Éramos
tan buenos amigos hasta hoy (el musical)
Notas de la autora: Ok, ya se que no es un musical, pero los titulos de cada uno de los capitulos son canciones que si se lee completa la letra entonces entenderán por qué las puse como titulos de cada capitulo, y es que cada una te narra un poco lo que va a suceder, así que si pueden y no les da flojera les recomiendo busquen la letra.
Disclaimer: no tengo ni idea de como se diga en español, pero el chiste es que solo la historia es mia. Los personajes no son mios, las canciones no son mias con excepcion de la cancion "Loco como cabra", esa sí es mia, pero a quien la use sin avisarme le voy a arrancar los intestinos (no, es broma, pero si me voy enojar tanto hasta el punto de querer hacerlo). Ah, algunos personajes tambien son inventados por mi, pero igual y ustedes mismos se daran cuenta. Gracias por leer.
1.-
"A song for the optimists" — Atreyu
— ¿Qué estás insinuando?
Matt estaba al borde del colapso. Desde que había entrado a preparatoria y le había tocado en el mismo salón en el que Taichi Yagami, no lo soportaba. Aunque él y Taichi eran más o menos amigos, cada que intentaban llevarse un poquito mejor terminaban peleándose.
— Sólo decía que tú a veces eres demasiado temperamental
— Taichi, es imposible intentar tenerte paciencia. Eres un completo imbécil sin cerebro, "Hola, soy Taichi Yagami, y si tan solo tuviera cerebro..."
— Cierra la boca, Yamato! — interrumpió Tai enojado.
— Uh... ¿te da vergüenza que te digan tus verdades?
— No, me da asco que una basura como tú me lo diga
Matt se abalanzó y golpeó a Tai en la mejilla. El moreno respondió dándole un golpe en el estomago.
— Tai!, Matt! por favor, dejen de pelear — rogaban Sora e Izzy, los cuales, hasta ése momento, habían permanecido callados viendo a sus amigos pelear. Mikage y Noboru, los amigos de Matt, observaban la pelea asustados.
— ¿y ustedes¿de qué lado están? — les gritó Matt — gallinas...
Por suerte, Kari y TK aún estaban en la escuela, así no podían presenciar aquella pelea.
Siguieron así, golpeándose hasta sangrar. Sora e Izzy reaccionaron después de un rato corrieron y detuvieron a Tai para que dejara de golpear a Matt. Matt gritó — Te odio, Taichi Yagami, no te me vuelvas a poner en frente! — y salió corriendo hacia su casa, muy enfadado y aun sangrando, pero alcanzó a escuchar a Tai decir — ¿Me odias?... no tanto como yo a ti, maldito cobarde.
Matt llegó a su casa. Su padre había dejado una nota sobre la mesa avisando que legaría tarde. Matt tiró su mochila y el suéter al suelo. Estaba harto, harto de todo. ¿Cuál era su propósito en esta vida¿por qué existía¿Sólo para pelear contra Taichi?. Casi podía apostar que si se moría le haría un gran favor a la humanidad y sobre todo a Taichi... Nadie lo quería, a nadie le importaba... Si Mikage y Noboru realmente fueran sus amigos probablemente lo abrían seguido y le habrían preguntado porqué golpeo a Tai, probablemente hubieran intentado detenerlo, así como a Tai lo intentaban detener sus amigos...
— Vaya amigos...
Realmente nadie se preocupaba por él; realmente dudaba que si de repente desapareciera, alguien lo extrañaría... probablemente ni cuenta se darían... La única persona que alguna vez se había preocupado por él era Gabumon, pero desde que la aventura digimon de los nuevos niños elegidos no lo había vuelto a ver. Probablemente nunca lo volvería a ver...
¿De qué servía estar en un mundo el cual es gris, frío¿de qué sirve estar en un mundo donde a uno nadie lo quiere?... el emblema de la amistad, bah¿cómo es que él había obtenido el emblema de la amistad si nunca había sido bueno haciendo amigos?, de hecho todos los que habían intentado ser sus amigos habían terminado por hartarse de él... ¿de qué servía estar en ese mundo frío y gris, sin tener un uso en especifico¿de qué servía pasar por éste mundo y ser otra persona mas?, es decir, en el mundo hay mucha gente... nadie nunca lo extrañaría... Después de todo él era un bueno para nada.
