Holaaaaaaaaaa... Nervios mil por el nuev fic y espero esta vez terminarlo. Mi pareja preferida Sasusaku xd Si tienen alguna queja constructiva hacermelo saber que son bienvenidas :D

Sin mas comenzamos.

Amor oscuro, amor letal

Capitulo I: Pesadilla

1.-

03:15 a.m.

¿Dónde estoy?

La pregunta se repetía en su mente ¿Donde diantres se encontraba?. Recordaba haber terminado su turno de hospital y marcharse directo a casa porque su cuerpo ya no podía más del cansancio. Había tenido que atender 5 partos ese día y 4 operaciones de emergencia a heridos de gravedad más las horas interminables de consulta y el papeleo posterior que conllevaba tratar pacientes…

En fin. Un día común.

El paisaje se iba revelando poco a poco a su vista y vio como frente a ella aparecía un camino de piedras, de esos tipos mosaico que las amas de casa adoraban porque les indicaba donde estaba la puerta de su perfecto hogar haciéndote ver como un estúpido que no sería ni capaz de reconocer la entrada.

Siguió el cliché camino con desconfianza y vio como los árboles iban abriéndose camino a su paso. Era un paisaje bastante bonito, tenía un árbol gigante en el centro y el césped crecía de manera regular otorgando un pisar cómodo y suave. Rodeando el camino habían distintos tipos de flores, pero las que más llamaron su atención fueron las hermosas orquídeas color lila…

Orquídeas… le recordaban a alguien… ¿Cuál era su nombre?

Se acerco más a las hermosas flores para poder observarlas mejor y tal vez así recordar el nombre de la persona. O tener una vaga pista de quién era.

Aspiro el exquisito olor a flores y acerco su mano para tocarlas… eran suaves al tacto y le proporcionaban un sentimiento de tranquilidad que no sabía de dónde provenía…

Pero eso duro poco… La flor comenzó a marchitarse bajo sus dedos y la tranquilidad paso a ser una angustia que le estaba carcomiendo el corazón.

Su cuerpo ya no estaba frente a la orquídea estaba en un lugar oscuro y húmedo… el follaje de los arboles había cambiado de un verde bosque a un rojo sangre y entre los arbustos veía 6 figuras irreconocibles a simple vista… Escucho el aullido de dolor y desesperación a través de una voz femenina.

– ¡Por favor, mátenme!No sigan con esto!

Era una mujer… Una mujer que estaba sufriendo. Trato de identificar lo que sucedía pero solo vio sombras. Una de ellas estaba recostada sobre el césped que ahora se veía tenebroso frente a la falta de sol e iluminación, las otras 5 sombras estaban rodeando la primera y uno de ellos le sostenía los brazos mientras los otros reían grotescamente. Voces. Voces masculinas.

– ¡Calla de una vez puta!

Un golpe llego al rostro de alguien y Sakura sospecho que era el de la mujer. ¡Oh demonios! No soportaba la violencia de género. Era simplemente asqueroso agredir a una mujer y peor aún, que no podía defenderse.

Trato de ponerse de pie para ayudar a la pobre chica pero su cuerpo no parecía responderle, una vez más hizo el intento y a los pocos minutos se encontraba desesperada escuchado el llanto de la víctima.

– ¡Deja de fingir hija de perra!

Volvió oír el grito de la chica y gruesas lágrimas resbalaron por su rostro al ver más nítida la imagen.

Estaban abusando de ella.

Se encontraba consternada al ver la horrorosa escena y no poder hacer absolutamente nada. La piel de la mujer sangraba y estaba en carne viva por los golpes… Y ella… No podía moverse, luchaba con toda su voluntad pero sus músculos no respondían.

Entrecerró los ojos para limpiar su vista. Y lo vio.

Cabellos rubios…

El olor de la orquídea…

Su corazón, su respiración, su alma se detuvo… ¡Oh por dios!

.-

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Se despertó aterrada en la soledad de su cuarto con el kunai en la mano y una gruesa capa de sudor en su cuerpo. No recordaba porque estaba tan asustada ni menos porque sentía angustia en su pecho. Giro la cabeza en busca de un posible peligro pero solo encontró el silencio de la noche y su habitación completamente vacía…

–Estúpidos sueños.

