El VERDADERO AMOR LLEGA SIEMPRE CON UN FINAL FELIZ


Liamka llevaba una vida tranquila junto a su familia, pero lo que penso que seria un dia mas de clases en el Peninsula Community College se transformo en el dia en el que cambiaria TOTALMENTE SU VIDA


1. Confundida.

El cielo ya estaba un poco mas claro lo que indicaba que ya era hora de ir a la facultad. A pesar de que sabía que tenía tiempo de sobra me arregle muy rápido. Me puse uno de mis vestidos favoritos. Corto, un dedo arriba de la rodilla y de color morado con negro. Guarde en mi bolso mi mandil, guantes y equipo de disección. Deje que mi cabello ondulado caiga sobre mis hombros y baje corriendo las escaleras. No tenía prisa. Pero no me gustaba andar despacio.

Me despedí de mis padres apenas con un "ya vuelvo" y me dirigía hacia la puerta de la casa cuando la mueca de mi padre me recordó algo: a el no le gustaba nada que alguien como yo asista a la facultad de medicina. ¡¡Baaahh!! El pensaba que era exponerse demasiado y tenia miedo que algún día pierda el control. Imagine que su tensión aumentaba porque estaba llegando a finales de ciclo y pronto tendría mi tan ansiado examen de cirugía. Eso es. Me acorde lo que se me estaba escapando por alto:

Hoy mi profesor de cirugía; el Dr. Zuniga, iba a abandonar la cátedra por problemas familiares. Que genial momento para cambiar docentes, justo a puertas de exámenes finales.

Definitivamente no quería llegar tarde así que salí dirigiéndome a mi coche y en el camino a la facultad no pude evitar pensar en como seria el nuevo profesor. Bueno de seguro para mi no seria ningún problema, yo era la mejor de mi clase. Y como no serlo cuando no malgasto mi tiempo en cosas tan humanas. No necesitaba dormir así que me "amanecía" estudiando, no salía a reuniones sociales, ni necesitaba distraerme con la computadora. Seguro iba a ser tan fácil agradarle al nuevo profesor como había sido con el resto. ¡¡Seguro!!.

Había llegado 15 minutos antes de lo habitual. Me dirigí a mi salón y ocupe mi puesto siempre en la primera fila. Saque mi iPOD dispuesta a esperar, pero antes de lo pensado el salón ya estaba lleno. Claro nuevo profesor, todos quieren dar una buena imagen, pensé.

-Buenos días chicos. Solo he venido a despedirme- dijo el Dr. Zuniga con un tono que delataba melancolía en su voz- Espero que se acoplen rápido a su nuevo maestro y culminen con éxito su año.

Los aplausos no se hicieron esperar en el salón.

El Dr. se acerco a mi asiento y casi en susurros me dijo – ya te deje recomendada cielo, no debes preocuparte por nada.

Waooo que buen hombre era. Igual yo no necesitaba recomendaciones pero se lo agradecí con una sonrisa tímida.

-Espero que se solucionen pronto sus problemas Dr.- culmine.

-Gracias cariño.

El Dr. Salió y empecé a sentirme rara. Tenía algo parecido a un presentimiento de que hoy iba a ser un día de lo más loco. Y así fue cuando mis ojos y mi olfato detectaron algo que jamás imagine.

Esto es imposible-susurre.

Pero obviamente el me escucho.

-No, no lo es.

Mi nuevo profesor era rubio, alto, con la piel extremadamente blanca y los ojos de un color miel. Exactamente igual que los míos, pensé horrorizada.

¡¡Mi nuevo profesor era un vampiro!!

No pude separar los ojos de el ni por un instante, al igual que el resto de mis compañeras. Claro que ellas lo hacían por otros motivos.

-mi nombre es Carlisle Cullen. Me acaban de trasladar. Espero ponernos al corriente rápido y poder culminar con éxito este ciclo y empezar bien el siguiente.

