°°°°°°°°° LA HISTORIA NO ES MIA, ES UNA ADAPTACION PROMETO PONER EL NOMBRE DEL AUTOR Y EL NOMBRE ORIGINAL DE LA HISTORIA AL FINAL DE LA MISMA °°°°°°°
°°°°°°° LOS PERSONAJES SON DE LA UNICA E INIGUALABLE STEPHANIE MEYER°°°°°°
Ella piensa que le ofreceré un ascenso como gerente, pero tengo otra clase de ascenso en mente. Cuando me ofrecen un ascenso especial con incremento en la paga que podría saldar mis deudas, no lo pienso dos veces antes de aceptarlo. Ser la asistente personal de un billonario no puede ser tan difícil, ¿o sí? Excepto que mi jefe no solo espera que le prepare café. Ignorando mi antecedente religioso, es como si cada día fuera un juego para ver que tanto puede presionar mis límites antes de que renuncie. Edward Cullen es un completo pervertido; un pervertido hombre pecaminoso con un cuerpo asombroso con el que le encanta tentarme. Estoy convencida de que él es el diablo encarnado. Me amenaza con despedirme si no obedezco todas sus órdenes. Me castiga por cosas que ninguna otra mujer soportaría en su sano juicio. Y a pesar de mí decisión de permanecer pura, comienzo a ceder. Una mujer puede soportar solo cierta cantidad de miradas sexys y susurros seductivos. Y cuando pone sus manos sobre mí... temo que mi alma está perdida. ¡Este es un romance de un solo tomo con un final feliz y SIN engaños!
CAPITULO 1
_ Ahí está _ dijeron mis compañeras de trabajo en susurros.
No me lo dijeron a mí. Nadie habla conmigo nunca. No tengo amigos aquí.
Son un lujo difícil de adquirir cuando le pareces extraña a todos. Trato de no dejar que esto me moleste por que los amigos no importan aquí. El trabajo sí. Es todo lo que importa; es todo en lo que necesito concentrarme cuando estoy en el trabajo.
Claro que se de quien están hablando. El señor Edward Cullen. El director ejecutivo de Checkmarks Scholarly está caminando en el edificio por primera vez desde que obtuvo su puesto en la compañía hace tres meses. Yo he trabajado aquí por un poco más de seis meses, pero estuve incapacitada por enfermedad la última vez que él vino. No es que eso importe.
Él es apuesto, sin dudas, peor no soy del tipo de mujer que arma un alboroto por un hombre atractivo. No estoy desesperada por acercarme para verlo mejor como mis compañeras. Lo observan con las bocas abiertas desde lejos como si él fuera alguna especie de anomalía para ellas. Veo sus mejillas sonrojadas y solo puedo imaginar las sucias fantasías que pasan por sus cabezas; los pensamientos impuros de la mujer moderna. Para mí, él es solo mi jefe, la cara que he visto en la pared del pasillo cientos de veces ahora está presente. Y más allá de que sea mi jefe, él es un hombre. No tiene sentido tratarlo diferente encima de solo darle el respeto que se merece por liderar la maravillosa compañía por la que trabajamos.
Puede que se a la única mujer en el comedor que no lo mira anhelante, sin imaginarme que sería tenerlo como esposo. Dudo que sea todo lo que ellas están pensando, pero hasta ahí es a donde dejo que lleguen mis fantasías.
Soy una cristiana devota, muchos incluso dirán que fanática. Me he esforzado mucho por mantener pura en todos los aspectos para honrar mi herencia Amish. A pesar de que mi madre fue repudiada por tenerme a mi fuera del matrimonio , nosotras aún tratamos de mantenernos fieles a tantas tradiciones como nos es posible, lo cual es más difícil decirlo que hacerlo en nuestro predicamento.
