Hola, DamistaH aquí, este fic esta inspirado en la imagen que esta en el mismo, la imagen no es mía en lo mas mínimo, pero me inspire es la imagen para sacar esta historia. El universo de Marvel me ha atrapado en sus redes con esta pareja.

Notas para que puedan comprender el fic: Es un mundo invertido. Invertido en el sentido de que, Thor ya no es el dios del trueno y Loki ya no es el dios de la travesura, también se invirtieron los papeles. Loki es el Hijo de sangre - y amado príncipe de Asgard- de Odin, Thor es el hijo adoptado de Odin. Este Asgard es diferente. Todo esta en otro plano, en otro universo aparte.

Estos personaje no me pertenece, por desgracia, XD, sin mas disfruten.


Capítulo 1

-Estamos ahora-

Tal vez el otoño podía compararse con la primavera en la ciudad de oro. Sus hojas doradas, desprendiéndose tan lentamente de los árboles, al ritmo de una brisa fresca y caprichosa. Los jardines del castillo estaban repletos de hojas y ramas secas que no importaba cuánto limpiaran, siempre volverían a cubrir la vegetación. Era un lindo contraste el verde del pasto y el color marrón, dorado y amarillo de las hojas que caían en el.

Pero esto era trivial. Si se podía ver el contraste en el rostro de Loki y la celebración a su alrededor, tal vez demasiado tranquilo en su asiento, observaba como las doncellas eran invitadas a bailar, como los guerreros comían y bebían y como la alegría de una de muchas batallas ganadas inundaba el ambiente del gran salón. No era que Loki no se sintiera contento por esta celebración, de hecho, se sentía gratamente satisfecho y el combate contra lo Trolles había sido muy apremiante.

Algo anidaba en la mente del príncipe de Asgard, Loki. Con sus ojos verdes perdidos en la mesa de banquetes llevó una de sus manos al rostro y pegó el pulgar de sus labios, entornó los ojos: si mal no recordaba habían pasado cinco años desde aquel incidente, y estaba plasmado tan lucidamente en su memoria, tan incrustado en su mente, que el hecho de celebrar ese preciso día no aliviaría los desagradables recuerdos.

La música alegre le hizo sonreír solo un poco y mirando a su alrededor, encontró a Sif y los tres guerreros. Volstagg una vez más devoraba sin contemplaciones la mesa del banquete.

Su madre, Frigga, seguramente no encontraba cerca del salón, aunque Loki era el primer precursor de la fiesta, se vio obligado a abandonarla, con sutileza. Se levantó de su asiento; llevaba una vestimenta ligera, de color verde olivo, con pantalones de cuero negro y bordes dorados y plateados. Dio una mirada por el lugar antes de poder dejar la música, la alegría, la fiesta y la comida detrás de la gran puerta.

Tal vez no disfrutaba las fiestas como antes. Quizás había otras cosas más importantes para él. Quizás el recuerdo de aquellos acontecimientos lo tenían aturdido en muchas maneras. Quizás se sentía algo culpable

¿Pero culpable de qué?, ¿de ser primogénito en la unión de su padre Odin, y su Madre Frigga?, el príncipe de Asgard, próximo heredero al trono, próximo a gobernar, ¿debía sentirse culpable de algo que era su derecho?

¿Y que debía hacer?, ¿renunciar a él y así despojarse de toda culpabilidad?

No era la opción y por sobretodo no era tan sencillo. Odín no es alguien que escucharía semejante declaración, ni por que fuera su hijo, porque Odín tampoco pensaba que Loki podía tener algo de culpa en aquella situación.

- ¿Qué sucede, Loki? – Escuchó una voz femenina

Frigga, no estaba lejos de él, pasaba por el pasillo. Su madre se acercó al azabache con una mirada fija, sabiendo perfectamente lo que lo afligía

- Madre. –

- No estás en la fiesta.- Frigga se detuvo frente a su hijo y le sonrió con suavidad-

- No, - Loki hablo- no me siento con ánimos de celebrar esta noche.

Su madre lo contempló por unos segundos antes de asentir. Le acarició el antebrazo con delicadeza. Loki sonrió, su madre aunque no dijera nada le otorgaba cierta paz en sus pensamientos. La mujer le pidió que la acompañara a su cuarto, ella dormiría, y le aconsejó a su hijo hacerlo también.

En su recorrido hablaron de trivialidades, como la llegada del invierno, o el próximo destino de Loki en sus viajes por los nueve mundos, sobre los libros que aún no ha terminado o algunos hechizos que debía de practicar. Frigga mantuvo la mente de su hijo ocupada en otras cosas que lo distrajeran de sus preocupaciones. Fue una grata compañía hasta que se detuvieron en la puerta de madera blanca. La mujer se despidió de su hijo con un abrazo suave y dulce, Loki dio la buenas noches prometiendo que dormir no sin antes resolver un asunto pendiente. Frigga le dedicó una mirada significativa a su hijo y cerró las puertas de la habitación. Loki se quedó allí por un momento antes de dar marcha atrás por donde había venido. Serian ya media noche y sabía que le celebración tocaría el amanecer, pero él no tenía la intención de volver a la fiesta.

No, por supuesto que no.