Miro el reloj y aun era de madrugada. Le quedaban 6 horas para dormir y llegar descansada al hospital pero ya estaba despierta y su sueño últimamente era bastante irregular. Despertaba en las noches en un estado de pánico y luego no lograba volver a quedarse dormida. Si seguía así le afectaría en trabajo una vez más y odiaba que la gente la compadeciera por las evidentes ojeras que aparecían en su rostro.

Bufo y se levanto pesadamente de la cama en busca de un vaso de agua, ¿Qué es lo que la habría asustado tanto? Llego a la cocina de su casa y tomo el vaso de la encimera para llenarlo con líquido vital… Pero alguien golpeo su puerta.

Se puso alerta casi en estado paranoico y saco un cuchillo del cajón de servicios.

¿Era estúpida? Estaba en Konoha. Se vería como una loca recibiendo con un cuchillo a personas que conocía de toda la vida…

Se paso una mano por la frente limpiando el sudor y dejo el cuchillo donde lo había sacado. Los golpes se hicieron más persistentes y ruidosos.

–¡Ya voy!

Camino más rápido hacia la entrada de la puerta. Y cuando la abrió, grande fue sorpresa, al ver los negros cabellos azabaches. Miro su rostro y estaba marcado de heridas.

–Necesito que me ayudes.

¡Oh claro lo había olvidado!. Ella era una especie de ambulancia móvil que se levantaba a gusto del Uchiha cuando este volvía de las misiones malherido.

–Ve al hospital Sasuke…

El aludido apretó aun mas su mano izquierda sobre sus costillas y vio como esta, estaba con sangre hasta en las uñas. El pareció disgustado por la opción ya que la miraba irritado y con evidente dolor.

–No me gusta tu hospital.

¡Pues entonces que se tragara el dolor! –Son las 4 a.m.

–¿Puedes hacerlo o tengo que morir desangrado en la entrada de tu casa?

Bien. Eso tenía dos posibles interpretaciones. No iría bajo ninguna puta circunstancia al hospital o deseaba arruinarle su hermoso piso de caoba.

Medito unos segundos y se dio cuenta que por más dura que fuese con el no lo dejaría desfalleciendo en el frio. Hijo de puta. Se estaba acostumbrando a tenerla de sirvienta y luego humillarla sacándole en cara que ella era una especie de títere.

–Entra.

Le abrió paso al comfort de su hogar y se adelanto a dejarle apoyar su brazo libre en su cuerpo. Su estado era más grave de lo que aparentaba si ni siquiera rechazaba su ayuda para caminar, le condujo al pequeño cuarto de asistencia que tenía en su hogar y lo dejo sutilmente sobre la camilla recostado.

–Dispara.

Comenzó a buscar el material quirúrgico que necesitaría y a concentrar su chakra para curarlo con sus manos.

–Criminal. Me ataco con una katana en el costado derecho, sin restos en el interior. No había veneno en ella y no toco órganos vitales.

¡Excelente! Se alegraba de que él le prestara atención de vez en cuando. Después de la tercera vez que lo tubo desangrándose en su casa le dio un pequeño curso de cosas en que debía fijarse si quería seguir tratándose con ella personalmente. Era doctora pero no adivina, y los shinobi tenían el pequeño defecto de pensar que ella sabía si las armas eran afiladas hasta tocar órganos o estaban envenenadas.

Una vez encontró el antiséptico la aguja y el hilo comenzó a trabajar silenciosamente, acerco el banco hasta la mesa de operaciones y con una tijera corto la ropa superior de Sasuke.

Teniendo en vista gran parte de su lesión frunció el ceño enfadada. – ¿Cómo diablos tu ego dejo que te hicieran esto?

Sasuke la miro entre ofuscado y enojado. Claro a él no le agradaba que le sacaran sus defectos en cara. Pero era cierto. Sasuke era un traidor y un bastardo arrogante y aun así seguía ostentando el titulo del mejor ninja que Konoha tenía a su disposición. Para él una pelea con katana debería ser un juego de niños.

Paso de la posible respuesta y siguió con lo que estaba haciendo. Aplico el antiséptico en las heridas para desinfectarla y una vez terminado concentro el chakra en sus manos y la herida comenzó a cerrarse lentamente. Miro a Sasuke para ver algún signo de molestia o dolor pero como siempre tenía una expresión relajada y sus parpados estaban cerrados.