Todas las otras mujeres en el cuarto están mirando fijamente a Edward Cullen y a sus adinerados colegas conforme se sientan juntos en una mesa lejana. Me desconcierta por que no se fueron a almorzar fuera. Solo puedo imaginarme que él debe querer un poco de atención. La vanidad es un pecado, un derivado del orgullo. He escuchado que ese no es el único pecado del cual Edward Cullen es culpable. Pero tengo cosas más importantes en las que preocuparme que en sus maldades. Lo que el haga no es de mi incumbencia siempre y cuando él me mantenga como parte de su personal.
Mientras observo mi sándwich, mi apetito mengua conforme pienso en mi futuro, o en la falta de este. En la mayoría de los días, trato de ser positiva (de ver todo lo bueno en la vida), las cosas por las cuales debería de estar agradecida. Una imagen de mi madre en su cama de hospital cruza mi mente.
Cierro mis ojos y respiro hondo, susurrando para mí misma:
_ tienes un trabajo bueno estable. Tienes un techo sobre tu cabeza. Tienes a Rosalie y a Alice ayudándote a cuidar a tu mama. Dios tiene un plan para ti. El jamás te daría más de lo que puedes soportar. Todo es tal cual como el quiere que sea. Todo tiene una razón.
Para cuando abro mis ojos, me siento mejor. La fe me ayuda a sobrevivir otro día, así como ha hecho antes. Solo necesito ponerme en las manos de Dios, y él se encargara del resto.
Y necesito comer mi sándwich. Soy afortunada de ser capaz de costearme esta comida, y no debo dejar que se desperdicie.
El almuerzo termina muy rápido, a mi parecer, y hay que regresar al piso de producción. Califico pruebas para ganarme la vida. No es un trabajo emocionante, ni tampoco es difícil. La mayoría del trabajo es procesado por computadoras. Yo solo reviso las marcas que la computadora no puede descifrar; decidir si el niño relleno el circulo cuando garabatean fuera de la línea. Es muy diferente al trabajo manual que siento que yo debería estar haciendo para mantenerme dentro de mis antecedentes religiosos, pero es difícil obtener trabajo, y este paga un salario decente. También soy la siguiente en la línea para que la promuevan a ser gerente del departamento, pero solo porque mi actual gerente está a punto de retirarse y nadie más quiere el puesto debido a que son más horas de trabajo. Considerándolo todo, no puedo quejarme. Es el primer trabajo que he tenido con potencial de crecimiento. Antes de eso, trabajaba en un pequeño rancho atendiendo a los animales y ayudando en el jardín, pero la paga era el salario mínimo no tenía horario fijo. Tan pronto como mi madre se enfermó, supe que necesitaba más de lo que ellos estaban dispuestos a proveer.
Alice mando una solicitud de mi parte a este trabajo sin mi consentimiento o conocimiento. Tan pronto como recibí la llamada para la entrevista, ella hizo lo mejor que pudo para convencerme de que necesitaba poner a un lado mis creencias para poder pagar las cuentas medicas de mi madre y ayudar con los gastos de la casa. Nosotras compartimos un pequeño departamento de dos habitaciones con otras dos mujeres. Parecía no haber otra opción en aquel momento, así que me trague mi angustia y fui a la entrevista. Afortunadamente, no se requería de experiencia. Me contrataron casi inmediatamente, y el resto es historia.
Este trabajo es muy diferente a lo que estoy acostumbrada, Pero no puedo decir que no lo disfruto. Sentada enfrente de una computadora todo el día es mucho más amable con mi cuerpo que estar limpiando establos quitando hierba. Originalmente, había pensado que cuando mi madre mejorara, yo regresaría al trabajo manual, pero con un ascenso en el horizonte, no estoy segura de que sea una buena idea. Este ascenso podría cambiar mi vida, este trabajo ha cambiado mi vida. Y si todo sucede por una razón, entonces… quizás esto es lo que Dios quiere para mí.
El señor Cullen camina por mi departamento mientras trabajamos. Se pasea por producción con varios hombres vestidos de trajes, dando pasos relajados y haciendo pausas de vez en cuando para hablar con ellos. Se detienen en mi escritorio, y cuando miro por encima de mi hombro, unos ojos verdes oscuros me están mirando fijamente. Le dedico mi más amable sonrisa antes de regresar la mirada a mi monitor. Mis mejillas se encienden sin mi permiso conforme pienso de nuevo en la fotografía de su cara en el pasillo y me doy cuenta de que esta no le hace justicia.
