Bueno, este es mi primer fanfic de Naruto,espero que lo disfruteis leyendo, como yo escribiéndolo. Aunque el fic no esté centrado en parejas, las tendrá. Lo único es que por ahora no sé cuales poner, así que si tenéis alguna idea...
Cap. I
Daba vueltas en su cama intentado reconciliar el sueño, pero algo se lo impedía, trastornándole y haciendo que perdiese las pocas ganas de dormir que conseguía. Cansado, se incorporó y se quedó sentado en la cama con los codos en las rodillas sujetando su cabeza con las manos. Después de unos minutos en esa posición, bajó los brazos y echó un vistazo a la habitación en la que estaba. La luz de la luna entraba por la ventana haciéndola aún más oscura, fría y solitaria de lo que por sí ya era. Estaba ordenada y limpia, algo muy extraño en él. Se levantó pesadamente y dio unas cuantas vueltas en círculo meditando en el cambio de actitud que había tenido hace unos días. Que había cambiado era claramente visible para todos, ya que su sonrisa inconfundible había tornado a una seriedad que en ocasiones intimidaba e infundía respeto en las personas; sus ojos azules tan alegres y llenos de vida se transformaron en fríos y casi sin sentimientos. ¿Cómo podía haber cambiado tanto y tan drásticamente¿Acaso era por la pesadilla que desde hace unos días no le dejaba dormir y ocupaba la mayor parte de sus pensamientos? Suspiró sonoramente y dirigió su vista hacia la ventana. Se acercó a esta y la abrió para que le diese un poco de frescor y así poder aliviarse.
Todo estaba tranquilo en Konoha, solo se oían a los grillos y algún que otro búho cercano. Parecía que todos dormían plácidamente ya que ninguna luz de los apartamentos colindantes estaba encendida. Suspiró nuevamente y dirigió fugazmente su mirada a la calle, viendo algo que le dejo extrañado. Un hombre encapuchado con una capa verde oscura le estaba mirando fijamente, aunque no podía ver su cara la luz de la luna iluminaba parte de su rostro, dejando ver una sonrisa siniestra. Naruto confundido, pestañeó y ya no le vio, desapareció del lugar en el que estaba sin dejar rastro. El joven rubio se asomó más por la ventana agarrándose fuertemente a los soportes de esta, pero aún así no consiguió nada, solo veía la espesura de la noche al fondo de la ciudad. Se metió dentro y se sentó en una silla cercana, pasándose una mano por el pelo y frotándose los ojos, mientras pensaba que el sueño de tantas noches le hacía ver cosas que no había. Maldiciéndose mentalmente, se levantó y se fue al baño, para mojarse la cara y así quitarse el frío sudor que tenía en ella. Una vez terminó, se dirigió a su cama para conciliar el sueño. Tenía que dormir y lo iba a conseguir.
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Unos golpes en la puerta le despertaron súbitamente de su profundo sueño. Se levantó de la cama de un salto y cogió la camiseta que tenía en la silla del escritorio y mientras se la ponía se dirigía a la puerta, llevándose unas cuantas cosas por el camino. Ya una vez en la entrada abrió rápidamente y apoyó una mano en el cerco. La espalda de un hombre fue lo primero con lo que se encontró, este tenía un gran pergamino en su espalda e intentaba taparse del sol que le daba en la cara con las manos.
Naruto¿Ero-sensei? – Preguntó mientras bostezaba.
Jiraya se dio la vuelta mientras sonreía y se acercó a Naruto algo extrañado.
Jiraya: Hola Naruto ¡Que ojeras¿Has dormido poco o qué?
Naruto se apartó dejando la puerta abierta para que el hombre pasase.
Naruto: Una mala noche.
Mientras Naruto desaparecía de la sala, Jiraya entró al apartamento, cerró la puerta y se sentó en la primera silla libre que vio, gritando a Naruto:
Jiraya: Te has vuelto a retrasar, Naruto. Yo tenía esperanzas de que algún día cambiases, pero… veo que no hay solución.
En ese momento apareció Naruto en el salón, sin camiseta, con una toalla alrededor del cuello y el pelo mojado.
Naruto: Tienes razón, Ero-Sensei. No volverá a pasar.
Jiraya: Eso espero.
El kitsune se acercó a la cocina y se llenó un vaso de leche, bebiéndoselo en tres tragos. Cuando terminó, dejó el vaso en una mesita y se dirigió al salón nuevamente. Jiraya al verle aparecer, sacó una bolsa y la puso en la mesa mientras miraba a Naruto con una sonrisa.
Jiraya: Te he traído ramen. Para que luego te quejes de tu maestro.
Naruto sonrió y sacó el cuenco de ramen con los palillos poniéndolos en la mesa, tiró la toalla en la silla más próxima, dejándole mitad del cuerpo para arriba totalmente descubierto y se sentó para poder disfrutar de su comida preferida tranquilamente mientras Jiraya le observaba atentamente. Solo se podía oír el ruido de los palillos al chocar contra el recipiente de cerámica y algún que otro ruido bastante desagradable que hacía Naruto al sorber los fideos, así que el hombre prefirió sacar algún tema de conversación.
