Hola, espero que esta historia sea de su agrado, les recomiendo que escuchen la canción Cry de James Blunt, no sera la única de este cantante que aparezca en este fic. Sin más que decir, espero que disfruten de la lectura.
Desde que el cuarto año acabo, Harry ha visto como la "paz" que en el mundo mágico había se apagaba, dando paso a una total era de terror y desesperanza, inclusive en Hogwarts, que era el lugar que consideraba su hogar. Desde la opresión que ejercía el ministerio, alegando que todo se encontraba en orden, aunque esto no fuera cierto; hasta la llegada al poder del señor oscuro. El mundo al que llego, inundado de sueños e ilusiones, entusiasmado de saber que allí podría tener una vida plena, una vida feliz; ya no era el mismo, ahora solo era una sombra de lo que fue, reinaba el dolor y la desesperación, una sombra bastante oscura de lo que fue. Purgas masivas de magos nacidos de muggles, de aquellos que se oponían al régimen que estaba surgiendo gradualmente; en cambio los sangre pura, la mayoría, prefería cooperar y ser parte de aquel ejército de Death Eaters.
Familias desintegradas, hermanos muertos, esposas que perdían a sus esposos. Por su mente pasó rápidamente la imagen de Hermione, que desde que había empezado su búsqueda de los Horrocruxes, tuvo que dejar de lado a sus padres, modificando sus memorias y borrándose de las mentes de los que con tanto amor la habían criado por dieciocho años. Se sentía culpable de todo lo que había pasado últimamente, como la desintegración de la familia Weasley, la muerte de Moody, de Dumbledore, de Sirius…
"Tú no tienes la culpa de nada, Harry"
Eso le había repetido Hermione ya un sinnúmero de veces, pero, aun así, le resultaba bastante difícil creerlo. Tal vez si hubiese muerto en el mausoleo de la familia Riddle, se podría librar de aquel dolor que en ese momento sentía.
Pero sería un cobarde si dejara todo de lado y no terminase con aquel maldito que su único placer en la vida era ver como ardía el mundo mágico.
Se puso de pie y salió de la tienda. El día dejaba ver el sol, aunque cubierto de nubes, era un agradable calor el que hacía en esos momentos, derritiendo un poco la nieve que en ese momento se extendía a lo largo de la zona; habían estado en aquel bosque por dos días, donde, según Hermione, era un lugar en el que los carroñeros nunca estarían. Pudo ver como su amiga leía un libro, a lo mejor Hogwarts: Una Historia; tenia sus ojos fijamente puestos en las paginas de aquel libro, se mordía ligeramente su labio inferior, clara señal de su concentración; se acercó a ella y se sentó en un cojín a su lado.
—¿Cómo estás? —le pregunto, haciendo que ella se sobresaltara por la sorpresa— lo siento no quise asustarte.
—No es eso— se acomodó un mechón detrás de la oreja— solo que estaba muy metida leyendo.
—Has leído miles de veces eses libro.
La sonrisa que le dio fue como un aire revitalizador. Desde que Ron se marchó, no habían tenido siquiera más que un escueto intercambio de palabras, no una conversación; tal vez en el momento en que bailaron torpemente con aquella canción de la radio, fueron felices el uno en los brazos de la otra, pero al acabar la canción todo volvió a ser como era antes de que su pequeño encuentro comenzara. Hacía dos días que casi fueron asesinados por Nagini, de quien recibió una mordida, su varita fue destruida y perdió la conciencia hasta a penas unas horas atrás. Recordó el enfado que sintió cuando vio su varita partida en dos, hacia Hermione, por mucho que no quisiera sentirlo; pero se fue, remplazado por la culpa. Ella no se merecía nada de lo que les estaba pasando, no merecía perder a sus padres, tener que esconderse, o sentir que no existía ninguna esperanza de un futuro tranquilo.
Pero, aun así, en toda esta barbarie en la que vivían, ella estaba junto a él, dándole su apoyo incondicional, aun sobre el chico que a ella le gustaba. Muchos le hubiesen abandonado, o tal vez se quedarían por simple lastima, ella no. Hermione era diferente, y eso lo sabia desde el primer momento en que la vio entrar en el vagón del tren, con su cabello enmarañado, su tono mandón y su mirada de asombro al enterarse que era Harry Potter; ella era mucho más que una simple amiga, y lo descubrió cuando despertó solo en Grimmauld Place, observando como las manos de sus amigos estaban juntas, seguramente cayeron dormidos sosteniendo sus manos.
