The Dark Age of Madness

Disclaimer: La historia y personajes de El Origen de los Guardianes le pertenecen a DreamWorks Animations, no ha mi.

A/N:

Aclaración... Todos los personajes de El Origen de los Guardianes permanecerán con sus nombres originales en Ingles.

Ingles - Español

Jack Frost - Jack Frost

Sandman/Sandy - Meme

Toothiana/Tooth - Hada

Bunnymund/Bunny - Conejo

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Hola. Bienvenidos a la secuela de "A Black And A White Knight".

Así como disfrutaron mi primer del Fic de "El Origen de los Guardianes", espero esta secuela les sea de su agrado.

Esta secuela se lo dedico a todos los lectores que leyeron mi primer Fic "A White And A Black Knight". Aquí lo tienen, muchas gracias a todos!

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El tiempo paso sin perdón y sin duda, personas crecían, otras moría, unas amaban, otras odiaban, y pocas esperan. El cielo estaba en completa penumbra. Un cambiado y más poderoso ser apareció de entre las sombras. Vistiendo completamente de negro una armadura que cubría su ahora formado cuerpo. Moldeado perfectamente a él.

-Luna nueva… mi noche favorita.- El Rey de las Pesadillas observo a los hermosos corceles negros cabalgar en el cielo completamente nocturno, sin luz, sin esperanza.

Sin un Guardián que los cuidara en la cima de la oscuridad de la noche. Pitch camino por las azoteas, transportándose entre las sombras de todo el mundo. Pero solo donde la noche era de Luna Nueva, donde MiM se encontraba completamente ciego. Y para su peor noche, Pitch saldría a crear negocios que hace tiempo su ahora profunda y retorcida mente habían planeado desde que comenzó su búsqueda.

-Usar de venganza con el más fuerte es locura, con el igual es peligroso, y con el inferior es vileza.- Pitch sonrió ante sabias y majestuosas palabras.

Las sombras lo llamaron hacia ellas, hacia donde sus negocios comenzarían para preparar y celebrar una nueva era.

En lo alto de una Casa Abandonada una figura le sonrió a un corcel negro que se mezclaba con la oscuridad de la noche, pero lo que en realidad le hacia sonreír era el hombre que había aparecido de las sombras.

-Pitch Black… Mucho tiempo sin vernos.- El hombre frente a Pitch era alto, muy alto, tal vez un poco más de dos metros. -Tenia la sospecha que ese corcel era de tu parte.- Dijo esto peinando su cabello naranja hacia atrás.

Pitch lo observo y sonrió un poco, el hombre frente a él había cambiado después de tantos siglos. Seguía siendo intimidantemente alto, junto con su piel aun pálida y los iris anaranjados de sus ojos seguían mostrando la misma maldad que había visto tiempo atrás. Pero su vestimenta de la época colonial había sido remplazada por una camisa blanca y un chaleco de vestir negro con una corbata anaranjada por debajo; pantalones negros y zapatos negros.

-Y yo veo que solo tu ropa ha cambiado.- Menciono Pitch sin dejar de observarlo.

El hombre rio como se hubiera tratado de un chiste, Pitch arqueo una de sus cejas sin eliminar la pequeña sonrisa serena en su rostro.

-Además que tu sentido del humor permanece intacto.- Aquel hombre dejo de reír y observo al Rey de las Pesadillas. -Vallamos al grano Pitch, puedo sentir que has cambiado… y para algo sumamente divertido!- Sonrió de gran manera, y se jorobo colocando su rostro frente al de Pitch. -Dime que es lo que quieres conmigo.- Pitch lo observo directo a los ojos sin sentir el menor miedo por él. -Tengo un trato para ti… Jack.- Aquel hombre sonrió de tan gran manera que su sonrisa se comparo con la sonrisa de un Cheshire Cat.

Pitch observo sus ojos brillar intensamente, así como las llamas un infierno. Sin dejar de sonreír.

-La última vez que hice un trato, me condene a mí mismo. Que te hace pensar que volvería a hacer uno?- Escupió la pregunta entre dientes. -Te devolveré tu Reino.- Simples palabras que pronuncio Pitch, simples palabras que ensancharon aun más la retorcida sonrisa de Jack.

El fuego en sus ojos desapareció volviendo a tomar una postura recta y más tranquila.

-Tenemos un trato Pitch. Ah… y no me llames Jack. Ese es el mismo nombre de aquel miserable que me arrebato mi Reino. Llámame Samhain… y yo apareceré de entre las sombras. A tu llamado.- Se dio la vuelta y volvió al oscuro bosque del que había salido.

El Terror.

