Corregido y resubido.
Pareja: los súper adorables White y N *_*)/
Advertencias: contiene spoilers de la totalidad del juego Pokémon Black, probablemente futuro lemon, WhitePOV, explicado por ella y con sus palabras.
Disclaimer: ni el mundo ni la historia de Pokémon me pertenecen, pero ya lo sabíais, ¿verdad? XD
Notas varias:
·Es un fanfic basado casi al completo en el juego original Pokémon Negro, pero obviamente hay escenas inventadas~
·Yo misma he tenido varios líos con el nombre de la protagonista femenina de esta edición de Pokémon. El nombre que le dan en los juegos en español es Liza, en inglés Hilda y en japonés Touko (Tōko). Aún así, en el manga y en otros varios sitios la llaman White. En mi fanfic White es una especie de apodo que utiliza en vez de su nombre original, que es Touko. Sólo quería aclararlo para resolver dudas :3
·Sí, sé que tardo bastante en subir los capítulos, pero entendedme: mientras escribo los capítulos, estoy jugando al juego y escribiendo los diálogos exactos de algunos personajes. Es un poco cansado, pero de momento ha quedado bien~
Ya basta de mis estúpidas notas :3
Disfrutad de mi fanfic y gracias por leer~!
Hoy es un día realmente importante. La profesora Encina ha dejado en mi casa un paquete con tres Poké Balls dentro de él. Son tres Pokémon, uno para mi y los otros dos para mis mejores amigos, Bel y Cheren. ¡Vamos a ser Entrenadores Pokémon!
—¡White!—Cheren está muy emocionado con la noticia.— ¿Es verdad eso que dice la Profesora Encina sobre darnos un Pokémon?
—Que sí, pesado. —Suelto unas carcajadas ante su excitación por tener un Pokémon propio, aunque no puedo negar que yo también estoy muy emocionada por poder empezar una aventura con un Pokémon...
—... Bel se retrasa... —Mi amigo mira su reloj de muñeca. Maldito impaciente.— Esta chica... ¡No va a cambiar nunca!
—Bueno, seguro que no tarda demasiado en...
—¡Perdón! ¡Perdón! Llego tarde otra vez... —La voz chillona de Bel hace que nos giremos hacia las escaleras que llevan hasta mi habitación.
—Bel, te conozco desde hace diez años y ya sé que vas a tu aire... ¡Pero es que la profesora Encina nos ha traído nuestros Pokémon! —Le grita Cheren antes de que ella pueda continuar.
Suelto un largo suspiro y ruedo los ojos. Ellos siempre están así. Bel hace algo mal, Cheren se lo reprocha y Bel...
—Vale, vale..., White, Cheren, os pido perdón. —Bel solo pide perdón.
Se acerca a mí y a Cheren con una sonrisa conciliadora. Puedo ver perfectamente el brillo emocionado de sus ojos. Al parecer los tres estamos realmente ilusionados.
—Hablando de Pokémon, ¿dónde están? —Mi amiga rompe el hielo y da paso a lo que los tres estamos deseando.— Han sido traídos a tu casa, White, así que tú debes elegir primero, ¿no?
—¡Claro! —Cheren se apega más a nosotras y a la caja de regalo sobre la mesa, queriendo ver ya los Pokémon recibidos.— Nuestros Pokémon nos están esperando en esa caja de regalo. Venga, White, ¡da un paso adelante y abre la caja! Date prisa... ¡que quiero ver a mi Pokémon!
—Vaaaale... —Sonrío pillina y hago ver que me muevo a cámara lenta. Sólo obtengo un leve empujón de un impaciente Cheren mientras Bel se ríe entre dientes.— Veamos...
Me acerco a la caja y veo una nota de la Profesora Encina:
"Junto a esta carta, vais a
encontrar tres Pokémon.
Decidid entre vosotros con qué
Pokémon se queda cada uno,
sin discutir ni pelear, ¿vale?
¡Nos vemos!
Profesora Encina."