En cambio, antes de retomar el camino al salón, cruzó un pasillo y bajó algunas escaleras con apuro. El sonido de sus botas alertó a más de un guardia y, atravesando un largo pasillo dorado, se adentró a los calabozos. Habló con los guardias, que le guiaron hasta una celda conocida por el azabache. Cada vez que volvía de sus aventuras por los nueve reinos, o cada vez que tenía la oportunidad o algo que contar, algo que informarle bajaba a los calabozos y buscaba esa misma celda. No bajaba pasada la medianoche, no tan tarde. No era conveniente que estuviera despierto y mucho menos en ese lugar.

Loki se detuvo en la celda de cristal reforzado y cristalino, dentro de ella, observó la figura acostada en el diván de terciopelo rojo. De espaldas a él. Varios muebles de madera con tela roja, una mesa con algunos libros, y un pequeño gavetero. Todo cortesía de las insistencias de Frigga.

El azabache despachó al guardia que lo había acompañado, este se retiró antes de hacer una corta reverencia y desaparecer en el pasillo. La figura, musculosa en el diván se movió un poco, se puso ver como abandono una respiración y Loki se acercó un poco el rostro al vidrio.

-Thor.

Casi de inmediato, el cuerpo dio una respiración, se movió en el terciopelo rojo y buscó levantarse lentamente aun de espaldas, el cabello dorado bañaba su espalda y llevaba una vestimenta vino tinto y negra sin cubrir sus brazos. Puso los pies descalzos en el piso antes de volver lentamente hacia el vidrio y el visitante. Los ojos azules de Thor se entornaron.

- Loki…

Thor se movió, hasta quedar sentado en el diván con su mirada pegada al azabache, observó su anatomía, su ropa, y su rostro. El rubio sonrió.

- Estamos en otoño - Dijo el rubio. Loki no agregó nada en aquel momento, solo asintió lentamente. El rubio sonrió mostrando sus dientes blancos- Es de noche, has venido a darme las buenas noches. ¿O quieres informarme algo más?

- Hoy se cumplen cinco años. – Le dijo el azabache sin emoción alguna en su voz. Thor asintió lentamente, entendió que Loki solo estaba aquí para informarle cuánto tiempo había pasado desde aquel incidente. –

Thor movió la cabeza a un lado y permaneció pensativo sus ojos miraron hacia el vidrio de su prisión y luego de un momento de reflexión volvieron al rostro del moreno.

- Supongo que la celebración que se dio lugar esta noche es por eso –

-No… -Loki respondió con una voz suave- Nuestro padre quiere que tome el trono… -Le dijo mientras que, en aquel momento, Thor se había levantado del cómodo diván he ido al vidrio –

Los dedos de Loki tocaron el cristal inconscientemente.

-Hermano…

-No soy tu hermano – Le dijo el rubio dedicándole una mirada profunda al azabache. Loki miró los ojos azules del hombre rubio - Y él no es mi padre, es tú padre.

- Thor.

-…has venido a responderme lo que te pregunté aquella vez… ¿ah?

-Vine a visitarte. – Le dijó con un tono más rustico y sus esmeraldas se clavaron entornadas en las perlas azules. Thor guardó silencio mientras observaba con atención al más bajo.

- Odín te contó ¿no es así? - Los ojos de Thor se estrecharon - Lo de mi naturaleza. Mi raza

- No vine aquí a hablar de eso.

- Entonces no viniste a visitarme.

-Vine a visitar a mi hermano. - Loki dijo nuevamente- Sé lo que eres, Thor, lo que hiciste quedo en el pasado. ¿Por qué no podemos conversar como antes?

- Porque lo que hice no quedó en el pasado. – Le contestó el rubio con una voz gélida- porque ya no hay un como antes. No lo entiendes Loki… lo que hice no pasó, esta celda es prueba de que Odín no lo ha olvidado – Thor rodó los ojos por la celda.

Loki ya había dejado que sus dedos abandonaran el vidrio con suavidad y guardó silencio. Vio como Thor volvía a sentarse en el diván con lentitud y un momento de silencio se instaló en el ambiente.

- Deja de intentar regresar al pasado y pensar que puedo ser tu hermano de nuevo – Thor le habló desde su lugar - Han pasado cinco años desde que no soy tu hermano. Nunca lo he sido, entiende…

Tal vez a Thor le gustaba provocar a Loki de cierta forma, ver como la cejas negras alteraban su calma y se fruncían. El amado príncipe de Asgard siendo molestado por su hermano mayor, "hermano mayor". Era ese intento de Loki por querer reparar un florero pulverizado, por buscar las piezas y buscar nuevos pegamentos para reparar dicha situación, a Thor le molestaba. Thor, hijo de Odín hasta hace cinco años que provoco un gran disturbio que el padre de todo catálogo de berrinche.

Pero para Thor no era ningún berrinche, para él, era la situación más importante y significativa de su vida, quizás Loki tampoco podía entenderlo.

-Sigues siendo tan estúpido.

Thor rió nasalmente.

- ¿Me has dicho que Odín quiere que tomes el trono? - Thor no esperó a que el Azabache le respondiera- Vaya…seguramente te está presionando para este invierno.

Los ojos de Thor eran tan profundos, azules intensos sobre el rostro del menor al otro lado del vidrio.

