N/A: Hola a todos! En primer lugar, gracias por entrar a leer el primer OS que escribo sobre este anime que tanto he disfrutado como es Death Note pero que al mismo tiempo me hizo sufrir por mi amor hacia la pareja de L y Light -entre otras cosas, pero una de las principales es esa-. Es una de mis parejas preferidas. Agggg, al menos un final alternativo donde se les viera juntos, para calmar mis ansias de shipper. ¡Es que son tan perfectos juntos! Venga ya, que a este ritmo estas N/A van a ser más largas que el OneShot.

Las frases en cursiva pertenecen a mi novela favorita: Cumbres Borrascosas.

Os agradecería mucho que me dejarais unas palabras en el cuadro de review, para saber qué tal mi primera vez escribiendo sobre esta pareja y críticas de todo tipo. ¡Gracias y besos!

Nº de palabras: 559

Shipper: LxLight.

Disclaimer: Death Note no me pertenece.


Quizás ese era el precio a pagar por convertirse en Dios. Tenía que perder aquello que lo hacía sentir vivo para desprenderse de su parte mortal, de sus sentimientos, de su corazón, y así poder evolucionar a convertirse en la divinidad que haría del mundo un lugar mejor. No obstante, a pesar de haber perdido lo único que le haría sentir vivo en su existencia, todavía sentía como si siguieran atados por esas esposas. Lo sentía tan cerca pero tan lejos al mismo tiempo. Atado a él pero sin su presencia. Amándolo pero optando por perderle para poder cumplir su misión.

Sí, renunciar a Elle era el precio a pagar. Había sacrificado al que sabía sería el único amor verdadero de su vida. ¿Se arrepentía? Sí y no. Lo hizo para poder llevar a cabo su proyecto: convertirse en juez y guardián del mundo. Sin embargo, ¿a qué mundo perfecto podía aspirar ahora que Elle no estaba? Las personas podrían respirar tranquilas, vivir en un mundo pacífico, pero Light tendría la misma sensación de vacío hasta el día de su muerte.

- Amo a mi asesino, pero al tuyo, ¿cómo puedo amarlo?

Kira era el ser con mejor autoconcepto de sí mismo, con delirios de grandeza, creyente de que había nacido para ser Dios. Pero Light, tras la muerte del detective, había comenzado a detestarse. No había venido al mundo para cambiarlo sino para amar a quien personificaría su Edén. La manzana prohibida que deseó probar cual Eva en el paraíso. Pero Dios le castigó por habérselo planteado. Kira mató a Elle porque Light le amaba. Eran el Dios y el hombre batallando en el mismo cuerpo.

Elle había sido su perdición. Como decía la frase que acababa de susurrar a la tumba donde se encontraba apoyado, era su asesino. Le había matado al llevarse consigo su corazón y lo poco de humanidad que quedaba en él.

-Quédate siempre conmigo, toma cualquier forma, Elle. Vuélveme loco pero no me dejes en este abismo donde no puedo hallarte.

-Tú lo hiciste por propia voluntad. Yo no he roto tu corazón, Light. Tú lo has roto, y rompiéndolo, has roto el mío.

Esa última frase resonaba constantemente en su mente. Cuchillos que penetraban hasta lo más profundo de su corazón por la veracidad de dicha frase. Ahora que se encontraba en su lápida, la voz de Elle recriminándole con esas palabras le resultaba aún más nítida de lo que ya le era. Castigándolo por sus crímenes, por haberles separado, con su constante recuerdo. Volviéndolo loco, como Light deseaba en lo más profundo, pues eso significaría que no se había marchado. Por su culpa.

Su Edén se encontraba unos metros bajo él. No podría alcanzarlo hasta que llegara su momento. Se dejaría consumir por Kira hasta entonces. Light había muerto junto a Elle. Ambos descansaban juntos. Ahora solo estaba Kira. El Dios, sin ápice alguno de humanidad ni amor. Obsesionado por sus delirios. No sufriendo por un amor fantasmal ni por sus remordimientos. La llave que cerraba el Edén.

Light sabía que se reencontrarían. En las vidas que vinieran, se volverían a hallar el uno al otro, pudiendo finalmente disfrutar ese amor que no fue posible en esta vida. ¿Qué cómo podía saberlo Light?

Porque de lo que sea que nuestras almas estén hechas, la suya y la mía son lo mismo.