Primero algunas aclaraciones, la edad sería parecida a Shippuden o más grande pero NO sigue el manga ni el anime así que coloquenla donde les guste o piensenla como una historia aparte. Acá le doy importancia a la aldea del Sonido así que sí es una historia fuera de la original.
Espero que les guste el primer capítulo y por acá nos estaremos leyendo.
Los personajes de Naruto no me pertenecen.
Lean, disfruten y comenten :D
Cuando el viento grita
Capítulo 1
No recordaba bien como había llegado a la tienda.
Se llevó una mano a la mejilla y sintió un agudo dolor. Lo habían herido. El techo de la tienda ondeaba ligeramente por el viento. Intentó girar la cabeza y su vista se desenfoco rápidamente, tardo unos segundos en enfocar a la persona a su lado y unos segundos más en reconocerlas. Temari. ¿Dónde estaban?
—Tema...— su voz sonaba grave y ronca y el solo decir esas dos sílabas le había dolido bastante. La muchacha no reaccionó.
Alguien entró a la tienda y aunque él quiso volteare a ver de quien se trataba prefirió no gastar energía y siguió contemplando a su inconsciente compañera.
—¡Oh muchacho, te has despertado!— la voz era de una anciana pero Shikamaru era incapaz de verla, supuso que había otra persona en la tienda porque escuchaba pasos y objetos chocando.
Shikamaru gruñó en respuesta a la anciana.
—Han estado varios días dormidos— le dijo la anciana, él seguía mirando a Temari —Los encontramos al borde de un lago cerca de aquí.
¿Un lago? ¿Qué hacían en un lago? ¡La misión! La banda de la frontera. Estaban en la frontera de Konoha y Suna. Él había ido por Temari tras enterarse de la existencia de la banda... Al perecer los habían atacado.
Una niña, la que había estado haciendo tanto ruido se acercó a Temari y cambio la venda que la muchacha tenía en la cabeza.
El chico gruñó.
—Tu amiga estará bien. Cuando los en encontramos tú estabas mucho peor y te has levantado. Tal vez despierte en unas horas—la anciana se colocó junto a la niña por lo que Shikamaru pudo verla por primera vez. Era regordeta al igual que la niña y casi tenían la misma estatura, ambas eras pequeñas.
—Los dejaremos, para que descansen. Traeremos un poco de comida más tarde.
La niña sonrió y también lo hizo la anciana así ambas salieron de la tienda y Shikamaru volvió la vista a Temari.
La anciana le había prometido que despertaría en unas horas pero eso no ocurrió. Después de comer y cenar Shikamaru se sintió lo suficientemente fuerte para levantarse y sentarse al borde de la cama de Temari. Tampoco despertó en el transcurso de la noche.
Shikamaru se había quedado dormido sentado en la cama de su compañera hasta entrada la tarde cuando un ligero movimiento de las mantas lo hizo reaccionar. Temari tenía la mano levantada y lo miraba aturdida.
—Hola— dijo él tallándose los ojos. Temari sonrió, no con todos los dientes como solía hacer solo curvo los labios ligeramente pero el sintió un tremendo alivio en el corazón.
—Agua— dijo ella en un susurro. Él se levantó lo más rápido que pudo y sirvió agua en un vaso que luego acercó a los labios de ella, Temari bebió con moderación pero por largo tiempo.
—¿Dónde estamos?— preguntó ella tan bajo que él tuvo que leer sus labios.
—Aldea de la Rosa.
Temari asintió —Te ves horrible, vago— dijo ella y soltó una risa que derivó en un pequeño ataque de tos.
—Es que no te has visto en un espejo mujer— dijo él con una sonrisa.
—¿Me estás diciendo fea?
Shikamaru rió y se sorprendió de su propia risa. No recordaba cuando había sido la última vez que la había escuchado —Nunca le diría "fea" a la princesa de Suna.
—¿A qué viene esa amabilidad?— preguntó Temari con un ligero sonrojo.
Shikamaru levantó los hombros como dándole poca importancia —Me has dado un susto de muerte— él sabía que mentirle a ella nunca resultaba fácil, menos cuando había estado tan cerca de perderla.
Temari sonrió —¿Creíste que te dejaría así de fácil?
—Nada es fácil contigo, mujer.
Temari intentó incorporarse pero lo único que logró fue un buen dolor de cabeza.
—No te levantes, la anciana vendrá pronto y te traerá de comer.
—¿La anciana?
