Charlie abrió los ojos, observando atentamente hacia todos lados, intentando recomponerse del sueño que había tenido. El chico simplemente soltó un suspiro y se irguió en la cama, mientras se estiraba un poco.
Charlie era capaz de escuchar a su familia pelear en el piso inferior, fuera de su cuarto. Simplemente suspiro y se levantó para comenzar su "monótono día". Camino hasta el baño y se miró al espejo, observando como su silueta escuálida, su cabello negro desordenado, su piel blanca y sus ojos azules eran detalladamente reflejados en el objeto.
Luego de acicalarse por completo, el pelinegro decidió bajar las escaleras, encontrándose de lleno con su familia. Su madre rápidamente le bloqueo el paso y le echo una mirada recriminatoria.
-Dijiste que encontrarías trabajo y aun sigues sin nada. De hoy no pasa, ¿Entendido?-Recrimino la mujer mientras se volteaba y volvía a la mesa.
Charlie soltó un suspiro y, sin perder más tiempo, salió de su hogar sin siquiera desayunar. Simplemente quería salir de allí lo más pronto posible.
El chico no estaba seguro de cuánto tiempo estuvo buscando y dejando su ficha, sin embargo, no recibía ni una mísera llamada y estaba claramente ya desesperado. "Odio la mayoría de edad" pensó para sus adentro el pelinegro, mientras sujetaba el periódico con firmeza, buscando algo en lo que pueda entrar.
Sin embargo, no fue hasta llegar al final que pudo encontrar un aviso muy pequeño que le llamo la atención. "Freddys Fazbears Pizza", al parecer era una pizzería que buscaba un guardia nocturno. Charlie alzo los hombros y se encamino hacia la dichosa pizzería.
Al entrar, sin duda que se sorprendió. El lugar estaba repleto de niños y allí había… ¿Humanos? Charlie no pudo evitar observar fijamente a aquellas cosas. En el aviso hablaban sobre robots y algo de cuidarlos, por lo que le sorprendió ver esa gente disfrazada… aunque, no tardó mucho en darse cuenta de que eran robots, cuando uno se le acerco.
-¿Puedo ayudarlo con algo señor?
Charlie volteo, encontrándose de frente con una chica de pelo azul y enormes ojos verdes, quien lo miraba atentamente. Claramente, era una de los robots.
-E-eh, sí. Estoy buscando al gerente, ¿Podría indicarme dónde es?-Titubeo un poco, no estando seguro de que un robot así fuera real, le parecía jodidamente extraño.
-Claro, ve por aquel pasillo y a la izquierda.-La chica/robot le guiño un ojo y le sonrió pícaramente antes de voltearse y largarse de allí.
El pelinegro no hizo caso de eso y simplemente siguió las instrucciones, llegando con rapidez a la oficina del gerente, una vez dentro se encontró con un hombre trajeado, apenas si parecía tener cabello en la cabeza, pero un enorme bigote castaño adornaba su rostro.
-¿Otro buscando empleo, eh? –El hombre rio, mientras observaba a los tres chicos en la sala. Una chica, rubia y esbelta, utilizaba anteojos y tenía un temple que denotaba seriedad. El otro, un chico alto y fornido, moreno y parecía estar… levemente divertido.-Genial, esto me viene al pelo. Usualmente… esto no pasa, serian llamados de a uno. Pero tuvimos unos… eh, accidentes. Eso. Por lo que los tres tomaran el turno nocturno y recibirán la misma paga. Firmen aquí y largo.
Los tres se quedaron incrédulos, al ver lo fácil que era aquello. Y no dudaron un segundo en firmar, observándose entre ellos con clara desconfianza. Luego de eso, el jefe sonrió y alzo los hombros.
-Nos vemos esta noche. Tienen que estar aquí antes de las 12:00 de la noche. Adiós.-Y sin repicar nada, los tres se marcharon del lugar por diferente camino.