- ¿Ansioso, Loki? – Thor pregunto, pero Loki no vio intensiones de responder - ¿por eso has venido?

- No. –Loki hablo- no exactamente.

-¿Humm..? – Thor lo miró en un leve momento de silencio- El trono es algo que siempre ha sido para ti… -Le dijo acomodándose – para el amado Príncipe de Asgard, el predilecto de Odín. El Hechicero más habilidoso…

- Thor.

- ¿Me dirás que ahora no lo quieres? –

Silencio. Thor soltó una carcajada. Guardó silencio y luego apretó los labios en una sonrisa y miró a Loki, que su expresión era impasible.

Loki había hablado con Odín acerca del tema en una ocasión, eso fue hace cinco años que le planteó la idea de retrasar la toma del trono, pues aún no se sentía preparado. Habían pasado cinco años desde que Loki viajó por los nueve reinos en busca de algún propósito, algo que pudiera aclarar su inseguridad. Simplemente el trono no era para él. No podía ser rey teniendo a Thor de prisionero.

- Oh, "hermano" – Thor sonrió – que dilema…

Ser rey y liberar a Thor, o no ser Rey y vivir con su hermano encerrado de por vida.

- ¿Madre sabe de esto?

Loki negó con la cabeza lentamente.

- Seguramente ya lo sospecha. – Dijo el rubio sin despegar los ojos del azabache - Jamás pensé que quisieras desafiar tu destino, ni siquiera por mi… en aquel momento te veías tan decidido a permanecer así, tan apegado a lo que te fue dictado.

- Esa era una situación diferente

- No es diferente de ahora.

- Thor.

- Temes querer hacer una estupidez.

- ¿Cómo cuál?

- Como liberarme.

El silencio volvió a reinar. Y Thor dio en el clavo, tal vez Loki temía más a sus sentimientos que a la responsabilidad de ser rey. Extrañaba a Thor, era su hermano, aunque él pensara lo contrario. Sabía que Odín había sentenciado a Thor a ser prisionero, lejos de madre y de él. Solo por insistencia de Frigga Thor tenía ciertas comodidades.

- Estúpido. –Loki susurro con voz carente de sentimiento.

Thor arqueó ambas cejas.

- Amo que seas tan…expresivo – Thor le bromeó- serás un gran rey. ¡Oh príncipe Loki!, mientras tu hermano, ''hermano" se funde en esta celda por la eternidad... ¿es eso lo que querías escuchar? ¿Quieres que te de mi aprobación para que gobiernes todo Asgard y protejas los nueve reinos? ¡Adelante!, ¡sal por esa puerta para ser rey y olvídate de mí si es lo que tanto te mortifica!

Thor se levantó del diván y fue al vidrio, tal vez molesto por la indiferencia en el rostro pálido de menor. El rubio colocó sus manos en el vidrio y su rostro quedo muy cerca del mismo, mirando a Loki.

- Todo hubiera sido mejor, si me hubieras escuchado.

- Casi destruyes el castillo.

- Hubiera destruido Asgard con tal que me escucharas.

Y sabía que Thor hablaba en serio, por eso, por primera vez los ojos esmeralda se fundieron tan intensamente en los azules, con clara molestia y sus cejas negras se fruncieron.

- Las acciones que tomaste, no fueron correctas.

- ¿Quién lo dice?, ¿tu padre? – Thor hizo un gesto, simulando pensar – recuerdo que… sus acciones tampoco fueron muy correctas al tomarme a mí como una reliquia de guerra.

-Él te dio un hogar.

- Él solo me encerró aquí…- Corrigió el rubio –

- Tú solo te encerraste aquí… -

Loki bajo un escalón y el rostro del rubio se contorsionó en leve sorpresa por saber que la conversación había terminado. Thor lo siguió con sus ojos al bajar los tres escalones y seguir por el pasillo. Al no verlo más se alejó del vidrio hacia el diván. Escuchó la puerta abrirse y cerrarse y supo que se había ido.

Loki atravesó los pasillos hasta su habitación y sin pensarlo dos veces se sentó en la cama con un aire taciturno, mirando los pequeños detalles que tenía su puerta o los diseños de las cortinas, posó uno de sus dedos en sus labios como si meditara. Con la visión ahora instalada en la nada, recordó lo que había pasado. Cinco años no era nada para ellos, para el azabache parecía ayer cuando entrenaba con Thor –por la insistencia de su padre- para mejorar sus habilidades de batalla, el rubio siempre fue muy habilidoso en sus combates, más fuerte, más rápido, y por supuesto mucho más agresivo.

Loki se confiaba de su inteligencia y audacia, de su magia y su buena puntería. Thor en cambio tenía algo que podía con todas las cualidades de Loki y más, el arma más poderosa de Asgard: el Mjolnir.

Tal vez Thor fuera el más adecuado para ser el Rey y ciertamente todo el reino no tendrían ningún problema en aceptar a Thor como su nuevo rey: un rey fuerte, valiente y temerario, capaz de proteger a su gente y a los nueve reinos. Pero imprevistamente a todo lo que Thor y Loki pensaba, no era el indicado.

Solo uno podía ser rey. Y ese no sería Thor.

