Disclaimer: ©Shingeki no Kyojin/進撃の巨人, sus personajes y trama son propiedad de su autor, Hajime Isayama. Yo tan solo realizo este FanFic por diversión, sin ánimos de lucro.
Advertencia: Universo Alterno (AU) Omegarverse| Uso descarado delOoC| Riren| Explicito| Relación adultoxadolescente| Pircings | SugarDaddys MafiososxSuperModels
Dedicado a d. teufel , pues su arte me inspiró; a LunadeAcero, porque ¡Te amo 3 mil! Y una ranchería más; y con cariño especial a Gatitadeluna, que me apoya y escucha mis estupideces y me dice "hacelo Charly", aunque sean un completo asco.
También con amor a todas los que lean, que si ustedes esto no sería más que nada.
Por favor lean las notas finales.
His lips pink and of glory
—
. 1 .
Gira, y las ropas se hace una espiral sobre su piel mientras su mirada vuelve a rebuscar entre los rostros, en los rincones ligeramente oscurecidos.
Nada.
No está allí.
No llegó.
Lo ha dejado plantado.
El enojo burbujea en su estómago y se asienta en su pecho, aun así, una sonrisa ligera se desliza de sus labios y las cámaras enloquecen mandando flashes como una lluvia que lo bañan de diminutos destellos. Como una joya. Como una estrella. Porque es lo que es, aquí en esa pasarela de la semana de la moda en Milán, rodeado de todo lo que el planeta conoce como belleza —al menos física, y que para millones es prácticamente lo primordial—, y sin embargo la atención que esperaba se le fue negada.
Su ego está herido, y su Omega interno se revuelve en descontento.
Eren Jeäger, solo tiene diecisiete años, pero desde hace tres años cuando fue descubierto y lanzado al mundo de la moda, solo ha conocido ser el centro de atención, vivir sobre todo y que sus caprichos se cumplan sin importar su raza. Algo incorrecto él sabe, que trata de moderar, sí, pero que secretamente y satisfactoriamente le complace.
Pero es que oh, ¿quién podría negarle algo a él, con su estructura ósea de perfecta estatura y entallaje, deliciosamente cubierta de extensa piel de miel, que se enriquece con unos exóticos ojos de Alejandrita y unos labios de cereza? Si, exacto, nadie, Alfa, Beta o incluso Omega. Nadie excepto él.
Ese maldito alfa.
La sonrisa se desvanece, su boca se aprieta, y dentro sus dientes se aprietan hasta crujir. Ya verá ese cretino. Se las pagará.
El bullicio le persigue mientras se desliza por toda la pista, luciéndose con todo el encanto de arte que le brota por cada poro, hasta que desparece por el arco bohemio repleto de cintas y flores. Unos pasos más allá, junto al personal de apoyo, Dina, su madrastra y manager le está esperando junto a Mikasa y Zeke. Ella tiene un rictus enojado en su rostro y Eren pone los ojos en blanco ante su irritación. Ella puede ser una alfa pero él jamás se doblegará ante ella. Mucho menos cuando su cabeza está llena de planes de venganza infantil.
—¿Qué diablos fue eso de allí? Parecías un tronco rodando en un río a medio secar—los ojos azules sucios de Dina parecen querer aplastarlo.
—¿Y qué más querías? Allí está como a menos 4° grados, estoy descalzo y esta ropa es casi transparente. No puedo ser fluidamente etéreo, ni grácil...—dice con gesto aburrido imitando al diseñador de dicha ropa en su ensayo final—...no si se me está congelando el culo, Dina.
—¡Esa boca, Eren! Ya te he dicho que...
—Y una mierda. Voy a cambiarme—le corta Eren pasando de ella, encaminándose a los vestidores. Aún tiene una ronda de salida en el desfile antes del cierre, el cual le corresponde como modelo exclusivo.
Mikasa y Zeke le siguen, el último riéndose de buena gana ante el intercambio de su hermano y madre. Él siempre disfruta de esas peleas, pues a palabras suyas, son lo más doméstico que hay entre ellos, su familia.
