si te vieras con mis ojos.
shingeki no kyojin no me pertenece y si así fuese jamás se hubiese hecho famosa.
disfruten, hasta donde puedan y aguarden por el próximo capítulo!
La cita con el dentista, una de las citas menos deseadas del año, cuando tienes mas de 20 los dientes no son la prioridad de tu vida, menos aun si tienes esos fantasmas de tu cabeza acosándote.
-ahhh- suspiró algo harto, mas cuando escuchó la puerta de la sala de espera abrirse,e ingresar a un niño, hablando con su madre,detestaba a los niños, eran molestos y sucios, pero algo en su voz le hizo mirar atentamente, en sus mejillas habían pecas y su cabello negro era muy brillante, no pudo evitar quedar con la boca abierta, le parecía un espejismo.
El pequeño se sintió observado, y regresó su mirada al joven que le ponía incómodo por esa expresión tan extraña, de forma tímida le saludó con la mano, el joven aturdido aun le devolvió el saludo y se puso de pie para hablarle, salvo porque el dentista lo llamó
-Jean! ¿vas a pasar o no? puedo darte una paleta a ti también si te comportas.- bromeó mientras Jean apenas podía salir de sus pensamientos-
Sujetaba la barra de caramelo que su dentista le había obsequiado, generalmente tomaba el transporte publico, pero hoy prefirió caminar, quería tardar lo máximo posible en regresar a casa.
-tengo que ver a ese chico de nuevo, a cualquier costo... puedo apostar lo que sea a que era él...- se detuvo en seco. otra vez esos dolores de cabeza, las imágenes dolorosas que lo acosaban desde hacia muchos años, no podían ser solo alucinaciones, esas mierdas no podían ser tan dolorosas.
Jean era un joven que había mostrado ser diferente al resto desde muy pequeño, jamás había llamado a sus padres de otro modo distinto al de sus nombres propios, cuando tuvo edad de hablar se excusó hablando de sus "verdaderos padres". aquella fue solo la primera declaración del mundo que su imaginación iba "construyendo", después vinieron los amigos y los vecinos, con nombres y descripciones vividas, el pediatra simplemente decía que su mente era muy activa, y que eso desaparecería ni bien ingresara a la escuela.
Los pizarrones y los niños nunca fueron de su interés, y sus juegos imaginarios se habían hecho aun mas violentos, y comenzaba a tener problemas mas serios para relacionarse, según él también tenia otros amigos, y estudiaba en casa con esa "madre"... toda esa ilusión con la que día a día se obsesionaba más y más.
Su terapeuta había logrado arrancarle pistas sobre esta "vida" que recurrentemente recordaba y sobre unos asesinos devoradores de humanos de enorme talla, su mente
Parecía muy clara al respecto,sobre ese y muchos detalles fuera de el alcance de cualquier imaginación normal.
Jean había aprendido a la fuerza a callar esos recuerdos lo máximo posible, pero nunca lo suficiente, a la edad de 16 se le puso en la cabeza el encontrar esas personas que tenía en su mente, el mundo era enorme pero no lo suficiente para retar al Internet,el problema radicó en no saber cómo o donde buscar, nombres completos y lugares de nacimiento eran inválidos, eran insuficientes y terminaron por frustrarle mucho, dos años después de comenzada la empresa decide poner sus ojos en el futuro.
Un futuro que tuvo que modificar,ya que su idea de ingresar en el ejercito se vio descartada por sus antecedentes psiquiátricos, eso fue otra decepción que agregar a la lista. los últimos años estaban siendo gastados en una vida promedio, trabajando para su padre en una librería, pero este suceso simplemente había puesto todo de cabeza nuevamente.
-Jean...- su madre le saludó cuando le vio cruzar el umbral de la puerta, cuando ya estaba bien entrada la noche. de inmediato la mujer había notado que algo andaba mal en él- llegaste un poco tarde...
-si, si te lo preguntabas estuve pensando en eso nuevamente...
-hijo...- suspiró con pena.
-¿todavía sigues diciéndome así? ¿a pesar deque jamás te haya considerado mi madre? ¿eso no te duele?
- claro que si! desde el instante en que estuviste dentro mío eres mi hijo... y claro que duele, mas de lo que te imaginas...
-lo siento...- se mordió el labio inferior.
-tienes 20 años Jean, no te he visto mirar al futuro ni una sola vez en tu vida... y algún día sentirás que se te hace tarde.
-lo único que quería era una vida tranquila y lejos de preocupaciones... ya lo conseguí trabajando en la librería.
-"de papá", dilo! la librería de tu padre...
-...- esquivó a la mujer e ingresó a su cuarto, las paredes tenían pizarras con anotaciones enredadas de su memoria, algunos dibujos que intentaban emular las personas de esa vida alternativa, frases que le hubiesen dicho y no podía olvidar.
-por favor... que no haya sido solo un sueño... tienes que ser tú... - se arrodilló en el piso y colocó sus manos sujetadas en plegaria sobre la cama.- dios... si de verdad existes, hazme un único favor y permiteme encontrarme con ese niño! me dicen que obras de maneras extrañas... TE DARÉ CUALQUIER COSA A CAMBIO!
-Jean!- la madre abrió la puerta del cuarto asustada por los gritos.
-estaba rezando! - dijo molesto por la interrupción, pero se detuvo,era la primera vez que la veía llorar de alegría- ...me enseñaste que puede ayudarnos en situaciones desesperadas... necesito creer que funcionará...- explicó tímidamente, esa mirada que aquella mujer le devolvía calentaba su interior de la misma forma a cuando recordaba a su familia.
Parecía solo el primero de muchos cambios en la vida de Jean
fin del capítulo numero uno.
gracias por haber leído! y por apoyar el JeanxMarco.
