Una pequeña historia que escribí hace tiempo –digamos hace algunos años-, así que les advierto que algunas cosas no encajarán con HP7. Sin embargo, sigue siendo un one-shot Ron/ Hermione, que he de confesar no es mi pareja favorita, pero no me pude resistir a escribir esta historia.

Por supuesto, les recuerdo no soy J.K. Rowling por lo tanto ninguno de los personajes son míos, yo sólo escribo por diversión y sin fin de lucro.

"La Mujer Que No Soñé"

Me gusta porque es auténtica y viven sin recetas

de esas que tratan de vestir al amor de etiqueta
he venido a parar con la mujer que no soñé jamás,

pero también jamás, fui tan feliz.

(Fragmento de "La Mujer que no soñé" de Ricardo Arjona)

No sé qué hora es. No quiero abrir los ojos. Busco el cuerpo de la mujer que cada noche duerme a mi lado. No lo encuentro -debí imaginármelo-, ella siempre se levanta antes que yo, no importa el día que sea, siempre es así. Abro lo ojos y la encuentro frente a un espejo, como cada mañana está tratando de arreglar su alborotado cabello castaño, no tarda en desistir y se lo sujeta en una coleta. Aun no sea dado cuenta que la observó con los ojos entreabiertos. Ella es mi mujer ideal, su nombre: Hermione Jane Granger. La amo tanto que mi vida sin ella no tendría sentido alguno. Aun recuerdo la manera en como entró a mi vida, ese día hace ya tantos años preguntando por el sapo de Neville. Han pasado los años desde nuestro primer encuentro en el Expreso de Hogwarts, ella ha madurado, yo mismo he madurado, pero aun sigo viendo a aquella niña que conocí: la sabelotodo Granger, aunque ahora es una mujer fuerte y excepcional.

Durante mucho tiempo creí y me hice la ilusión que la mujer de la que yo me enamoraría sería perfecta -y no digo que Hermione no lo sea-, simplemente que cuando eres un adolescente con las hormonas alborotadas, quieres por novia a todas aquellas modelos que salen en las revistas -con cuerpos esculturales, hermosas de pies a cabeza-, no obstante la mujer que amo, y por la cual yo daría mi vida entera por ella, no es así. Ella no es rubia, sus ojos no son azules, mucho menos mide más de 1.70m y tampoco tiene las medidas perfectas; pero eso ¡qué más da!, eso es totalmente superficial y un día –tarde o temprano- se acaba, la belleza de Hermione trasciende las superficialidades. Son demasiado tontos e ingenuos los que creen que mi Hermione es fea ¡por favor! Sólo porque nunca la verás vestida a la moda, ni luciendo una minifalda que resalte sus piernas, mucho menos blusas escotadas y tacones, ¡Por Merlín! ¡Ella es Auror! ¡¿Cómo rayos quieren que traiga esas cosas?! Ella va tras los mortífagos que todavía quedan, la que sostiene peleas y utiliza tanto la fuerza física como su extraordinaria inteligencia para mantener la seguridad en el mundo mágico. Por eso insisto que son idiotas los que no se dan cuenta de la asombrosa mujer que es ella, de la que además tengo la gran fortuna que me ame tanto como yo lo amo a ella.

Se está vistiendo con sus típicos jeans, como le gusta aquella ropa muggle. Quién se iba a imaginar que yo Ronald Weasley iba a terminar enamorado de aquella niña sabelotodo y mandona que conocí en el vagón, la que seguirá prefiriendo la biblioteca, a pesar de todos los años que quedan por pasar, que poco se parece a la mujer que soñé, pero que amo sobre todas las cosas.

