-Te dije hace tres días que cortaras las ramas de ese árbol, Yoh Asakura!!

-Ya va Annita!!!

Yoh corrió a la casa en busca de un hacha, se encontró con la rígida y delgada figura de su prometida

-Nope, nada de hachas, posesión de objetos por favor

Yoh volvió a salir, después de haber posesionado una espada oxidada, botó el árbol de un golpe, Anna salió casi de inmediato

-TOOONTO!!! Te dije las ramas no el árbol entero!!- empezó a regañarlo

-¿ah si? Pégalo tú si quieres- respondió con indiferencia y se fue a correr acompañado de Manta, con el tiempo Yoh le había perdido el miedo que le tenía a Anna; siempre le tenía una especie de respeto pero no el miedo que le tenía antes.

Anna también le había perdido un poco el odio que le tenía, ya estaba aceptando el hecho que un día sería su esposo, por esto no lo correteó por la manzana como lo hubiera hecho hace un tiempo, sino que entró a la casa y abrió su diario.

"Las cosas con Yoh, no sé si van mejor o peor... cada día lo odio menos pero no siento que lo ame aún no, para casarme con él... ahora le pedí que le cortara las ramas a un árbol y el torpe se echó el árbol entero, lo odio..."

De repente recordó que había dejado algo en el fuego, se levantó y olvidó por completo el diario. Esa noche durante la cena, ni ella ni Yoh abrieron la boca, estaban solos, ni siquiera Manta se había atrevido a quedarse a cenar, notaba la atmósfera de tensió que había entre los dos adolescentes.

Anna entró a su habitación, vió el diario puesto descuidadamente sobre una repisa, le extrañó ya que ella lo había dejado en el suelo

"Las cosas con Yoh, no sé si van mejor o peor... cada día lo odio menos pero no siento que lo ame aún no, para casarme con él... ahora le pedí que le cortara las ramas a un árbol y el torpe se echó el árbol entero, lo odio... odio odio odio odio....

mátalo"

Anna cerró el diario de un golpe, esto era una burla, no había sido Yoh, estaba segura, Yoh no leía ni el periódico y menos su diario, esto era algún espíritu...

-Sal y muéstrate!!! –exclamó tomando sus cuentas en la mano, pero nada pasó, Anna tenía una respiración jadeante

-Sal!!! Quienquiera que seas!!!

Una niña de mas o menos su edad asomó

-Lo siento... siento haber tocado tu diario

-¿Quién eres?-preguntó ya mas tranquila

-oh... este, Megumi Irvings, ahora derribaron el árbol en el que pasaba mis días errantes...

Anna guardó sus cuentas

-lo siento, puedes quedarte en la casa si quieres

-¿Cómo puedes verme?

-Vengo de una familia de shamanes, yo soy sacerdotisa, mi prometido es un shaman- respondió Anna

-Pero yo no puedo posesionarte...-se dijo quedamente la chica

-hmmm nunca me he posesionado, solo he estado en trance

Megumi sonrió... en eso entró Yoh

-Hey Anna se acabó el jabón... ¿quién es ella?

-Megumi Irvings, al botar el árbol botaste su casa...

Megumi se acercó a Yoh, lo rodeó en la espesa neblina plateada que la rodeaba, olía a jazmines

-Lo... lo siento- balbuceó

-No hay problema- sonrió y al poco rato desapareció

Yoh se quedó un rato viendo al lugar donde la fantasma había estado, Anna también, finalmente reaccionó y le pasó una barra de jabón a Yoh.

Anna se dirigió al baño, soltó su pañoleta y hurgó su cabello con los dedos, el olor a jazmines de Megumi había quedado impregnado en ellos, no, no habían sido impregnados... Megumi estaba ahí, atrás de ella... sonriendo

-Megumi, por poco y me asustas... ¿qué deseas?

Anna sintió como si hubiese sido golpeada con un trozo de hielo seco, un golpe frío y fuerte que inundó su cráneo... no gritó, tan sólo cayó fulminada por el impacto... Al poco rato se levantó.

-Bien, ya la tienes Megumi ¿ahora qué?

¿Ahora qué? Se preguntó la verdadera Anna en el fondo de su mente, había sido posesionada por el espíritu de Megumi...

Bueno no es un fic chistoso como el que muchos están acostumbrados... pero así escribo yo, y Shaman King no iba a ser la excepción.

Reviews porfa, prometo seguirlo.