Capítulo 1
¿Dónde estoy?
Agustín despertó en medio de una calle desconocida, lo último que recordaba era el haberse acostado en su cómoda cama luego de haber finalmente terminado el último juego de resident evil, si bien no se sintió tan bien como los primeros realmente lo había disfrutado.
Miro a su alrededor, nada le parecía familiar por lo que empezó a caminar a la vez que se preguntaba cómo había llegado a ese lugar. Era ya entrada la noche y parecía que casi todos los negocios estaban cerrados a excepción de un café que le resultaba extrañamente familiar llamado Emmy´s , él no quería deambular sin rumbo de noche en un lugar desconocido por lo que decidió entrar. Abrió las puertas de vidrio mientras que revisaba sus bolsillos en busca de su billetera, la saco de sus pantalones de jean oscuros, la dejo en la única mesa vacía que encontró y se sentó a esperar a que lo atendieran.
Agustín no tardo en llamar la atención de una joven camarera, al verlo soltó una risita tonta y fue a tomar su pedido.
-Buenas noches señor, no recuerdo haberlo visto antes- le dijo la muchacha con una sonrisa seductora, cosa que no le extraño en lo absoluto ya que podría decirse que él era un hombre bastante apuesto, tenía tan solo veinte años de edad pero aparentaba más, un cuerpo bastante trabajado junto a un cabello oscuro corto y ojos verdes.
-Soy nuevo aquí, estaba en medio de un viaje y se me vino la noche por lo que decidí parar a tomar algo-mintió de manera natural, su rostro parecía relajado pero en su interior la duda y el miedo de no saber dónde estaba ni como había llegado allí lo invadían.
-Solemos recibir viajeros de vez en cuando, aunque suelen ser o unos camioneros desesperados que llevan días sin ver a una chica o gente de negocios que solo se limitan a tomar su orden. Vos, por otro lado, no pareces ni uno ni él otro, cosa que me mantiene intrigada- continuo la camarera.
- A decir verdad no estoy muy seguro siquiera de donde estoy, no llegue a ver ningún cartel cuando llegue.
-Todavía más curioso, estas en el pueblo de Raccon City…
Agustín abrió de par en par los ojos de sorpresa, esto tenía que ser una broma. La chica no lo noto ya que apenas termino de decir eso recibió un grito de su jefe para que se apurara a tomar la orden.
-Maldito pelado- murmuro la joven y dijo- ¿Quieres que te traiga la carta?
- No hay necesidad, tráeme un café cortado por favor- dijo Agustín con aire ausente, había empezado a revisar el local y ahora notaba donde estaba, ¡Era el mismo café en el que León y Claire se encuentran en el segundo juego!, hasta llegaba a notar el pasillo del costado que llevaba a la salida de emergencia por donde escapo Claire.
-Tranquilo, sabes muy bien que es imposible, la mujer se debió haber confundido y yo solo me estoy imaginando cosas- pensó, pero entonces ¿Dónde estaba y como había llegado allí?
No tardaron mucho en servirle su café, Agustín aprovecho para preguntar dónde podía encontrar un lugar donde pasar la noche, se disponía a tomar rápidamente el líquido e irse pero su mente se paró completamente cuando noto a un grupo de personas entrando al local, eran… eran Jill Valentine junto a Chris Redfield, Forest Speyer y Barry Burton. Los vio caminar hacia una mesa cercana que había sido recientemente desocupada, todos parecían estar de bastante buen humor a excepción de Forest.
-Se los digo chicos, estos asesinatos se están poniendo cada vez más serios, si realmente tenemos a un secta o a algún demente en los bosques tenemos que hacer algo antes de que más gente muera- Agustín llego a oír esto de Speyer, mientras sorbía su café agudizo su oído para escuchar bien de que hablaban.
-No podemos hacer nada sin el permiso del bastardo de Irons, y baja la voz que lo último que queremos es asustar a esta gente- le recordó Chris a su amigo.
-De todas formas le escuche hablando con Enrico ayer a la tarde, es probable que envíen a investigar al equipo Bravo- menciono Barry.
