Capítulo 1: ¿Hello? ¿Hello? Este no es mi lugar

Las cinco y cincuenta y ocho de la mañana. Solo dos minutos más, rogaba Mike, dos minutos más y podría irse a casa. Después de estos últimos cinco días como guarda nocturno en aquella maldita pizzería Fazbear, lo que más añoraba era su casa lejos de esos robots asesinos. No podía aguantar más, no después de escuchar al chaval del teléfono morir en la anterior noche y el perturbador mensaje al empezar el turno de hoy, no, está sería su última noche, solo dos minutos más.

Alzó la pantalla para observar si Foxy se había movido o Freddy lo observaba desde algún lugar de la pizzería que no fuera el escenario con sus ojos brillantes en la oscuridad.

Parecía que no tendría problemas de última hora esta noche, sonrió feliz antes de bajar la pantalla y observar un ser amarillo frente a él.

¿Cuándo? ¿Cómo Chica había entrado en su oficina? ¿No estaba ese estúpido pájaro haciendo el idiota con las ollas y las sartenes en la cocina? El miedo le obligó a cubrirse la cabeza con los brazos, pero no escuchó grito alguno por parte del amarillo animatrónico. Ni siquiera era Chica ¿Entonces quien era? Se atrevió a mirar sin bajar los brazos. Un oso amarillo. No. Un oso dorado. Tendido frente a él, en una posición de todo menos agresiva. Parecía vacio de endoesqueleto e inofensivo. Bajó los brazos para verlo mejor y sin levantarse de la silla, se inclinó hacia el traje.

-¿Cómo has entrado si no puedes moverte, maldito bicho?- preguntó el calvo de ojos azules al animatrónico mientras extendía su mano a tocar el traje.

Error.

Sin previo aviso el amarillo Freddy se inclino ligeramente hacia el guardia y emitió un sonido grave, como un grito, asustando a Mike que perdió el equilibrio en la silla y se desplomó al duro suelo, golpeándose la cabeza y aturdiéndolo del dolor.

-Mierda- veía borroso. Agradeció al jefe de arriba que no se partiera el cuello en el golpe. Vio a Bonnie entrando en la oficina- estoy muerto- pensó. Antes de quedarse sin sentido escuchó la alarma que indicaba que su turno había terminado.

….

La oscuridad lo rodeaba, no podía abrir los ojos, tampoco es que supiera si realmente los tuviera cerrados, aún así hizo el esfuerzo de buscar algo de luz que le ayudara a saber si estaba muerto o no.

-Hey, amigo- escuchó una voz. Parece de alguien joven, más joven que él ¿Un hombre quizás?- despierta, por favor- la voz parecía preocupada ¿Acaso estaba malherido o algo?

-Juro que si sobrevivo desmantelaré a esos cacharros yo mismo- se dijo pero incluso sus propios pensamientos le producían dolor de cabeza.

-Vamos despierta- le gritó la voz- volverán el cualquier momento- ¿Quiénes iban a volver? ¿Acaso esos bichos se habían vuelto activos no solo en la noche?

-¿Estoy vivo?- preguntó por fin recuperando la consciencia.

-Gracias a dios- el chico de despeinados cabellos castaños y un flequillo demasiado largo que le tapaba los ojos, llevaba puesto un uniforme morada como el suyo ¿Sería un nuevo empleado?

-Al menos no me han dejado pudriéndome aquí- pensó Mike.

-¿Estás bien? ¿Te duele algo?- el chico de desconocido nombre miraba a Mike buscando heridas o magulladuras sin oponerse a ello el calvo, hasta que intentó quitarle la gorra al desconcertado guarda.

-Espera espera- se incorporó hasta quedar sentado como el otro en el suelo- ¿Quién eres?

