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La decisión de Ranma

Oneshot

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Tras estar viajando durante seis meses, finalmente hemos regresado.

Estamos en un viejo onsen, quedamos de encontrarnos con mi madre y los demás acá, pero llegamos demasiado tarde y todos se encuentran durmiendo.

Siendo media noche, aún me cuesta bajar el ritmo tras estar entrenando duramente en China. Así es, estuvimos casi seis meses lejos del dojo Tendo, el señor Soun, mi papá y el viejo libidinoso; entre viajes, soportar al trio de lentos, tratar de encontrar la cura a esta maldición, soportar las obscenidades del viejo degenerado, pasar penurias, morirnos de hambre, aprender de nuevas técnicas, hacerme más fuerte...no podía dejar de extrañarla.

Durante todo este tiempo, durante estos largos seis meses, no pude olvidar la sonrisa de Akane al momento de decir adiós en el pórtico del dojo. Le prometimos que regresaríamos, y acá estamos. Le prometí que me volvería un hombre completo, pero...fallé.

Hundido en el agua caliente, mientras veo el oscuro cielo a mi alrededor me pierdo en mis pensamientos y preguntas "¿Cuál es mi misión?" "¿Cómo debo continuar?" "¿Soy lo suficiente bueno para ella?"

Antes de partir nuevamente a China y a punto de cumplir 20 años, prometí que al regresar tendría una respuesta para todas las preguntas. Enfrentaría a cada una de mis supuestas prometidas, decidiría cuál sería mi futuro y con quién querría compartirlo. Se lo dije a Shampoo, Ukyu y a…Akane. Ya no soy un niño y es mi deber enfrentarlas, de no decidirme por nadie, me iría de este lugar y retomaría la vida solitaria que mi padre me enseñó.

Pero…¿Cómo lograrlo? Me es difícil imaginar dejar de ver a mi madre, a quien extrañé toda mi vida y que hoy está tan cerca de mí, extrañaría a la familia Tendo, a mis amigos, a mi padre, a las locuras del viejo aunque no quiera reconocerlo y…la extrañaría.

Así es Ranma Saotome, la extrañarías más que a nadie. Porque se siente como hogar…como casa, como familia. Pero yo no soy suficiente para ella.

Continué observando el infinito, tras las nubes aparecían los débiles rayos de la luna menguante. La brisa erizaba mi piel la cual se regocijaba de gozo al sentir aun el calor de las aguas termales. De mi interior dejé salir un suspiro, fuerte y profundo. Hasta que di cuenta que en el lugar no estaba solo.

-Veo que aún no puedes dormir Ranma-kun.

El señor Soun estaba a mi lado contemplando el cielo y sonriendo. Siempre me dio curiosidad como la calma de este hombre llenaba cualquier espacio y como logró ser amigo de un viejo tan farsante como mi padre.

-Así es- respondí.

Su calma me inquietaba y en muchas ocasiones me hacía sentir incómodo. No tengo recuerdos de que hayamos mantenido una larga conversación, solos. Tal vez en esa ocasión cuando Akane se volvió muy fuerte o fuimos en busca del secreto del viejo Happosai, pero nada muy profundo. Finalmente escuché que pronunciaba mi nombre y di vuelta a verlo.

-Quería agradecerte Ranma-kun. Pasar todo este tiempo junto a un joven tan hábil como túde verdad fue muy entretenido. Me hizo recordar viejos tiempo y tanto tu padre como yo, no sabemos cuándo podremos volver a disfrutar de este tipo de aventuras. Sinceramente agradezco haberlo compartido contigo, muchacho.

El señor Soun me dio una sonrisa, una gran sonrisa. Yo solo asentí y guarde silencio. Siempre he sido torpe con las palabras y más cuando alguien me trata amable. En realidad no sé cómo reaccionar. Mi padre nunca me enseñó a serlo, en realidad, nunca fue muy cariñoso y atento conmigo que digamos. Tal vez, de haberme criado junto a Ofukuro tendría una personalidad más dócil, como la del señor Soun.

- ¿Sabes? Cuándo decidimos el compromiso de unir las escuelas con Genma, nunca creíamos que las cosas se saldrían de nuestras manos.

Al escuchar sobre el compromiso no pude evitar que mi cuerpo se sintiera tenso. Él sabía que mañana sería el día que decidiría si continuaría siendo el futuro del heredero del dojo o no. Las palabras no salían de mi boca y solo fijaba mi vista al frente.

- Sé que Akane es una muchacha difícil, torpe, no sabe cocinar, es terca y tiene muchos defectos por mejorar. Pero es mi pequeña y sé que sabrá seguir adelante.

