Título: ¿Mi Colette?
Rating: k
Género: Angst, Hurt/Confort.
Disclaimer: Los personajes de supernatural pertenecen a Eric Kripke.
Resumen: En ese momento lo supo; mientras mantenía la primera espada contra su cuello, había encontrado a su Colette y no estaba dispuesto a perderla como le ocurrió a Caín. Dean no mataría a su hermano, ni heriría a la persona que quería más allá de lo que podía comprender. Spoleirs 10x14, post-capítulo.
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El rubio sentía el llamado de la sangre, las pesadillas eran cada vez más y más recurrentes pero no podía compartirlas con su hermano o el ángel, ya que no quería encontrarse con esas miradas preocupadas, ni lidiar con intentos desesperados por encontrar una cura cuando sabía perfectamente que no la había, Caín se lo dejó muy claro antes de que lo asesinara.
Era consciente que ellos notaban el cambio en su comportamiento pero no se atrevían a preguntar, quizás para no incomodarlo o quizás porque no se sentían capaces de manejar la situación. Fuera cual fuera la respuesta, ellos lo sabían y tarde o temprano tendrían que platicar sobre el tema.
Las palabras de Caín rondaban su cabeza cada noche antes de dormir. Se supone que primero mataría a Crowley y sí era honesto, hace mucho tiempo que tenía ganas de atravesar la garganta de ese hijo de perra pero no podía, porque el siguiente en la lista sería el moreno. Asesinar a Castiel era algo totalmente opuesto a lo que sentiría con ese demonio. No podía dejar de experimentar culpa con toda la situación; después de todo, el moreno llegó a la tierra por él, lo rescató de la perdición y se había sacrificado un montón de veces en el camino por él. Era impensable para Dean cometer semejante crimen. Y por último, ocurriría aquello que ni en sus peores pesadillas había visto, acabar con la vida de Sam. Jamás podría eliminar a la persona que amó desde la primera vez que lo vio en brazos de su madre. Esos dos asesinatos previos a convertirse en una de las más bajas formas de vida que odiaba, eran irreales e impensados. Primero preferiría matarse antes que hacerlo.
Dean lo tenía todo muy claro en sus pensamiento pero los sueños eran un tema aparte. En las horribles pesadillas que lo asaltaban por las noches, no había una parte racional en él o humana que pudiera detenerlo de llevar a cabo esos asesinatos y terminar de convertirse en un demonio. Al menos así era hasta que llegó esa noche. La pesadilla fue mucho más horrible y violenta que las anteriores, decenas de cuerpos humanos yacían a sus pies mientras su rostro solo demostraba una enorme satisfacción por lo que hacía. La marca controlaba cada uno de sus actos y lo que alguna vez fue humano en él, ahora se encontraba enterrado en lo más profundo de su oscuridad, sin intenciones de volver a emerger. Fue fácil encargarse de Crowley, tal como lo dijo Caín solo se sintió extraño pero un demonio es un demonio y eso lo hacía correcto. El siguiente era el ángel, lo tomó por la muñeca derecha rompiéndosela antes de golpear su rostro en reiteradas ocasiones hasta que la sangre comenzó a brotar. Su rostro, el rostro que alguna vez perteneció a un hombre que deseaba hacer el bien, ahora esbozaba una maléfica sonrisa, disfrutando su nueva faceta de asesino. Golpe tras golpe fue doblegando al moreno, hasta que lo tuvo contra la pared y lo sostuvo por el cabello. Llevó la primera espada a su cuello para acabar con esa insignificante vida pero entonces la mano del ángel se movió con dificultad hasta llegar a aquel lugar en que hace muchos años grabó su palma a fuego para sacarlo del infierno. Una parte dentro de él despertaba, de alguna rara forma podía tomar el control y conseguía apartarse del ángel, recobrando la cordura perdida.
"Colette"
"Colette"
"Colette"
Ese nombre comenzó a resonar con fuerza en su cabeza. Caín consiguió detenerse por ella. Dean consiguió detenerse por él. Entonces la nebulosa del sueño se esfumaba y despertaba en medio de su habitación a oscuras, con una mano sobre el mismo lugar que años a atrás Castiel grabó su palma a fuego.
Las siguientes noches fueron similares. Las pesadillas violentas lo asaltaban en la oscura soledad de su cuarto pero cuando estaba por matar al ángel, esa mano sobre la marca de antaño conseguía regresarle un poco de cordura y conseguía controlarse.
"Colette"
"Colette"
"Colette"
El nombre de la mujer que mantuvo algo de humanidad en Caín no dejaba de rondar su cabeza cuando despertaba. Entonces las palabras del primogénito regresaron a su cabeza, "¿Alguna vez has pensado que estás viviendo mi vida al revés? Si eso era cierto, la persona antes de matar a su hermano, la siguiente persona significativa en su vida era Castiel, y para Caín fue Colette.
Esa noche volvió a tener otra pesadilla, tal como las anteriores. Asesinaba a Crowley sin remordimiento, porque un demonio es un demonio y no hay razón para dejarlos con vida. Cuando llega al ángel, es muy diferente, luego de golpearlo hasta dejarlo contra la pared mientras sostenía su cabello con fuerza, esos orbes azules no dejaron de mirarlo en ningún momento, expresando toda su devoción y fidelidad infinita.
En ese momento lo supo; mientras mantenía la primera espada contra su cuello, había encontrado a su Colette y no estaba dispuesto a perderla como le ocurrió a Caín. Dean no mataría a su hermano, ni heriría a la persona que quería más allá de lo que podía comprender.