Entre estos pensamientos, Matt fue hacia el baño y abrió la regadera. Con todo y ropa se metió bajo el chorro del agua. Estaba harto de vivir... Tomó la navaja de afeitar de su padre, vaciló por un momento, pero se dijo "¿por qué dudar?, no hay nada que valga la pena en este mundo como para seguir viviendo en el… Además tarde o temprano moriré, así que es mejor antes que seguir soportando esta porquería de mundo." Lentamente se hizo un corte largo y profundo en la muñeca del brazo izquierdo. La sangre comenzó a salir y la miró correr bajo el agua de la regadera, sin embargo aún no dejaba de vivir.
Desesperado comenzó a gritar, pero la voz moría en su garganta. Jaló las cortinas, arañó las paredes de azulejo blanco, molesto, intentando gritar de la desesperación. ¿Por qué no se moría ya de una vez? Comenzó a llorar mientras su ira se convertía otra vez en tristeza, hasta que se quedó agazapado en un rincón, y perdió el conocimiento.
Matt se encontraba en un mundo de tinieblas... escuchaba llantos y voces que continuamente lo llamaban... pero no valía la pena vivir...
Abrió los ojos. Se encontraba en una cama de hospital con una bolsa de suero conectada por una aguja a su brazo. Se miró la muñeca, en la cual tenía un vendaje. En ése momento se abrió la puerta. Su madre lo miró con los ojos muy abiertos y luego se acercó para abrazarlo.
— ¡Yama... Yama...!,, ya despertaste… que bueno… que bueno… esto es un milagro...
— ¿Qué ha sucedido, mamá?
— Hijo... tu... tu padre te encontró… y llamó a una ambulancia… desde entonces has estado agonizando… desde hace una semana.
Matt se quedó callado... ¡Demonios!, sus planes habían fallado...
— ¿…Por qué lo hiciste, Yama?
Matt permaneció en silencio. Su madre le besó la frente y fue a buscar al doctor. Su padre y TK entraron después, muy contentos de ver a Yamato en mejor estado, pero aún tristes por lo que Matt había intentado hacer.
Los médicos decidieron que Matt tendría algunas pláticas con la psicóloga del hospital,
— Genial... — murmuró Matt sarcásticamente cuando se enteró, pensando que lo más probable era que lo mandaran a un psiquiátrico.
A la mañana siguiente, Matt despertó mientras el doctor le revisaba el suero. Afuera, su madre platicaba con alguien. Después de un par de minutos entró su madre con un ramo de flores.
— Buenos días Matt.
— ¿Con quien hablabas, mamá?
— Con un enfermero, vino a preguntar si estabas despierto para entonces mandar a la psicóloga, pero le dije que como seguías dormido entonces yo le decía cuando te despertaras.
— ¿y por qué tienes flores?
— Acabo de ir a comprarlas. Éste cuarto se ve muy sin vida… No me mires así, es la verdad¿acaso crees que soy amante del enfermero?
Matt sabía que era imposible que su madre tuviera un amante, dado que desde que tenía un trabajo muy ocupado había terminado por sacrificar su vida sentimental completamente. TK se lo había dicho.
A los cinco minutos de que su madre volviera a llamar al enfermero ya se encontraba la psicóloga en la habitación.
— Hola Matt¿cómo estás?
— Bien, gracias, señorita.
— Si quieres puedes llamarme Rachel.
— Como sea...
La psicóloga sonrió — me gustaría hacerte unos exámenes sobre tu persona¿estás de acuerdo?
— Como sea...
Matt tomó la hoja y el lápiz que le tendía Rachel y comenzó a contestar el examen.
Después de diez minutos le regresó el examen a la señorita — gracias Matt... ¿te gusta dibujar?
— Mas o menos
— Te voy a dar una hoja y me vas a hacer el favor de dibujar una casa, un árbol y una persona.
Matt hizo lo que la señorita le pedía y luego le devolvió la hoja y el lápiz.
— Mmm... — la señorita observó los dibujos — esto está un poco complicado...
— Ya sé, no sé dibujar
— No, no es eso... mejor continuaremos la sesión mañana para traerte los resultados, hasta mañana, Matt.
La psicóloga realmente había actuado de una forma muy rara, y al día siguiente aún mas extraña.
— Matt, me puedo dar cuenta de que eres un chico muy maduro, así que siento que puedo hablar abiertamente contigo.
— gracias
—... bien, sé que para ti fue difícil la separación de tus padres y que piensas que nadie te quiere...
— ¿cómo sabe eso? — la interrumpió Matt
— Las pruebas que te hice ayer no fueron solo para mantenerte entretenido, el dibujo de la casa y el árbol me ayudaron a saber lo que te acabo de decir, pues dicen que en nuestros dibujos nos reflejamos.
