Disclaimer: Los personajes, escenarios y demas pertenecen a J.K Rowling.

Esta historia participa en el reto "Olores de Amortentia" del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black"

Este fic ha sido corregido por la maravillosa Adhy Rosier Moon. Gracias, hermanita.


Las risas de Vega y Adhy la atrajeron hacia la mesa donde estaban las dos chicas. Adhy sostenía un frasco abierto y Vega olisqueaba, con los ojos cerrados.

- ¿Qué es eso?

- Adhy ha hecho Amortentia en sus clases extra.

Daphne miró a la morena sorprendida. La Amortentia era una poción difícil.

- ¿Amortentia?

- Sí y el profesor Snape dice que es perfecta- la sonrisa de Adhy destilaba orgullo.

Las miró a ambas y se inclinó hacia el frasco.

Después de la tormenta.

Era el olor a tierra mojada, pero no solo tierra mojada. Era el olor vivificante que había en los jardines después de una gran tormenta.

Estaba en la sala común. Aburrida soberanamente. No quería estudiar, no quería hablar con nadie. Y nadie osaba molestarla. Se levantó y salió de la sala común, con la intención de dar un paseo por la orilla del lago. La tormenta estaba finalizando por aquel entonces, según constató. Salió a uno de los jardines, acomodándose en uno de los arcos, mientras la lluvia remitía, cayendo ya solo gotas sueltas.

Cerró los ojos e inspiró profundamente, sonriendo sin darse cuenta.

- Así dan ganas de robarte un beso, Greengrass.

Abrió los ojos lentamente, con una expresión soñadora en su rostro.

- ¿Solo así, Zabini?

El chico sonrió, esa sonrisa pícara y canalla que enamoraba a tantas chicas.

- Así más- se inclinó rápidamente para rozar suavemente sus labios- No te quedes mucho rato, Greengrass, parece que va a volver a llover y no sería buena idea que te resfriaras con todo lo que tenemos que hacer.