Sabia que era egoísta, pero simplemente fue en el momento en el que se sintió de verdad solo en todos los años que llevaba en el mundo mágico, porque ella era su confidente, su sostén, su razón para seguir adelante; y no tenia idea de por qué hasta ese momento recibió de golpe aquellos sentimientos, que iban más allá de lo que un simple amigo siente por una amiga, no por su físico, que ya se había desarrollado, dejando ver a la hermosa mujer que ahora tenía en frente suyo; pero que le hicieron darse cuenta de que además de no podría materializar o expresar lo que su corazón gritaba por ella, tendría que soportar verla feliz a su lado. Por primera vez no era el primero para ella; y aunque ella le haya dicho que se quedaran en aquel bosque y que envejecieran juntos, tenia muy en claro que no era una proposición romántica, por mucho que le doliera ignorar aquella aceleración en su corazón.
—Sí, pero cada vez que lo leo vuelvo a descubrir algo nuevo— por un momento los ojos de Hermione se iluminaron, pero después dieron paso a unos ojos acuosos.
—Hermione, —ella lo miró directamente a los ojos— te prometo que pronto acabara todo esto. —llevó su mano junto a la de ella y la apretó suavemente— Ten fe.
I have seen peace. I have seen pain,
Resting on the shoulders of your name.
Do you see the truth through all their lies?
.
De repente, sin que Harry se diera cuenta, sintió como ella se echaba a sus brazos, dejando caer el libro que tenía en su regazo, y comenzaba a sollozar desconsoladamente. Esa era la primera ocasión en la que Hermione lloraba en frente suyo, rompiendo su corazón, aun más que escucharla furtivamente. Tal vez aquello que le estaba diciendo, sobre tener fe, era una mentira para encubrir aquella horrible verdad, que posiblemente Voldemort saldría triunfante y desolaría todo a su paso.
—Hermione, — la abrazó contra sí— por favor no llores.
—He intentado no hacerlo— ella aferró sus puños a su pecho cubierto por el sweater— he intentado estar a la altura de todo lo que esto significa. Pero no puedo aparentar una fortaleza que me ha abandonado.
El moreno la separó de forma brusca, y mirándola de forma severa le dijo.
Do you see the world through troubled eyes?
And if you want to talk about it anymore,
Lie here on the floor and cry on my shoulder,
I'm a friend
—Oye, así no habla la Hermione Granger que yo conozco, —acercó su pulgar a su mejilla y limpió una lagrima que bajaba por ahí— porque tú siempre has sido una mujer que sabe dar la cara a las situaciones más difíciles. Tú eres la razón por la que no he muerto durante siete años, por ti es que he podido seguir adelante, eres la voz de la razón en un mundo de caos e ignorancia, eres quien me motiva a terminar con todo esto, por no ver tus lagrimas correr de nuevo, no por lo que estamos viviendo.
Cuando termino su discurso, Hermione tenía sus mejillas sonrojadas. Le dio un tierno beso en la mejilla y se recargo en su hombro.
—Gracias, Harry, por ser cómo eres. No sé lo que haría sin ti.
—Estarías más tranquila, sin duda alguna— podrías haber ido con Ron.
Él río, tratando de aligerar el ambiente.
—Eso no es cierto, tú le has dado un significado especial a mi vida.
Ambos sonrieron, abrazados, viendo cómo se consumía lentamente el fuego, sobrando las palabras, por fin sentía que habían vuelto a ser Harry y Hermione, que junto a lo vivido en el cementerio de Godric's Hollow y el baile que compartieron, habían dejado de lado aquellos malentendidos y discusiones que tuvieron el año anterior, convirtiéndose en un par de extraños.
Ya consumida la madera fue turno de Harry para recolectar leña. Pero cuando ya estaba por regresar, gracias a cierto patronus, llegó a un lago y encontró la espada de Gryffindor, que, por su entusiasmo y desesperación, se lanzó al frio lago donde sintió que moriría de hipotermia- si no se ahogaba primero-.
I have seen birth. I have seen death.
Lived to see a lover's final breath.
Do you see my guilt? Should I feel a fright?
Is the fire of hesitation burning bright?