Si, ciertamente, Thor parecía ser el único capaz de portar el Mjolnir, el único capaz de utilizarlo, esto no parecía ser suficiente para hacer que Odín cambiara de opinión, y Loki no sabía el porqué de esta decisión.

Frigga que era mucho más cercana a Thor intento hacerle entender que su padre no lo despreciaba, que todas las decisiones de Odín tenían alguna razón. Entonces Thor quería saber cuál era. Y, Loki, también.

Tal vez el interés de Loki fue uno de los detonantes del incidente, tal vez la cercanía del azabache le era reconfortante al joven guerrero, muy reconfortante. Evidentemente, pasaban mucho tiempo juntos, desde hace mucho tiempo, desde pequeños. Sin embargo, Thor aún no sabía porque ese cariño hacia su hermano era diferente, sin duda era diferente al cariño que había desarrollado en su niñez. Descubrió a Loki habilidoso en la lucha, silencioso en el ataque y bastante engañoso en sus defensas. Lo encontró extrañamente atractivo en la lucha con cualquiera, pocas veces necesitaba ayuda con algún oponente, aunque este fuera más grande que él, y si la necesitaba siempre podían contar con un

- Lo tenía controlado, Thor

A lo cual, Thor giraba graciosamente el Mjolnir y negaba con la cabeza, mas sin quitarle la mirada de encima en todos los demás enfrentamiento. Mucho menos cuando le mostró una nueva habilidad que desarrollo.

La habilidad de generar hielo de la nada. Esto de alguna manera despertó más su interés en él. En los combates, Loki podía llegar a ser realmente diestro, realmente atractivo, con sus movimientos rápidos, sus dagas volando de acá para allá, derribando a cualquier oponente. Sus estrategias, su forma de hablar, de persuasión. Para él, Loki se había vuelto atractivo en muchas maneras, y olvidó el hecho de no ser el heredero de Asgard.

Hasta que los disturbios fuera del reino lo cambiaron todo. Eran los Berserker, un grupo numerosos de guerreros, guerreros del demonio fuera de sí, que acababan con todo a su paso, el solo hecho de su presencia causaba temor. Habían declarado la guerra al Asgard, Thor no dudo en proponer darles una lección, a lo cual la mayoría de los guerreros le acompañaron.

Se escondían en el bosque de Asgard. Según se decía, salían de sus escondites, detrás de los árboles, de la tierra, ocultos, endemoniados y hambrientos de guerra. En su recorrido habían sido emboscados. No fue problema para Thor con el Mjolnir a su disposición, pero los demás soldados, no parecían rivales para los Berserkers, eran casi el doble de su tamaño y tenían la piel tan gruesa que las dagas de Loki no parecían tener efecto en ellos, la única forma era con la magia y el hielo que el azabache podía generar. Curiosamente, los golpes con el martillo de Thor parecían aturdirlos de tal manera que los descolocaba para poder otorgarle el golpe final.

Los Berserkers temían de Thor, por eso delegaron al Berserker más respetado de toda la comunidad guerrera, que se enfrentó con los dos a la par.

- Reconozco a un asgardiano cuando lo veo – Dijo el Berserker – y tú no lo eres…no peleas como uno. No hueles como uno. ¿Sabes por qué estamos en contra de Odín?

Loki tenía sus propios problemas como para escuchar la plática de ambos oponentes.

-Por qué le robó algo a nuestro rey…-Thor miró al Berserker con sus ojos azules- ¿acaso no te sientes… inquieto en el invierno? Todos los Berserker sentimos el invierno en la piel…

Esto fue suficiente como para aturdir a Thor. Los Berserker marcaron la retirada, prometiendo cumplir su venganza contra Odín.

Luego de esto, los esfuerzos de Loki por saber lo que le ocurría a su hermano fueron inútiles. Thor no le dijo nada, no salía a combatir, ni a entrenar. No hablaba con Loki acerca de trivialidades, o del nuevo hechizo, o de los preparativos para la coronación. Thor se había aislado, y como el Berserker le había dicho, el invierno se acercaba y su humor cambió.

Hablaba poco, solo podía conversar tranquilamente con su madre, y se sentía muy apegado a su hermano menor, podía pasar horas viendo como leía en la biblioteca –lo cual aturdía de muchas maneras a Loki- podía pasar horas viendo como practicaba algún hechizo, y como fallaba irremediablemente. En silencio Thor detallaba cada movimiento hecho por el hechicero y pocas veces preguntaba para que era cada cosa.

Loki se sentía extrañamente perseguido por su hermano.

- ¿Te sientes bien? - pregunto al alzar la vista del libro – has estado allí por… dos horas sin hacer nada… solo viéndome

-Estoy bien…

- ¿Seguro?

Thor asintió sin moverse de la silla. Loki lo miro antes de volver su atención al libro, y efectivamente, Thor permaneció en ese lugar por aproximadamente una hora más, hasta que su madre lo llamo para hablar acerca de su comportamiento. Pero, Thor, no vio nada raro allí. Frigga le sugirió sutilmente que buscase a alguien con quien poder pasar tiempo junto, alguien distinto a Loki, una novia, una pareja. Thor tenía ya veinte años, y muchas chicas se veían atraídas por el príncipe de rubios cabellos.