Ahora lo veo, lo que las otras mujeres han visto todo este tiempo pero que yo me he perdido de alguna manera. Peor que eso, lo siento. El primer estremecimiento de algo prohibido.
No puedo mirarlo de nuevo. Mis dedos tiemblan ligeramente mientras trato de concentrarme en lo que estoy haciendo. Es una A. definitivamente es una A. respiro hondo y asiento para mí misma antes de seleccionar la respuesta correcta y continuar con la siguiente.
No entiendo que es lo que está sucediendo. Mirar a un hombre amas me ha hecho sentir de esta manera antes. Había demasiado poder detrás de sus ojos. En la manera tan confiada con la que se para en su traje a la medida con la manos metidas en los bolsillos. Es extraño como en una fracción de segundo puedes guardar tanto en tu memoria. Su quijada perfectamente tallada. La sombra de las cinco de la tarde en su cabello oscuro que lo hacía parecer descentrado de la prístina.
_Wow. Simplemente wow. Incluso hizo que la señorita "No Rompo Ni Un Plato" se pusiera nerviosa_ se burló una de mis compañeras.
Hago lo mejor que puedo para ignorarla, negándome a admitir la realidad; que sentí algo cuando mire a los ojos del hombre. Algo que no puedo esperar a olvidar.
Me veo atormentada por las siguientes horas. Cada vez que cierro mis ojos, veo a Edward Cullen mirándome fijamente. Su profunda voz me hace seas silenciosas. Me retuerzo en mi asiento, sintiendo que mis partes más oscuras se despiertan. Luego abro mis ojos y no veo nada más que la pantalla enfrente de mí y mi trabajo.
Esto ya no estará mañana. Solo necesitas dejar que desaparezca.
_Isabella_ mi gerente tiene que repetir mi nombre dos veces más antes de que yo responda finalmente.
_¿Hm? Oh, sí, señor. ¿Dígame? _lo miré.
_el señor Cullen ha pedido verte en su oficina_ el aún está sosteniendo el auricular del teléfono del escritorio en su mano como si estuviera tan sorprendido de entregar la noticia como yo lo estoy de recibirla.
_¿Yo?_ me señalo a mí misma estúpidamente. No es como si hubiera otra Isabella en todo el piso de producción.
¿Siquiera tiene el señor Cullen una oficina aquí? Es lo que pienso antes de que mi gerente me ofrezca escoltarme.
_me pregunto qué quiere_ digo distraídamente conforme tomamos el elevador hacia arriba, a un piso en el que nunca he estado antes.
_no lo sé.
Hay un pasillo alineado con oficinas. Nos detenemos al final de este. No hay placa en la puerta que indique quien está adentro, pero cuando mi gerente golpea a la puerta, a pregunta es contestada rápidamente.
La puerta se abre, y todo lo que sentí antes, que trate de sofocar, vuelve a salir a la superficie. Apenas puedo sostener la mirada de Edward antes de que él le agradezca a mi gerente por traerme y luego le indica que puede retirarse de regreso al piso de producción.
_Entra_ Él mantiene la puerta abierta para mí.
Aprieta mis manos enfrente de mí, dando pasos temerosos hacia la enorme oficina que esta vacía de todo, excepto por un escritorio y un par de sillas. Es obvio que esta es una oficina de repuesto. No hay fotos en las paredes. No hay papeles en el escritorio que lo hagan lucir usado. Ni siquiera hay una computadora. La limpieza del lugar debería hacerme sentir como en casa. Pero en de eso, solo me hace sentir vulnerable.
_¿Hice algo mal?_ lo sigo con la mirada conforme el rodea el escritorio para sentarse.
