Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto.
La portada es un arte realizado por Camille Carstairs , quien me dejó usarlo sin saber que era para su propio regalo xD.
Un agradecimiento especial a Alpha que me ayudó con las ideas para darle forma a este capítulo y al fic en general. Thanks Alpha.
Este fic es para Camille Carstairs por su cumpleaños. ¡Felicidades!
Entre cerezos
Aceptación.
Los días en Konoha transcurrían como siempre, ningún cambio aparente para los habitantes de la aldea, excepto para el actual ex Hokage, Hatake Kakashi. Todo se mantenía igual, sin embargo, de alguna forma, para él las cosas eran distintas, incluso el aire tenía una esencia a la cual en el pasado nunca le prestó tanta atención, pero que ahora parecía estar por todas partes.
Suspiró con cansancio mientras caminaba rumbo a los jardines de la aldea, mantenía las manos en los bolsillos y agradecía internamente por poder caminar sin interrupciones ahora que todos los aldeanos se encontraban ocupados preparándose para asistir al Hanami.
Toda la aldea estaba decorada con adornos y lámparas de papel que colgaban de las paredes y ventanas. Bajo la protección de su máscara se permitió sonreír al ver a Konoha tan llena de vida, disfrutando de una paz que tan merecidamente habían conseguido. Su sonrisa se acentuó al ver a un grupo de niños correr detrás de una pelota, luchando por mantener el equilibrio debido a los yukatas y kimonos tradicionales que vestían.
Se respiraba alegría, el aroma de las flores inundaba el ambiente y aun así Kakashi únicamente parecía distinguir un sólo aroma, el de ella. Enfocó su mirada en las nubes sintiéndose un idiota por pensar de esa forma, ni siquiera sabía exactamente de qué manera estaba pensando en ella, pero eso no le impedía distinguir que era una forma idiota.
Alejó de su mente cualquier pensamiento extraño que pudiera surgir y aceleró el paso, quería llegar antes que sus ex alumnos, antes que los hijos de sus ex alumnos. Quería encontrar un buen árbol, con ramas y hojas frondosas que le permitieran ocultarse y observarlo todo desde ahí, luego haría su aparición un par de horas más tarde. Lo que menos quería era perder su reputación, así que llegaría tarde como siempre hacía, aunque no fuera del todo cierto.
Antes de darse cuenta se encontraba ya en los jardines de la aldea, varias familias de civiles y algunos clanes shinobi ya se encontraban ahí, varios tendían manteles bajo los cerezos que empezaban a florecer en un espectáculo de color digno del Hanami.
Kakashi subió a un cerezo especialmente alto y se sentó en la copa con la espalda recargada en el tronco, desde esa posición podía observar a todos sin ser visto. Sacó un Icha Icha de la bolsa donde mantenía los kunai y comenzó a leer mientras vigilaba todo lo que pasaba abajo.
No pasó mucho tiempo cuando observó llegar a los del clan Hyuuga, encabezados por Hanabi quién desde que había asumido la cabecera del clan se veía distinta, más hermosa, más madura, desprendía un aire de inteligencia que desde siempre había brillado en sus plateados ojos, pero que ahora era notorio para todos en la aldea. Cómo siempre, los Hyuuga entraron milimétricamente sincronizados, caminando con elegancia mientras se dirigían al área previamente reservada para ellos.
Poco después llegó el actual séptimo Hokage. Kakashi no pudo evitar sonreír al verlo junto a su familia. Vestía un sencillo yukata blanco y la capa y sombrero de Hokage, junto a él venía Hinata que a pesar de ser la esposa del Hokage y la princesa mayor del clan Hyuuga, vestía un kimono bastante simple, pero que de alguna manera la hacía resaltar más, Boruto y Himawari eran el complemento perfecto en el cuadro familiar. Kakashi realmente se alegraba por su ex alumno cabeza hueca, Naruto había conseguido todo lo que siempre quiso y ahora era admirado y respetado, pero sobre todo era amado por su aldea y por su familia. Realmente se merecía esa felicidad.