—Yo lo vi genial—suelta con voz tranquila Mikasa, acomodándose los negros cabellos tras la oreja—. Hermoso como siempre.
Oh, Mika. Dulce Mika.
Los pensamientos molestos en la cabeza de Eren se hacen agua. El corazón se le calienta.
—Pero fue su idea, Kasa. Dijo que necesitaba que estuviera frío—es Zeke, su hermano mayor, dos pasos atrás, todo cabello rubio, ojos azules brillantes y picaros. Otro alfa para molestarlo.
—Sí, pero no ese 'frio'— Me refería a ese frío, se dice, su mente llevándolo a él. A lo que había esperado que sucediera. Joder.
—¿Entonces cuál? Porque solo conozco este frío—lo pica Zeke, enarcando las cejas con un gesto que conocía bien y que era un claro yo sé por dónde ibas, pequeño Omega descarado.
Eren tuerce la boca. Por supuesto que el fin no era evitar asarse con el exceso de reflectores que hacían alusión al icónico festival de Woodstock en el que está inspirado el desfile, a como había dicho, si no que le sirviera de excusa para salirse con la suya y tener una noche de buena jodida.
Aunque Zeke es el único que puede especular eso, porque solo él sabe de su 'pequeño' secreto y a pesar de no llevarse bien con él, es quien les cubre la espalda cada vez que se ven.
—Bueno si, pero no era necesario que hicieran del salón la puta Antártida ¿verdad?
— Tú lo pediste. Se hizo. Ahora te aguantas, hermanito. Igual que todos los que están padeciendo por tus gustitos— continúa molestándolo Zeke.
—Cállate—es la salida de Eren.
A su lado Mikasa solo les dirige una mirada suave, pasándole un brazo para frotar su piel del frio que estaba pegado allí. Eren le sonríe. Ella es una beta, no tiene feromonas conciliadoras, pero siempre sabe cómo confortarlo, aunque no sepa de qué en realidad.
Una hora más tarde, después de haber despachado a Dina y sus hermanos, Eren está terminando de recoger sus cosas, sacudiéndolas en su bulto mientras hace bombas con su chicle de mora y escucha a cierta distancia a sus compañeros terminando de puntualiza una escapada —de la cual el declinó porque no está de humor— al pub al otro lado de la ciudad, es allí que le ve aparecer, a Erwin Smith, o, traje azul profundo a la medida y reloj de oro macizo en la muñeca izquierda, ocultando su tatuaje.
Erwin es el hombre de confianza de él. Su arma.
Él, Levi Ackerman, su papi de azúcar. Su alfa. El cretino que lo dejó plantado.
Levi quien es el Pakhan de la mafia rusa, una de las más poderosa de Europa, y un hijo de puta que seguramente prefirió estar metiendo enemigos en bolsas forenses en vez de cumplir su petición de ir a verlo brillar en la pasarela. Y envió a Erwin en su lugar.
Maldito.
Ahora Eren está enojado y Levi perdió la mamada de lujo que le iba a dar bajo las luces multicolor de la ciudad en alguna camioneta.
—Ojos lindos—dice Erwin desde el otro lado con la mano alzada haciéndole señas. Las que Eren ignora, aprieta su bolso sobre el hombro y sale en dirección contraria, aunque al final ni siquiera lograr dar cuatro pasos cuando Erwin lo alcanza—. ¿Me das un minuto?
Eren toma un respiro y entrecierra los ojos—No, lo siento. Y no me sigas, no quiero escuchar un carajo de lo que te haya enviado a decirme.
Erwin le da una de esas sonrisas socarronas que tanto le desagradan. Lo hacen sentir como un mocoso descocado que no sabe donde se está metiendo.
—Bien, pero yo solo soy un mensajero—empieza él y saca una caja negra de regalo rectangular y aplanada—. Ahora, fue un vuelo de casi 15 horas por esto, un poco de gentileza para el pobre errante no estaría mal ¿verdad? —su sonrisa volviéndose un poco de mierda. Eren le regala una ceja enarcada en escepticismo.
