Pensaba que nunca llegaría a hacer esto. Estoy al límite. Decido escribir mi vida por si algún día figura en los libros de historia, sale pública en alguna revista que nadie lee o en las noticias.

Cuando hablan de una historia de espías, te imaginas acción, misterio, emoción…..Nada más lejos de la realidad, ¿sabes? He sido toda mi vida una rata que filtra información para otros. Nunca he tenido una vida normal, mis padre también son espías y pensaron que su querido hijo también querría ser como ellos. Gran equivocación. Pero quiero darles las "gracias" ya que por ellos estoy en esta situación. También quiero dar las gracias a mis primeras y últimas amigas, Tresa y Sophie y sobre todo, quiero darle las gracias a Alfred, mi único y genuino Hero. A ti también te doy las gracias querido lector, pero cuando acabes la historia estare muerto.

Te dejo mi historia por si sacas algo bueno de ella.

Londres, 3 de Marzo

Arthur Kirkland