Notas: Bueno, este es mi primer fic, esta ideado para esos amantes de Springles, porque no están siendo tomados en cuenta como deberian. Y YO ARREGLARE ESO.
Lo escribí a las tres de las mañana en las notas de mi celular, no porque quisiera sino más bien me era imposible dormir
Agradecimientos: a ti, sí, tu sabes quién eres pequeño engendro, Nazi de la Gramática. Que le dio sentido a mi historia. Y si, a ti también, odio tus uñas, eso es todo lo que diré
Los puntos de vista cambiaran cada episodio entre Sasha y Connie.
Editado: Mi primer fic...Awww, mi yo pasado era tan inocente en esos días, no sabia que tenía tantos errores ortográficos (bueno ahora tampoco lo sé, pero shh)...
Lo que cambie mas que nada son errores de ortografía que no sé cómo nadie me lo dijo, ni siquiera mi engendro, pero buee.
Cuando lo vi, lo único que pensé fue que era calvo, enano y que me recordaba a cierto personaje de la tele.
Esta es la historia de cómo me enamore del más imbécil, ridículo y adorable chico que haya conocido.
Debería presentarme. Soy Sasha Braus, una chica de dieciséis años con un problema de comida.
No, no es que sea gorda ni mucho menos, sino, más bien, mi forma de ver la comida no es lo que se diría "normal". La gente que me conoce y que me ha visto comer, dice que causo una combinación entre miedo y asombro.
Amo la comida y cuando digo amar, es, vivir por ella.
Conocí a este chico en la fiesta de un amigo en común. Jean Kirschtein.
Déjame hablarte de Jean. Es atractivo en todo el sentido de la palabra, pero admitámoslo, es un imbécil.
No me mal entiendan, cuando se deja conocer y hablas un rato con él, es casi agradable y gracioso, a su propia manera, por su puesto. Tenía esta rara obsesión con esta chica, Mikasa, una adolescente asiática que no se separaba de su hermanastro y su pequeño amigo. Era muy gracioso verlo sonrojar cuando entraba en la habitación y de inmediato ir tras ella pareciendo un tomate.
Cuando llegue a la casa Kirschtein, fui recibida por Marco, el Jesús Pecoso. Era bueno con todos sin ninguna pizca de egoísmo y tenía una sonrisa capaz de derretir cualquier corazón. En el momento en que lo conocí creí que era el novio de Jean (Jean si lees esto, perdóname), porque ¿qué creerían de dos chicos que pasan todo el tiempo juntos y, a veces, actuaban como una pareja?
Mi idea se desvaneció cuando nos presentó a su novia Mina, una chica igual de adorable y amable que él.
Ahí estaba, sentada en el jardín, bebiendo una cerveza y comiéndome todo el tazón de papitas. Sentí como varios ojos estaban posados en mí, pero en realidad me importaba casi tanto como las coles de bruselas (las cuales deben ser la única comida que odio). Jean y Marco ya me habían visto comer hace mucho tiempo, así que no tenía sentido guardar la compostura.
En un momento una mano tocó mi hombro.
No soy una persona fácil de asustar, pero diablos, casi escupo las papas y la cerveza que estaban en mi boca. Cuando voltee, un chico, más bajo que yo y calvo me sonríe.
"¿Puedo sentarme aquí?" dijo apuntando la silla que estaba junto a mi.
¿Por qué me pregunta? Puede sentarse donde él quiera.
Bueno tal vez solo trata de ser amable.
"Seguro" respondí, tragándome las papas de mi boca.
"Connie" dijo mientras se sentaba
"Sasha" respondí. Me recuerda a alguien, pero a quie—"Aang"
"¿Qué?" dijo arqueando una ceja "¿Por qué dijis- Oh por Dios! Porque siempre?!"
"¿Siempre qué?" dándome cuenta de cómo lo había llamado
"Cada vez que conozco a alguien, me dicen que me parezco a ese maldito avatar."
Traté, en serio, traté, pero la risa salió de mi boca antes de que pudiera evitarlo. Se veía horrorizado ¿Por qué esta chica que no lo conoce se burla de él?, pero, al rato, él empezó a reír también.
Cuando nos dimos cuenta, todos nos estaban mirando.
"Mira" dije "somos el alma de la fiesta"
"Es cierto" dijo, fingiendo asombro "a propósito" continuó con un tono un poco más serio "¿Por qué estás aquí sola?"
"No conozco a nadie" dije, sintiéndome extraña por la lástima que me tuve
"¿En serio? ¡Yo tampoco!" dijo emocionado "Jean me obligo a venir"
De pronto, la duda me invadió.