Genial iba ser mi profesor también en el próximo ciclo. Estaba tan confundida que apenas finalizo la clase me levante hacia su escritorio. Ya tenia un plan, le preguntaría por las clases y bla bla bla. Pero apenas me acerque el deposito un papel blanco en mi mano y me hizo señas de que salga. Me había indicado vernos en la puerta principal de acceso a la facultad. Espere unos cuantos minutos de forma muy impaciente hasta que llego.

-Dr. Cullen- salude.

-Llámame Carlisle. Tú debes ser Liamka Mochz. ¿Verdad?

Asentí aun nerviosa.

-que te parece si vienes a mi domicilio y conversamos mejor. Puedes confiar en nosotros, como ves parece que llevamos el mismo ritmo de vida.- sonrió, refiriéndose a nuestro color de ojos.

De nuevo estaba tan confundida que solo asentí y cuando mi cerebro reacciono ante su mirada acote -Bueno voy a ver mi coche. ¿Donde nos vemos?

Me indico un lugar y se fue hacia el parqueadero, le imite. Subí a mi coche nerviosa aun. Tenía ganas de llamar a papa y contarle pero sabía que no me hubiera dejado ir a casa de Carlisle. Y necesitaba averiguar mas sobre el.

Al llegar al punto de encuentro vi un coche negro. Seguro era de el, pensé. El Dr. Saco la mano por el lado del copiloto en señal de que los siga. Iba con alguien más al volante.

Llegue a la casa del Dr. Cullen. Era muy grande y espaciosa. Se parecía mucho a la mía pero esta era el doble de grande.

Me baje del coche y vi al conductor del carro de Carlisle. Era hermoso. Alto con el cabello dorado, ojos de miel y extremadamente hermoso. Hasta a mi me sorprendió que alguien de mi propia especie me deslumbre de ese modo. Si hubiera seguido siendo humana me hubiera sonrojado al verlo.

-Entra, bienvenida- me dijo mientras me sostenía la puerta. Tenía una sonrisa impactante. Soltó una pequeña carcajada que me dejo sorprendida -Mi nombre es Edward. Edward Cullen- estiro la mano para estrechar la mía.

-Yo soy Liamka Mochz- le di la mano. Jamás en mis 30 años había visto a una criatura tan encantadora como el.

-Pienso exactamente lo mismo- me dijo.

-¿Que?- le exigí. Pero en ese momento llego Carlisle me tomo de la mano y me llevo hacia un gran salón en donde estaban 2 hombres y 3 mujeres. Uno era grande, muy grande, de cabello negro y con chorros cortos. Me saludo con la mano y me regalo una gran sonrisa. – Soy Emmet y ella es mi esposa Rosalie- señalo a la mujer que estaba a lado de el. Ella era hermosa, rubia, alta y tenía una mirada recelosa.

-Mucho gusto- le respondí esbozando una sonrisa como respuesta a la de el. De repente unos brazos muy delgados y cálidos me roderón la cintura y sentí unos labios pegados a mi mejilla. –Yo soy Alice, es un gusto conocerte, sabia que vendrías, seremos grandes amigas- me dijo una mujer pequeña, se la veía tan frágil, pero encantadora, su cabello.. ¡¡Oh Dios su cabello era genial!!

Edward rio y dirigiéndose hacia Alice dijo –seguro van a ser grandes amigas.

-Yo soy Jasper- me tendió la mano el chico rubio y alto parado a lado de Alice.

-Yo soy Esme- me dijo la otra mujer que estaba parada ahora a lado del Dr. Cullen. Me dedico las más cálidas de las sonrisas. Tanto que me sentí en casa.

-Esta es mi familia- contesto Carlisle creo que en respuesta a mi cara de confusión.

-tiene una familia encantadora Dr. Cullen- fue lo único que se me ocurría decir.

-Llámame Carlisle - me corrigió.


NOTA: Gracias a mi amiga Norma que fue quien me dio la idea para el nombre de este fanfic y a sido la primera en leerlo!!

GRACIAS AMIGA!!