Realmente sentía que esa vez se le iría la vida, que ya no saldría y que todo terminaría, no por Voldemort, sino por su propia estupidez, como en muchas otras veces ya había sido por él mismo que pasaban este tipo de cosas. El frio que sintió en esos momentos, fue equiparable a miles de agujas clavándose en todas las superficies de su cuerpo.
Pero cuando ya estaba dejándose ir, sintió como era atraído a la superficie por alguien. Cuando pudo ver a su salvador se encontró cara a cara con Ron, su pelirrojo amigo estaba parado frente a él, había regresado.
…Todo cuanto deseas es posible, pero también todo lo que temes es posible…
Esas palabras retumbaron en la mente de Harry por varios días, embargado por una mezcla de sensaciones completamente distintas. Cuando se vio a si mismo besando a Hermione, sabia que era el temor más grande de su pelirrojo amigo, pero, muy dentro de sí, reconocía que era el más grande sueño del moreno. Tal vez no era la visión del temor más grande de Ron, sino la del más grande deseo de Harry.
And if you want to talk about it once again,
On you I depend. I'll cry on your shoulder.
You're a friend.
Por eso fue que le dijo que veía a Hermione cómo una hermana, que fuera de eso no sentía nada por ella; la culpa que en ese momento lo invadió fue una de las dos razones por las que le dijo eso, la otra era porque sabia que en el corazón de la castaña estaba el pelirrojo, no él.
Si bien, Hermione reacciono de una manera violenta al regreso de Ron, después de unos días todo regreso a la normalidad, como si nunca los hubiese abandonado.
Ella estaba con la navaja de Bellatrix pegada al cuello, siendo el objeto de amenaza de la enloquecida mujer. Su mente trabaja a mil por hora tratando encontrar un plan que los pudiese sacar de aquel embrollo, pero por más que lo intentaba, no encontraba una probabilidad de éxito. Por eso cuando después encontró a Dobby, en el sótano junto con Luna, Dean, el señor Olivender y el duende de Grindotts, sintió una oleada de alegría, por fin tenia un pequeño rayo de esperanza en aquella penumbra que era su vida últimamente.
You and I have lived through many things.
I'll hold on to your heart.
I wouldn't cry for anything,
But don't go tearing your life apart.
Sangre Sucia
La inmaculada piel de Hermione ahora estaría marcada por aquel recordatorio que la seguidora de Voldemort. Por sus mejillas corrían lágrimas de dolor que por un momento le hicieron creer que terminaría en un estado catatónico, así como los padres de Neville; eso desató su furia contra el heredero de los Malfoy y su despreciable tía, pero a cambio de eso el pequeño elfo domestico perdió la vida en el ultimo momento. Otra muerte que se añadía a la lista de Harry.
Ahora simplemente tendría que preocuparse por terminar de encontrar los últimos tres horrocruxes, la copa de Helga, la diadema de Rowena y a Nagini. Pero ni la sensación de volver a dormir en una cama lo tranquilizo siquiera un poco, el saber que cada vez estaban más cerca de terminar con eso, lo tenían a la expectativa. Tendría que matarlo, volverse un asesino para terminar con todo.
Salió en la fría noche, lleno de un extraño ímpetu. Se sentó en la arena y comenzó a lanzar chispas por la varita de Malfoy que, según Olivander, de ahora en adelante sería suya; era un poco raro utilizar una varita que no era la propia, pero en esos momentos no tenía alternativa.
And if you want to talk about it anymore,
Lie here on the floor and cry on my shoulder,
Once again.
—Tampoco tú puedes dormir— la melodiosa voz de Hermione era acompañada por el suave oleaje y el viento de la noche.
—Deberías entrar, la noche es fría— la castaña lo ignoró y se sentó a su lado, en la arena húmeda.
—Es bueno tener un momento de tranquilidad después de todo. — ella lo miro profundamente con sus ojos chocolate— La noche es muy bella.
"No tanto como tú" pensó para sí. La imagen que tenia de ella en ese momento la atesoraría en sus recuerdos más felices, con su cabello suelto, envuelta en una bata que cubría un vaporoso camisón que seguramente Fleur le prestó.
—Por su puesto que sí, muy bella. — el chico suspiró—Hermione… yo…
—Tú no tienes la culpa de nada, deja de pensar en eso. — ella se abrazó a él, entrelazando sus manos— Ya pronto acabara, y yo estaré contigo.
Y deposito un dulce beso en su mejilla.
Cry on my shoulder,
I'm a friend.