Al escucharlo sentí mi corazón latir con presión "¿Querrá terminar el compromiso?" me llené de angustia y lo miré fijamente tratando de impedir que siguiera hablando. Mi mirada se posó en el rostro del señor soun, pero no me devolvió el gesto, sino solo se quedó viendo el cielo. Sin duda, está rompiendo el compromiso con su hija, pero ¿Por qué me siento tan nervioso?

- Ranma-kun, solo quiero que sepas que, sea cual sea tu decisión, y si Akane no es con quien deseas estar, el dojo Tendo siempre tendrá las puertas abiertas para ti y tu padre. Son parte de la familia.

Al escucharlo, sentí un giró en mi estómago, "¿Familia?" él me considera parte de su familia…una palabra que desconocía hasta que llegue al dojo Tendo. Acostumbrado a vivir sin un lugar donde regresar, creía cuando pequeño que tener un hogar debía ser bastante aburrido, sentir la presión de tener que volver, de compartir las comidas, las fechas importantes del año, la rutina…todo eso lo aprendí junto a la familia Tendo. Sin embargo, cómo puedo aceptar lo que me dice, si su hija es mucho más de lo que alguien como yo se merece. Haga lo que haga seguiré siendo un hombre incompleto, una burla.

No pude verlo al rostro, menos decir algo. Inconscientemente me levanté del agua y me encaminé hacia la salida ¿Debía darle las gracias? Que rabia ser tan torpe para estar cosas.

- Yo también lo pasé muy bien en el entrenamiento señor soun…y gracias por sus palabras- no tuve el valor de darme vuelta. Soy un sujeto de pocos modales, hablarle a un adulto mientras le doy la espalda…pero antes de seguir avanzando, nuevamente escuché su grave voz.

- Si deseas seguir tu camino, Ranma-kun, yo, Tendo Soun, no te guardaré rencor. Ya ha pasado mucho tiempo y al darme cuenta de lo mucho que has crecido, no puedo obligarte a nada muchacho. Disculpa por mis sentimentalismo, pero quiero que sepas que Genma es muy afortunado de tener un hijo como tú.

Al escuchar esas últimas palabras me retiré del lugar.

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El frío comenzaba a hacerse notar, me vestí con la yukata y me pasé la toalla por el cabello mojado. Pensé en las palabras del señor Soun, no sabía cuán equivocado estaba. Desde hace mucho tiempo ya me había hecho a la idea cumplir la promesa de ser el heredero del dojo y mantener el estilo Musabetsu Kakutō Ryū. De hecho, la idea nunca me molestó...Me sentía agradecido y honrado que una familia, como la Tendo me diera un espacio.

Yo Ranma Saotome, un joven quien solo le importaban las artes marciales finalmente había encontrado algo que proteger, a quien proteger, sin embargo…Akane se merecía a alguien mejor. Con esa idea en la cabeza, me encaminé a mi habitación. Al entrar vi a mi padre convertido en ese viejo panda mientras dormía apaciblemente al lado del viejo libidinoso.

¿Irme de acá? ¿Tendría el valor de retomar la vida solitaria que me enseñó este viejo? Indeciso, cerré la puerta de la habitación. Sin duda esta noche sería sumamente larga. Al pensar en un futuro con ella llegaba a la conclusión que, sin duda, sería genial. Aunque ambos tengamos mal carácter, seamos impulsivos y un poco tercos, ella mucho más que yo. Sin duda somos un gran equipo, invencibles de vencer. Una sonrisa torcida se reflejó en mi rostro y sin darme cuenta estaba frente a la habitación de las chicas.

¿Akane estará ahí dentro? Si abro un poco la puerta, nadie se dará cuenta. Solo necesito verla dormir, unos minutos. Tal como lo hacía de vez en cuando al escabullirme dentro de su habitación sin su permiso. Tras el combate contra Saffron, me tranquilizaba verla respirar. Si se entera, estoy perdido.

Finalmente me atrevo a mover la puerta corrediza, hasta que siento un duro golpe en la cabeza que me deja congelado. Era ella, sin dudas. Tras seis meses de no verla, estaba allí, atrás mío.

- Bienvenido, Ranma…

Y tras escuchar esa dulce y anhelada frase, siento sus brazos rodear mi cintura y hundir su rostro en mi cuerpo. Su respiración cálida me inunda el pecho y me da seguridad. Aquella seguridad que había perdido. Finalmente tengo mi respuesta. No podría alejarme de ella. No podría separarme de su cuerpo, ni tendría el valor de verla junto a otro hombre, que no sea yo. Todo su menudo cuerpo era perfecto para mí. Calzaba a la perfección, cada pieza, cada centímetro de Akane, como si estuviera hecha para mí.

