Mistake

Disclaimer: todos los personajes pertenecen a la CBS y a sus respectivos creadores

Spoilers: 1X04 Los requisitos del Señor Johson (Pledging Mr. Johson)

N/a: Un pequeño drabble basado en los sucesos ocurridos en este episodio. En un principio iba a ser un one-shot larguito, pero no he sido capaz de seguirlo. Así que lo dejo así, que tampoco está nada mal. Aunque puede que algún día lo siga, quien sabe…


- ¡Mierda! –maldijo entre dientes, dejándose caer pesadamente en el sofá.

Sabía que se había equivocado, lo sabía de sobra. Y lo que acababa de presenciar era todo culpa suya.

El cadáver en el suelo, el marido con la pistola en la mano y… la mirada de Grissom. Esa mirada que le decía que ella era, aunque indirectamente, la responsable de todo aquello. Aunque no se lo hubiera dicho con palabras, le dolía igualmente. ¡Si solo hubiera sabido mantener la boca cerrada! Por una vez, maldecía su manía de ponerse en el lugar de las víctimas, empatizando con ellas. Se había anticipado a las pruebas y, eso demostraba lo poco profesional que seguía siendo con su trabajo después de todos esos años. Como bien le había dado entender Grissom en su anterior discusión. Al final había quedado en una mala posición y, sabía que si le hubiera gritado así a cualquier otro superior se hubiera ganado unos cuantos días de suspensión. Con lo que se sentía peor todavía. En aquel momento había creído salir victoriosa, dejando claro que su amigo no tenía problemas con sus casos porque no tenía vida social alguna. Le había dado en su punto débil, dónde más daño le podía hacer. Pero… el color de la sangre manchando el suelo de la casa, la cara de desolación del marido cuando le dijeron que la muerte de su mujer había sido un simple accidente… Todo eso tardaría tiempo en quitársele de la cabeza. Y se lo merecía.

Se tumbó en el sofá llevándose una mano a la cabeza. Debía de dejar de ser tan estúpida y seguir el consejo de Grissom. Eddie ya no era más parte de su vida, y era hora de olvidarle por completo. Pero los ojos de su hija le recordaban continuamente a los de él. Ese color tostado que le había enamorado en un principio, y que aún con el paso del tiempo, le hacía latir con un poco más de fuerza el corazón.

¿Cómo intentar entonces quitárselo de la cabeza? Sí, era un idiota y un mentiroso pero, después de todo, le seguía queriendo. Y se sentía tonta por ello. Gil siempre se lo decía, que recordara que su vida era más feliz ahora que él ya no formaba parte de ella. Pero estaba Lindsey, y no podía dejar que ella creciera sin un padre. Ya había crecido ella sin uno y no veía justo que su propia hija pasara por lo mismo.

No. Deseaba lo mejor para ella, y si tenía que aguantar al imbécil de su marido, que así fuera. Al menos Lindsey sería feliz.

En un intento de acomodarse un poco más en el sofá, se quitó la chaqueta y cogió uno de los cojines tirados por el suelo poniéndoselo debajo de la cabeza. Estiró las piernas para desentumecérselas y cerró los ojos. Pronto, las lágrimas empezaron a caerle por el rostro.

No podía evitarlo, se sentía demasiado mal por dentro.