Hola, soy nueva en esto así que por favor téngame paciencia jaja. Quería advertirles que, como soy argentina me gusta el Rock nacional tanto como el anime, así que van a poder leer que estarán escritos nombres de bandas argentinas las cuales pueden no conocer.

Esta es una historia paralela a la que ustedes conocen. Los personajes no me pertenecen, son de Hiro Mashima.

Capítulo 1: "Mi molestia"

Ya eran las seis de la tarde y Juvia todavía dormía. De pronto se oye el sonido de un teléfono que cada vez se escuchaba más fuerte.

Estaba teniendo un sueño, soñaba con mi padre. De pronto oigo un sonido a lo lejos, me despierto y veo que mi celular estaba sonando. Era Lucy. Atiendo.

Juvia: - ¡Que molestia! ¿Acaso no puedo dormir en paz? – Le digo en un tono cansado.

Lucy: - Son las seis de la tarde. ¿Acaso no tienes responsabilidades? – Me dijo gritando, haciendo que separe el celular de mi oído.

Juvia: - Más que cuidar a Fuyu, que por cierto, también estaba durmiendo, no tengo responsabilidades. – Fuyu es mi gato, lo encontré en la puerta de mi departamento cuando era pequeño, una semana después que falleciera mi padre. Decidí quedármelo ya que vivía sola y el sería una buena compañía. Le puse ese nombre porque es blanco como la nieve y me recuerda al invierno, además es mi estación favorita. – Hoy es domingo y no trabajo, así que déjame dormir en paz.

Lucy: - Que amargada eres Juvia… - Me dice en tono bajo, para que no la oyera. – deberías conseguirte un novio.

Juvia: - Ya hablamos de ese tema y sabes bien que después de él, ya no creo en nadie más. No insistas.

Lucy: - Si, lo sé. Pero no entiendo porque te empeñas en seguir con esa maldita idea.

Juvia: - En fin. ¿Para qué me llamaste?

Lucy: - ¡Así! Se me había olvidado… Te llamaba para decirte que Natsu y yo alquilaremos un departamento en monte el fin de semana que viene, y quería preguntarte su querías ir. Las chicas estarán en un departamento y los chicos en otro aparte.

Juvia: - ¿Chicos? ¿Quién va, además de Natsu? – Le pregunte en un tono de voz elevada. – No me mientas Lucy.

Lucy: - Etoo… Es alguien, no te diré su nombre. Además en ese lugar toca una de tus bandas favoritas, así que pensé que podrías venir y salir un poco de tu encierro. – Me dijo cambiando de tema.

Me quede pensando por un instante. Era cierto, últimamente vivo encerrada en mi departamento y no salgo más que para trabajar y hacer las compras. Quizá Lucy tenga razón, además tocaba La Renga. ¿Cómo me iba a perder un recital de ellos?

Lucy: - ¡Juvia! ¿Estás ahí? – Me dijo, sacándome de mis pensamientos

Juvia; - Esta bien, iré. Pero que te quede claro que voy solamente porque toca esa banda. ¿Entendiste Lucy? – Le dije en un tono mandón.

Lucy: - Esta bien, entonces nos vemos el viernes que viene en la estación de colectivos. Estaré ahí a las ocho de la mañana, ya que el colectivo sale a las ocho y media.

Juvia: - Bueno, estaré a esa hora. Pero te advierto que no tengo la obligación de llevarme bien con nadie… Ahora déjame seguir durmiendo. – Le dije y corte la llamada para que ella no tuviera tiempo de responderme.

Doy media vuelta en la cama y doy con Fuyu, quien estaba durmiendo tan plácidamente. Lo tomo por las patas delantera y lo alzo. Miro sus ojos celestes, que me miraban con un aura asesina, por levantarlo de su tan preciada siesta. Así es él, tan malhumorado como yo. Pero aun así, sabemos que somos únicos el uno para el otro.

Juvia: - ¿Tienes hambre, Fuyu? Tendré que salir hasta el mercado a comprar algo para ti y para mí ya que la alacena esta bacía.

Dejo a Fuyu en mi cama y tomo mis prendas para cambiarme. Ya lista, tomo mi chaqueta y mi celular, coloco mis auriculares en mis oídos, ya que no me gusta el ruido del tránsito y salgo de mi departamento en dirección al mercado. Voy caminando distraída cuando de repente choco sin querer a alguien, haciendo que su bolsa del mercado volara y cayeran todas sus cosas al suelo.

Juvia: - Perdón, lo siento mucho, es que iba distraída. – Le digo, agachándome para recoger las cosas que sin querer tire.

-Está bien, no pasa nada. – Me dijo, agachándose en frente mío para ayudarme.

Era una voz muy dulce, y a la vez tranquila. Levanto mi cabeza para verlo de frente, ya que al ir tan distraída no me fije en su rostro.

-¿Cómo te llamas?- Me dijo de repente.

Me quede mirándolo fijamente a los ojos. Tenía los ojos color gris intenso, por un instante me perdí en su mirada…

-¿No me dirás tu nombre?- Me dijo, sacándome de mis pensamientos.

Juvia: - Lo siento. Soy Juvia, Juvia Loxar. – Le dije con una voz temblorosa.

No entendía que me pasaba, nunca había sentido esa sensación.

Juvia: - ¿Y tú, cómo te llamas?

Fin del capítulo 1.

Bueno, como dije soy nueva en esto ya que es la primera historia que escribo. Subiré el próximo capítulo la semana que viene. En fin, nos vemos.