Deshago el lazo del regalo, más nerviosa ahora y, por fin, abro la caja donde están nuestros Pokémon.
Miramos las Poké Ball con respeto, en silencio. En cada una hay una nota. En la del centro pone:
"Tepig es un Pokémon de tipo Fuego."
En la de la derecha:
"Oshawott es un Pokémon de tipo Agua."
Y, por último, en la de la izquierda:
"Snivy es un Pokémon de tipo Planta."
Al coger la última Poké Ball, la de la izquierda, sonrío al notar un leve movimiento dentro de ella. Me parece que éste es mi Pokémon, que él mismo ya me ha elegido a mí antes de haberlo decidido yo misma... Así que decido hacer caso al pequeñín de dentro de la Poké Ball y cojo a Snivy.
Mi amiga Bel, al ver que he elegido ya a mi Pokémon, se acerca y coge la Poké Ball de la derecha, la cual contenía al Pokémon de tipo Agua, Oshawott.
—¡Bien! ¡Pues yo me quedo con este Pokémon! ¡Y Cheren con este otro! —Decide sin más mi amiga.
—¿Se puede saber por qué tienes que decidir cuál me quedo? —Me preparo para suspirar otra vez con todo mi pesar. ¿Es que no pueden llevarse bien?— Bueno, la verdad es que me gustaba Tepig desde el principio.
Parpadeo sorprendida. ¿No se van a pelear? En fin, ahora ya da igual. ¡Tengo un Pokémon! ¡Mi propio Pokémon! ¿Cambiará esto mi vida? Espero que sí... Haré que Snivy y yo seamos compañeros inseparables.
—Bueno, pues ya hemos elegido cada uno nuestro Pokémon. —Dice Bel, suspirando aliviada.— ¡Chicos, ya sé! ¿Qué os parece si echamos un combate?
—Estooo... Bel, nuestros Pokémon todavía son muy débiles.—Ya está Cheren el aguafiestas. Aunque en parte tiene razón, como siempre.— Además, estamos dentro de casa... Así que será mejor que no.
—¡No pasa nada! Nuestros Pokémon todavía son muy débiles, ¿no?
—Es verdad, podríamos hacerlo... ¡En fin, que es mi casa, yo sé lo que hago! —Grito sin pensarlo mucho, riéndome en voz alta.
—¡Que empiece el combate, entonces!
Bel y yo liberamos al fin a nuestros Pokémon. Oh, son tan dulces... Aun así, la lucha sigue. Nuestros pequeños Pokémon serán débiles, pero uno acaba debilitándose y ese es el pequeño Oshawott de Bel.
—¡He ganado! —Alzo un puño victoriosa, emocionada por haber ganado mi primer combate Pokémon.
—¡Nuestros Pokémon han estado geniales! —Bel da pequeño saltitos, también emocionada aún habiendo perdido.— White... ¡estoy segura de que vas a entrenar como nadie! Tengo esa corazonada.
Bel siempre ha sido mi mejor amiga, como Cheren. Los tres lo hemos pasado todo juntos, somos como un pack. Ella me sonríe, intentando parecer feliz y sí, sé que está feliz pero... una parte de ella está fingiendo, porque se le ve triste por haber perdido su primer combate Pokémon aunque haya sido yo quien le haya ganado. ¿Debería consolarla o...? No. Si le consuelo ahora, se sentirá más débil.
—Oh, oh... Bel, ¿qué tal si miras a tu alrededor? —Cheren me saca de mis pensamientos totalmente. ¿Qué le pasa al alrededor?
Todos miramos cómo ha quedado la habitación después del combate y... oh, Dios. Mamá me va a matar. Creo que estoy poniéndome pálida. Estoy dudando incluso de si mamá me dejará salir de aventuras con mi Pokémon si ve cómo ha quedado mi habitación. ¿Y si piensa que es muy peligroso? Ya tengo dieciséis años pero es muy sobreprotectora. Mierda...
—¡Aaah! Pero ¡¿qué...?! —Bel grita escandalizada, como si hubiese visto algo realmente horrible.— ¡Los Pokémon son increíbles! ¡Con lo pequeños que son! ¡Qué bien que los haya visto en acción!