-Si es cierto entonces vas a poder ir personalmente Forest, sería la primera misión de la chica nueva, ¿Rebbeca verdad?
-Sí, no me convence mucho la idea de tenerla dentro de STARS, es aún muy joven para este tipo de trabajos, aunque hay que admitir que compensa su falta de experiencia con entusiasmo, además la chica es terriblemente inteligente por lo que dicen.
-Manteen tu guardia arriba si llegan a ir a los bosques, van a necesitarte alerta después de todo sos el segundo mejor tirador de STARS…- dijo Chris haciendo énfasis en "segundo".
- Querrás decir primer Redfield, pero si, la verdad no pinta para nada bien lo que está pasando allí.
Los miembros de STARS siguieron hablando de lo que estaba aconteciendo, Agustín sabía perfectamente todo lo que pasaba y todo lo que iba a pasar, ¿Debería ir y advertirles? No, seria tomado como un loco o peor, ni siquiera él mismo podía creer en lo que se había metido.
-Esto debe ser un mal sueño, jugué demasiado anoche, ahora simplemente tengo que irme a acostar para luego despertarme en mi casa- pensó para tranquilizarse, pidió la cuenta y pago dejando algo de propina, se dirigió a el hotel que le había sugerido la camarera, consiguió una pequeña habitación no demasiado cara. Intentando no pensar más de la cuenta se tiro a dormir esperando despertar nuevamente en su cuarto.
Para su desgracia esto no paso, ya era de día y el seguía en el mismo cuarto mugriento.
-No, no, NOO, no puede ser, ¡No puede estar pasando!- grito desesperado. ¿Por qué estaba allí? Nada tenía sentido, pero no podía encontrar ninguna respuesta a sus preguntas. Salió del hotel y empezó a caminar intentando aclarar su mente, debía haber una explicación o al menos un motivo que justificara lo que estaba pasando ¿Es que tenía alguna clase de misión? La idea en si le parecía estúpida, pero la situación en si era bastante irreal.
Miro a su alrededor, decenas de personas estaban con sus idas y venidas llevando su vida diaria, tanto los peatones como los conductores eran indiferentes de lo que le había pasado a él, y lo que les iba a pasar a ellos…
Justo como si esa misma idea lo hubiera llamado Agustín llego a divisar a una persona entre la multitud que una vez que la distinguió le fue imposible el confundirla. Era un hombre de pelo rubio, estaba vestido con el uniforme de STARS y llevaba unos anteojos de sol.
Albert Wesker, mierda que le había gustado ese personaje, un villano misterioso que realmente ensuciaba sus manos para conseguir lo que quería. Ahora que lo veía caminar entre la multitud y se daba cuenta de la realidad en la que vivía esa especie de admiración se empezó a convertir gradualmente en miedo, él sabía todo lo que ese hombre planeaba hacer, tanto él como el científico Birkin iban a causar una serie de eventos que desembocarían no solo en la masacre de Raccon City sino que también en prácticamente todos los conflictos víricos que iban a suceder en el futuro.
¿El saberlo y no hacer nada al respecto le haría en parte responsable de esas catástrofes? Conocía muy bien toda la historia, quizá podía parar la tormenta que se acercaba. Pero sería peligroso, si no imposible, él no era un miembro de STARS o un científico de Umbrella, ¡Ni siquiera tenía un arma! Además de que a duras penas era capaz de usar una, ¿Cómo iba a hacer para evitar lo que se avecinaba?
Mientras pensaba esto vio a una madre caminar junto a sus dos hijas pequeñas, sus risas junto a sus sonrisas parecían iluminar todo lo que las rodeaba. Estaba en su poder el evitar sus muertes, al igual que las de miles de personas tanto en este pueblo como en el resto del mundo, aun no tenía que preocuparse de Birkin, tenía que cortar la cabeza de la serpiente mientras aun podía, tenia que matar a Wesker.
Nota de Autor: Después de chequear este capitulo me doy cuenta que lo hice un poco corto :/ pero sirve como introducción a la historia por lo que pienso dejarlo igual, solo cambie la letras a italic en las partes que Agustín piensa.
