Basado en un comercial de Zona Jobs, Abuela.
Espero les guste.
*****…..*****…..*****…..*****…..*****…..
Abuelo.
¡Tip, tip, tip!
El constante pitido de la maquina se hacía cada vez más débil; en la cama yacía un hombre mayor, de cabello verdoso, con algunas canas, y dos puntitos en la frente…estaba en las ultimas. De un momento a otro la línea que marcaba los latidos de su corazón se detuvo, el zigzagueo fue sustituido por una línea horizontal que atravesó toda la pantalla.
Había muerto y era momento de descansar…. ¿o no?
Una fría lapida adornaba la tumba, en esta veíamos la foto del viejo lemuriano. "Shion Hamel. Querido padre y abuelo, descanse en paz"
Pero al viejo borrego no le gustaba estar encerrado, por lo que una mano no tardo brotar de esa húmeda tierra. En cuanto el viejo se levantó comenzó a sacudir el polvo de su ropa. Ese Mu, como se le ocurrió dar esa bata tan vieja para que lo vistiesen, ¿acaso no se dio cuenta que tenía un montón de agujeros? y lo peor ¡parecía un vestido! No, qué horror, de seguro si llegaba vestido así al otro mundo sería el hazme reír. Digo, teniendo tantos trajes buenos y su hijo entregaba lo peor, pero ya le escucharía, ese tacaño, cuando regresara a casa.
Por desgracia no dio ni tres pasos fuera del cementerio cuando un cable de luz cayó encima de él….de nuevo a la caja.
-¡carajo Aioria! ¿Qué diablos estás haciendo?
-¡que! no dijiste que te ibas a robar el cable del cementerio, solo te ayudo- respondió el castaño trepado arriba del poste mientras sostenía una pinza.
Shura golpeo su frente, su amigo se pasaba de…
***…***…***…
El pobre y viejo borrego salió, de nueva cuenta, de su tumba, aun sentía la electricidad corriendo por sus venas, así como la tierra que le cubría ¡ah! en cuanto llegase a casa se daría un rico baño caliente y…
-ya nos perdimos
-claro que no
-por supuesto que sí, te equivocaste de salida animal
-Te digo que no, Cam, sé muy bien por donde voy, llegaremos en poco tiempo ya verás.
-Milo, vamos a para y pedir indicaciones
-¡Que no! Camus, confía en mí, se cómo llegar. Mi mente es el mejor GPS
-see, claro. Y tu GPS te indica que debes pasar por un cementerio.
-Es un atajo.
-¡que atajo ni que ocho cuartos! Milo solo tenías que seguir todo derecho y…
¡BRUM!
Ese par iba tan enfrascado en su pelea que no miraron al frente…hasta que el carro se elevó unos cuantos centímetros
-¿Qué fue eso?
-….mmmm, un bache.
-pues estaba grande.
***…***…***…
Como le dolía la espalda, esta juventud de ahora, no respetan los límites de velocidad. Con mucho trabajo el borrego finalmente logro salir del cementerio, caminaba por las calles intentando acomodar su amolada espalda, tendría que ir a ver a su amigo Dokho para que le diese un masajito y le acomodara la columna. Doblo en una esquina y empezó a subir la calle…solo a él se le ocurre vivir en un cerro.
A media cuadra se detuvo, tenía que recuperar oxígeno, soltó un pequeño quejido cuando una ficha grande y blanca cayo en su cabeza… ¿y esto?
-¡Demonios Afrodita! ayúdame a subir este piano
-tsk, claro que no ¡Me estropearía las uñas! y acabo de hacerme manicura
El italiano fulmino con la mirada a su amigo, siempre era lo mismo, era él quien terminaba cargando todas las cosas, Hieleras, TV, Comedores, Salas, etc. Afrodita nunca hacia nada, salvo sentarse en una esquina y mirar… pero hoy no. Sonriendo, y con un poco de trabajo, se acercó a su amigo y de improvisto coloco la cuerda en las manos del peli celeste, Afrodita no lo soltaría… ¿verdad?
-¡Wack, está sucia!
Por desgracia el pescadito si lo hizo, incluso brinco para atrás mientras se limpiaba las manos en su overol…genial, ahora debía un piano.
***…***…***…
Pero que dolor de cabeza, pues que carajos le golpeo ¡uf! y aun le faltaba la mitad del cerro. Cansado se dirigió a una tienda de comida rápida, tenía que recargar un poco de energía.
-¡haber todo el mundo, esto es un asalto!
Aldebarán amenazaba, con una metralleta, al pobre cajero. Un chico de cabello azul vestido con una camisa amarilla, adornada con un gran pollo y el lema: El fénix feliz.
-tranquilo viejo, no tiene que terminar mal, le daré el dinero, hablo calmado el chico mientras movía las manos intentando calmar al toro.