Thor no hizo el más mínimo intento por conseguir una pareja, pasaba día y noche con Loki como un depredador y todo aquel que se acercaba a su hermano podía estar seguro que Thor no lo perdería en ningún momento. Claramente los sentimientos de Loki hacia este comportamiento eran un misterio para Thor y para todos.

- ¿No tienes frío? –Preguntó el azache, miró a Thor que solo tenía una armadura roja con círculos dorados en su pecho y sus brazos descubiertos, sus piernas cubiertas con cuero negro y nada más. Loki llevaba una ropa de invierno verde oscuro.

-No.

- Ven, toma esto. – Loki le acero una capa roja de invierno y le dijo que se la colocara aunque Thor lo vio superfluo –

-¿Desde cuando eres tan tolerante al frío?

-Desde siempre, supongo…

-¿Desde siempre?...

Thor se encogió en hombros y no le presto más atención a este tema, que era tan irrelevante para él, pero para Loki no. Él que era tan detallista, podía decir que Thor era casi indiferente al frío del invierno, además de su cambio de humor en esta estación.

- Loki – lo llamó una vez, que estuvieron solos en la sala de lectura de Loki - ¿Crees que no seré un rey digno?

- ¿Otra vez con eso? –Loki subió los ojos de su libro y miro a Thor que estaba sentado en una butaca, no muy lejos de él. – Creí que ya no pensabas en eso. –Le contestó, bajando ahora el libro.

- Sólo responde. –

- Hermano. Has estado extraño estas semanas. –Le dijo el azabache - ¿es por la decisión de nuestro padre al no considerarte el… ''Más adecuado" para gobernar?, yo no sé si serías digno. La verdad, yo tampoco me considero digno.

Hubo un silencio, donde el rubio miró fijamente a su interlocutor. Loki no pudo descifrar el significado de los ojos azules sobre él.

-La verdad, es que quiero hacer muchas otras cosas antes de subir al trono…

Las cejas de Thor se arquearon.

-¿Cómo cuáles?

-Ah… -Loki que había captado su atención, bajó el libro nuevamente y se quedó viendo a Thor con un aire entre confundido y pensativo - No lo sé. Quiero hacer otras cosas, ir a otros mundos no ha pelear, a conocer, aprender más hechizos… otras cosas Thor. La vida no es solo peleas y banquetes…

Thor lo miró con sus cejas arqueadas. Casi cautivado.

- ¿Quieres hacer esas cosas conmigo? –Preguntó el más alto

- Solo si prometes no buscar un enfrentamiento con alguien… - Le dijo Loki, que volvió su atención al libro.

Thor no respondió. Sin duda el combate era algo que de cierta forma le alimentaba. Era la adrenalina del momento, el existente olor a la batalla que a Thor le encantaba. No podía pensar en un momento en que no hubiera un enfrentamiento con un oponente digno, y se vanagloriaba de ser vencedor. Para eso nació, para vencer, para ser el más poderoso guerrero de Asgard. Pero, cuando estaba con Loki, solo quería ser Thor el inseparable hermano, el confidente, el que podía pasar largas horas al lado del moreno esperando que terminara un libro para poder llevarlo a entrenar y deleitarse con sus más peligrosos movimientos.

El cambio el Thor ese invierno se hizo más evidente, cuando Odín le pidió a Loki que moderara el tiempo que pasaba con su hermano y que se cuidara de su influencia.

-Es mi hermano, padre. –Se justificó ante Odín -

-Thor es agresivo, impulsivo. – Odín miro a Loki desde su trono - No se controla con el enemigo. Loki, no puedes ser así…

-Es por eso que no lo elegiste como rey. – Loki miró el rostro de su padre- Esas cualidades pueden alterarse, solo necesita tiempo.

-Thor no cambiará, Loki.

- ¿Por qué eres tan fatalista? – Preguntó Loki un poco cansado - Sólo necesita tiempo, de verdad creo que Thor haría un buen papel de rey…

- Escucha mis palabras, hijo - Odín hablo con voz potente – Thor no será rey, es mi decisión.

Loki no creía que era solo eso por lo cual, Odín tomo la decisión de no ascender a Thor en el trono. Thor era agresivo e impulsivo, peligroso, pero no era malo. Loki no percibía la maldad en él, solo estaba enojado, molesto por la repentina actitud de rechazo de su padre, aunque Frigga le decía muy pacientemente que no era desprecio lo que Odín sentía por su hijo mayor.

Al salir del salón, Loki encontró a su hermano leyendo un libro. Se sorprendió bastante ante esto, no era que fuera raro que Thor leyera, vamos su hermano también podía leer algunos libros, pero éste tenía más de tres dedos de grosor, y Thor estaba tan inmerso en el que ni siquiera volvió a ver a Loki que no estaba a pasos lejanos de él.

Luego de pasar una hoja más, Thor levantó la vista percatándose de la presencia del otro. Lo miró en silencio, Loki sonrió aun confundido, Thor no hizo gesto alguno.

- ¿Qué lees?

-Un libro…

Loki rodó los ojos, Thor era habilidoso diciendo lo obvio.

- ¿De qué? – Preguntó de nuevo tras buscar una butaca de terciopelo negro y sentarse al lado de su hermano.

-De guerreros.

