Llevo millones de años sin actualizar, así que ruego que me perdonen.
Traigo este drabble con 500 palabras justas justitas que se me ocurrió mientras pensaba en lo poco que quería estudiar 3
Disclaimer: Ni Naruto ni ninguno de sus personajes me pertenecen :c
Espero que lo disfruten
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Cuando se vieron por primera vez, el solo se fijó, con molestia, que su habilidad podía llegar a ser un problema. Si le preguntaran ahora si ya tenía planeado rendirse entonces, diría que sí por muchas razones, como por el carácter histérico de la kunoichi frente a él, el verde de sus ojos que lo miraba desafiante, o la presencia que lo intimidaba mientras planeaba su estrategia. Al final, usó como excusa la falta de chakra.
La siguiente vez, él era chuunin, y ella la traidora de la arena que iba a salvarlo en la pelea contra Tayuya. Pese a sus heridas y la falta de sangre, se admiró de su soberbia, la forma de pararse ante la vida, y el descaro de la kunoichi que en estos momentos le sonreía de una forma que detuvo su corazón de forma anormal durante algunos segundos. Sintió un tirón en su estómago, y pensó que quizás, solo quizás, debiera ir al hospital de Konoha a que lo revisaran. Porque él sabía que era lo que pasaba, y era definitivamente problemático.
Ahora miraba ansioso, apoyado en la entrada de la aldea, que apareciera la figura femenina ataviada en el kimono negro que ahora usaba. Desde la última vez que se habían visto, había pasado una buena cantidad de meses y no sabía del todo bien como actuar frente a ella. Ni tampoco cómo reaccionaría a lo que pensaba hacer.
Apenas la vio, levantó su brazo a modo de saludo con la parsimonia habitual y esperó a que llegara mientras la veía acercarse con una sonrisa. Aguantó las ganas de saludarla de forma más expresiva y se dirigieron primero a la oficina de la Hokage. Escuchó a Tsunade gritar "adelante" desde dentro para dejarlos pasar y cerró la puerta tras de sí luego de que Temari entrara.
Al parecer la rubia de Suna iba más apresurada de lo que pensó, porque casi tuvo que agarrarla del brazo para que no se fuera inmediatamente luego de entregar su mensaje. Lo miró con una ceja levantada como siempre hacía cuando él se escapaba de su personalidad normal. Entonces Shikamaru decidió hablar por primera vez desde que entró al cuarto.
-Tsunade-sama.- La aludida levantó la vista de la pila de papeles que tenía enfrente para mirarlo con la misma expresión de extrañeza que adornaba el rostro de Temari.- Solicito su permiso para casarme.
El asombro no hacía más que aumentar y aumentar mientras los segundos pasaban.
-Sabes que no necesitas mi permiso para eso Shikamaru.- le respondió pese a la incredulidad. Temari no sabía si sentirse engañada, o simplemente triste.
-Lo necesito si es una cuestión de diplomacia. Ya sabe, la novia no es de Konoha.- dijo mirando a Temari fijamente a los ojos.
Y ella no supo si largarse a reír, aliviarse o avergonzarse por la propuesta.
Así que terminó sonriéndole, como cuando lo rescató en su primera misión, para luego lanzarlo a volar con su abanico.
Al menos debió avisarle que la novia era ella.
-Owari-
