e hizo una mueca, pegándose a la barra de la cocina
-Sobre eso…-comenzó, pasándose una mano por la nuca
-¿Estarás ocupado hoy?-preguntó claramente decepcionado el mayor, Eren movió la cabeza de un lado a otro y torció la boca
-La verdad es que…me mudaré con Rivaille-comenzó, el horno hizo el clásico sonido, anunciando que había terminado-Esta tarde...-Smith se puso serio, pero intento disimular
-Está bien, comprendo, pero mañana tendrás que hacer doble turno-Jaeger soltó un suspiro, un poco frustrado, no se le estaba haciendo nada fácil
-No voy a hacer doble turno, Erwin-dijo serio, era ahora o nunca-La verdad es…que ya no iré a trabajar-
El ojiazul dejó lo que estaba haciendo y finalmente volteó a ver a Eren, se veía realmente molesto.
-¿Por qué?-fue la sola pregunta, su boca se había vuelto una línea, pero el chico no lo notó, pues tenía la mirada clavada en el piso
-Cuando…Levi me pidió que nos casáramos-el más alto apretó sus puños con fuerza, eso no lo sabía…Eren había olvidado comentárselo-Me dijo que me mudara con él y que dejara mi trabajo, que tendríamos suficiente con lo que él gana…al principio no quise, porque me daba mucha pena pero…-sus mejillas se volvieron rosas y su mirada era de un completo soñador-No quiero seguir lejos de él…así que finalmente acepté-
-¿Vas a…casarte con él?-preguntó, el rubio, intentando calmar y disimular su molestia
-Sí…aún no tenemos fecha, pero quiero que sea pronto-Erwin guardó sus manos en sus bolsillos
-No me lo habías dicho-reprochó
-Lo lamento, soy un mal amigo-bajó la mirada, claramente arrepentido-Realmente lo siento… ¿Lo…entiendes no?-
-Sí-cuando levantó la mirada y se encontró con los ojos de su amigo parecía realmente tranquilo-Lo comprendo, esperaré entonces la invitación a la boda-le sonrió y Jaeger pudo respirar sereno
-Realmente te lo agradezco, eres un buen amigo-
Erwin asintió y miró la hora en su reloj, se tomó el café que el menor le ofrecía con rapidez y dejó la taza en el fregadero.
-Me voy entonces, aún tengo cosas que preparar-caminó a la salida, sin esperar al otro
-Gracias, de nuevo, por entenderme…serás el primero en recibir la invitación-sonrió ampliamente, y solo le vió salir
Ahora que había arreglado todo se sentía realmente contento, desayuno con lentitud lo que su amigo le había traído y tomó su café, agregándole un chorrito de leche. Cuando termino, lavó sus trastes y se sirvió otro poco de café caliente con él a la habitación.
Saco las dos maletas que guardaba en el armario y comenzó a guardar toda su ropa, tarareando una canción, guardo todas sus medicinas en una bolsita de plástico y las metió en una maleta. Sacó la única foto de sus padres del cajón del buró y se la guardó en el bolsillo trasero del pantalón, se puso unas calcetas y las zapatillas.
Se fijó en el reloj y se sorprendió por la hora ¿Tanto se había tardado en guardar lo necesario? Sus manos le cosquillearon y su corazón latió acelerado, soltó una risita y se puso una sudadera. Cargó las maletas y se encamino a la salida, tomó las llaves, el celular y los guardo en sus bolsas. Salió y cerró con llave, encontrándose con Historia, su vecina.
-¿Vas a salir de viaje?-le preguntó, con el tono amable de siempre, Eren le sonrió
-Oh, no, me mudo-
-¿Con el señor Rivaille?-preguntó la rubia con una tierna sonrisa, el chico asintió-Me da mucho gusto saberlo, él te quiere mucho-
-Lo sé-respondió el castaño con un suspiro
-Por cierto-añadió antes de que su vecino continuara su camino-Hoy por la mañana cuando me fui al trabajo el señor Erwin salió muy enojado del edificio… ¿Se pelearon?-preguntó preocupada, Jaeger le miró confundido
-No, no-
-Hmmm, entonces tal vez fue otra cosa-dijo ella restándole importancia
-Bueno-el ojiverde olvidó de inmediato el asunto-Me voy-dijo entusiasmado-Adiós-
-Adiós, Eren, que todo lo que venga sea grandioso-
-Gracias Historia-agradeció y entró al elevador, retomando la canción que tarareaba
-0-
Desde que salió del ascensor que le dirigía al departamento de su pareja, toda la felicidad que sentía, se vió opacada por un mal presentimiento, tragó saliva con un poco de dificultad e intentó olvidar la sensación. Recorrió el pasillo y se detuvo ante la puerta, con el número 20, entreabierta…entreabierta…la puerta no estaba cerrada. Sus piernas le temblaron y su corazón se aceleró, eso no le daba un buen presentimiento.
Empujó la puerta despacio y descubrió el apartamento a oscuras, intentó olvidar aquel hecho, y se imaginó que Mikasa había tenido que irse antes, por lo que había dejado la puerta mal cerrada. Empujó las maletas dentro y cerró la puerta tras él, palmeó la pared, en busca del interruptor, cuando lo encontró y la luz se encendió, deseó no haberlo hecho.