Loki arqueó ambas cejas no muy sorprendido realmente, miró a Thor con sus ojos clavados en las hojas amarillentas del tomo. Hubo un prolongado silencio en donde las perlas azulinas se movían por la escritura estilizada. No dejo de leer sino a las dos horas, que cerró el tomo y miró a su hermano que se entretenía con una figura de hielo en sus manos.

- Iré a entrenar… ¿vienes? – Preguntó el rubio sonriendo de repente –

-Ah…ve tú - Le dijo Loki incorporando la figura que se había descompuesto por la repentina voz de Thor en su cabeza – tengo que hacer algo primero…

Esa vez Thor entrenó solo.

Dos semanas después. Thor se plantó en el trono de Odín con el Mjolnir en su mano. Le señaló muchas cosas, y le dijo que sabía perfectamente porque no le concedió su derecho al trono.

Por qué Thor no era su hijo.

Odín seguramente no dejaría que alguien que no compartía su sangre tomara el trono, no definitivamente no. Por qué Thor era violento, era impulsivo, amante de la guerra y el enfrentamiento, porque su naturaleza no cambiaría, porque Thor no era un asgardiano, era un Berserker.

Porque había sido tomado de bebe de las manos de su madre muerta, en medio de la batalla y criado por el rey enemigo, para que en un futuro, y quizás con algo de suerte, pudiera existir una alianza.

Tal vez en aquel momento, Loki no había visto a Thor tan enojado, quizás en aquel momento conoció hasta donde podía llegar su furia. Odín estaba debilitado por su cercano sueño y, al llegar Loki al gran salón, presenció la destrucción.

Loki tal vez no podía tener el Mjolnir a su disposición pero eso no le impedía detener a Thor. Junto con los guerreros, los soldados y los guardianes del castillo, sometieron a Thor. Muchos salieron heridos, otros muertos, el salón había quedado destruido, la fuerza de Thor parecía incontrolable, su indignación sobrepasaba todo lo que Loki alguna vez podía presenciar de su hermano. Por un momento se creyó que había enloquecido, perdido la razón. Frigga estaba destrozada al enterarse que Thor intento asesinar a su padre.

- ¡Él no es mi padre! – Gritó el Berserker en la cara de Loki cuando estaba encadenado, dos esposas conectadas a su cuello y pies -

- Eres mi hermano.

- ¡¿Lo soy?!

Loki se había aseado y cambiado de ropa, por una más cómoda y ligera; aun podía escuchar entre el silencio de los pasillos, la música de fiesta y algunos gritos de los invitados. El azabache se quedó por un momento más sentado en su cama, para luego, apagar la vela y sumergirse en la oscuridad de su sueño y de la noche.

Lejos de él, y de todos en el castillo, las luces de la celda aún permanecían encendidas. Inquieto por la cercanía del invierno, Thor se acostó en el diván con parsimonia, miró el cristal con sus ojos entornados antes de cerrarlos, su piel experimentaba una extraña sensación, un presentimiento avecinaba su mente. El olor del invierno era particular, siempre le invitaba algún enfrentamiento.

En la mañana del día siguiente, luego del desayuno, Loki habló con su madre acerca de su visita la noche anterior, Frigga con rostro cargado de entendimiento permaneció en silencio, el humor de Thor había cambiado nuevamente.

- Eso pasa siempre en algunas estaciones. – Le explicó Frigga—Los Berserker son una raza de guerreros muy agresivos, buscan el enfrentamiento, lo sienten, en invierno están más inquietos por que naturalmente es su estación. Su humor cambia si permanecen sin ninguna pelea estimulante.

- Dices que esta así por…-Loki se sentó a su lado - el invierno

- Por las estaciones. – Dijo ella mirándolo- algunas criaturas son afectadas por esto, sobre todo los Berserker que son una raza muy antigua y primitiva.

- Estamos hablando de Thor. – Susurró pensativo el azabache.

- Tu hermano no fue criado como un Berserker, sin embargo.- Frigga miró a los ojos verdes de Loki - Así que, aunque su naturaleza sea la lucha, no se verá desesperadamente inclinado a esta

Frigga suspiró al ver la expresión de desánimo del azabache, al parecer no era lo que quería escuchar.

- No es eso lo que te preocupa, Loki - Le acarició el hombro a su pequeño hijo- temes que Thor te odie si tomas el trono ¿no es eso?

-Tomar el trono y no liberarlo. – Corrigió Loki a su madre.

- Hijo mío… - Loki la miró con atención - Es cierto que Thor es impulsivo, pero no es malo, solo está dolido… le ocultamos la verdad para que no se sintiera diferente. Es tú hermano, pase lo que pase, por favor no sientas rencor por él.

Loki se dejó dominar por la compasiva mirada de su madre, sin poder negarse asintió y apretó el agarre de sus manos. Se levantó diciendo que debía de salir de Asgard por un encuentro planeado en Vanaheim. Se despidió de ella y salió por el pasillo con la promesa que regresaría esa misma tarde.

Loki recorrió los pasillos una vez portaba su armadura, una de color olivo y cuero negro con una pechera de oro y acero, una capa de invierno verde hondeaba en su caminar. Se detuvo abruptamente ante la entrada de un pasillo, al final de este se podía ver a un grupo de hombres fornidos, grandes, cargando unas cajas rectangulares como si vinieran de algún viaje. Loki se acercó lentamente por el pasillo con cautela.

