Una flor sin fraganciaCapitulo 1

Miro por la ventana, el día estaba soleado, era perfecto. Ella ya se había sentado en su escritorio da la habitación para ponerse a leer uno de sus libros favoritos. Y no tenía planeado salir pero la verdad con ese día un poco más y se lo gritaba. Se paro rápido, guardo su libro en un bolsito, y salió corriendo por la puerta, estaba de un muy buen humor. Estaba segura de donde iría hoy a ponerse a leer.

Salió de su casa emocionada, camino por la calle en la cual se encontraba su casa, pero no iba a caminar mucho tiempo. Se metió por un bosque pequeño que se en encontraba cerca. El bosque iba en bajada, ella camino rápido pero con cuidado para no caerse. Estaba muy acostumbrada a bajar por allí, era su lugar favorito en la ciudad era hermoso. Terminaron los aboles dejando paso al pasto verde brillante por el sol, a unos tres metros había un rio con agua cristalina el cual la corriente corría fuerte para el lado izquierdo. El lugar estaba lleno de hermosas flores de muchos tipos y colores.

Camino hasta la orilla del rio y se agacho a tocar la fría agua transparente, se sentía refrescante al confinarlo con el día caluroso y soleado. Izo con sus manos un huequito y lo lleno de agua y se mojo la cara y luego su cabello apara poder sentirse menos acalorada. Agarro su remera y se seco las manos para poder agarrar el libro sin mojarlo, entonces se sentó en la sombra de un árbol para ponerse a leer.

Era sábado a la tarde, ese día era de descanso, y ¿cuál era la mejor manera de pasar el tiempo? Sentarse bajo la sombra de un árbol en su lugar favorito en el mundo. Ella iba a séptimo grado de primaria, y se sentía genial cuando llegaba el fin de semana, y al fin el descanso. Aunque la tarea seguía en su casa como siempre lo dejaba para la última hora. Ella normalmente luego de las clases salía con sus amigas o arreglaban alguna salida para los días como ese, pero la verdad es que ella prefería hacer eso. La tranquilidad total mientras leía uno de sus libros favoritos.

De la nada empezó a escuchar ruidos de ramas al romperse, como si alguien estuviera cayéndose por la bajada. Entonces vio como un chico caía de un golpe en el pasto cerca de él. El chico se sentó dolorido, con la mano en su cabeza murmurando quejidos de dolor, tenía las piernas cruzadas y una levantada donde tenía apoyado el codo. La chica lo miro sorprendida, entonces le vio unas heridas, tenia y un corte en el labio y un raspón en un costado de la frente.

Ella se levanto asustada y corrió Asia el, entonces se arrodillo a su lado preocupada por sus golpes y heridas.

-¿Te encuentras bien?- pregunto asustada- ¿te duele mucho?

El chico levanto la mirada sorprendido al percatarse de que había alguien en ese lugar tan solitario. Sus ojos eran de un azul oscuro, y su cabello era negro como la noche sin estrellas, su piel era de un dorado medio tostado. Sus ojos penetrantes la miraron, con un asombro notable a simple vista.

-¡Espérame aquí! Mi casa queda cerca voy a traer algo para curarte, no te levantes ni te muevas ¿si? –dijo la chica acelerada.

¡No espera no hace falta! –empezó a decir el chico desconocido, pero la chica ya había salido corriendo.

El chico suspiro cansado y se recostó en el pasto.