—Ella y su nieta nos han estado cuidado estas semanas.
—¿Semanas?
—Una semana y dos días. Al parecer tú fuiste más vaga que yo.
—Vaya... Fue mucho tiempo ¿Has enviado un mensaje a Suna o a Konoha?
—Ambas. Les he dicho que estamos bien y que emprenderemos camino apenas estemos fuertes para irnos.
—¿Y lo han aceptado?
—Tsunade sí, dijo que no tenían ninjas médicos que enviar fuera pero que si eran necesarios vendría ella misma si así lo pedía— Temari asintió —Gaara y Kankuro... Buenos ellos han dicho que apenas te recuperes debes escribirles y que vendrán por ti si así lo deseas— Temari frunció el ceño pero no dijo nada —Pero Gaara también ha dicho que puedes tomarte unos días... Que lo consideres unas vacaciones.
—Esa ha sido Matsuri no Gaara— dijo Temari riendo acompañada de un pronto ataque de tos.
—Eso mismo pensé.
—¿Y a donde iremos de vuelta a Konoha o a Suna?
Shikamaru se sobo la nuca fingiendo despreocupación —A donde quieras.
—Preferiría pasar unos días aquí... ¿Es cierto que la Aldea de la Rosa es tan bella como dicen?
—No lo sé... No he querido salir tu podrías...
—Haber muerto.
—Haber despertado.
Temari sonrió
La carpa se abrió dando paso a la anciana y a su nieta.
—Temari-san ha despertado abuela.
—Eso veo— dijo la anciana —vuelve a casa por mas comida. No necesitaremos el caldo ya.
La niña dejo la comida de Shikamaru en su cama y salió disparada por comida para Temari
La anciana se acercó a Temari y por instinto la kunoichi se tensó. Pero Shikamaru le tomó la mano y la anciana tomó su temperatura.
—Estable. Eso es bueno.
Temari sonrió —Es la anciana Bah y su nieta la pequeña Hikari. No han estado cuidando.
—No es nada Shikamaru. Un placer servir a la aldea de la Hoja y a la aldea de la Arena.
Temari sonrió. —No olvidare sus atenciones le comunicare su hospitalidad a mi hermano Gaara.
—¿Gaara? ¿Sabaku no Gaara?— Hikari había entrado con otra bandeja llena de comida.
Temari asintió
—¿Eres la hermana del Kazekage? El guapo Kazekage— Temari soltó una risita pero la anciana miró con dureza a su nieta —¿Que pasa abuela? Solo digo la verdad... Es una lástima que ya esté casado...
—¿Cuándo lo viste?— quiso saber Temari
—Hace mmm... un año. Venía del compromiso del Genio Hyuga pero él y su esposa decidieron tomarse una noche en las Aguas Termales de la Rosa. ¿Temari-san, Matsuri-san quiere mucho a Gaara-sama?
—Mmm... Eso explica porque se fueron un día antes de lo previsto— rió Shikamaru.
—Sí, ella en verdad lo ama.
—Me alegro. Hacían una pareja monísima.
Temari asintió
La anciana Bah terminó de cambiar los vendajes del brazo de Temari y se levantó de la silla con ayuda de su nieta. —Nos retiramos. Temari-san no se esfuerce demasiado.
Ambas mujeres salieron de la tienda con pasos lentos y cortos.
—Eso explica porque Matsuri me dijo que la Aldea de la Rosa era hermosa...
Shikamaru ayudó a Temari a sentarse le pasó su bandeja de comida y tomó la suya.
—El compromiso de Neji... Creo que todos lo veíamos venir solo era cuestión de que lo hicieran oficial.
—Bueno Naruto se sorprendió— dijo Shikamaru antes de morder su manzana.
—Pero es Naruto... La única forma en la que se puede dar cuenta de una situación romántica sería si la pobre chica le diera una patada en el trasero.
—Eso no es estrictamente verdad... ¿No recuerdas? La primera vez que nos vio preguntó si estábamos en una cita.
Temari levantó la mirada bruscamente de su comida y apretó los dientes —Shikamaru...
—Sí... Sí... "Amigos"— dijo el a regañadientes jugando con la comida en su plato.
—Ya lo hablamos, sería muy...
—Problemático.
—Acordamos mantener nuestra distancia
—Cosa que nos has hecho, rubia, sigues pidieron misión conmigo...
—¿Y tú? Sigues ofreciéndote como mi guía cuando conozco Konoha tan bien como Suna.