Uno de los guardias que allí estaba, le informó que era un cargamento de comida, vino, quesos entre otros lácteos…

Loki se quedó unos minutos más en el final del pasillo, con un extraño presentimiento en el pecho, visualizó con cuidado a cada uno de ellos. No eran simple logística, y lo supo debido a los tatuajes en sus brazos vagamente ocultos en sus ropas de aldeanos. El azabache deslizó sus dedos en la daga que tenía en su cinturón, sin quitar la mirada de uno en particular que no dejaba de verlo de reojo.

De repente uno de los cajones de comida fue directamente hacia él. Loki lo esquivó con rapidez, lamentablemente el soldado a su lado no tuvo tanta suerte, llevándolo por el medio.

No eran aldeanos. Mucho menos agricultores. Eran los Berserker.

-¡Ciérrenlas puertas! – Ordenó el azabache, que atinó a lanzar una daga, fue inútil, los Berserker tenían la piel muy gruesa.

Se escuchó el ruido de pasos de los soldados al venir. Aunque eran pocos Berserkers, comparado con los que Loki y Thor tuvieron que lidiar la última ocasión, Loki podía recordar lo difícil que era derribarles: eran el doble de los soldados Asgardianos, agresivos y resistentes.

Los soldados lucharon contra el enemigo y Odín, apareció dirigiendo a un pelotón en ayuda a su hijo. Someter a los pocos Berserker, no fue un problema cuando su padre llegó. Muchos de los soldados estaban heridos de gravedad. Intentar apresar a los invasores era inútil, porque la fuerza los Berserker era demasiado para ellos. Loki apenas y lograba inmovilizarlos congelando sus pies y su cuerpo, el hielo no los quemaba pero al menos los detenían.

Siete ya habían sido inmovilizados gracias a Loki.

-Falta uno –Dijo uno de los soldados. Con alarma, Loki volvió hacia él- Eran ocho, señor-

-¿Dónde está? – Preguntó Loki y fulminó al Berserker con la mirada- ¿Dónde está?, ¡dime donde esta!

-Loki…- Odín llamó – Tranquilo, lo encontraremos…-aseguró el rey.

Enseguida se escuchó un grito del otro lado del pasillo. El azabache atravesó el camino a la gran sala donde encontró dos criadas atemorizadas, una de ellas arrodillada junto a las cortinas rojas de la ventana.

- Loki - El de cabellos oscuros volvió, Frigga venía detrás de el –

Las sirvientas se arrastraron hacia la reina que se inclinó a consolarla.

- Mi señora, ¡ése monstruo se ha ido por allá! – Dijo una de ellas, con la voz bañada de temor. Frigga miró a Loki que asintió con entendimiento lo que tenía que hacer –

-Ten cuidado, hijo. – Loki escuchó esto una vez había comenzado a correr con la mirada preocupada de su madre sobre él.

Al poco tiempo los soldados aparecieron al lado de la reina, que informó a donde había ido Loki. Para sospechas del azabache, el Berserker había ido exactamente a donde se imaginaba: El salón de armas.

Al llegar allí, los guardias estaban inconscientes, y la puerta abierta. El largo pasillo de mármol, que era prácticamente todo el camino del salón, los gabinetes y las vidrieras, los estantes y los pedestales. Loki recorrió las paredes y los estantes con sus ojos verdes. El martillo Mjolnir estaba en un pedestal, un extraño sentimiento de nostalgia lo abatió.

Escuchó un tintineo y volvió, rápidamente, al otro lado del pasillo. Allí un enorme Berserker de piel clara y contextura musculosa, había salido de su escondite. Llevaba dos brazaletes de piedras azules, transparentes Loki, con un ágil movimiento, lanzó de su mano derecha varias dagas, estas solo alcanzaron uno de los brazaletes que terminó clavado en la pared de mármol. El Berserker gritó con furia y corrió con pasos pesados hacia Loki, intentando embestirlo. Al momento del impacto, el azabache se preparaba para recibirlo y buscar alguna manera de aturdirle. Pero su contrincante desapareció. Loki presenció algo parecido a un destello y, luego, un sonido de succión vino y se fue con el Berserker de casi tres metros.

Loki volvió hacia atrás, y hacia todas direcciones pero no había nadie. Nada. Solo él. Corrió fuera al salón de armas, cruzó el pasillo. Varios guardias venían a su encuentro, pero el azabache los ignoró por completo. Al avanzar nuevamente hacia el salón de descarga, como sospechaba, los siete Berserker que había capturado no estaban. Las estructuras de hielo de mantenían, pero los prisioneros, no. Se habían esfumado.

Los propios soldados estaban anonadados por este hecho.

- Se han ido.- Dijo uno.

Loki no lo escuchó, volvió la vista hacia todas direcciones. Las puertas se abrieron y los sanadores ingresaron junto criados, para socorrer a los heridos.

- ¿Dónde está mi padre?

Los ojos del soldado reflejaron una inseguridad que fue fácilmente captada por el príncipe, que en seguida entendió.