Los Nara, los Akimichi y los Yamanaka fueron los siguientes en llegar, parecía como si esos tres clanes se pusieran de acuerdo previamente para aparecer siempre juntos a eventos o celebraciones. Incluso para empezar a tener descendencia parecía que lo acordaban de antemano. No por nada en Konoha siempre existía una combinación InoShikaCho en cada generación de ninjas.
Kiba, Shino, Lee y Tenten también habían llegado. Los antiguos compañeros y camaradas se juntaron para disfrutar del espectáculo que el florecimiento de los cerezos les ofrecía, mientras compartían anécdotas y veían a sus hijos correr y jugar entre ellos. La nueva generación apenas había comenzado la academia, pero daba la impresión de que los nuevos equipos ya se habían establecido.
Sí, definitivamente en el ambiente se respiraba alegría y felicidad, que aunada a la fragancia que los cerezos desprendían hacían sentir a Kakashi en paz, una paz que se vio interrumpida cuando sintió el chakra de ella aproximarse a los jardines.
—Sakura —suspiró lentamente, pronunciando el nombre con una inusitada pausa, como si estuviera saboreando cada letra.
Cuando la vio llegar, soltó de golpe el aire que había estado conteniendo y de lo cual no se había dado cuenta.
Para Kakashi por un momento todo se volvió silencioso, no era capaz de escuchar nada más que no fuera el roce de las telas del kimomo que vestía la que un día fue su alumna. Por más que lo intentaba no podía dejar de mirarla. Su kimono blanco en el costado derecho y rosa pálido del costado izquierdo, se mimetizaba de forma casi demasiado perfecta con su piel y su cabello recogido. Nunca antes había sido tan consciente del esbelto cuello de Sakura. Lo había visto cientos de veces porque Sakura siempre se sujetaba el cabello en una coleta cuando estaba trabajando en el hospital de la aldea, pero nunca antes lo había visto como ahora o para el caso nunca le había puesto tanta atención como ahora.
¿Cuántas veces había estado cerca de ella con su cuello tan expuesto como estaba en esos momentos? ¿Por qué ahora la simple visión le hacía pensar en cosas extrañas? ¿Por qué tenía estos repentinos deseos de besar, lamer, morder y besar otra vez ese esbelto cuello?
Pasó la página del libro intentando continuar con su lectura, pero fracasando totalmente. Era más fácil pretender que estaba leyendo a tener que enfrentar los pensamientos y sensaciones que desde hace algún tiempo venían rondando su cabeza con respecto a Sakura.
Desde que Sakura había vuelto a Konoha después de esos siete años en Suna, algo había cambiado en su relación con su ex alumna, más específicamente en la forma en la Kakashi la veía. Aun recordaba la primera vez que la vio cuando él mismo fue a escoltarla para traerla de vuelta a ella y la pequeña Sarada. Sentía que era su obligación ir por ellas siendo que fue él quien la autorizó para ausentarse de Konoha por todos esos años cuando aún era el Hokage.
Siete años pasaron de forma tan rápida que no le dio tiempo a pensar en todo lo que Sakura podía haber cambiado. Es cierto que todos lo había hecho, todos cambiaron, pero al convivir día a día con Naruto, Shikamaru, Lee y los demás sus cambios los sintió más como el paso natural del tiempo, pero con Sakura fue todo lo contrario. Al volver a verla sintió como si de pronto el peso de todos esos años le cayeran directamente encima, empezando por Sarada que ya no era la bebé recién nacida que era tan parecida a su padre, ahora tenía siete años y estaba por ingresar a la Academia de Konoha.
Sakura por su parte estaba tan diferente, pero al mismo tiempo se mantenía igual a como la recordaba. Era extraño, pero en sus ojos vio todo el tiempo que había pasado, todo lo que se había perdido, todo lo que ya no sabía de ella y, aun así, seguía siendo la misma de siempre.
Volvió a pasar una página del libro sin siquiera haber leído la anterior, no quería pensar en lo poco que conocía a la nueva Sakura y en lo mucho que disfrutaba ir conociendo cada día un nuevo detalle. Un año había transcurrido desde su regreso a la aldea y aún seguía aprendiendo cosas nuevas de ella todos los días.