— ¿En serio?
— Si, también hice un examen grafológico de tu letra que me ayudó a corroborar resultados.
— ¿y por qué me dice todo esto¿que no se supone que, siendo yo el paciente, no es bueno que lo sepa?
— Por el dibujo de la persona me di cuenta de que eres muy maduro para tu edad y que no tendrías problemas asimilándolo.
— Bueno, y a todo esto ¿qué?
— ¿a qué te refieres?
— que, o sea, todo esto ¿qué significa?
— creo que lo único que tienes es una severa depresión infundamentada.
— ¿Infundamentada? discúlpeme, pero creo que tiene mucho fundamento. Es decir, llevo una semana y media en el hospital aburriéndome como una ostra porque los únicos que me visitan son mis padres, los cuales ni siquiera se ven tan interesados de estar acompañándome. Solo he visto dos veces a TK en lo que llevo hospitalizado, es decir, comprendo que él no pueda pasar porque tiene 12 años pero llevo una semana y media desaparecido de la escuela y mis "amigos" ni siquiera han preguntado por mi.
— Matt¿sí supiste quien te dono sangre?
— No
— Tu madre
— Era de suponerse, es la única en mi familia con mi mismo tipo de sangre.
— ¿Sabes que tu madre tiene hipertensión y no puede de donar sangre?
— no...
— Los médicos le dijeron a tu madre que esperara a que llegara la sangre del banco de sangre. Se tardarían una hora en ir por ella y traerla, pero aun así tu madre prefirió donarte de su propia sangre con muchísimos riesgos para su propia vida, porque los médicos le advirtieron que por su hipertensión no era muy seguro, sin embargo ella prefirió donarte su sangre porque temía que mientras te traían la sangre, murieras.
— Eso no lo sabía...
— Tu padre, el cual dices en tu examen escrito que siempre está trabajando y no se ocupa de sus deberes como padre, ha faltado toda la semana al trabajo para estar al pendiente de lo que se les pueda ofrecer tanto a ti como a tu mamá, la cual quedó muy débil, y a tu hermano, el cual se la ha pasado queriendo faltar a la escuela para venir a verte, pero como no se lo permitieron, lo que hace es mentir cada que preguntan por ti en la escuela, aunque la verdad creo que ya no le sirvió de nada.
— ¿por qué?
— Porque justo cuando venía para acá vi a un grupo de muchachitos más o menos de tu misma edad muy preocupados que preguntaban como locos en la recepción por ti, y casi puedo asegurar a que el barullo que se escucha afuera son ellos rogándole a tu madre que los deje pasar.
— ¿que ¡QUÉ!? — exclamó Matt
— ¿quieres que los deje entrar?
— Si
La psicóloga sonrió y se acercó hacia la puerta. La abrió un poco y en seguida se escucharon las voces entremezcladas de sus amigos gritando.
— ¿donde está Matt?
— ¡queremos ver a Matt!
— ¿dónde lo tienen?
— ¿qué le hicieron?
La psicóloga intentaba calmarlos, pero los chicos menos se callaban, hablando todos a la vez
— le trajimos serenata
— ¿podemos pasar a verlo?
— le vengo a devolver un chicle masticado de la semana pasada
— ¡no seas asqueroso, Tai!
— ándele, déjenos pasar a verlo.
Matt rió al escuchar lo del chicle masticado de Tai pero en eso recordó que ellos no se hablaban y se puso serio.
— Ándele, déjenos pasar a verlo¿si?, por favor...
La psicóloga suspiro y volteó a ver a Matt, éste sonrió y asintió con la cabeza.
Una estampida de 10 chicos entraron en la habitación gritando — ¡Matt¿Cómo estas?
— Bien, gracias — dijo Matt sonriendo, y vio de reojo que la psicóloga cerraba la puerta y se quedaba en una esquina de la habitación.
— Qué bueno que ya estas bien¡nos diste un gran susto! — exclamó Sora.
— Si¡una caída de diez metros! no puedo creer que solo te hayas lastimado el brazo y no te hayas roto ningún hueso — dijo Joe — debes tener mas cuidado dónde pisas.
Matt miró confundido a la psicóloga. Ella guiñó un ojo sin que nadie lo notara y dijo — si, será mejor que en los departamentos prohíban dejar patinetas en mitad de pasillos a los que se les está poniendo barandal nuevo.