"¿Cómo conoces a Jean?" dije mirándolo a los ojos
"Voy a la misma escuela que él y Marco" me respondió tomando algunas de las papitas que quedaban en el plato "¿Y tú?"
Oh si, la forma en que conocí a ese imbécil fue gracias a mi estomago.
Iba en el autobús, hambrienta, como siempre. Mientras revisaba mi mochila, con la esperanza de encontrar algo para calmar mi hambre, mi estomago decidió hacer un ruido parecido al de un perro muy enojado. De repente una mano angelical me ofrece un sándwich, cuando mire arriba para agradecerle, ahí estaba Jean, con su gorro, viéndose atractivo.
Creo que por eso lo encuentro atractivo. Si alguien me da de comer, lo seguiré hasta el fin de mis días.
Oh, está mirando. Di algo. Rápido.
"En el autobús camino a casa" dije sonando distraída.
"Y ¿Por qué le hablaste?" dijo él, fingiendo desinterés.
Porque me dio un sándwich creí que era un ángel
"Lo encontré atractivo" respondí
¿¡Qué?! Uugh
¿No se me pudo ocurrir otra cosa? No sé, algo como, "se me cayó mi lápiz y él lo recogió" o "resbalé y el me atrapó antes de que me cayera", pero no.
"¿En serio?" dijo mirando su regazo
Esta ¿triste? ¿decepcionado?
"Si" dije tratando, no se porque de subirle el ánimo "pero luego lo conocí y supe que era un idiota"
Cuando dije eso, su sonrisa volvió y sentí cómo mis mejillas se calentaban a pesar de la baja temperatura.
Avanzada la noche, debido a que no parábamos de hablar,descubrí que teníamos mucho en común: ambos amábamos los desafíos, no importara cuan raros o desagradables fueran, siempre aceptábamos. A ambos nos gustaba el mismo tipo de música y por supuesto, amábamos la comida, él, claro, con una devoción mucho menor a la mía.
No me di cuenta de la hora hasta que Jean nos llamó para entrar a la casa. Eran las dos y cuarto de la mañana.
"Mierda" dijo Connie mirando su reloj "mi mamá va a matarme"
La mía igual.
"Sash dame tu número" dijo sacudiendo mi hombro, tratando de sacarme de mis pensamientos.
Que sutil
"¿Qué?" dije mirándolo extrañada
"Dame tu numero para que sigamos hablando, ya que sé que mi madre no me dejara salir por un tiempo"
Me sentí ¿feliz? ¿Emocionada?
Digo, el hecho de que alguien quisiera seguir hablando conmigo después de haberme visto comer, era un gran logro.
"Aquí tienes" dije devolviendo su teléfono con mi número en él. Cuando lo hice, nuestros dedos se tocaron por una milésima de segundo, obligándome a apartar la mano rápidamente para cubrirla con la otra.
Me guardo como "Cola de caballo"
Yo, "Aang"
Estuvimos dos semanas castigados, pero por suerte ambos pudimos convencer a nuestras madres de no quitarnos lo teléfonos, de esa forma pudimos hablar a diario. Nuestros temas eran diferentes cada día, como nuestra banda favorita y de nuestras series e historietas favoritas.
Un día, mientras comía una pequeña botana luego de un baño, una canción empezó a sonar desde mi celular. Era Connie.
"Hola cola de caballo"
"Hola Aang" respondí tragando la comida que estaba en mi boca.
"¿Estas ocupada este finde?"
Mi corazón se detuvo
"Mmm" dije tratando de actuar casual "no, ¿por?"
"¿Quieres venir a mi casa a comer una pizza?"
"¿Qué clase de pizza?" dije arqueando una ceja
"¿En serio te importa el sabor?" dijo extrañado
"¡Tamaño Aang! ¡Tamaño!"
"Oh" dijo antes de una breve risa "Ehh, ¿jumbo?"
"Trato"
"Ok," dijo "te mando la dirección, adiós Sasha"
"Adiós Connie" dije sonriendo, como si él pudiera verme.
Cuando dejé el teléfono en la cama junto a mi, sentí como mi estomago se revolvía, de la emoción, claro.
Ese fin de semana no tenía nada que usar, normalmente me ponía lo primero que encontraba, pero ahora, nada parecía quedarme bien.
Cuando por fin pude encontrar algo que ponerme, fue al metro camino a casa de Connie. Seguía teniendo esa extraña sensación de ansiedad.
Ojala le guste mi vestido.
Notas finales: El episodio dos lo subiré el sábado en la tarde, ojala les guste
Da review el próximo capitulo hare una pregunta que no podrán evitar ^.^
Editado: Oh si, no sé cuantos episodios editaré, pero tendrán que ir revisando, dejare notitas como esta.
Adiós.