Un nuevo vistazo a su cuello lo hizo apretar los puños y desviar la mirada debido a las imágenes que flotaron frente a sus ojos, una mezcla entre el Icha Icha que se suponía estaba leyendo con Sakura como protagonista.
Por Kami, era Hatake Kakashi, conocido como el ninja que copia y actual ex Hokage, no podía tener ese tipo de pensamientos y mucho menos con su ex alumna quien por algunos años también fue la esposa de otro de sus antiguos alumnos.
—Sasuke —susurró entrecerrando los ojos—. ¿Qué pasó entre ustedes? ¿Por qué tomaron la decisión de divorciarse? ¿Sakura, por qué tuviste que divorciarte? —se preguntaba en voz alta.
Últimamente se encontraba a si mismo formulándose constantemente ese tipo de preguntas. Para todos fue una sorpresa el divorcio de Sakura y Sasuke, al estar los dos lejos de la aldea ninguno de sus amigos sabia realmente los motivos que los llevaron a separarse definitivamente. Kakashi respetó sus deseos y nunca intentó averiguar los detalles, pero ahora no hacia otra cosa más que pensar en ello porque si Sakura aun estuviera casada con Sasuke, seguramente no estaría pensando en su alumna de la forma en la que lo estaba haciendo.
Una sonrisa se dibujó en su rostro mientras veía a Sarada hablando con Naruto, la heredera Uchiha completamente deslumbrada por la sonrisa que el rubio le ofrecía, a su lado Boruto los miraba haciendo un puchero. Todas las personas que le eran preciadas se veían felices, todos observando a la nueva generación con orgullo.
Sin darse cuenta el atardecer había comenzado a caer, observó a Sakura levantarse y dirigirse a una sección de los jardines que estaba desierta, dejando a Sarada con Boruto y Himawari mientras intentaban hacer que Akamaru les diera un paseo sobre su lomo.
Un nuevo suspiro brotó de su pecho al darse cuenta hacia donde se dirigía. La sección que estaba designada al clan Uchiha por muchos años estuvo inhabilitada por respeto al clan que una vez fue el más poderoso de la aldea, lugar que Sakura frecuentaba desde que Sasuke abandonó la aldea para ir con Orochimaru.
Finalmente decidió bajar del árbol, ya era lo suficientemente tarde cómo para por fin presentarse ante sus amigos.
—Yo —dijo apareciendo tras una nube de humo y levantando una mano como saludo.
—Kakashi-sensei. ¿Por qué nunca puedes llegar a tiempo, ttebayo? —se quejó el actual Hokage.
—Eso es porque es más perezoso que el vago de Shikamaru —soltó Temari a modo de saludo haciendo que el aludido soltara un suspiro de resignación.
—No seas tan mala conmigo Temari-chan. Lo que pasa es que mientras venía para acá me crucé con un gato negro y tuve que rodear la aldea para que no se me pegara la mala suerte.
La princesa de Suna estuvo a punto de caerse de espaldas ante la respuesta, mientras Ino, Choji y Shikamaru hacían un esfuerzo sobrehumano para no reír.
—Sí claro, sensei. ¿De casualidad era el mismo gato negro que se cruzaba en tu camino cuando éramos niños o se trataba de otro?
—Verás Naruto, no me detuve a preguntarle —dijo colocando su mano detrás de su cuello y sonriendo con los ojos cerrados.
Sorprendentemente fue Hinata la primera en reír ante la expresión incrédula de su esposo, seguida por todos los demás.
—Kakashi-sama aún hay onigiris —indicó la mayor de las Hyuuga una vez recuperó la compostura.
—Gracias, Hinata-chan —Kakashi acentuó más su sonrisa.
—Voy a traer de vuelta a la frente de marquesina, ya casi es hora de encender las lámparas —señaló Ino mientras se levantaba para ir en busca de su amiga.
—No te preocupes Ino-chan, yo iré por Sakura-chan.