–Tienes que dejarlo. –Su tono se volvió preocupado sin percatarse– Algún día será grave y tendrás que ir al hospital.

Aun no entendía porque no le agradaba, las enfermeras se morían por atenderlo y recibía los mejores cuidados que se le podía dar a un paciente. Pero claro el no era precisamente un amante de la atención y los buenos tratos.

El aludido frunció el entrecejo y le respondió agresivamente –Ya te dije. No me gusta. –Esta vez se giro un poco y la miro fijamente con esos ojos de pantera que tanto le disgustaban, era como si viera hasta el fondo de su alma, era como estar desnuda frente a él con todos sus pensamientos y sus sentimientos expuestos.

–Tú eres buena. No hay nada que no puedas hacer.

Bien eso era tenerla en alta estima y se sorprendió de que él le reconocería algún merito, generalmente el súper poderoso Uchiha veía como insectos al resto del mundo y ella era parte del resto del mundo –Pero no soy omnipotente, hay cosas que escapan de mi control.

–Hn.

Volvió a la posición original y se recostó otra vez con los ojos cerrados, Sakura dejo el tema para más tarde y aprovecho de tomar el anestésico local para que no sintiese la sutura. Tsunade le había enseñado que con heridas no-graves debía ocupar energía justa y necesaria. Nunca sabias si algo más grave entraba por la puerta y ya no tenias chakra para tratarlo.

Comenzó la rutina de puntos. Aproximadamente necesitaría unos 15, luego aplicaría la pomada regeneradora y le cubriría la herida con material estéril.

Una vez acabado lo dejo descansar mientras ella se dirigía a la cocina, preparo un café y saco del horno uno de sus postres caseros de esos que al parecer él podía tolerar a pesar de lo dulce.

Volvió a ver a su paciente no-favorito y le indico que tratara de levantarse para recostarlo en el sillón y así pudiese dormir. Ambos siguieron con pasos lentos hasta la salita y una vez sentado, el chico se inclino hacia adelante para tomar entre sus manos la agradable comida que ella había preparado.

Sakura se sentó a supervisar la alimentación del pelinegro no particularmente interesada en su dieta, pero si quería que se largara pronto tenía que comer lo adecuado para que su cuerpo tuviese las fuerzas necesarias de poner su culo lejos de su casa.

–En serio no lo volveré a repetir. Esta es la última.

El chico miraba su taza de café y una sonrisa arrogante asomo por sus labios –Como digas.

El no se lo creía. El muy perro sabia la debilidad que tenia ella con él y se burlaba en su cara de sus advertencias que el fondo ella misma sabia que eran vacías.

–No, Sasuke. No estoy bromeando, cada vez que vuelves de una misión asaltas mi despensa y mi espacio personal –Inevitablemente cruzo sus brazos sobre su pecho y comenzó a morderse las mejillas– Ni si quiera Naruto es tan quisquilloso con el tema del hospital, deberías estar agradecido. Konoha tiene la mejor asistencia médica del país y tú te das el maldito lujo de rechazarla.

El miraba el suelo con aburrimiento. No la estaba escuchando. Miro hacia la mesa y se percato de que el plato con ensalada estaba sin tocar.

–Tienes que comer.

–No tengo hambre –Dijo él con evidente fastidio era sabido que odiaba las ordenes.

–No te pregunto si las tenias, y no creas que no te apretara la nariz si es necesario –Hizo un gesto con su cabeza hacia el plato de ensalada – Ahora. Come. Ordenes de tu doctora.

Sasuke la miro fijamente y luego comenzó a comer con lentos bocados lo que ella le indicaba, sin quitarle la vista de encima. En un intento fallido de intimidarla.

Sakura decidió que era suficiente supervisión y que el sueño estaba volviendo a ella otra vez, se despidió fríamente del pelinegro.

–Encima de la despensa están los antibióticos, te levantas dentro de 4 horas a tomarlos como medida profiláctica. El tratamiento dura una semana y mañana quiero tu trasero durante la tarde en mi hospital –El pareció querer replicarle– No me interesa. Estarás ahí. No abuses de mi paciencia –Le miro fijamente para hacerle entender que era una decisión tomada y sin "Peros" –Realizaremos el maldito cambio de vendajes y te daré más antibióticos. Si te atreves a faltar y malgastar mi tiempo te aseguro que una posible infección será el menor de tus problemas. Buenas noches.