—Cuidado—dice arrebatándole el paquete—. Si estás insinuando algo de alguna manera, puede que mañana te despiertes sin lengua y sin bolas.
Erwin no abandona su sonrisa y mete la mano en el bolsillo de su traje—Pueda que seas su 'bebé', pequeño Omega, pero yo soy su mejor hombre. Hay un pacto de honor entre nosotros. Entre tú y él... —le ve de arriba a abajo y Eren le da una mirada dura—...solo lo que hay entre tus piernas. No te creas tanto tus caprichos. Conoce tu jodido lugar.
A Eren le pican sus palabras, pero las ignora. Cualquier Omega agacharía la cabeza y acataría ante tal reprimenda, pero Eren no es cualquier Omega, sus ataduras han sido liberadas.
Él rompe el broche dorado y abre la caja. No hay nota en su interior. Es un regalo frío, muy Levi. Sin embargo, hay allí un conjunto prometedor;
Collarín de cuero firme con rubíes engarzados y un piercing de diamante rosa de cada lado.
Decir ah. Al parecer los dos habían estado pensando lo mismo. Su alfa caliente. Pero Eren no dará segundas oportunidades, no sin azúcar de por medio. Ese es el trato. Aunque este es un buen tanto de que.
—Lo hago.
Erwin se fija en la joya y niega suavemente.
—Y él me dice hermano. C'est la vie—hay una nota herida en su voz. Una cosa falsa es lo que es, porque él está sonriendo todo encanto otra vez un segundo después cuando retrocede tres pasos—. Dijo que era para decirte "uno por cada día"
—Sí, va—larguea Eren, despidiéndolo con un aspaviento de desdén. Suprimiendo su instinto para ocultar el cambio de su sentir.
—De verdad deberías dejar de ser tan caprichoso, sabes que puedes liártela en grande por eso.
—A Levi le gusta el problema que soy—Eren levanta la cabeza de su obsequio, hace una nueva bomba que estalla y riza con sus dedos los residuos a la vez que bate sus bonitas pestañas—. De todos modos, si me hundo…él me sacará.
—Si tú lo dices— suelta Erwin levantando los hombros para restarle importancia—. Tal vez la próxima vez cuando estés de humor, me regales esa gracia que no me quisiste dar hoy. No lo que parece—exclama antes de que Eren diga algo—. Quiero una cita con tu ardiente hermano. Bye, lindos ojos.
—Jodete—le dice Eren a la espalda saliente de Erwin.
Unos minutos después, en los baños, Eren cambia su piercing y sostiene contra su rostro el collarín. Se ven geniales.
Dos días. En dos días Levi lo irá a buscar.
Vuelve a guardar el collarín en su caja y sale hacia el estacionamiento.
Mientras viaja en el auto de la agencia hacia el hotel en el que está alojado, piensa en que dos días es un tiempo muy largo, mucho más ahora que ya no está enojado. No ahora que está anhelante.
En su habitación Dina está esperándolo, agenda en mano para recordarle los compromisos de los próximos tres días antes de que termine la semana de la moda y ellos vuelvan a Alemania. Eren no tiene aliento para ella así que la vota a medios empujones. Él necesita hacer esto y lo necesita ya.
Él se saca la ropa y rebusca en su bolso el labial de fresa con destellos dorados y las pequeñas bragas púrpuras de encaje que había comprado para hoy, pues se había dicho Milán, es fabuloso para dejar de ser virgen y acabar relleno como un churro. Aunque claro, eso fueron planes arruinados. Pero pueda que no todo esté perdido.
Se coloca el collarín y se tira a la cama, rebotando con una risa de travesura pura, acabando arrodillado en el centro. Toma su teléfono. Click, un buen gif queda.
Tentadora vista desde arriba, cuello enjoyado, pezones enrojecidos por un pellizco, vientre recortado por delicado encaje, boca abierta, labios rosas, diamante en la lengua y un pequeño texto adjunto.
Lo que era, pero por ti no.