_No._ Me dedica una sonrisa que solo puede describirse como lasciva._ Siéntate_
Hago lo que me pide, mi mirada definitivamente descansado en mis manos mientras comienzo a mover mis dedos. Tan solo estar aquí con él es tan intimidando, y ni siquiera sé por qué.
_¿La pongo nerviosa? _su voz es como una seda oscura, tan profunda y suave.
_No_ respondo automáticamente, aunque sé que es una mentira.
Él se ríe.
_Yo creo que si la pongo nerviosa.
_¿De qué se trata esto?_ me obligo a mirarlo a la cara e inmediatamente lo lamento.
Mientras que el me intimida, el sentimiento definitivamente no es reciproco.
El me mira fijamente como si pudiera devorarme entera. ¿Qué significa esta mirada? No es profesional. Por lo menos, no creo que lo sea. Parece algo completamente diferente. Algo que vi cuando era una adolescente vendiendo pan en la calle un día que mi madre estaba enferma. Este hombres me agarraron y me arrastraron a un callejón. Jamás olvidare la manera en la que me miraban al mismo tiempo en que me hablaban obscenidades.
Aquella vez fui afortunada. Había un policía a la vuelta de la esquina que vino a mi auxilio. Tengo una buena idea de los que hubiera pasado si él no hubiera estado allí. Pero dios estuvo de mi lado ese día. El vio prudente enviarme a un protector.
Como si sintiera que estoy incomoda, el señor Cullen desvía la mirada. El calor desaparece de su cara, y su tono de voz se convierte en aquel que uso con sus socios de negocios cuando caminaban por el piso de producción antes.
_Vi en su expediente que esta propuesta para un ascenso, Isabella.
El pavor que se había comenzado a formar en mi estómago comienza a disiparse conforme me doy cuenta de esta no es una visita desagradable.
_Si, señor.
_Quiero habar con usted sobre un ascenso diferente. _el entrelaza sus manos sobre el escritorio. Mis ojos caen en su mano izquierda y noto que no lleva un anillo de bodas, aunque no estoy segura de por qué me fijo en esto. Quizás estoy tan nerviosa que estoy buscando cualquier cosa para distraerme.
Debería estar emocionada. Suena como si quiera ofrecerme una posición diferente en la compañía; potencialmente, una mejor. Pero simplemente no me puedo concentrar con él en la habitación. Hay una magia extraña en el que hace que mi mente vaya a lugares ilógicos.
_¿Señor? _pregunto estúpidamente. En el idioma titubeante, eso significa "por favor, continúe".
_parece una chica buena, de confianza. _sus ojos se estrechan y alcanzo a distinguir un vistazo de lo que estaba ahí cuando me estaba viendo en el piso de producción. La cosa que me afecto hasta el núcleo. Quiero retirar mi mirada de nuevo, pero me fuerzo a mantenerme enfocada mientras él continua hablando.
_perece que sería buena siguiendo órdenes.
_puedo hacer lo que se que necesite que haga, señor _le digo con tanta confianza como puedo proyectar, tratando de sentarme derecha.
_¿es eso cierto? _la sonrisa lasciva regresa, y eso me provoca un cosquilleo mientras trato de descifrar porque luce tan presumido.
_así es. _asiento con la cabeza.
Respira hondo, se inclina en el respaldo de la silla y coloca su codo en el reposabrazos. Coloca su mano debajo de su barbilla, llevando mis ojos directo a sus labios. Es la primera vez que me doy cuenta que su barba está bien retocada.
Tiene los suaves inicios de un bigote, un pequeño pedazo de barbilla justo debajo del labio, y el delineado de una barba que se extiende hasta su cuello. El vello facial jamás ha lucido tan sexy en ningún hombre antes. Tiene justo lo suficiente para hacerlo lucir maduro, pero no lo suficiente como para enredar tus dedos en él. Me pregunto si hará cosquillas que él te bese, con esos grandes labios que son de un suave tono de rosa.
Él es tu jefe. Esto es inocente. Mantén el control.
_este puesto no es con la compañía. Usted seria mi empleada directa. _El señor Cullen baja la mano de su cara y mis fantasías caen conforme regreso a la realidad.