En un lento giro, la miró a sus avellanos ojos y sin decir palabra, la tomo de una de sus manos y nos alejamos del pasillo. No quería que nos interrumpieran y debía verla a la luz. Tras avanzar un par de metros, encontramos una habitación vacía y sin pensar ingresamos.

- ¿No te he visto durante meses y esta es la forma en qué me recibes? Además qué hacías frente a la habitación de las mujeres, sigues siendo igual de pervertido Ranma Saotome. Al parecer solo aprendiste las mañas del maestro…

Sus quejas las escuchaba a lo lejos, estaba hipnotizado. Veía como sus labios se movían rápidamente de disgusto. Su ceño fruncido, sus ojos adornados por unas leves ojeras notando que no ha dormido bien. Sus hombros están más delgados. Mientras me regaña sin razón, como siempre, aprovecho de contemplarla. Sin darme cuenta de mi boca dejo salir una pequeña risa, quebrando mi silencio y llamando aún más la atención de ella.

Ranma! ¿te ríes de mí? Pues bien, si solo llegaste para burlarte de esta torpe marimacho, mejor me voy a mi habitación.

Vi su cuerpo girarse, tenía las manos apretadas y mordía su labio inferior de rabia. Era un gesto que tenía, común y banal, pero que hoy tenía un color especial. De forma apresurada e inconsciente, la tomé de su mano y la acerqué a mí.

- No me dejas ni hablar marimacho y ya te vas. Veo que tu mal carácter no ha cambiado.

Pude notar como sus mejillas se sonrojaban, pero al igual que yo era muy testaruda como para admitirlo. Sentí como trató de alejarse de mi cuerpo, comenzando a luchar contra mis brazos.

- Ya te dije, si solo viniste para burlarte es mejor que te vayas.

- Eres una desconsiderada, no sabes por todo lo que tuve que pasar a causa de las ideas de nuestros padres y ese viejo abusivo ¿Y me recibes con gritos? Llevamos 6 meses sin vernos y lo único que puedes decir es que me marche otra vez ¡¿De verdad necesitas más tiempo para extrañarme pecho plano?!

- ¡¿Qué?! Eres un ególatra, quien te dijo que te extrañé…eso…no…

Y vi como de sus ojos comenzaron a brotar lágrimas ¿Acaso yo era el culpable de ellas? Finalmente Akane cedió y apoyó su rostro en mi torso, aferrándose a mi yukata con fuerza, tratando de contener el llanto. Por mi parte, no sabía cómo reaccionar y tras unos segundos posé mis manos en su cintura, hundiendo mi mentón en su hombro.

- Calma Akane…No se te dan las lágrimas, niña boba.

- Dime, ¿Por qué regresaste si mañana te volverás a ir? Eres cruel…Ranma…- podía escuchar su voz baja y con miedo. Sin embargo no entendía la razón de sus palabras.

- No...no entiendo, a qué te refieres

- Mañana darás tu decisión y está claro que no te quedarás…

Ah…eso era. Pero como podía ser tan boba. Cómo no podía darse cuenta que si estaba allí, junto a ella, abrazándola es porque hace muchos años ya estaba decidido en compartir mi futuro con ella.

- Akane yo...

- No digas nada Ranma, al menos será un abrazo de despedida.

Noté como se separó de mis brazos para darme una gran sonrisa. Era la misma de hace años, la misma que me dio para decir que estaba bien tras llorar en los brazos del doctor tofu. Ella seguía siendo la misma, sincera, amable y...bonita. Sin embargo, yo había cambiado, mis sentimientos habían cambiado. Esa sonrisa no sólo me desencajaba, sino que me volvía a enamorar una y otra vez ¿Como podría separarme de ella? Como un acto reflejo, la abrace con ahínco, quería que sintiera que estaba en el lugar correcto. La respiración de akane estaba agitada, seguramente sorprendida por mi acción.

- Escúchame akane. Volví porque es acá donde debo estar, porque es mi...

- ¡No lo digas! No quiero que digas que te quedas para ser el heredero del dojo, por la promesa de nuestros padres...yo...

Rápidamente la separé de mi cuerpo y la besé. No se de donde saqué el valor, para hacerlo. Si bien no era la primera vez que la besaba, está vez no actuaría como un niño pequeño. Ya no lo era. Soy un hombre y debo hacerme cargo de mis sentimientos, de los de ella. Protegería sus sueños y su futuro. Me separé unos milímetros de sus labios y noté su rostro de sorpresa, aún podía notar unas lágrimas tímidas a punto de caer de sus ojos las que limpie con uno de mis dedos.

