¡Hey, hey, hey!
Llego raspando a la Bokuto Week. Serán viñetitas todos los días, durante toda la semana. ¡Espero que las disfrutéis!
La consigna del día 1 es "Búhos". Y la canción es "Period", original de Fullmetal Alchemist: Brotherhood, cover y traducción por Amalee. ¡Pueden encontrarla su canal de Youtube!
Disclaimer: Haikyuu! le pertence a Haruichi Furudate y esta obra es sin fines de lucro.
Búhos
Don't you dare look away
From this one reality
Find the courage to stand up and fight
Enredado en su camiseta. La espalda contra el acero frío y doloroso de las taquillas. Clavándosele entre los omóplatos, sobre la cicatriz que se hizo a los once años. Las manos cubriéndole el llanto, el tsunami de emociones contra sus ojos de ave rapaz. El alma envuelta en un pañuelo.
Si no hubiese sufrido esa bajona en medio del partido. Si se hubiese puesto el equipo a la espalda y hubiese seguido remando, como un buen capitán. El barco había encallado en medio del océano turbulento y no les quedó otra que tomar armas a quienes no les correspondía. Saltar a los botes salvavidas. Remar el Titanic con dos palitos de helado a través de una tormenta.
"Aprovecha este tiempo para calmarte; mientras no te paso nada".
Coño, Akaashi, el capitán deberías ser tú.
Dejó que su segundo al mando comandara la batalla cuando él no había sido derrotado del todo. Aunque no es que pudiese haber hecho mucho para detenerle. Prácticamente le arrancó la lanza de las manos y la convirtió en una pelota de vóley. Se peleó a cañonazos con el equipo contrario. Todo mientras Bokuto deambulaba por la cancha con el cuello hecho un nudo después del último lanzamiento fallido.
Sin reponerse. Estorbando.
Cuando el silbato doble indicó el final, no se le ocurrió nada que decir. Salió corriendo. Se abrazó las rodillas, intentando hacerse invisible; tarea imposible en su cuerpo monstruoso y hecho de músculos. Cubriéndose a sí mismo con los brazos del grosor de árboles. Escondiendo las lágrimas y el sollozo en grito. El pelo blanco aplastado por el sudor, escondido tras sus antebrazos.
Escucha pasos, una puerta que se abre y seis voces que conoce muy bien. Encabezadas por su mano derecha. Voz que se calla cuando da un par de pasos en su dirección. Cuando dos manos más delgadas que las suyas, y más fuertes al mismo tiempo, le alzan la cara empapada en angustia. Akaashi no dice nada, sólo lo observa. El puchero amenaza con atacar otra vez.
–Perdón. –dice Bokuto, pero lo único que le sale es un gemido lastimero. El llanto le sacude el pecho. –Perdón. Perdóname.
Debería pedirle a todo el equipo que le perdone, pero siente que su deuda es con quien se puso el partido al hombro. Con quien apoya su frente contra la suya y le llora en la cara. Antes de ceder frente al abrazo furioso de Bokuto, quien lo abraza presa del llanto. Es rodeado por los otros cinco búhos.
–No había forma de ganarles. –repone Yamato, su cara contra la espalda de Bokuto. –Esos tíos estaban hechos de acero.
–Todo bien, Bokuto.
–No es tu culpa.
–Hey, hey, hey.
El intento fallido de su grito de guerra en labios de Haruki hace que sonría, cabeza escondida en el pecho de Akaashi. Se ríe en medio del llanto. Y luego deja que, todos juntos, sus búhos le aleteen alrededor y sean presas de su propia angustia. De su propio estupor.
Y agradecer tenerlos ahí. Ayudándole a extender sus alas destrozadas.
An unbreakable bond will forever link our hearts
There's no spell,
No Hell that will undo us (ohh)
We have made it here at last
In this never-ending dance
And we'll live through this
Period of time
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¡Hasta mañana!