Los días pasaban tan rápido para Aragorn como rey de Gondor. Se daba vuelta y ya pasaba otro...pero Arwen al parecer estaba ocupada con sus deberes como "esposa del rey de Gondor" y no tenía tiempo ni para dirigirle la palabra al menos por 5 minutos, o para hacerle una seña de todo que está bien. Aragorn siempre le decía que lo ame mientras pueda, antes de que sea un viejo muerto, porque se daba cuenta de que el tiempo estaba pasando demasiado rápido ahora que estaban en tiempos de paz y que antes de lo que creyera él se iba a morir, y no quería morir sin antes aprovechar todo el tiempo posible amando a su hermosa esposa elfa. La vida era tan corta...y no podía comprar otra, pero el tan solo hecho de vivir lo valoraba demasiado por tener a una mujer tan hermosa interior y exteriormente como Arwen...ella realmente significaba mucho para él. Y cuando llegaba la hora de dormir, ellos no se hablaban, pero tampoco dormían...hacían el amor toda la noche con intensa pasión, hacían el amor cantando canciones elfas románticas hasta el amanecer. Y los días que tenían libres, hacían el amor todo el día sin cruzarse una palabra, solamente escuchándose cantar canciones de amor elfas y gondorianas. Aragorn trataba de advertirle que había gente malvada a su alrededor que tratara de arruinar su relación y atormentarla, que la iban a atornillar en el suelo y embutir con sus pecados. Pero arwen solamente lo besaba, indicándole que no se iba a dejar llevar por ese tipo de gente...y ahí Aragorn se quedaba mucho más tranquilo. Y en el fondo, le tenía un profundo respeto a Arwen...tanto respeto que cuando estaban acostados, él le decía:
- Yo te hare el amor Arwen – Le susurraba en el oído- pero solo si tú quieres, mi amor. Ya sabes que si tú no quieres, no te tocare ni un pelo
Y a ella le encantaba que le tenga respeto como mujer, y su respuesta siempre era sí, terminando haciendo el amor mientras cantaban felices y gozaban como locos...y en ese momento Aragorn se sentía feliz de estar vivo, porque a pesar de que la vida era corta y una sola, sentía que la estaba aprovechando con la mujer más hermosa de la tierra media, haciéndolo el hombre más feliz de todos