Mis compañeros del equipo siempre me están haciendo burla: ¿Cómo puedo estar con ella? Se preguntan intrigados. Ella no es como las modelos con las que ellos salen. ¿Cómo yo Ronald Weasley -el famoso guardián de los Chuddles Cannons y todo un héroe en el mundo mágico- me pude fijar en ella? ¿Cómo pudiendo tener a la mujer que quisiera a mis pies, estoy con ella? La respuesta es sencilla: yo no quiero a cualquier mujer, no quiero a una mujer para tenerla de premio, quiero algo más que eso – una mujer bella por dentro y por fuera, inteligente, perspicaz, y principalmente que me quiera como soy realmente, no por la pantalla del jugador y del héroe-, todo eso y más lo encuentro en Hermione, ella es la mujer que quiero y amo, ni siquiera teniendo a las mejores modelos del mundo, la cambiaría. Ella es lo mejor que me ha dado la vida y aun no estoy seguro de merecer todo lo que ella me da en el día a día.

Para mi ella es única, nunca habrá mujer que se compare con ella. Ella no es de las que siempre están sujetas a una dieta, que no pueden vivir sin verse al espejo, las que intentan hacer de ti el novio perfecto. Ella no es así, yo la quiero por lo que es, una chica de veinticinco años, castaña, no muy alta, sumamente inteligente, con un gran sentido del humor, amable, sensible, honesta, luchadora, idealista, excepcional, las palabras son insuficientes para describir lo maravillosa que ella es. Y yo, un chico normal y todo lo contrario a ella, no bromeo cuando digo que aun no me explicó: ¿Cómo se pudo fijar en un cretino como yo?, pero ella me eligió a mí y eso me hizo el hombre más feliz del mundo.

Jamás el olvidaré el miedo que me invadió al pensar que me rechazaría, miedo que me abstuvo de confesarle mis sentimientos durante un largo tiempo. Sin embargo, no lo hizo. El día que encontré el valor de confesarle lo que sentía - no me importaba si me rechazaba, solamente que yo ya no podía seguir ocultándole mi amor- estaba temblando y las palabras de ánimo de mi mejor amigo no sirvieron de nada. Ahí me encontraba yo, en la fiesta de compromiso de mi mejor amigo y mi hermanita – irónico, pero cierto, mi pequeña hermana se iba a casar y yo era incapaz de confesarle mi amor a Hermione-. Recuerdo que no podía apartar mi vista de ella, diciéndome que podía ser valiente y por fin declararle lo que sentía, sintiendo que las piernas no me podían sostener porque parecían de gelatina, mientras mis manos me estaban sudando como nunca.

"Ronald Weasley, ¿Piensas decirme a dónde me llevas?" le preguntó por enésima vez Hermione a cierto pelirrojo que la llevaba a través de un bosque cercano a la madriguera. Estaban bailando cuando Ron se decidió, la sacó de la fiesta, pidiéndole que lo acompañara a un lugar. Basta decir, que la castaña accedió de inmediato.

"No, es una sorpresa" contestó Ron escuetamente.

"¿Sabes que no me gustan los secretos, verdad?" le recordó ella.

"Sí, lo sé" le contestó el pelirrojo. Hermione se dio por vencida, no le iba a sacar más que unas cuantas palabras y en definitiva, no le iba a decir a donde la llevaba.

"Cierra los ojos" le solicitó el pelirrojo. Ella se negó de inmediato, desde la guerra no soportaba la ceguera temporal, no importaba que Ron estuviera con ella y se sintiera protegida. Era como perder el control de la situación, lo cual nunca toleraría.

"Hermione no seas testaruda y hazme caso" intentó convencerla Ron.

"Si me pasa algo, tú serás el culpable" le advirtió la castaña.

"Jamás me perdonaría si te pasará algo" dijo Ron con convicción. Hermione se quedó estática y prefirió no pensar mucho en lo que había dicho el pelirrojo. A regañadientes, accedió a cerrar los ojos, apenas los había cerrado cuando sintió la mano de Ron tomando suavemente la suya. Se dejó conducir por Ron a través del bosque, caminaron con cuidado y ella puso en alerta el resto de sus sentidos -¡Alerta permanente! Eran las palabras de Ojoloco Moody-. De repente dejó de sentir la mano de Ron, se asustó hasta que sintió las manos de Ron sujetándola de la cintura.

