Hola a todos! :D Espero que disfruten de la lectura ;)

Death Note le pertenece a Tsugumi Ōba y a Takeshi Obata, así pues, no escribo con intenciones de lucro.


PRÓLOGO.


Por fin la larga espera finalizaba, pero ahí seguía, esperando. Tan solo unos segundos, no mucho más, quizás menos... Silencio. Era eterno. Tan solo mi corazón me indicaba que estaba ahí, que tenía un lugar en aquella existencia sino... ¿cómo podría asegurar que yo estaba allí? Lo sabría quizás de alguna manera, pero entonces, la música llegó a mí para arroparme. Todo comenzaba...

Mis parpados formaban un muro para mi vista. La realidad no era la que quería ver, no, ahora no. Necesitaba sentir, correr y fluir junto la música. En esos momentos, no debía ser yo, no podía y ni debía. Lo único que me quedaba era dejarme llevar y reencarnarme en alguién que no era. Ése era el único modo, sino, estaría perdida.

Blanca. Suave, lento, frágil, inocente. Sí, el compás era así y me tendía la mano para que fuera yo como él. Pura y con movimientos gráciles y sencillos. No había más, simplemente, simplicidad. Sí, así era yo en esos instantes, los sentimientos fluían en mí y no sentía otra cosa que felicidad. Todo era fácil, todo era esperanza, ilusión. El paraíso estaba ante mí y ante él, no podía haber ninguna corrupción. Así pues, yo estaba limpia y mi alma sin ninguna sombra. ¿Qué problema podría surgir entonces? Nada podía contra semejante poder, por eso yo sonreía y era invadida por la tranquilidad. Hasta que...

Gris. Ahora el gris me alcanzaba. La música se tornaba fría, me abandonaba, pero aún había tintes de esperanza, su ritmo no me terminaba de dejar, pero yo sabía que finalmente lo haría. ¿Me rendiría o lucharía? Ya no me podía dejar llevar, tenía que poner resistencia, aunque no serviría para nada. Pero esa era la prueba. En mi interior sabía lo que pasaría, solo estaba en mí tomar la decisión. Y lo decidí justo en ese mismo instante. Entonces mi cuerpo comenzó a flaquear...

Ahora no... por favor. Hemos sufrido tanto juntos, ¿por qué me dejas justo en este momento?, ¿Es tu venganza? Sí, yo sabía que lo era, te conocía demasiado bien. Tantas batallas juntos como para no reconocer ahora tu lenguaje. Te lo suplico, ve en pareja con mi mente, no soportaría una nueva derrota. Te he machacado, te he maltratado, te he hundido y sé que tarde o temprano me lo harás pagar, pero hoy no, en este momento no. No te lo permitiría. No que ahora la esperanza me dejaba y el ritmo se tornaba negro. Justo es ahora cuando hay que luchar. No flaquees...

Negro. Sí, él ya había llegado. No tenía fuerzas, no podía... mis lágrimas se agolpaban luchando por salir de mis ojos y seguir el camino de mis mejillas para morir en la línea que formaba mi mandíbula. Me dolía, todo en mí era doloroso. Los movimientos antes delicados, ahora eran bruscos, desesperados, desgarradores. Yo no podía, era demasiado para mí. ¿Cómo luchar contra una fuerza sobrehumana? ¿Cómo enfrentarse cuando tu propio cuerpo y mente se volvían contra tí? Estaba ahí, detrás, al lado, delante, dentro mía. Me poseía. Era inútil intentar escapar. Me había encontrado y ahora imposible ocultarse.

No me rindo, aunque el final ahora está más cerca que nunca, pero no lo hago. Yo no chillo, es mi cuerpo el que lo hace. Me pide que me detenga y poco a poco mi mente va cediendo a sus deseos. Mi mente, ella que era la última en fallarme... Pero todo pronto acabaría, se lo prometí, solo era un instante más, un instante en el que moriría luchando. Jamás me rendiría, pese a que él hacía que las cuerdas tirasen de mí y apretasen. Más dolor. El reloj contaba ya su cuenta atrás. Tensión

No dejaría que te hicieras con mi alma. Toma mi cuerpo y mi mente si quieres, son todo tuyos, pero mi alma aún era blanca, sin sombras. ¿No lo recuerdas? Así era al principio de todo y así seguiría siendo, para siempre. Con ella nunca te quedarías.

Sí, llevame Muerte, tú que has aparecido en esa forma de dios. Te haces más fuerte cuando yo me hago más débil. Esa es tú felicidad y por eso me amas. Sin mí no serías nada. Eres inmortal, pero has de venir a por mí si quieres vivir. ¿De verdad tú eres el dios? ¿Por qué entonces necesitas de mí? Yo no necesito de tí y aún así soy yo la insignificante, la que va a morir.

Te odio por ello, patético dios de la Muerte. Llévate contigo todo lo que deseas de mí, sabes que lo más importante que tengo no podrás ni tan siquiera tocarlo. Tú no, aunque me ames, eso no es amor. Mi alma sólo será para otra tan pura como ella, no para tí. Negro.

Caigo y suelo me acoge con su frío abrazo. El dolor desaparece, mi mente calla y la música cesa. No hay ningún movimiento más, excepto el de mi pecho que respira agitado. Ya te has ido, ya te has llevado todo. Me has matado.

Entonces, abrí los ojos.


Bueno, hasta aquí el prólogo de mi primer fanfic en esta web ^^. Sé que es un poco (mucho jajaja) misterioso y poco entendible, pero mejor empezar así, no? :D En el próximo capi aclararé todo.

Muchísimas gracias si te has parado a leer y el doble e infinitas gracias si te has molestado en dejar un review.

Nos vemos pronto :)