(El Lay de Êlglîn)
Oh Êlglîn dama del bosque de la espuma.
Vos erais Guerrera más que doncella.
Fatal día frente a la fuente caminabas,
oh, desgraciado momento,
en el cual el corazón te robo un joven elfo.
Pero tu suerte no cambio, la guerra estallo
y el mal de nuevo en el paso de Draug reinó,
con cien elfos bien armados a la lucha tu acudisteis,
pero la desgracia no seria la batalla que enfrentaríais,
si no fatal encuentro con aquel que de
tu corazón se hizo acreedor.
Oh, como te impacto, pues si a la muerte no temíais;
Del amor vos realmente huíais .
Después de la batalla vuestro amado os confeso,
que el también la había amado desde ese día
que en el bosque de la espuma por descuido
en vuestros azules ojos miro,
pero vos no soportasteis y huisteis.
El tiempo paso y de vos nadie supo,
Thônros deshabitado quedo
pero de vos ni un rumor.
¡Oh!, la desgracia siempre te acompaño
Pues el día en que disidisteis declarar vuestro amor
fatal suceso ocurrió.
Os dirigíais a Ithilien, a donde vuestro amado se encontraba,
pero oh, una terrible emboscada,
y en desigual batalla con tu lobo y tu espada
derrotasteis a los que te atacaban.
Pero mortal herida recibisteis y a rastras te alejaste
de los cuerpos de tus enemigos caídos.
Casi inconsciente te encontró tu amado,
y sin muchas fuerzas le dijisteis:
Os amo, os he amado desde aquel día frente a la fuente,
él te repitió lo mismo, pero tu piel palidecía y tu vida se desvanecía.
Y en brazos de tu amado pasasteis los últimos instantes de vuestra vida,
y le pedisteis que no se dejase morir, por que algún día vos volveríais.
Oh Êlglîn dama del bosque de la espuma, la que el brillo de las estrellas en su mirada llevaba,
ahora ese brillo se ha desvanecido y a la orilla del mar tu amado llora su pena; desde el oeste, en las tierras imperecederas.