Shikamaru hizo la comida a un lado —No entiendo el problema de la situación.
—Mmm... No sé si has notado que vivimos a tres o cuatro días de diferencia.
—¿Y? Me mudaré a Suna si eso hace falta.
Temari lo miró en silencio y albergo un poco de esperanza.
—¿Y tu clan, tus padres, tus amigos?
—Se pueden ir al carajo todos ellos.
Temari puso los ojos en blanco —Me voy a casar...
Shikamaru apretó el puño hasta que los nudillos se le tornaron blancos.
—La aldea del Sonido ha puesto eso como condición para aliarse a Suna y Konoha. Gaara me dijo que podría ser otra persona pero la aldea del Sonido insistió... Y acepte
—¿Tú aceptaste?
—¿Y qué esperabas que hiciera? ¿Qué le diera la espalda a nuestras aldeas?
"¡Me diste la espalda a mí!" Aunque lo pensó no se atrevió a decirlo.
—Yo... Yo iba a decírtelo, lo juro, pero la Aldea presiono y no tuve más opción que acceder antes de ir a Konoha.
—¿Y quién es el bastardo? ¡Lo mataré!
Temari abrió los ojos exageradamente. Nunca había visto a Shikamaru exaltado por nada. El mismo Nara debió darse cuenta de lo extraño de su reacción y respiro profundamente.
—Gaara... Matsuri dijo que podrías tomarte estos días... ¿Te quedaras conmigo?
Temari asintió solemne
Shikamaru se levantó de la cama y caminó a la salida —Iré... Iré por un poco de aire...— y salió.
Temari dejó escapar las lágrimas en total silencio.
El Otokage abrió el pergamino junto a su hijo y a su consejo. La respuesta había tardado demasiado en llegar y aquello había enfurecido al Kage de la aldea del Sonido pero nada lo enfureció más como la respuesta escrita por el Kazekage. Había usado palabras muy lindas y una redacción hermosa pero la respuesta detrás de la bella redacción era un contundente. "No"
La hermana había estado de acuerdo con el matrimonio pero había sido el Kazekage y con apoyo de la Hokage quienes habían decidido que Sabaku no Temari no se entregaría en calidad de premio ni sustento de ninguna alianza. El Otokage sabía que lo que Gaara quería decir era algo muy diferente. "No entregaré a mi hermana en calidad de premio no sustento de ninguna alianza DUDOSA"
Pero eso no era lo que decía la carta. La última línea en el pergamino solo decía. "Es mi responsabilidad como Kazekage velar por el bien de mi aldea pero también es mi responsabilidad como hermano velar por la felicidad de mi hermana".
La carta también decía que la alianza Suna-Konoha estaría dispuesta a escuchar otro tratado si así lo deseaba el Otokage.
El hijo del Otokage vio como su padre rompía la carta y la tiraba al fuego.
—Yuki. Llámalos. Llama a los Exiliados, tengo cosas que hablar con ellos.
Un muchacho al final de la sala salió rápidamente.
—Irie lleva a dos pelotones contigo y encuéntrala. No le hagas daño... Pero dale el susto de vida.
El hijo del Otokage también se retiró de la sala y el consejo se quedó en completo silencio.
Hinata, Kiba, Shino y Akamaru miraban directamente a la Hokage pero ella mantenía los ojos cerrados y la frente recargada sobre sus puños. Los miró de repente.
—¿Están seguros que no hay rastro?
—Ninguno Hokage, ni siquiera olores extraños—Respondió Kiba.
—Shino ¿Qué opinas?
El joven se acomodó las gafas —Creo que no deberíamos darles paso a los forasteros. Con la situación actual con la Aldea del Sonido es posible que no sean más que espías que fingieron ser atacados.
—¿Pero y los niños?— preguntó Kiba un poco exaltado.
Tsunade miró a Shino.
—Distractores
Hinata miró a la ventana unos segundos antes de que dos figuras se posaran sobre el marco como halcones. Ambos vestían de negro y ocultaban su rostro tras una máscara azul oscuro, no blanca como la de los ANBU. Azul.
—Registramos la mercancía con mucho cuidado. Nada sospechoso—Había hablado una mujer cuyo cabello marrón recogido en una coleta alta no delataba su identidad pero su voz era conocida para los presentes.
—Shino ha dicho que cree que son espías ¿Tú qué opinas?— preguntó Tsunade a la figura que no había hablado.