-Per-perdona, me llamo Jeremy. Estoy algo nervioso, es mi primer día y cuando he visto a Bonnie moverse me he puesto de los nervios, y-y-y cuando te he visto en el suelo he temido lo peor…

-Tranquilo, es normal. Esos bichos deberían estar anclados al suelo- Mike se levantó limpiando sus pantalones de posibles suciedades. Al observar su alrededor se percató que no era su enana oficina, sino una mucho más luminosa, colorida y amplia…y sin puertas. ¿Dónde estaban esas pequeñas delicias salvadoras?

-¿Te encuentras bien? Pareces desorientado.

-¿Dónde estoy?

-Claro, estás aún con el golpe haciendo estragos en tu cabeza- susurró para sí el chico- hoy es nuestro primer día como guardas nocturnos en la pizzería ¿lo recuerdas?

-No puede ser, hoy era mi último día- Mike se sentó en la silla impresionado- ¿Cómo es esto posible?- observó el poster de la pared donde se podían ver a los modelos Toy de Freddy, Bonnie y Chica.

-Tranquilo, no suelen ser muy agresivos. En nada Scott nos llamará para ver si nos hemos instalado bien- como si alguien les estuviera escuchando el teléfono sonó y Jeremy lo puso en manos libres.

-Uh, ¿Hello? ¿Hello?

-¡Scott!

-Hola, Jeremy- respondió la voz.

-Hola, chico- respondió otra al otro lado del teléfono mientras Scott peleaba por volver a tomar el mando del teléfono.

-Hola Vince- respondió alegre Jeremy.

-Tengo que leerte unas palabras reglamentarias de parte de la compañía, ya sabes…- se aclaró la garganta- bienvenido a tu nuevo trabajo de verano en la nueva y mejorada Freddy Fazbear's Pizza. Uh, estoy aquí para hablarte de algunas de las cosas que puedes esperar ver aquí durante tu primera semana y ayudarte a empezar con esta nueva y emocionante carrera.

-Vamos Scott, estás aburriendo al chico- rió Vince.

-Uh, ahora, quiero que te olvides de cualquier cosa que pudiste haber oído acerca del local anterior, ya sabes. Uh, algunas personas aún tienen una impresión algo negativa de la empresa.

-Se gastaron una pequeña fortuna en estos animatrónicos- silbó Vince impresionado- reconocimiento facial, movilidad avanzada, incluso dejarlos caminar por el día. ¿No es genial?

-Pero lo más importante- alzó la voz Scott- todos están vinculados a algún tipo de base de datos criminal, por lo que pueden detectar a un criminal a una milla de distancia. Deberíamos pagarles para protegerte.

-Pero todo sistema tiene sus fallos- canturreó Vince- antes de vosotros, el anterior par de guardias se quejó de que se acercaban demasiado a su oficina.

-Vincent, solo está Jeremy en la oficina- contradijo Scott.

-El nuevo también está allí escuchando, solo que está cagado ¿es eso lo que pasa, chico? ¿Estás asustado?

-Mike, se ha dado un golpe en la cabeza y aún le duele- corrió Jeremy a defenderlo.

-Uh, perdona por no saludarte Mike- se disculpo Scott- me llamo Scott y el idiota que tengo al lado se llama Vincent.

-¿Cómo que idiota?- se indignó falsamente Vince haciendo reír al joven Jeremy- pues acaba de indicarles a los nuevos como hacer las cosas y cuelga ya.

Después de eso, Scott les informó acerca de la máscara, que para mala suerte solo había una. El problema de los animatrónicos y la ausencia de su modo nocturno y la cajita de música, algo que a Vincent no debió gustarle mucho pues con solo nombrarlo de sus labios no salió ningún comentario sarcástico o broma. Y por último el problema de las luces y la falta de puertas. Colgaron, prometiendo volver mañana, al menos no era una grabación como la otra vez.

-¿Cómo lo hacemos, Jeremy?

-Mira las cámaras- Mike acababa de pasar la semana la más agotadora de su vida, o eso recordaba él, no entendía que hacia allí o si quiera era real y no estaba él postrado en una cama de hospital…sea como sea superaría la noche junto al chico.