- Escucha akane y no hables. No me iré de tu lado, ni del de tu familia. Nos haremos cargo del dijo tendo y lo convertiremos en el mejor de Japón. Juntos

- Ranma...eso quiere decir, que tú...

- Así es marimacho, te escojo a ti. Desde hace mucho tiempo solo fuiste tú...

Vi como sus ojos brillaban con intensidad, mientras sus labios trataban de balbucear palabras. De pronto comenzó a golpear mi pecho con sus manos. Sin duda, estaba molesta ¿y quien no lo estaría? Espero demasiado tiempo.

-¿Cómo puedes venir y decir eso? ¿Sabes cuánto tiempo esperé este momento? Y...y tu vienes y lo haces todo tan fácil, mientras yo...

No podía decir palabra. Ella tenía razón. Por mí culpa ha pasado duros momentos, se ha visto en peligro cientos de veces, al borde de la muerte. Esperé que se cansar a de golpearme y le acaricie la cabeza con brusquedad. Akane estaba casi o más nerviosa que yo. Pero, si esta era mi decisión, ella debía saberlo antes que todos.

-Dime que sientes lo mismo Akane.

-Eres un tonto Ranma...

En ello su cuerpo se acerca al mio buscando un poco de regocijo. Me extrañaba tanto como yo a ella. Sin embargo, recordé que no pude encontrar la cura a pesar que viajamos tanto por seis largos meses, no fui capaz de ser quien realmente se merece. Entre rabia y dolor le devolví el abrazo apegándome más a su cuerpo. Pase mi brazo por su cintura y hundí rostro en su cabello. Por un momento sentí que dejé de respirar.

- Ranma...qué ocurre...

No pude responderle. Tenia miedo de contarle que mi viaje, esfuerzo y entrenamiento no tuvo resultado alguno. Mi silencio y mi angustia se hizo notar al abrazarla fuertemente conrta mi. Sus brazos me rodearon y pude sentir su calidez.

- Te extrañé

Sin pedírselo, sus palabras le volvieron el aire a mis pulmones. La sensación de estar en el lugar correcto en mi hogar, en mi casa. No quería separarme de ella por nada. Pero aún tenía este maldito problema... Akane se merecía alguien mejor que un fenómero. Y como si hubiera leído mi mente, sus ojos se posaron en los mios con intensidad, comprensión y deseo.

- No importa lo que ocurrió allá Ranma, me alegro que hayas vuelto

Una vez más esa sonrisa que entregaba tanto, que era todo para mi, que era mi fuerza, mi locura y mi energía. Solo sabía que estaba en el lugar correcto y que no deseaba nada más. Estar entre sus brazos era mucho más de lo que podía pedir. Ella, sin previo aviso y sin darme cuenta se convirtió en todo para mi, por quién daría mi vida y más si podía. Y por ella trataría de ser mi mejor versión hasta el fin de mis días, a pesar de mi maldición, a pesar de mis errores. Y en un suspiro agudo y tenso dejé salir de mis labios aquello que sólo, a centímetros de la muerte, me atreví a confesar.

- Te amo akane

Sin dudas, ni bacilos, era lo correcto, ella debía saberlo. Porque era mi fuerza, mi energía, mi razón de ser mejor. Sentí su mirada tímida y satisfactoria, entregándose en un beso tierno y sin límites. Un beso anhelado por todo este tiempo y que hoy tenia sentido.

- Por fin lo dijiste

Sus brazos cruzaron mi pecho con intesidad y con el mayor de los orgullos la aprese entre los mios, nada nos separaría, porque yo era su promteido y yo sería quien la protegiera de todos, del mal, de sus miedos, hasta de mi mismo. La amaba. Con locura. A pesar de todo. A pesar del tiempo, de la espera. Ella era todo para mi. En un fuerte abrazo nos unimos, podía sentir su sonrisa cálida mientras mi inseguridad iba despareciendo. Y es que Akane era mágica, podía apagar todos mis temores con una sola mirada.

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Hello! Se que tengo stand by mi otro fic, pido disculpas ,no me odien. Pero ocurre que mientras pienso en como continuarlo me imagino ciertas escenas que no juntan ni pegan con la otra historia. Por ese motivo, aprovecharé este espacio para comenzar una serie de one-shots para practicar mi estilo y perfeccionarme. Sin duda fue muy romántico todo. Creo que siempre faltó en el manga o en la serie una conversación más profunda entre Soun y Ranma...por eso inicié la historia con ellos dos.

No se si todos los One Shots sean sobre Ranma y sus pensamientos. Tal vez algunos sean narrados por otros personajes o en tercera persona. Veamos que sale. Muchas gracias por leer hasta aquí.

Espero sus comentarios para ver que les parece mi lado romántico hahaha.