La voz del genio Hyuga respondió con frialdad —Es una buena posibilidad. A pesar de que sus carrozas estaban sumamente dañadas la gente solo tiene heridas menores, pocos pusieron resistencia... pero sus heridas no concuerdan. Solo esos pocos deberían estar heridos. No todos.
—No podemos negarles la entrada—dijo la Hokage.
—Podemos restringirla— Hinata habló por primera vez. La tranquila Hinata que siempre veía por los demás desconfiaba de los recién llegados y aquello hizo a la Hokage dudar.
—Se les permitirá la entrada y se les dará hospedaje pero quiero mínimo a dos de la Fuerza vigilando día y noche— dijo la Hokage en tono de orden.
—¡HAI!— dijeron todos al mismo tiempo. Los enmascarados desaparecieron y el equipo 8 salió con tranquilidad por la puerta.
Gaara recibió el pergamino de manos de Matsuri y lo leyó rápidamente.
—Ha habido otro— dijo el Kazekage levantando la vista hacía su hermano.
—¿Konoha los ha recibido?— preguntó Kankuro
—Así parece...
—¿Que sucede?—preguntó Matsuri.
—La Fuerza no está convenida que haya sido un verdadero asalto. La Hokage ha levantado guardia día y noche para los forasteros.
Kankuro torció la boca —¿Quién lo escribe?
—Sakura en voz de la Hokage.
Kankuro asintió solemne —Bien, bien— el titiritero se estiro en su asiento —me voy para que los tórtolos pasen un buen rato— camino hacia la puerta y logro salir justo antes de que una ola de arena se estrellara contra la puerta.
Gaara miro a su esposa sentarse en el borde de su escritorio —¿Estas segura de que no debo decirle a Temari que he cancelado su compromiso?
Matsuri guardó la carta en un cajón del escritorio —No, no, no, no, no tal vez si sienten un poco de presión esos dos al final se muevan
Gaara sonrió ligeramente e hizo la cabeza hacia atrás
—¿Crees que fue una buena decisión?— preguntó mirando al techo.
—Creo que fue justa.
Gaara volteó a verla y le sonrió, esas sonrisas que solo le estaban permitidas a ella verlas. Matsuri le sonrió también.
La máscara azul le ocultaba el rostro pero no el cabello. La Luna estaba en su máximo esplendor y el rubio columpiaba los pies sentado al borde del tejado.
—¿Naruto-kun?— dijo la voz detrás de él.
El muchacho se giró para verla —Hola Hinata. Siéntate.
La muchacha lo hizo. Ocultando su leve sonrojo tras la máscara. —¿Ha pasado algo interesante?
—No. ¡Son una bola de aburridos! Los hombres han estado bebiendo como locos y los niños y las mujeres se fueron a dormir temprano— el Uzumaki se estiro exageradamente —Creo que Shino y Neji exageraron con sus sospechas esta vez— dijo dando un bostezo.
Hinata rió un poco pero activo el Byakugan para asegurarse que las 25 personas estuvieran en el hotel y cuando termino de contarlas miro al muchacho.
—Hinata...— dijo él en un tono mucho más serio al acostumbrado
—¿Mph?
—¿Por qué crees que Sakura nunca me quiso?
La muchacha se mantuvo en silencio unos segundos —No lo sé... Yo...
—¡AH! ¿Pero que tiene Sasuke que no tenga yo?— grito la pregunta al aire.
Hinata rió ligeramente y volvió a contar a las personas en el hotel. 25.
Temari se despertó de sobresalto. Shikamaru se despertó por su grito.
—¿Qué pasa?
Temari lo miró y se dio cuenta que sus manos temblaban —Una... Una pesadilla... Creo.
Shikamaru la miro unos segundos y entonces hubo una fuerte ráfaga de viento y la entrada de la tienda se abrió. Shikamaru se levantó rápidamente y apretó los seguros que mantenían la abertura cerrada. Esta vez resistieron y no se abrió la tienda.
Temari tembló ligeramente, el viento siempre había sido su amigo... Pero esa noche sentía como si la atacara.
—Shikamaru... Puedes...
Ella no tuvo necesidad de acabar la oración pocas veces tenía que hacerlo. Él siempre la entendía.
El Nara se metió en la cama de ella y la abrazó contra su pecho al final el sueño y el cansancio pudo más que la angustia y Temari terminó dormida en brazos del Nara.
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En el bosque varias sombras se movían discretamente.