—P-pero, Bel... Mira cómo hemos dejado todo...—Vuelvo a mirar alrededor, temiendo realmente la reprimenda de mi madre.
—Esto... White, ¡perdón por tu habitación! —Mi amiga de la infancia se disculpa, como siempre. Yo sólo puedo suspirar, como siempre también...
—Madre mía... ¡No tienes arreglo! —Cheren se interpone entre nosotras, reprochándole de nuevo sólo a Bel.—¡Mira la que has liado! Déjame que cure a tu Pokémon...
Pero Cheren en el fondo es bueno con Bel. Vamos, que en nuestra amistad de tres, yo soy la aguanta-velas de un modo u otro. Aunque sé que yo le gusto a Cheren, también sé que a Bel le gusta Cheren. En realidad Cheren también sabe que Bel le quiere. En fin, que es un lío... ¿A mí? A mí no me gusta nadie, de momento.
—White, déjame que cure a tu Pokémon también.—Cheren se acerca y cura a mi Snivy herido con una Poción. Incluso antes de tener un Pokémon, él ya tenía Pociones. ¿Por qué tiene que ser tan calculador?
—¡Oye, una cosita! ¿Por qué no le echas un combate a Cheren también? —Me pregunta Bel, como queriendo chinchar a Cheren.— Como sabe mucho, seguro que podrá combatir sin armar tanto jaleo como yo.
—¡Pues claro! Y, como sé un montón, la habitación no se ensuciará más de lo que ya está. —Además de calculador, Cheren es demasiado orgulloso y se pica fácilmente por cosas estúpidas.
—Creído... —Mascullo entre dientes, mirando a Cheren.
—¿Qué? —Me mira entrecerrando los ojos. Definitivamente me ha oído.
—Nada... —Sonrío como si no hubiese roto un plato en mi vida. Cheren me devuelve la sonrisa, tierno. Eso me asusta, igual cree que ha sido un intento de seducirle... Me río interiormente. Él no tiene posibilidades conmigo. Le quiero mucho pero es mi amigo de la infancia, no podría salir con él porque le conozco demasiado bien.
—Lo cierto es que no es justo que sólo dos lo paséis bien echando un combate Pokémon. —Cheren pasa la lengua por sus labios, preparándose para decir algo importante.— Acepto el reto con mucho gusto. Será nuestro primer combate Pokémon.
—Y yo voy a ganarte. —Interfiero en su discurso, viendo como él rueda los ojos y dice la última frase de su breve discurso.
—¡Voy a hacer que te esfuerces y saques todo tu potencial, Tepig!
Nuestro combate empieza y es tan emocionante como el de Bel. Tal vez más incluso. Eso sí, sin montar tanto follón. La cuestión importante es que... ¡he vuelto a ganar! ¿Cómo lo hago?
—¡Yeah!—Grito apretando los puños, mirando con superioridad a Cheren.
—¡A esto le llamo yo un combate Pokémon! —Sus ojos brillan de la emoción. ¿No le importa perder? A mi sí que me afectaría, la verdad.— No esperaba perder en nuestro primer encuentro, pero no importa. Siento que por fin soy un Entrenador.
—¡Já! —Sonrío burlona ante él.— ¿Cómo que no esperabas perder? ¿Ves como eres un creído?
—¡No soy un creído! —Contesta Cheren con una pequeña sonrisa en su rostro, escuchando de fondo la risa de Bel.— Ahora tengo que pedir perdón a tu madre por cómo ha quedado la habitación.
—¡Ah, yo también!
Bel y Cheren bajan antes que yo las escaleras hacia la planta baja para pedir perdón a mi madre mientras yo cojo mi bolsa y compruebo, aliviada, que mi Wii no ha sufrido ningún daño tras el aparatoso combate con mi amiga. Cojo mi bolsa y bajo sonriente, creyendo estar preparada psicológicamente para decir adiós a mi madre.
