N/A: Okay. Lo he releído (inserte aquí un número elevado) de veces, así que ya está. #DesafíoDeFuego aquí va.
Lujuria
Lujuria: "Deseo excesivo del placer sexual" así lo definían, y tal cual para Kise era.
La constante necesidad de tenerle cerca de una manera carnal, esa era eso era lo que Aomine le hacía sentir.
Porque en un principio, contemplarle pudo haber sido suficiente. Incluso el fantasear con él. Pero ahora no. Algo tan mundano como yacer se había vuelto esencial para él.
Ya nada se le comparaba al roce de sus pieles. A los besos perdidos durante la madrugada. A sentir sus gélidos dedos descender por la espalda propia. A sostener los mechones azules entre sus dedos. Nada jamás podría volver a comparársele a eso.
El sentirlo era pisar el más suave de los cielos. Podía perfumarse con su aroma, doparse de su esencia, hasta enajenarse por su causa.
Del mismo grado era el tormento sufrido las noches que pasaba apartado de él. Aquellas lo hacían cuestionarse si el no sería Dante y estaría en pleno descenso por el mismísimo infierno.
Desde que le había probado había quedado condenado. Kise era prisionero y la fisonomía de Aomine su grillete.
Había llegado a considerar la posibilidad de que fuese una patología. ¿Acaso un deseo tan vehemente podía catalogarse como normal?
Quizá estuviese demente, quizá no. Lo único que le importaba en el momento, era que el morocho siguiese dispuesto a entregarle lo que necesitaba. Y en los tiempos que corrían, se mostraba más que deseoso de hacerlo.