Mikasa estaba en el suelo, sobre los restos de la mesita de cristal de la sala, su cuerpo estaba batido en sangre, su falda hecha jirones y sus piernas estaban llenas de golpes y cortadas. Su corazón se le encogió y corrió verle, suplicando que estuviera bien, la respiración comenzaba a faltarle y tenía nauseas.
-Mikasa-le llamó, en voz alta, a pesar de que sentía que se ahogaba
Se arrodilló a su lado, batiendo su pantalón de sangre y le tomó el pulso, se alivió solo un poco al sentirlo, tan débil, y de inmediato sacó el teléfono de su pantalón, marcó el número de emergencias y pidió por una ambulancia, cuando le colgaron, buscó la manera de detener las hemorragias en sus piernas.
-E…ren-
-Mikasa, no digas nada-le suplicó, la angustia lo abrumaba
-Le…vi-
-Le hablaré a tu hermano cuando estemos en el hospital-le prometió, mientras que con los restos de su falda, le amarraba las piernas para tapar los cortes
-No-parecía desesperada-Levi…-balbuceaba un montón de cosas inentendibles, intentando mover su mano temblorosa-Hab…itación-entendió finalmente y el corazón de Eren se encogió, miró a Mikasa a los ojos, dándole a entender que comprendía y se puso de pie
Dejó entreabierta la puerta de nuevo, para que los paramédicos pudieran entrar y caminó hasta el cuarto, sentía los pies pesados y cada vez parecía que se ahogaba más con su respiración, la puerta del cuarto de Rivaille también estaba entreabierta. Sintió un Deja vú y los ojos le escocieron, empujó la puerta, horrorizándose con lo que vió, todo el cuarto estaba batido en sangre.
El cuerpo de su pareja estaba tirado en el suelo, con aún más golpes que los de Mikasa y a través de la ropa, completamente desgarrada veía las puñaladas que tenía por todo el cuerpo. Sus manos le temblaron y se acercó a él, de inmediato se arrodilló a su lado y pegó su oreja a su pecho, los latidos tan débiles y lentos provocaron que las lágrimas bajaran finalmente por sus ojos.
Besó los labios fríos de su inconsciente novio e intentó limpiarle con sus manos temblorosas, cuando escuchó que los paramédicos entraron al departamento comenzó a gritar, pidiendo que no los dejaran morir…
-0-
Levi recobró sus consciencia y abrió los ojos, el blanco de la habitación le lastimó un poco, pero al intentar moverse todo su cuerpo le dolió, se observó, lleno de vendas y de golpe los recuerdos del evento reciente golpearon su mente. Intentó enderezarse pero se lo impidieron. Eren le veía con preocupación y tenía los ojos hinchados.
-No te muevas…podrías abrirte los puntos-le pidió en voz baja
-¿Dónde estoy?-preguntó confundido
-En el hospital-respondió igual en voz baja
-¿Y Mikasa?-preguntó preocupado por su hermana
-Está descansando aquí, en la cama de al lado-le tranquilizó, volviendo a impedir que se levantara, estaba serio, y se escuchaba cansado…
Rivaille recargó su cabeza en la almohada y cerró los ojos, intentando relajarse un poco, sintió las caricias de Eren en su cabello y en el dorso de su mano, por sobre las vendas.
-¿Tú…llamaste a la ambulancia?-
-Sí…cuando llegue y los ví…-se le hizo un nudo en la garganta y dejó la frase inconclusa, tomó aire y carraspeó-¿Qué pasó?-Levi hizo la cabeza a un lado y suspiró-¿Sabes quién fue?-preguntó, sintiendo sus manos temblar
-No vas a creerme-respondió el otro, sin abrir los ojos
-¿Por qué no habría de creerte? Levi…eres mi pareja, no hay secretos… ¿Recuerdas?-su tono de voz sonaba desesperado, ansioso
-Erwin-respondió el mayor…en un suspiro
-¿Erwin?-preguntó el castaño, procesando la información
-Te dije que no me creerías-dijo, abriendo los ojos, encontrándose con una mueca realmente perturbadora en el rostro de Eren
-Te creo, amor-su sonrisa le hizo temblar un poco, pero al mismo tiempo le gustó, sus ojos parecían vacíos y brillaban de una forma diferente
-Eren-preguntó, un poco hipnotizado por el dorado de sus ojos, diferente al color esmeralda del que estaba acostumbrado-¿Tomaste…tu medicina a sus horas?-
Jaeger amplió su sonrisa y se inclinó un poco, besó su frente y sus labios, con una extraña dulzura.
-¿Puedo dejarles solos un rato?-preguntó mientras acariciaba su rostro-Tengo algo que hacer-
-Eren…-el chico besos sus pómulos
-Duerme un poco, amor, lo necesitas…ya verás que cuando abras los ojos…yo estaré aquí-
Le soltó y caminó a la salida, a paso lento, tarareando la canción que su madre solía cantarle para que durmiera.
-Eren-le llamó de nuevo Rivaille, intentando detenerle, tenía una horrible sensación en el pecho…
Hallo! Les dejo el prologo de este hermozo fic xD buaaaano, espero les guste :3 y nos leemos el lunes vale? Les mando besitos embarrados de nutella y un abrazo enoooorme
Ja ne!
Rave-chan