—Kakashi, avísanos si se te cruza otro gato negro en el camino —la voz cansada de Shikamaru hizo a todos reír una vez más.
—Claro Shikamaru.
No tardó mucho en encontrar a Sakura de pie bajo la sombra de un cerezo mirando al horizonte, justo en la dirección en la que se encontraba la entrada principal de la aldea.
—¿Llegando tarde como siempre, Kakashi? —preguntó la de cabello rosa.
—Ah —contestó.
Ninguno de los dos dijo nada durante unos minutos, los dos mirando el horizonte cada uno perdido en sus propios pensamientos.
Kakashi disimuladamente concentró su mirada en el rostro sereno de su ex alumna. Su rostro seguía siendo el mismo, quizá un poco más definido, pero en realidad no había cambiado nada. Aun reconocía a su alumna en esos delicados rasgos. El verdadero cambio estaba en sus ojos, en esos ojos verdes que ahora lucían distintos, de alguna manera distantes.
—¿Aún lo esperas? —preguntó de pronto, sin saber exactamente porque hacia esa pregunta; sin embargo, se encontró a si mismo ansioso por escuchar su respuesta.
—Siempre. Siempre esperaré su regreso.
Sabía que no tenía motivos para sentirse dolido, pero lo hacía, esas palabras le dolían y ahí, en ese momento, tuvo que aceptar que si le dolían era porque desde que Sakura volvió a la aldea él había comenzado a sentir algo mucho más profundo que el cariño que se podía sentir por una estudiante a la que se apreciaba.
—¿Por qué te divorciaste entonces? —sabía que no tenía derecho a hacer esa pregunta, era un asunto personal, pero no pudo evitarlo. Simplemente tenía que saber.
Sakura sonrió casi con tristeza sin desviar su mirada del horizonte.
—Porque ahora está Sarada y yo ya no podía seguir esperando.
—Acabas decir que siempre esperas por su regreso, Sakura —mencionó Kakashi.
Ese era uno de los cambios en Sakura, ya no podía entenderla o leerla como cuando era su estudiante.
—Has perdido el toque Kakashi. ¿No me digas que los años enserio te han caído encima? Anciano.
—Sakura-chan, no soy un… —el antiguo Hokage se cortó en seco al percibir el chakra que se acercaba a la aldea.
Cuando Sakura fue consciente de quien estaba cruzando las puertas de Konoha en ese mismo instante, Kakashi la vio estremecerse.
—Parece que no vas a tener que esperar más, Sakura-chan.
—Sasuke-kun —susurró la ninja médico antes de mirar a Kakashi a los ojos.
¡Feliz cumple Cami!
La única manera de dejar de ser vaga y escribir por fin un Kakasaku tenía que ser por tu cumple. Este capítulo está dedicado a ti enteramente, al igual que el resto del fic. Tienes ya una idea de lo que va la historia, pero como siempre, al final nunca hago lo que planeo, así que #aguanteconelfic lol. Lo mejor del año pasado fue saber que eras mi gemela astral porque somos igual de heaters. Primer cumple de todos los que están por venir. Espero que pases un feliz día boluda xD.
Ok, este será un fic de más o menos 10 capítulos, capítulos cortos para que me sea relativamente fácil actualizar periódicamente. Espero hacerlo una vez por semana o máximo cada 15 días, aunque no prometo nada. Es rating M porque habrá lemon más adelante, no tantos, dos o tres tal vez.
He iniciado con lo que pasa en la mitad del fic, es decir que el próximo capítulo será sobre Sakura aceptando irse a Suna, veremos el motivo por el que se fue y como eso la ha hecho cambiar un poco a cómo es ahora (prometo que no será ooc). Así irán los capítulos hasta que lleguemos a este y de ahí en adelante hasta el cierre, por eso ven tantas cosas sueltas en este primer capítulo, pero no se preocupen, iré atando y explicando todo a medida que vaya avanzando.
A todos los que lean este fic, espero que lo disfruten.
Feliz cumple otra vez, Cami. Nos vemos en el siguiente capítulo.
A.