Jiraya: Y bien Naruto ¿Qué es lo que te hace no dormir¿Hay algo que te preocupe¿O alguien? – Preguntó de una forma bastante pervertida.
Naruto: En realidad sí… Es una pesadilla un tanto extraña que no me deja dormir en días…
Jiraya: Y… ¿De qué va? – Preguntó extrañado.
Naruto dejó los palillos a un lado del cuenco y le miró a los ojos fijamente.
Naruto: Al principio todo está bastante oscuro, pero se logra distinguir que están aquí, en Konoha. Hay un hombre caminando por sus calles hasta que aparece otro que le hace parar. Este último se nota que es bastante poderoso, por su porte y por sus ojos. Entonces levanta el brazo hasta la altura de sus ojos y del primero empieza a brotar chakra, un chakra maligno. – Naruto sorbió un poco del caldo y prosiguió con su historia – Otra vez, vuelve a estar negro… Entonces aparece la villa totalmente quemada y arrasada, sus habitantes muertos y solo quedan dos personas, los dos hombres del principio encima de un pequeño terraplén viendo la escena. Y ahí es cuando siempre me despierto, no logro recordar más…
Se volvió a concentrar en su comida, mientras que Jiraya miraba a ningún sitio en particular, solo pensaba en lo que su joven alumno le acababa de contar.
Después de unos minutos así, Naruto terminó y se levantó para recoger todo. En ese momento Jiraya vio algo que le dejó sorprendido y aterrorizado. Un nuevo problema se cernía sobre Konoha y el planeta entero, y él sabía cuál era.
Rápidamente cogió el pergamino que había dejado en el suelo, se lo colocó y se dirigió a la puerta. Justo antes de salir le dijo a Naruto:
Jiraya: Naruto, me acabo de acordar de que tengo que hacer algo bastante importante, así que hoy no hay entrenamiento. Haz lo que quieras.
El rubio extrañado por el cambio repentino de su maestro se asomó al salón con una expresión interrogante.
Naruto: Siempre con la misma excusa. Si va a "recolectar información" para su nuevo libro por lo menos que me lo diga que yo creo que hay suficiente confianza. Bueno, algo positivo hay, y es que ha traído ramen.
Y se fue a la cama, esperando quedarse dormido y recuperar horas de sueño.
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Jiraya prácticamente corría hacia la Torre Hokage, tenía que hablar lo antes posible con Tsunade. Si no empezaban a hacer algo rápidamente, todo por lo que habían luchado podría ser destruido.
Se cansaba fácilmente de tanto correr, así que hizo un alto en el camino. Ya no estaba para esos trotes, aunque siguiese siendo un excelente ninja, ya que por algo seguía manteniendo el nivel de sannin, los años no pasaban en balde y se notaban bastante, hasta en una simple carrerita.
Echó un vistazo a los aldeanos, parecían tranquilos, no sabían que pasaba en el mundo, con tal de sentirse seguros mostraban indiferencia ante cualquier tema, aunque estuviesen sus vidas en peligro. En lo único que se centraban era en sus quehaceres rutinarios y en su trabajo. A veces les envidiaba, un ninja tenía que saber que en cualquier momento podría morir, que un simple error de novato le podía costar la vida, mientras que una persona normal no tenía esas preocupaciones. Pero había algo que adoraba de su profesión y era que protegía lo que para él era imprescindible y eso le hacía sentir importante. Sonrió y continuó con su camino, maldiciendo la lejanía de su objetivo.
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Otros golpes en la puerta le despertaron de su pacífico sueño. Se dio la vuelta en la cama, pasando de aquellos toques e intentando conciliarlo nuevamente. Pero su curiosidad ganó la batalla interna y se dirigió a abrir. Lo que vio le dejó perplejo, no había nadie. Miró en el suelo y vio un sobre en el cual estaba escrito su nombre. Lo cogió y miró a ambos lados del pasillo que daba a su apartamento pero no había nada que le hiciese sospechar en lo más mínimo. Así que cerró la puerta y abrió el sobre, sacando el papel perfectamente doblado de su interior. Leyó su contenido y se quedó confundido, tenía que ser una broma pesada… Volvió a leerlo una vez más:
1 año
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Finalmente llegó a la Torre, subió las escaleras como un loco y se dirigió al despacho de la Godaime. En su camino se cruzó con unos cuantos gennins y chunnins, posiblemente acabarían de recibir una misión a manos de Tsunade. Al llegar a la puerta Shizune intentó pararle, pero su intento fue en vano.
Abrió las puertas armando un gran escándalo, asustando a todos los reunidos. La Hokage se enfadó inmediatamente, señaló la puerta y le dijo:
Tsunade¡Estamos reunidos!
Jiraya¡Es importante, si no lo fuese no te molestaría!
Tras unos segundos, la mujer rubia se disculpó ante los presentes y les pidió que esperasen fuera un momento. Una vez fuera todos, Tsunade miró a Jiraya interrogativamente esperando que hablase, pero al ver que este no decía nada, empezó ella.
Tsunade¿Y bien?¿Qué es eso tan importante?
Jiraya: Es Naruto. –Tsunade frunció el ceño, su confusión aumentaba cada vez más, le hizo una señal para que continuase- Su sello se está rompiendo.
El próximo capi lo subiré pronto. Dejad rewiews.