— Si... — sonrió Yamato siguiendo el cuento, pero prefería que fuera así, no le hubiera gustado ver cómo se hubieran puesto sus amigos si se hubieran enterado de que había intentado suicidarse cortándose las venas.
— Y desde EU tenemos a Mimí en línea — anunció Izzy poniendo a los pies de la cama su laptop. Un programa se abrió y el rostro de Mimí apareció en pantalla.
— ¡Hola a todos¡¡Matt¿Cómo estás? me dijeron que te caíste por culpa de una patineta... creo que la vida sobre ruedas no es lo tuyo. ¡La vez pasada que intentaste aprender a andar en bicicleta casi te descalabraste!
— Entonces nunca intentaré andar en monociclo — comentó Matt.
— Bien¿y, qué cuentas?
— Nada... estoy un poco cansado, pero me tengo que recuperar pronto para volver a la escuela.
— ¡Y también reingresar a la banda! — mencionó Yuichi, el baterista del grupo donde tocaba Matt.
— ¡Si, ya llevamos semanas sin ensayar! — secundó Koji, el bajista.
— Hermano mayor...
Matt volteó a ver a TK, el cual estaba muy pálido, pero sonriente; él era el único del grupo que sabía la verdad.
— ¿qué sucede, TK?
El chico abrazó a Matt — te quiero mucho, hermano mayor... por poco creí que te perdíamos... no nos vuelvas a dar un susto así, por favor...
Matt sonrió y besó la frente de su hermano — no te preocupes, TK, estaré aquí todavía muchos años sirviéndoles a todos de mal ejemplo.
TK sonrió aguantando las lágrimas y se hizo a un lado.
Mikage y Noboru lo miraron con tristeza — Matt, nos alegra mucho que estés bien. Nos quedamos muy preocupados el día que te peleaste con Tai, y cuando no fuiste a la escuela pensamos que había sido porque seguías molesto, pero nos preocupamos muchísimo de ver que no fuiste en toda la semana.
— Ya no se preocupen. Estoy bien.
— Mi mamá y yo estuvimos muy preocupadas por ti — dijo Kari — De hecho te hicimos un pay.
— Gracias — dijo Matt viendo que Kari ponía una gran caja en la mesita de noche. En ese momento Matt miró al chico que estaba parado detrás de Kari. Tai bajó la vista e inmediatamente se acercó al borde de la cama.
— Matt… discúlpame por… bueno, tu sabes. Por ser un completo imbécil.
— Te disculpo… solo si prometes serlo más de vez en cuando y no siempre — dijo Matt sonriendo.
Tai se arremangó las mangas, levantó un puño y simulando cara de gruñón dijo — Nada más porque estás convaleciente, que si no…
— ¿Amigos? — propuso Matt extendiendo su mano.
El moreno estrechó su mano — Bueno, pero ahora si sin trancazos, porque si duelen.
—De todo te quejas, nunca aguantas nada. En serio, a veces eres tan…
— ¿Tan qué?
— Tan odioso…
Ambos jóvenes rieron.
— ¡Esperen! — Dijo Izzy — Tenemos otra sorpresa. Mimí no es la única que está en línea para hablar con Matt.
Matt volvió a ver la pantalla, y ésta vez experimento una sorpresa y alegría que hacía mucho no sentía.
— ¡MATT!
— ¡Gabumon!
— ¿Cómo estás, Matt¡Tanto tiempo sin verte! No tengo mucho tiempo, porque Izzy todavía no logra estabilizar bien la línea con el digimundo, pero rápido te digo que me alegra mucho que estés bien, y ya cuídate. ¿Ya vez? Si yo no te cuido, tú no te cuidas a ti mismo.
— No es cierto. Ya he aprendido a cuidarme solo.
— De todas maneras te voy a dejar encargado con todos los demás, para que ya no te anden pasando cosas.
— No te preocupes gabumon — dijo Tai — yo veré que no haga travesuras.
— Un ciego guiando a otro ciego — murmuró Sora.
— Claro que no — dijo Tai — a lo mejor y sí puedo aunque sea medio cuidarlo. Recuerden aquel otro dicho que dice: "En la tierra de los ciegos…
— "…el tuerto se hace el wey" — completó Matt, arrancando una carcajada general.
— ¡Y luego dicen que yo soy el que empieza con mamadas! — dijo Tai cruzándose de brazos.
Matt y Tai se volvieron a mirar y rieron nuevamente. Por alguna razón, ambos tenían el presentimiento de que éste si sería el verdadero comienzo de su amistad.