_¿Señor?_ frunzo el ceño, dándome cuenta de que debo de sonar como un perico con un vocabulario limitado.
_seria mi asistente personal. Tendría que vivir en mi casa. Estaría a mi entera disposición, día y noche. Sus deberes serian… lo que sea que necesite que sea en ese momento. Cocinar para mí, realizar tareas del hogar como limpiar la casa y recoger mi ropa de la tintorería, acompañarme a mis juntas de trabajo cuando lo requiera, y ayudarme con tareas de oficina que regularmente realizo en casa.
Mientras continua describiendo los deberes, yo sigo enfocada en la parte donde tendría que vivir con él. Mi madre me necesita. Ella está demasiado enferma como para que la deje sola justo ahora.
_No puedo_ me estremezco ante las palabras que salen de mi boca. Esta es una oportunidad única en la vida, y tengo que despreciarla. Si dios quisiera que la tuviera, no me hubiera encomendado tal responsabilidad. Esto es para alguien más. No para mí.
_esto incluye un aumento considerable en su salario_ me informa.
_¿considerable?
_todos sus gastos serian cubiertos. Tendría una cobertura médica completa. También obtendría su salario íntegro.
Vivir con el significaría no tener que pagar la renta y mi parte de las utilidades. Y podría usar el dinero para saldar la enorme deuda de mi madre. Ella ha estado mejor últimamente. Ya casi puede andar sola. Pero aun así…
_No puedo. _mi mirada cae en mi regazo de nuevo, e intento recordarme todas las razones por las que rechazarlo es lo correcto. Habrá otras oportunidades para mí en el futuro. Esta no es la correcta.
_enviare un carro por usted la mañana del lunes, a las 8 en punto. Traiga solo sus artículos básicos.
Sus palabras me tomaron desprevenida, es como si ni siquiera me estuviera escuchando. ¿Acaso nadie le ha dicho que no antes?
Necesito decirlo, pero ahora tengo miedo. Hizo que el ascenso sonara no-negociable. Si soy firme con él, ¿me despedirá?
El señor Cullen se levanta y camina alrededor del escritorio. Mi corazón retumba en mi pecho con cada paso que el da. No estoy segura si debería levantarme o permanecer sentada, pero no hay tiempo para decidir. En segundos, él está enfrente de mí en toda su imponente gloria. Estoy mirando el frente de su traje, temerosa de levantar la mirada hacia sus ojos de nuevo. Teniéndolo tan cerca se siente como si hubieran succionado todo el aire del cuarto. La corta distancia entre nosotros amenaza los límites de mi espacio personal, y cuando siento la punta de sus dedos acariciar mi mejilla, estoy incrédula de que hubiera sido lo suficientemente atrevido para cruzarlo.
Toma mi mejilla, forzando mi cara hacia la suya. Mi aliento me pica la garganta ante el contacto. Ha pasado una eternidad desde que un hombre me ha tocado; jamás me ha tocado un hombre tan atractivo. Mis ojos traicioneros se encuentran con los suyos y estoy completamente cautivada.
_será una niña buena para mi ¿no es así, Isabella?. _su pulgar traza mi labio inferior, y abro la boca para respirar. Por lo menos, eso es lo que me digo a mi misma. Ya no hay oxígeno en el cuarto. Es demasiado valioso como para desperdiciarlo hablando, así que solo asiento con la cabeza, sabiendo que haré lo que sea que el quiera.
¡Hola como estan?
lei este libro hace poco y quede en publicar una reseña recomendandolo, pero también pensé por que no hacer una adaptación con nuestros personajes favoritos aquí en , esta que ha sido mi casa por mas de 12 años, siempre he sido lectora, ni siquiera me voy a unir al mundo de las escritoras por que no lo soy, solo quería adaptarla por que cuando lo leí, me dije, que me lo imagino siendo un Edward/Bella. Asi que por favor no duden en dejar sus comentarios.
hasta la proxima