Cuando Loki llegó a la habitación, su padre dormía y su madre le acompañaba. Frigga, al ver a su hijo entrar, se levantó y fue a su encuentro en un abrazo reconfortante. Loki la miró a ella y, luego, a su padre.

- Me han dicho lo que pasó. – Frigga juntó las manos en un gesto preocupado.

- Se han llevado algo, Los KaksosetLoki reflexionó y agregó - O solo uno de ellos. El Berserker desapareció frente a mis ojos y no pude hacer nada para detenerlo.

Hubo un pequeño silencio, Frigga consoló a su hijo con una mirada y una caricia en su hombro. Odín dormía profundamente en la cama y un aro de luz azulina le cubría el cuerpo. Cuando Loki logró componerse un poco, Frigga le ofreció un asiento y ella se sentó a su lado, junto a la cama de Odin.

Los guardias informaron al poco tiempo que algunos de los soldados fallecieron en la lucha, la indignación del azabache crecía dentro de él. Era inaudito que los Berserker actuaran de esa manera contra Asgard, aprovechando que su padre se encontraba débil para poder enfrentarlos. Con el rey de Asgard en su sueño, su único hijo debía de proteger a los nueve reinos de esta posible amenaza.

- Los kaksoset, permiten a quien los usa, transportar geografías completas a cualquier lugar, como también a ninguno: El Vacío. –Frigga le explicó a su hijo- A cualquier mundo y universo

- ¿Cualquier mundo?

- Y Universo…- Aclaró la mujer- por suerte solo funciona si se tienen los dos. Aunque no sé exactamente hasta donde llega su poder.

- ¿Para qué lo querrían?, ¡sólo con uno, pueden trasportarse!

Eso era igual de peligroso: podrían trasportar un ejército completo a Asgard, según se decía, solo un número reducido de Berserker habían podido. Su verdadero reino se encontraba en decadencia.

- Loki- Frigga le llamó- es peligroso que lo tengan… podrán transportar a un ejército, o algo peor.

Loki se levantó suavemente, Frigga había estado presionando sus dedos con leve angustia. Él le besó la frente suavemente y presionó sus manos relajándolas.

- Prometo encontrarlos, madre. – Le dijo el- Los buscaré y los detendré.

Dicho aquello, Frigga abrazó a su hijo con fuerza.

Aquella tarde, Loki había dejado a su madre en la habitación de Odín, ordenó a los soldados aglomerarse en la puerta. Mandó, también, a los hechiceros del reino proteger el castillo de los posibles ataques, no solo de los Berserker sino también de otras criaturas.

Los tres guerreros y Sif se encargarían del ejército y de la protección de Frigga. Al hablar con los hechiceros, Loki se enteró de una gran verdad.

-El Mjolnir, mi señor. – El hechicero se le había acercado - es la única arma contra los Berserker.

Pensativos, los ojos de Loki se entornaron. Todos sabían que Loki no era portador del Mjolnir y que hasta el momento no existía una persona en todo el reino que fuera capaz de alzarlo y utilizarlo… aparte de Thor.

El labio de Loki se tensó y bajo los parpados cuando suspiro con aire de negación. Ni con un ejército de Asgard podía contra los Berserker. Recordó, en su niñez como su padre había derrotado a los Berserker, venciendo a su rey. Para ese entonces, Odín había utilizado el Mjolnir y los derrotó sin problemas. Pero, ahora, los Berserker tenían nuevo rey y Loki desconocía qué tan poderoso podía llegar a ser si sus aliados pudieron con los guardias del castillo.

En el salón de armas, vio al Mjolnir en su pedestal, intacto. Con sus detalles en el mango, en el metal. No intentó tomarlo porque sabía perfectamente que no podría ni mover. Aun después de todo este tiempo, se preguntaba por qué. Quizás, este objeto, estaba consagrado para Thor, por obra del destino o alguna otra fuerza del universo que desconocía.

Desvió la mirada del martillo y fue hacia la pared de mármol, donde aún estaba clavado el kaksoset. Fue hasta este con cuidado, desclavó la daga y la guardó en su cinturón, tomó el kaksoset;, con hermosas piedras de un azul cristalino y trasparente. Nueve en total, unidas por una cadena de plata, o material similar, eran pesadas, más pesado que un simple brazalete. Lo tocó son sus dedos desnudos y sintió al momento una extraña energía recorrerle, lo sostuvo de la cadena algo impresionado por esta sensación.

Lo guardó cuidadosamente en su cinturón, y miro por última vez el Mjolnir, única arma contra los Berserker. Única forma de derrotarlos. Pensó inmediatamente en Thor y se preguntó qué estaría haciendo: ¿estaría enterado de lo ocurrido?, ¿estaría dispuesto a ayudar?

¿Estaría Loki tan desesperado, como para pedirle ayuda?


Aclarando. Los Berserker son guerreros que comúnmente eran muy violentos y agresivos a la hora de la lucha, en el campo de batalla no solo causaban temor a los enemigos si no a los compañeros también.

Kaksoset; Estos son articulos que no van a encontrar en ningún comic por que los invente. jejee~

dejare el link del AU Y la imagen en mi perfin por si quieren pasar por la pagina de la artista.

Gracias A Kizu Y AuraAwesome por la ayuda y el apoyo en este proyectito.