Se lo envía a Levi.
(...)
Al día siguiente Eren se está relajando con un batido de leche y piña en una cafetería después de una linda mañana de compras. Dos hombres Betas que llevan traje y gafas de cristales oscuros entran y se sientan en su mesa.
—¿Si? —empieza Eren con una falsa sonrisa inocente. La gente de las otras mesas lanza miradillas de reojo hacia él. Es que el par de tipos se ven intimidantes y Eren sabe que hay armas escondidas en sus cinturones. Son hombres de Levi.
Su tonto plan funcionó.
—El jefe nos envió por usted. Le pedimos nos acompañe.
Eren sonríe.
—Vale—dice, sus ojos brillan de triunfo y su Omega chilla de emoción. Recoge las bolsas con ropa y zapatos que compró con el dinero que Levi le transfirió en la tarjeta antes de que tomará el avión a Milán. Sale de allí. Dina siempre le ha preguntado de dónde saca el dinero pues ella controla sus ingresos, pero él siempre le esquiva alegando que son regalos de las tiendas. Ella nunca le cree, pero le deja ser. A ella le gusta su dinero y obvio no le gustaría dejar ir más de cien mil dólares a la vez, a como son todos los regalos que recibe Eren.
Es una camioneta negra con lunas polarizada a la que él sube, y durante más de tres horas viaja sin saber a dónde lo están llevando. No hasta que el sol está pintándose de naranja y se adentran por un camino rodeado de pinos. El lugar al que llegan es una preciosa villa, con paredes de ladrillo rojo y altos pilares de piedra.
Hay cuatro hombres que apestan a alfa apilados en la entrada. Vigilando en todas las direcciones.
Si. Levi está adentro.
Él es guiado por el interior de la casa hasta la segunda planta, a la habitación principal. Allí está Erwin, apostado al lado de puerta, fumando un Marlboro.
—Hey, lindos ojos—le dice—. Espero me hayas traído la confirmación de la cita que te pedí.
Eren desliza las bolsas de sus compras por los brazos y se ve las uñas como si fueran la gran cosa.
—No tengo porqué. Además, un alguien como yo no es apropiado para esos asuntos.
—Oh, disculpa si te herí con mis palabras la vez anterior. Levi siempre me ha dicho que no soy bueno tratando con niños Omegas.
¿Niños?
Los ojos de Eren le ven con disgusto y Erwin se echa a reír.
—¿Me abres o lo hago yo?
—Ya, ya. Solo bromeo, ya sabes—Erwin hace un gesto de rendición, sonriéndole con cariño.
Eren lo sabe, lo huele, que él le cae muy bien a Erwin, y que él solo está picándole para sacarle plática, acogerlo en su círculo amigable. Porque él no lo es, con nadie que no sea Levi. Pero sabe que tiene el respeto de los hombres de Levi, incluso podría suponer: su lealtad.
Porque él no es simplemente el bebé de Levi. Es su chico, su Omega. Aunque la marca no haya sido puesta.
Pero pronto será, se dice.
—¿Entonces?
Erwin cuadra los hombros y da dos golpecitos en la puerta antes de girar las perillas gemelas.
—Adelante señor, le están esperando—y su sonrisa es traviesa. Conocedora.
Eren respira profundo. Si, llegó el momento que él también ha estado esperando.
El momento de alcanzar la realización de su capricho. El fin real que ha estado planeando por meses.
Notas finales:
Hola de nuevo mis amadas. Habemos nuevo Fic a cómo ven. Este es Two-shot, solo que no esperen la gran trama, es más bien una excusa mía para escribir de algo con mafiosos rusos como lo de Bratva pero en SuggarDaddys sensualones y modelos caprichosos.
Espero les haya gustado este primer lanzamiento y no olviden dejar un review, que son mi alimento virtual (T.T) No me dejen morir de hambruna porfaaa.
Nos leemos el fin de semana con el porno sucio y salvaje.
PD: Cuando Eren dice 'azúcar', se refiere a regalos caros.
Besos estelares.
Charly*