Ikki giro, listo para abrir la caja registradora, saco los billetes y los metió en una bolsa de papel, le ofreció el botín al asaltante…pero este lo tiro al suelo.
-no quiero dinero
-¿no?
-No
-¿entonces?
Una sonrisa adorno el rostro del brasileño, sus ojos viajaron hasta un pequeño horno, colocado a espaldas de la caja debajo de los letreros que mostraban el menú, en la puerta se podía leer: Alitas Premium, receta secreta.
-Dame todas las alitas muchacho.
-¡No! eso jamás
El menor se colocó frente al mueble, dispuesto a protegerlo con su vida. Y es que la política de la empresa era muy estricta, solo se podía vender una por cliente.
¡Tilin!
Una campanilla se escuchó, el borrego entraba con paso cansado.
-jovencito, me puede dar una orden de alitas Premium.
¡Ah no, esas adictivas alitas serian para él!
***…***…***…
Carajo, esto ya era el colmo. Estaba cansado, con un fuerte dolor de espalda y cabeza, ni hablar de los agujeros que adornaban su panza. Lo único que quería era llagar a su casa y dormir.
Con pesar miro frente a él, aun le faltaba la mitad del camino…pero que pereza, mejor tomaría un taxi.
-Ok Saga, esto es fácil, solo tenemos que desactivar la bomba y todo termina bien, después de esto a beber una cerveza ¡yo invito!
-si infeliz, como tú no estás aquí
-Saga, el taxi es muy pequeño, no cabíamos los dos.
-¡te odio!
Aioros se encontraba cientos de metros lejos del vehículo, el chico revisaba unos planos mientras se comunicaba con su compañero por medio de un radio. Pero que loca estaba la gente, mira que dejar una bomba en un taxi.
-Buenas tardes jovencito.
-ah, buenas tardes señor.
El castaño saludo a Shion mientras le veía pasar…directo a donde se encontraba su compañero.
-bien, de acuerdo al manual tienes que retirar con mucho cuidado la tapa, no sacudas el aparato, hazlo con calma.
Dentro del automóvil Saga seguía las instrucciones que su compañero le indicaba, con trabajo retiro la tapa ¿porque tenía que hacer esto?…si él ni siquiera era parte del escuadrón antibombas.
-listo, ya la quite.
-perfecto, te encontraras con un reloj.
- sí, marca el número 50, no espera, 47,46, 45, 44…
-Es el temporizador, retíralo con cuidado.
-ok…despacito, despacito, listo.
-bien, ahora veras cuatro cables: Carmín, Rubí, Granada y Escarlata
Saga miraba los botones… ¡WTF!
-Ahora Saga, debes cortar el Rubí, con eso desactivas la bomba, rápido que el tiempo se acaba
El gemelo tomo uno de los cables ¿será rubí…o granada? aunque más parecía fresa… ¡Demonios! ¡¿Porque todos tenía que ser rojos?!
Se abrió la puerta del taxi y Saga giro la vista.
-Disculpe señor ¿está libre?
-¿eh?
Y sin querer Saga presiono las pinzas… ¡Era escarlata!
¡KABOOOMMMM!
***…***…
¡Hay, hay, hay!
¡Pero que dolo de cabeza tan insoportable!
Todo le daba vueltas y sentía la boca seca, con eso aprendería a no irse de fiesta con Fudo, ni regresar a las tres de la mañana totalmente ebrio.
Kiki se paró corriendo y fue al baño, la cruda lo estaba matando. Después de vomitar regreso a su cama y se acostó, no podía ir a trabajar en ese estado. Con gran pesar cogió el teléfono y comenzó a marcar, el tono de espera taladro sus oídos, debería tomar una pastilla para el dolor de cabeza.
-¡diga!
Una voz gruesa al otro lado de la línea lo incómodo. Tomo una gran bocanada de aire y comenzó a hablar, fingiendo una vos triste y dolida.
-bueno, Señor Kido, soy yo, Kiki…vera, es que…no podré ir a trabajar este día, mi abuelo tuvo un accidente y…
…y nuevamente el pobre de Shion salía de la tumba, listo para vivir otra de las patéticas excusas que su nieto narraba cada que se iba de parranda o no tenia deseos de cumplir con sus obligaciones ¿Qué seria esta vez? Un ataque de tiburón, choque de trenes, accidente aéreo o una abducción…no, eso no, sonaba muy doloroso.
*****…..*****…..*****…..*****…..*****…..
Y se acabó.
Que les pareció, a ustedes si les apasiona su trabajo o también usan excusas (espero que no tan drásticas como estas) para no ir.
La verdad es un comercial muy gracioso, con un toque de humor negro muy latente, estoy segura de que les gustara…o tal vez no.
