Querido Jotaro :
Realmente, espero que hayas podido cumplir tu sueño. ¿Recuerdas cuando me hablabas de ser Biólogo Marino? No dudo en que seguro que eres el mejor. Porque sí, no siempre puedo observarte desde este sitio en el que estoy .
Sería egoísta no protegerte, cómo te protejo. Vamos a llamarlo, "Ángel de la guarda". Claro que podría dejar que murieses, solo para que vinieses aquí conmigo, pero no he sido ni seré esa clase de persona.
Te observo llorar por las noches, y empapar el cristal del marco de fotos, en dónde estamos todos, en donde salimos en esa foto de la polaroid que Joestar-san, siempre llevaba consigo.
Porque sigo, y siempre estaré enamorado de ti. Así cómo tú de mi.
Tan enamorado del tabaco que fumabas en las suites de hotel.
Tan reconfortado por dormir bajo las estrellas, las mismas que observamos ahora de nuevo, desde lugares y vidas diferentes.
Amándonos con recelo, besándonos cómo si cada vez fuese la última.
Lo mejor de nosotros es que pudimos amarnos en la miseria, de viajar con la esperanza de salvar a todos.
Por eso, sácame el aliento una vez más cómo si fuese tu cigarrillo favorito.
¿Y recuerdas cuando bailábamos y me hacías girar cómo a un disco?
Cómo el ritmo de la música sincronizaba cada movimiento, ahogándonos el uno al otro entre los acordes.
Pues ahora ven, y tómame entre tus brazos. La derrota no fue una opción, te sigo esperando, porque, volverás algún día, y sentiré de nuevo el olor en tu chaqueta.
La muerte ni si quiera nos alejará ya. Porque odio verte llorar desde aquí, porque secaría todas tus lágrimas.
¿Te acuerdas cuando dijiste que seríamos jóvenes para siempre, riendo cómo idiotas entre las sábanas? Sé que estás cansado, yo estuve dolido, pero sigo esperándote. No fuiste un sabor amargo en mi boca cuando me arrebataron de tu lado, sino el sabor más dulce.
Éras un alma problemática, pero supimos encontrarnos el uno al otro.
No sé a dónde voy, a casa no, mi hogar está contigo. Maldigo la muerte, la maldigo, porque tuvo que llegar muy pronto. Gritaré a todo pulmón que estaremos juntos de nuevo, así será. Me regalaste los mejores meses, por eso te he observado estos años en los que no pudimos olvidarnos. En los que no pudiste olvidarme, y elegiste la soledad, y el recuerdo de nuestro amor adolescente.
Por eso, esperaré aquí por ti. Cuando sea el momento. Ahora, sé feliz sin mi. Sé que .. te es difícil, pero cumple tus sueños. Y, jamás dejes de pelear. Cuidado, DIO y sus seguidores acechan.
Voy a lanzar esta carta desde el cielo, ¿te llegará? Espero que sí. Si ahora está en tus manos, quiero que sepas, que te amo. Con todo mi corazón, aunque ya no haya uno físico, que lata desbocado, cómo cada vez que te acercabas a mi rostro ...
Porque sí, solo tenía 17. Pero viví más en esos últimos meses, que quizá en toda mi vida.
Siempre tuyo. Siempre, sin excepción ; Noriaki Kakyoin.
