Hola gente bonita!
Bueno, hoy en Argentina se celebra el Día de la Madre, asi que este One-Shot esta dedicado a mi mama en este día especial!
Tambien es para todas las madres del mundo en su dia :)
Ojala les guste!
Carlisle me había llevado a recorrer los alrededores. No teníamos nada más que hacer, Edward había vuelto hace unos meses de su etapa de "rebeldía", pero había decidido no acompañarnos.
Estuve tan feliz cuando volvió, Carlisle y yo habíamos estados más que encantados de tenerlo de vuelta, a pesar de que entendíamos su decisión, estábamos preocupados y ambos lo extrañábamos mucho; no era lo mismo sin él. Con el tiempo, Edward se había transformado en algo muy importante para mí, como el hijo que siempre quise tener, aunque intento no pensar en esto cuando estoy cerca de él, lo escucho una que otra vez.
-¿Qué te parece si volvemos, amor?- me pregunto Carlisle.
- De acuerdo- le respondí con una sonrisa.
Fuimos caminando hasta los linajes del bosque, donde comenzamos a correr a velocidad vampírica. Llegamos a nuestra casa en cuestión de segundos.
Al entrar me di cuenta de que Carlisle no me seguí, sino que se había quedado cerca de la puerta con una leve sonrisa en su rostro.
Antes de que pudiera siquiera decir una palabra, el sonido del piano comenzó a sonar.
Edward estaba tocando.
Comencé a avanzar hacia la habitación de donde procedía la música. No lo podía evitar. Había algo en la melodía que me hacia querer acercarme, que me jalaba en aquella dirección.
Al entrar la música se hizo más fuerte, pero más suave al mismo tiempo. Había algo diferente. Esta melodía estaba llena de alegría, dulzura, emoción y una mezcla de sentimientos que llenaba mi corazón de paz.
La música continua llenando el ambiente durante unos minutos, se fue ralentizando hasta terminar con una nota que resonó dulcemente durante unos segundos.
En ese momento, Edward alzo la vista.
-Eso fue hermoso, Edward- lo felicite.
-Gracias. Me alegro que te gustara, Esme- me dijo con un amago de sonrisa que pico mi curiosidad.
-¿Por qué?
-por que la compuse para ti- aclaro con una sonrisa.
-¿De verdad?- le pregunte sorprendida por este gesto.
-Por supuesto, después de todo hoy es tu día y quería darte un regalo- me dijo como si fuera algo realmente obvio.
-¿Mi día?- pregunte, muy confundida.
-Si. Hoy es el día de las madres, y esta es mi manera de decir: Feliz Día, Mamá.
Cuando esas palabras abandonaron su boca, sentí que un calor reconfortante se instalaba en mi pecho, justo donde estaba mi corazón. La felicidad que me recorrió fue tan grande que no me pude resistir a ir y abrazarlo fuertemente, queriéndole transmitir toda la alegría que me atravesó cuando él me llamo Mamá.
Era la primera vez que el me llamaba de aquella manera, pero definitivamente no fue la última.
Se que es corto, pero ojala les haya gustado!
-Euge