-Creíste que no te vería?! Eh?!- Golpeo nuevamente el rostro del chico acorralado en la pared, rompiendo su nariz que salpico con sangre la pared detrás de él. -No! Y-Yo, te ju-r-ro que no l-la v-vi!- Los ojos del chico estaban llenos de miedo, el dolor en su rostro era tan fuerte mezclado con su miedo, lagrimas habían brotado de sus ojos y había comenzado a temblar.

El hombre frente a él bufo molesto antes de arrojar al chico al suelo y comenzar a patear su costado, el sonido de costillas quebrarse resonaron en el callejón detrás del club.

-Ah! Ugh! Basta!- La fuerza de cada patada sacudía el cuerpo del joven que ahora respiraba con dificultad.

Aquel hombre se detuvo furioso antes de patearlo directo en la cabeza para terminar, dejándolo inconsciente y tal vez, próximamente muerto.

-Eso te enseñara, estúpido mocoso.- Le escupió antes de regresar dentro del Club donde la fiesta aun seguía.

El silencio era penumbral para aquellos que no creen más allá de lo que pueden ver o escuchar. Aplausos de un solo espectador resonaron en el callejón junto con una risa de diversión ante el espectáculo que acababa de presenciar. Su intenso y oscuro iris rojo observo el lugar donde el chico permanecía inmóvil.

-Bravo! Eso fue todo un espectáculo.- Rebelde cabello violeta se meció en la brisa de la noche.

Pero se detuvo en sus aplausos escuchando a una creatura detrás de ella. Arqueando su espalda hacia atrás al igual que su cabeza, vio un gran corcel negro con ojos dorados que brillaban en la oscuridad de la noche. Su Jinete observo directamente a la joven mujer que de un rápido giro se coloco de pie, dejándole ver su atuendo al oscuro jinete. Su cabello corto y violeta era un desorden. Vistiendo solo un top violeta y un chaleco de cuero negro; un mini short negro con bolsas traseras y con un cinturón militar negro; además de no usar calzado, sino tobilleras y muñequeras negras con manchas carmesí.

-Quien eres?- Pregunto la mujer observando frente a ella al Jinete que había descendido del corcel. -El Rey de las Pesadillas.- Simplemente respondió, creando una sonrisa en la mujer. -Es un placer poder al fin conocerlo, Pitch Black. He oído mucho sobre usted, pero, que lo trae por aquí? Sé que me ha estado vigilando porque me he encargado personalmente de sus corceles.- Lo observo directo a los ojos. -No me gusta que me espíen.- Exclamo completamente seria, dejando atrás su diversión y alegría.

Pitch sonrió sin que ella pudiera verlo en la oscuridad que lo rodeaba, decidiendo permanecer inmóvil en su lugar.

-Lamento mucho cualquier molestia que te haya causado, pero solo estaba en busca de seres sin igual.- Ella sonrió ante el cumplido, relajando su postura y actitud. -Pues me encontraste… Mi nombre es Bía. Porque me buscarías a mí?- Pregunto curiosa e interesada.

Pitch se dio la vuelta y subió de nuevo a la pesadilla.

-Has oído hablar de los Guardianes?- Bía ahora le dio la espalda tras cruzar sus brazos frente a su pecho. -Los cinco grandes… aquellos que Guardan a los niños. Piensas volver a enfrentarlos?- Pitch solo rio, respondiendo así la pregunta. -Seran un reto para mí. No me importa lo que tengas planeado, pelear es lo único que me interesa. Llámame y estaré ahí, su Majestad.- Tras ello escucho el caballo trotar y alejarse de ese tejado.

Bía observo de nuevo al chico en el suelo, aun inmóvil y sin moverse más que para respirar levemente.

-Eso te pasa por no ser lo suficientemente fuerte.- Dijo ella antes de alejarse del techo, buscando algún otro entretenimiento por comenzar.

La Violencia.

Dos hombres con rasgos de familia se veían entre sí, tenían huellas de golpes, raspones y moretones. Se observaban con odio e ira sin igual, queriendo asesinar al contrincante del otro de una vez por todas.

-Ella no te ama! Ella me ama a mí!- -Cállate!- Uno de ellos se arrojo contra el otro, ambos terminaron en el suelo lanzando y recibiendo golpes a diestra y siniestra. -Mathew! Josh! Deténganse!- Grito una mujer de mayor edad.

No hicieron caso a la voz de la mujer mayor y enseguida esta llamo a varias personas dentro de la casa que enseguida salieron para separar a aquellos jóvenes que solo querían la destrucción del otro.

