La vida después de los duelos
Seto Kaiba estaba en vacaciones, tuvo que tomarlas obligadamente, pero eran vacaciones. El sábado a las doce mediodía su secretaria entró con un comunicado de la junta directiva, el cual le indicaba que debido a que había trabajado toda la semana incluso domingos y feriados en los cinco años anteriores y que ya él y su equipo habían cumplido con todos los objetivos que se planearon para ese año (aparte de que ya estaban comenzado lo del otro año), teóricamente no tenía nada que hacer ahí y le comunicaban que se tomara dos meses de vacaciones, eso era de mediados de noviembre al 15 de enero.
La carta concluía con una cláusula del reglamento de la compañía (que el redactó) que dictaba que como es lo usual: "cuando se trabajen días fuera del horario normal, el empleado puede tomar cualquier otro día siempre y cuando pida permiso anticipadamente y cuente con el permiso de el director del departamento, no se pueden tomar más de cinco días seguidos, excepto en casos justificados y con el permiso del director de departamento. Además ningún empleado puede laborar más de treinta días extra al año, el caso de que lo haga deberá llegar a un acuerdo con las entidades superiores para evaluar el pago extra o alguna forma de remuneración."
Le incluían otro artículo que decía que como ningún empleado puede negar sus derechos es obligado tomar las vacaciones que dicta el código de trabajo japonés. Motivo por el cual la junta había considerado por mayoría de votos darle también sus vacaciones sin embargo, le dejaban a su consideración tomarlas en cualquier momento que lo deseara.
Se despedían atentamente e incluían la firma de los accionistas de la compañía, incluso su firma estaba ahí plasmada. Seto dejó la carta en la mesa y se dispuso a prepararse para las vacaciones, ya sabía que las tenía que tomar y aún así no estaba preparado, ¿qué se suponía que iba a hacer?
-Flash Back-
La reunión de la junta directiva de la compañía se celebraba todos los lunes a las 17:00 y la compañía trabajaba de 8:00 a 16:00, la ventaja era que la reunión se realizaba en la sala de juntas un piso arriba de la oficina del gerente general de la compañía ósea Kaiba, entonces utilizaba la hora que tenía para realizar los asuntos que no le alcanzaban en su día y además si hacía falta volvía después de la reunión.
La reunión era igual que cualquier otra de su tipo, se reunían todos los accionistas, en su caso eran seis personas, Kirishima, Toudou, Honda, Satoru y los dos hermanos Kaiba, aunque Mokuba había firmado un permiso que decía que en caso de no estar presente Seto podía tomar control de sus acciones.
Actualmente Kaiba seguía conservando el 49% de las acciones, Mokuba había comprado en la bolsa hasta alcanzar el 25%(en realidad lo hizo Kaiba, pero lo hizo a su nombre) y los otros miembros habían adquirido las suyas después de que Gozaburo se marchara y se negaban a venderlas. Ese día trataron su asunto, ósea el del gerente general y su obsesión al trabajo(aunque no lo plantearon con esas palabras). Hicieron un debate para aprobar las dos soluciones, Seto alegaba que si el Gerente renunciaba a sus derechos alegando inconcordancia con el reglamento interno, se hacía borrón y cuenta nueva, los otros cuatros miembros decían que como cualquier empleado normal, aunque fuera miembro de la junta, debía acatar las leyes y tomar vacaciones (obligadas). Hicieron la votación primero se votó la opción de los cuatro viejos directivos, debían botar a favor levantando la mano, los cuatro levantaron la mano, pero aún así solamente tenían un 26% del total de los votos.
Kaiba estaba seguro que ganaría tenía el 74% a su favor, cuando en ese momento se abrió la puerta, un joven alto de cabello negro entró en la sala se sentó en el único asiento vacío a la par de Kaiba y levantó su mano tranquilamente. Kaiba lo miró extraño, primero sorprendido y luego sintió la furia que lo invadía, pero como había aprendido en tantos años se controló. Había perdido en menos de un minuto paso de la satisfacción de saber que ganaba a la sorpresa de la derrota.
-Bueno creo que se aprueba nuestra moción- dijo Kirishima.- Ya traemos redactado el comunicado que se enviará al gerente, por favor léanlo y díganos si están de acuerdo.
-No hace falta, lo firmaré.
-Vamos Kaiba-san, no puede firmar como si fuera un papel en blanco, ¿y si dijera que nos quedamos con sus acciones?- dijo Satoru.
-Supongo que ya lo leíste ¿no?- dijo Kaiba dirigiéndose a Mokuba.
-Claro, yo lo redacté. No te preocupes no nos regalarás tus acciones.
Kaiba se resignó y lo firmó, ahora quedaba recibir la notificación oficial y cesar sus labores, ese día trabajaría hasta tarde para poner sus asuntos en orden.
-No se preocupe Kaiba, le daremos toda esta semana para que concluya lo que necesite- dijo Honda sonriéndole- Así que procure ir a dormir a su casa.
.-Claro.
-Fin Flash Back-
Había hablado con Mokuba un momento el martes en la mañana, luego de tomar su café negro. Mokuba se había disculpado, alegaba que era necesario que se tomara tiempo para descansar, las vacaciones eran necesarias y además era imprescindible que se acatara el reglamento sin importar el cargo que ocupara.
-¿Te enojarás conmigo?
-No.
-Sabes que siempre te he apoyado. Es solo que quiero que estés conmigo más tiempo.
-Si… claro…
-Y también creo que te convertiste en un ermitaño, quiero sobrinos, quiero un hermano cariñoso, una madre, unas vacaciones en familia y tú eres mi única familia, además de una vida normal, sin computadoras, sin internet, bueno talvez para ver porno.
-Mokuba, cállate, si no quieres que te le ponga control parental a la red.
-¿Es que acaso tu no vez?, si se lo pones se lo quitaré.
-¿Crees que puedes ganarme?
-Talvez hace años que no me vuelves ni a ver, no tienes idea de cuanto he crecido.
-Claro que lo sé. Bueno me voy a trabajar hablaré contigo en mis vacaciones ya que tendré tiempo de sobra para hacerlo.
Kaiba salió de la cocina rápidamente, eran apenas las seis de la mañana, Mokuba se levantaba temprano para ir a sus últimas clases en la Universidad y Seto procuraba hacer que el reloj fuera más despacio.