Odiaba hacer el papel de bruja con Sasuke, pero era el paciente no-favorito por una simple razón, no acataba ordenes, y si quería que le obedeciera debía ponerse firme y enfadarse. Ese era su papel después de todo. Como persona común le gustaba ser agradable con el mundo, como doctora debía hacer que se acataran sus indicaciones o se ponían en riesgo la salud del paciente.

Sabiendo que la tenia nerviosa la presencia del paciente no-favorito en su casa, se dirigió con paso seguro a su cuarto a tratar de conciliar el sueño.

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Termino de comer la ensalada y se recostó lentamente sobre el sillón de la sala. Escucho ruidos desde la habitación más lejana y supuso que Sakura estaba preparándose para dormir nuevamente. Tenía que trabajar al día siguiente y debía aprovechar de descansar con un reponedor sueño nocturno.

El por su lado no sentía ni la más mínima culpa de interrumpirla en su descanso. No sabía cómo diablos había llegado a ese extremo, pero tres meses después de volver a Konoha una de sus heridas se había infectado y como odiaba tener enfermeras nerviosas a su alrededor y Sakura no estaba de turno para poner orden decidió ir directamente a su casa para reparar el asunto.

Solo curaría su herida y se marcharía, desde que había vuelto ella era un tanto arisca con él y no le gustaba demasiado su presencia a su alrededor, inventando razones estúpidas para estar lejos de él.

Al principio ella se negó con la excusa de que no tenía el material necesario en su casa para atenderlo pero después de mucho insistir cedió y le curó sus heridas, le dio un lugar donde dormir a pesar de que su casa era pequeña y antes de irse a descansar le dejo sobre la mesa de centro una bandeja con comida que ella había preparado.

Fueron pasando los meses y poco a poco se volvió adicto a la atención de Sakura. Ya no iba al hospital porque no le gustara, ahora la casa de ella era más agradable que cualquier lugar en este mundo. Y no entendía porque, no entendía porque le gustaba estar cerca de ella, no entendía porque se relajaba tanto cuando la mujer ponía sus manos sobre su piel para curarlo, no entendía porque le resultaba fastidioso que le preguntaran cosas excepto ella. Y aunque no fuese bueno con las palabras respondía lo suficiente para que Sakura le siguiese hablando, su tono de voz era melódico y tranquilizador, se sentía calmado cuando ella decía su nombre o cuando pronunciaba cualquier oración.

Y la situación lo estaba abrumando especialmente cuando se dio cuenta que se había dejado herir por ese inútil criminal para que ella le atendiera. Siempre decía que no lo volvería a aceptar en su casa y sin embargo cada vez que golpeaba su puerta poco a poco se derretía ese iceberg hasta que lo dejaba entrar.

Pero aun así nada era igual y eso era lo que más odiaba. Ella ya no era la chica chillona y bulliciosa que conoció, no se desvivía por atenderlo ni estar pendiente de él. Es más sospechaba que aborrecía su presencia a ratos. Era más autoritaria y solitaria que antes y no solo eso, sus ojos, tenían un extraño matiz de guerrera… Ese brillo luchador que adquieres cuando has pasado por el infierno y has vuelto para contarlo.

Se había vuelto desconfiada. En varias ocasiones llevaba armas ocultas bajo la mano en caso de emergencia y era estúpido considerando que Konoha era un lugar seguro. ¿Por qué deberías portar armas en tu propio hogar? No se supone que para la gente común su casa era símbolo de seguridad y confianza.

Ya no entrenaba con el equipo 7 y no salía a misiones….

Ya no era Sakura…

Y él quería saber por qué.

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Fuuu... Aclaraciones: Sasuke ha vuelto a Konoha hace aproximadamente 6 meses. La mujer que sufre en sus sueños se ira revelando al pasar de la historia y como afecto este sueño y posible realidad en la vida de Sakura.

Es cierto que la historia tiene un poco de OOC pero es solo una pincelada para desarrollar la trama, Sasuke no se vuelve un romántico empedernido ni Sakura una princesa en apuros.

Espero que os guste la historia y si tengo unos 10 reviews subo el segundo cap dentro de 5 días!

Saludos hermosas.