Los personajes no son míos son de la grandiosa escritora de nuestra saga favorita Stephanie Meyer, la historia si es mía.

Mis manos recorrían su cuerpo lentamente, desde su cadera hasta su mejilla, por fin la tenia en mis brazos, en mi cama. La besaba apasionadamente, como si fuera el último día de mi vida y ella se fuera a desvanecer. No quería que aquello acabara, pero un algo nos interrumpió ¿Qué era aquello? Mi celular, no, la computadora, tampoco. Mi mente se esforzaba por pensar en aquello que nos interrumpía y entre mas me esforzaba la chica desaparecía.

Por fin sabia lo que era, el despertador, pero en ese mismo instante la chica desapareció, abrí los ojos de golpe, todo era un maldito sueño, claro pero era agradable, el reloj marcaba las 7:15, y el calendario Lunes. Tenia que estar en la escuela a las 7:00.

¡¡Lunes!! Me dije apurado mientras me levantaba, no me podía permitir esto, el primer día de clases de mi ultimo semestre en la High School, y lo mas probable era que llegara tarde, al parecer me había quedado dormido.

Recorrí las cortinas de la ventana y estaba nublado, perfecto pensé, era un día como todos los demás en Forks, nublado. Me puse unos pantalones de mezclilla un poco gastados, una playera y una sudadera blanca.

Baje a la cocina para hacerme un cereal, la casa estaba vacía, o al menos así lo parecía, mi hermana Alice se había ido sin siquiera haberme despertado y mis padres se habían ido temprano.

Maldición Emmett apúrate me reprendía a mi mismo a cada cucharada de cereal. Al terminarlo, lo deje en el fregadero, podía escuchar a mi madre diciéndome Emmett lava el plato en cuanto acabes y después a mi hermana diciendo Si Emmett no seas un cerdo. Pero no me importaba en lo más mínimo, Alice siempre lo terminaba haciendo por mí.

Corrí lo más rápido que podía a la salida, al estar afuera me dirigí hasta mi Jeep, los demás carros, el de mis padres y el de Alice los guardaban en la cochera para que no se fueran a "ensuciar", a mi en lo particular no me importaba, solía traer mi Jeep lleno de lodo o de alguna otra cosa, para eso era un Jeep ¿no? Para andar en donde quiera, y eso implicaba suciedad.

Maneje rápidamente hasta la escuela, no había casi carros en la carretera Demasiado raro pensé, pero no me importo, quizá era por que iba tarde, no volteaba a ver el reloj, solo la carretera Baja la velocidad Emmett oía a mi hermana gritando como loca en mi cabeza, siempre gritaba así cuando iba tan rápido, ni siquiera pasaba de 80, pero ella siempre se asustaba sin sentido.

Por fin llegue a la escuela, nadie estaba afuera, pero lo mas raro era que había unos cuantos carros en el estacionamiento. Fruncí el seño mientras me estacionaba, el reloj no se podía equivocar, cuando me levante eran las 7:15, no solía llevar reloj, solo me guiaba por el del auto, así que voltee a ver el reloj del auto, 6:25 am.

¿Qué? – dije en casi un grito, era imposible, ¿había puesto el tiempo mal en mi reloj de cama? No, siempre estaba bien, pero…. – ¡¡¡Ese pequeño monstruo!!! – grite mientras le daba una patada al suelo, era obvio, ella había cambiado la hora. Decidí que era mejor quedarme ahí, no tenía caso volver a casa.

Me dirigí hasta la cafetería, ya estaba abierto y me compre una hamburguesa, la devoré al instante, el cereal no me había bastado.

Salí de ahí, no sabía que hacer y ya apenas eran las 6: 35, de pronto divisé a Bella, la novia de mi mejor amigo, Edward, solía molestarla siempre que podía y esa no iba a ser la excepción. Estaba en una banca sentada, leyendo como siempre un tonto libro, que por supuesto no sabía ni su nombre, ella solía llegar temprano, al parecer le gustaba pasar desapercibida, pero lo que no me explicaba era donde estaba Ed.

¡¡Ey Bella!! – dije mientras me abalanzaba sobre ella, lo único que puedo hacer ella fue meter las manos entre ella y yo, termine aplastándola un poco, mi risa era lo único que oía hasta que ella se quejó.

¡¡¡Emmett, quitate de encima!!! No pesas 1 gramo – dijo tratando de zafarse. Y tenía razón, no por nada pasaba mis tiempos en el gimnasio y en el campo de Football americano.

Ya tranquila – dije riendo mientras me quitaba – ¿Leyendo ubres asquerosas? – comente riendo, siempre le había llamado a ese libro así.

Cumbres Borrascosas – me corrigió y me miró de mala gana - ¿Qué haces aquí tan temprano? – me preguntó mientras cerraba el libro.

Larga historia – conteste sin muchas ganas - ¿Dónde está tu querido masoquista? – pregunté riendo.

Fue a traer un libro que se le olvido en el volvo – comentó sin muchos ánimos.

Mmm.. ¿El del Kamasutra? – dije riendo mientras le daba un pequeño golpe en el hombro, ella paso su mano por el hombro, al mismo tiempo en que se sonrojaba, en señal de que le había dolido.

No Emmett, no somos igual de pervertidos que tú – dijo torciendo la boca.

Pero eso quiere decir que si tienen un poco de acción – dije estallando en carcajadas.

De pronto Edward llegó a donde estábamos, yendo a quitarme de mi lugar para sentarse junto a Bella y abrazarla.

¿Quisieras dejar de molestarla un día? – preguntó Edward riendo un poco – Ve y consíguete una novia o varias

Lo miré mal, el sabía que no me gustaba que mencionara el tema, aunque las chicas aún me miraban y suspiraban por mí ninguna se me acercaba, ¿el motivo? Había salido con 2 chicas al mismo tiempo, o bueno 3 y todo había tenido un mal desenlace.

¿Por qué tan temprano hermanito? – pude oír la voz de Alice detrás de mi

Es mejor que te vayas Alice – dije volteando a verla, claramente enojado, en primero lugar había interrumpido mi sueño y en segundo detestaba llegar tan temprano a la escuela. Venia con su novio, Jasper Hale, el emo deprimido, casi nunca hablaba, no entendía como mi hermana estaba con él si eran tan diferentes, no me caía bien pero tampoco lo odiaba.

Si claro – dijo riendo con su voz de duende

Ya me las pagaras – dije mientras la empujaba y Jasper me miraba de mala manera – Tranquilo, no la puedes defender en mi casa – dije riendo un poco mientras también Alice me miraba mal y me sacaba la lengua como siempre.

De pronto un BMW M3 se estaciono justo enfrente de nosotros, había que admitirlo, estaba en muy buenas condiciones y estaba casi nuevo, de mi boca salió un simple wow, pero no era por el carro, sino por quien lo manejaba