"Pisa con cuidado, es una subida" ella asintió y Ron la ayudó a subir, por lo que supuso que era una escalera improvisada con rocas y muy rústica. Se dejó llevar por sus sentidos, escuchó agua cayendo, incluso podía sentir una ligera brisa caía en sus brazos y rostro, olió la humedad del lugar combinado con el olor de las plantas de alrededor, le encantó como olía, le recordaba tanto a Ron. Mientras él, no podía percibir otra cosa más el olor a vainilla de Hermione, y la sensación de tener su mano sobre su cintura, se preguntó cómo sería recorrer su piel.

"Ya puedes abrir los ojos" le indicó Ron cuando estuvo seguro que estaban en el lugar perfecto. Hermione obedeció y se encontró con un paisaje realmente hermoso, estaban detrás de una cascada, vio las piedras ordenadas en forma de escalera. Se concentró en el agua cayendo, mientras el reflejo de la luna menguante se lograba divisar en el agua.

"Es hermoso" susurró Hermione, se volteó para quedar frente a él, tembló cuando se dio cuenta que Ron no observaba el lugar, sino que tenía la vista fija en ella. "¿Por qué me trajiste aquí?" lo cuestionó. Él sólo pudo balbucear unas incomprensibles palabras.

"Ron..."

"Yo te quería decir algo" Hermione fijó su vista en los ojos azules de él, el corazón de ambos se aceleró de forma vertiginosa.

"¿Te gusta este lugar?" preguntó el pelirrojo, ella sintió la frustración apoderándose de ella, él se sentía como un adolescente de quince años enfrente de alguien que le gusta.

"Sí, es muy hermoso, nunca me imagine que hubiera una cascada cerca de la madriguera" contestó ella con un deje de indiferencia.

"Lo sé, es un buen lugar para pensar" dijo Ron. "Pero eso no es lo importante, yo quería traerte a un lugar especial para decirte lo importante que eres para mí".

"Gracias, Ron, tú también eres muy importante para mí" Él se sintió atrapado y el miedo de ser rechazado se volvió apoderar de él por unos segundos. Pero ya estaba ahí, así que decidió arriesgarse.

"Hermione, eres más que una amiga para mí, y desde hace bastante tiempo, me enamoré de ti irrevocablemente, te he amado en silencio como nunca pensé en amar a alguien". Ella perdió la movilidad del cuerpo, no pudo siquiera responder, estaba pasmada preguntándose si todo lo que oía no era un sueño.

"Sé que has sido mi amiga, pero yo ya puedo seguir teniéndote sólo como amiga. Te has convertido en mi vida, Hermione".

"No lo puedo creer" susurró Hermione."¿Tú me amas?"

"Más que a mi vida" declaró Ron.

"¡Por Merlín! Nunca pensé que tú me llegarías a decir algo así, tantas veces lo soñé y parecía tan lejano. Ron, yo también he callado mi amor por ti durante mucho tiempo".

"¿En serio?" preguntó el pelirrojo escéptico y sin creer completamente que Hermione lo correspondía.

"Ronald Weasley, ¿estás dudando de mi palabra?"

"No, creía que me rechazarías. Pero, ¡tú me amas! ¿Qué más puedo pedir?" Hermione sonrió, y sin dudarlo más, besó a Ron como desde hace tiempo lo venía deseando. Ron, se sintió en las nubes.