-D-de acuerdo, Mike- revisaron las cámaras y pudieron ver a los modelos Toy en el escenario.

-Bonnie parece una chica- bromeó Mike a lo que Jeremy rió nervioso. Pasaron a la cámara del animatronico que más adelante conocerían con el nombre de Mangle.

-No me gusta cómo suena esa animatrónica…pasaré a ver la caja de música-Un sonido en los conductos los asusto a ambos, bajaron la pantalla y encendieron las luces del conducto de ventilación ¿A quién se le ocurre no ponerle unas rejas o algo? Al menos para que los niños no entren…

-Shh- Jeremy encendió la linterna para ver el pasillo conteniendo un grito a Foxy. El calvo lo observó asustado, se veía más destrozado, daba un poco de miedo y todo. La luz se apagaba y encendía ¿Y eso? La respuesta era simple, Jeremy temblaba de miedo, tanto que con torpeza podía mantener la luz encendida.

-Ponte la máscara, chico- le ordeno el calvo.

-¿Y qué hay de ti?- antes de que pudiera obtener respuesta Mike ya estaba armado con el ventilador, aún funcionando, en sus manos. Foxy se marchó del pasillo.

-¿Estamos solos…?- suspiró Mike.

-Lo estamos, compañero- le sonrió y el otro asintió.

-Muy bien, encárgate de la cajita de música y yo de las luces. Y si viene alguno, le zurro.

-¿Con qué?- rió divertido.

-Con un palo y tú te pones la máscara.

Foxy si se había marchado, pero el azul Bonnie había venido a suplantarlo como rival. Este observó a Jeremy y después a Mike ¿Habría funcionado la máscara? Respiró aliviado para volver a sudar cuando escuchó una pequeña alarma que le informaba que la caja de música necesitaba cuerda. Sin pensarlo dos veces se quitó la máscara para recargarla mientras Mike tenía un conejo que repeler.

5:50 AM

Solo un poco más.

Mike utilizaba el ventilador como escudo de los zarpazos del afeminado diseño del conejo. Izquierda, derecha, otra vez derecha. Era más pequeño que su vieja versión, por lo menos no imponía tanto pero si era más rápido y ágil. El calvo no sabía cuánto aguantaría. "Si te alcanza, fin del juego…si te alcanza, fin del juego…" se repetía el portador de ojos azules para soportar los ataques del oji-verde. Un nuevo zarpazo, pero esta vez al brazo del guarda que soltó el pesado objeto. El conejo levantó con su robótico brazo al hombre hasta estamparlo contra la pared donde el poster de Freddy se encontraba. Jeremy juraría que al impactar la espalda de su compañero en la pared pudo escuchar como una bocinita.

-Maldito bicho…-maldijo el guarda- eres rápido, desgraciado- el metálico adversario miró al guarda como si entendiera y se mantuvo quieto pero en guardia. Se giró al guarda más joven y camino hacia él con lentitud. Jeremy temblaba y miraba hacia otro lado, solo quería que acabara ya la noche. Mike se apresuró a recoger el ventilador para detenerlo sin éxito pues cuando quiso defender a su compañero, Toy Bonnie ya le estaba levantando la máscara lentamente.

6:00 AM

Se detuvo todo. Como si un cable se le hubiera cruzado a Bonnie, se alejó de Jeremy, pasó al lado de Mike y se marchó por donde había venido.

-Ufff- se dejó caer el herido guarda al suelo. Jeremy corrió hasta él para examinarle la herida-Está bien, estoy bien…

-Voy por el botiquín.

La hora de abrir se acercaba y en la puerta del establecimiento se encontraban dos individuos vestidos con camisas moradas, pantalones negros y una plaquita de guarda en sus pechos. Uno tenía pelo negro y unas gafas que cubrían sus verdes ojos. El otro poseía unos inusuales ojos plateados, casi de un gris muy claro y el cabello de un también inusual color morado en una coleta de caballo. El primero llevaba un gran bote con pintura rosa, mientras que el otro llevaba una gran caja con objetos de bricolaje. El portador de gafas llamó de nuevo a la puerta, pero esta vez con más contundencia.