-Lo sabes! Ella me ama a mí y no a ti, pobre imbécil!- Grito uno de ellos tratando de liberarse de aquel que lo retenía. -Cierra la boca bastardo!- Grito el otro completamente enardecido y sacudiéndose más para liberarse y golpearlo hasta matarlo. -Ya basta! Son hermanos!- Grito la mujer tratando desesperadamente de calmarlos. -Ese imbécil no es mi hermano! Es mi enemigo!- Grito uno de ellos. -Mathew!- Grito la mujer. -Lo mismo digo de ese estúpido!- Grito el otro aun tratando de liberarse. -Josh! Pero que les sucede! Son hermanos!-

Una hermosa mujer observaba lo sucedido con una sonrisa de gran placer. Sus ojos dorados traspasaban la oscuridad de la noche, en sus manos sujetaba la hermosa fruta prohibida que origino el primer pecado de la historia. La hermosa Manzana Dorada en sus manos brillaba al igual que los iris de sus ojos, la palabra "kallisti" inscrita. Aun observando la escena, acerco la Dorada Manzana a sus rojos labios besarla con cuidado.

-Que es lo que quieres Pitch? Estoy ocupada viendo la obra frente a mí.- Pitch sonrió observando la espalda de la mujer.

Largo cabello dorado hasta sus hombros, formados en hermosos y delicados caireles. Un Chitón Griego blanco de doradas costuras y largo hasta cubrir sus pies, abrazaba las curvas de la hermosa y tentadora mujer.

-Lamento interrumpirte Eris, pero tengo una tentadora propuesta para ti.- La hermosa mujer no volteo a verlo pero movió un poco su cabeza para escucharlo mejor. -Eso te será difícil, sabes perfectamente lo que hago. Pero te daré una oportunidad de intentar tentarme en tu juego.- pitch rio suavemente divertido y movió la cabeza de un lado hacia otro. -Nunca cambias Eris… sigues siendo la misma. Tan hermosa, tan placentera, tan obsesionada por el Oro.- En la última palabra coloco frente a ella un recipiente cristalino, conservando dentro una hermosa Arena Dorada.

La mujer suspiro sorprendida pero al instante sonrió con placer y una chispa de malicia hizo brillar aun más sus ojos.

-Tienes toda mi atención Pitch.- Dijo sonriendo aun más en placer.

Pitch sonrió en la oscuridad de la noche.

La Discordia.

La nueva era en el mundo sería diferente, no solo donde el miedo de los niños lo haría poderoso, sino también el de todo ser que sufriera de su nuevo centro. La más pura sanción de terror en cualquier lugar de la tierra, incluso en los brazos del ser amado. El nuevo poder en Pitch era absoluto, recorría cada fibra de su cuerpo, el poder que alguna vez sintió al haber eliminado en su momento la Fe de todos los niños que creían en los Guardianes y remplazarla con el Miedo, ahora no se comparaba. Era una fuerza aun mayor que no terminaba solo por que los niños no creían en él, en Boogeyman. No, ahora su poder era ilimitado, un poder que vivía en cada ser vivo.

La Locura.

Pitch respiro tranquilo, conociendo perfectamente a quienes debía de vencer, recordando su verdadero poder. Las Pesadillas vienen de los miedos que viven en los corazones, pues bien, la Locura proviene de los más terribles miedos de la mente. Cuando el juicio de un ser se pierde en la enfermedad llamada Locura. Las pesadillas relincharon a la llegada de su amo al Castillo Subterráneo o su Guarida, como él lo prefería llamar. El sonido de sus hermosas pesadillas lo hacían sonreír plácidamente antes de tomar su asiento frente a su Oscuro Globo de la Fe.

-Calma… pronto comenzaremos a moldear una nueva Era Oscura, aun mejor que la que creamos en la Edad Media.- Los corceles dejaron de relinchar y trotar, respirando tranquilamente por sus fosas nasales, observando a su creador.

Pitch se recargo perfectamente en su oscuro trono, comenzando a cerrar poco a poco sus ojos. Cayendo en un profundo sueño oscuro y placido que lo dejo en un silencioso estado de paz. Los corceles lo observaron y una gran mayoría salió del lugar, en busca de atormentar los placidos sueños de un niño, mientras Tsar Lunar permanecía ciego a todo lo que ocurría en una noche más donde la luna se ocultaba por completo.

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[Fin del Capitulo]

Espero esta secuela haya comenzado con un buen capitulo para ustedes.

Sorpresas vienen en camino como nuevos OC. ;)

Recuerden, les gusto, agrado o definitivamente amaron este Capitulo, por favor díganmelo y Comenten! ;)

No cuesta mucho. :D Cuidense, descansen! Hasta pronto y buenas noches. :3

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