Cuando regresamos y anunciamos que éramos novios, absolutamente nadie se sorprendió. Sólo mi mamá se puso a llorar de felicidad, me dijo que me había tardado demasiado. Harry -mi mejor amigo- me amenazó de una forma bastante parecida a lo que yo hice con él cuando empezó a salir con mi hermana: "Como te atrevas a lastimarla, las vas a pagar muy caro, no importa que seas mi mejor amigo". Hasta la fecha, jamás ha hecho cumplir su amenaza, amo a Hermione y no tiene nada de qué preocuparse. Soy incapaz de hacerla sufrir, lo único que quiero es hacerla feliz, jamás la cambiaría por otra y en definitiva, no quiero hacer enojar a mi cuñado- cuando se enoja puede ser un tanto explosivo, sino me creen, se lo pueden preguntar a Voldemort. En fin, desde ese día, soy muy feliz, llevamos tres maravillosos años juntos, y puedo decir que ha sido la época más feliz de mi vida.

No negaré que antes de Hermione hubo otras mujeres -sería absurdo que lo intentará-, pero muchas de esas experiencias no pasaron de una noche -o si acaso dos-, intente algo más serio con algunas de ellas, pero simplemente no se dio, muchas veces ellas sólo querían pasar un rato conmigo o yo con ellas, y también porque aunque yo no me diera cuenta, mi corazón desde hace mucho tiempo que le pertenecía a Hermione. Ella no es como las otras mujeres con las que estuve, a ella no la quiero para pasar el rato, para tenerla conmigo unas noches y después deshacerme de ella, con ella jamás me atrevería, la amo demasiado y lo que siento por ella va más allá de hacerla mía, hay un amor hacia ella, que me hace vivir y no importan los años que pasen, este sentimiento por ella jamás se me va a olvidar.

Se está viendo al espejo, le sonríe a la imagen que le devuelve éste. Se ve tan increíblemente hermosa cuando sonríe, ahora yo también sonrío al verla, no puedo despegar mi vista de ella, es como un imán, tengo unas ganas enormes de besarla, prefiero esperar. Cuando ella termina de vestirse, siempre viene hacia a mí y me despierta, me encanta la forma en que lo hace: me besa, ¿A quién no le gusta que la persona que amas te despierta de esa manera? Es suficiente para estar alegre todo el día y con pocas posibilidades que haya algo que te lo opaque, por eso, mejor finjo que sigo durmiendo.

Como cada mañana, ella se acerca hacia mi lado de la cama, la siento a lado de mí y me besa, me susurra al oído: "despierta, dormilón", siento como quita un mechón de cabello de mi rostro, yo abro los ojos y le sonrió, ella me devuelve su encantadora sonrisa, la beso y ella me abraza, una cosa lleva otra, cuando me doy cuenta ella ya está debajo de mí con la ropa un poco desordenada.

"Ron tengo que ir a trabajar" me recuerda ella. Yo la vuelvo a besar.

"Quédate todo el día conmigo" le pido, antes de perderme en la curva de su cuello.

"No, amor, me tengo que ir y tú tienes que ir a los entrenamientos, dentro de dos días es el partido con los Tornados" me contesta.

"Pero les vamos a ganar, no hay quien pueda realizar una anotación estando yo de guardián" le dijo "y prefiero estar contigo, que entrenando". Adoro jugar, pero por sobre todas las cosas en mi vida, está mi único amor: Hermione.

"Ya lo sé, te prometo que en la noche te doy tu recompensa por ser paciente". Después me besa de una forma que me hace dudar de esperar hasta la noche.

"Te amo, Hermione" alcanzó a decirle.

"Yo también, te amo" me contesta, estos son los momentos en que quisiera que el tiempo no transcurriera y nos pudiéramos quedar abrazados y amándonos todo el día. Desafortunadamente, no es así, ella se va al Cuartel de Aurores y yo a mis entrenamientos. Nunca me imagine, que podría llegar a sentirme tan feliz a lado de una mujer que nunca me hice la ilusión de conquistar, ella me conquistó sin que se diera cuenta, sin que yo me diera cuenta, y ahora estamos aquí los dos amándonos, con la convicción de que un día sin Hermione no es vida.

Espero que les haya gustado. Ya lo sé cursi, cursi, cursi…pero no lo pude evitar.

Gracias por leer.

*Gala Potter*