-¿Y si han muerto?- preguntó en peli-morado.

-No lo creo, Vince. Nadie muere en la primera noche…ni en ninguna…- la puerta se abrió dejando ver a un cansado Mike con su brazo vendado- por dios ¿pero que te ha ocurrido?- el guarda herido reconoció las voces de los hombres, eran lo que habían llamado en la madrugada, la que más le resultaba familiar era la del tipo con gafas.

-Toy Bonnie, parece un nenaza pero sabe como golpear- bromeó el herido.

-Me has impresionado, novato.

-¡Vincent!

-¿Qué?- se encogió el reñido de hombros.

-Es igual- interrumpió Mike- entrar casi hemos acabado de recoger. En un par de minutos Jeremy y yo nos iremos. Por cierto, mi nombre es Mike.

-Un gusto. Yo soy Scott, hablamos ayer- se presentó el de gafas- este es Vincent- entraron en la pizzería viendo a Jeremy colocar un despegado cartel de la pared- Hello hello Jeremy.

-¡Hola Scott! ¿Qué haces con ese bote de pintura?

-Vamos a pintar el baño de chicas, necesita urgentemente una manita de pintura- le mostró al chico el bote.

-¿Vas a hacerlo tú solo?

-No…- resopló el mayor- me va a ayudar Vincent- ambos observaron al calvo y al de extraña cabellera pasar los materiales al cuarto de baño de las niñas- señor, dame paciencia.

-Creo que me iré a casa, estoy cansado- terminó el castaño a lo que el otro asintió y marchó para comenzar su tarea.

-Mike, puedes irte. Nos encargamos noso…

Antes de que Scott pudiera terminar de hablar, Vincent de algún modo perdió el equilibrio y derramo parte del contenido de pintura rosa sobre el cuerpo de Scott, ensuciándole a él y al uniforme (y parte del suelo y las paredes). Mike salió del lugar al ver como la cara de Scott tornaba a una furiosa y su ceño se fruncía.

-¡Vincent!- escucharon desde casi la salida los nuevos guardas que no pudieron evitar agachar la cabeza asustados. Por la puerta principal un pequeño niño de cabello morado como el de Vince, ahora probablemente muerto, unos once años y ojos rojos entró corriendo.

-No pequeño- Mike levantó al niño del suelo- aún no hemos abierto. Tendrás que esperar ¿Y tus padres?

-Vengo con el tito Vince- respondió el chico- ¿está mi tío dentro?

-Déjalo ir- intervino Jeremy- es el sobrino de Vincent, Bob- Mike dejó al chico y este salió corriendo en busca de su pariente.

-Caramba con esa familia, ¿todos tienen ojos y el pelo de colores imposibles?- el calvo rascó su nuca mientras él otro solo soltó una pequeña risa.

-Es un buen chico, a veces viene a la pizzería con sus amigos.

Ambos salieron del lugar sin más incidentes, caminaron por la calle viendo como los primeros establecimientos abrían al público. Por fin Mike recayó en un pequeño problema ¿Dónde narices estaba? No era su pizzería ¿Tampoco recordaba cómo había llegado allí? Sus recuerdos estaban mezclados como el chocolate en la masa de una tarta. Las calles tenían el mismo aspecto que tenían diez años antes y no recordaba cómo había terminado allí. Miró uno de los kioscos donde vendía el periódico del día. Si bien el día y el mes lo habían desconcertado, el año ya lo dejó de piedra.

1987

Buscó en otro periódico, un error lo tiene cualquiera… y en otro, en otro, otro igual. Todos ponían 1987 como año.


Este es el primer fic sobre este juego, por lo que no espero que este perfecto ni nada por el estilo. Cualquier error es de agradecer que se comente para así mejorar. Un saludo y espero que os guste.