NOTA: Todos estos personajes no me pertenecen, son propiedad J.K Rowling.
Aquí está el primer capítulo de esta historia, soy nuevo..no me maten! cualquier critica, comentario u opinión es bien recibida. :D
Era la mañana de un sábado de otoño, como los sábados no había clases, los alumnos del colegio Hogwarts podían dormir hasta mas tarde de lo habitual, tal como hacía cierto moreno en la torre de Gryffindor. Harry dormía plácidamente entre las cálidas sabanas, pero eso estaba a punto de cambiar debido a cierto pelirrojo…
-¡Harry! ¡Harry!... ¡despierta hombre!- era la cuarta vez que intentaba despertarlo y Ron se comenzaba a desesperar, no comprendía como alguien podía tener el sueño tan pesado. - ¡HARRY!...
-¿Qué quieres Ron? Son las…- un Harry muy adormilado dio un vistazo al reloj que tenía sobre su mesita de noche: las 7:30 de la mañana- ¡Pero qué demonios quieres a estas horas de un sábado!?
-¿Ya se te olvidó?- dijo Ron exasperado - quedamos con Hermione que iríamos a desayunar al gran comedor a las 8:00 para que después fuéramos al lago y nos ayudara con los deberes de Encantamientos… y ya son 7:32.
-¡Mierda…mierda… mierda! Lo olvidé… ¿Por qué no me hablaste antes Ron?!
-¡Créeme que lo intenté pero su majestad duerme como si estuviera en coma!...
- ¡Hermione va a matarnos!- la chica podía ser dulce y muy noble pero si algo no le parecía o iba en contra de sus principios, su dragón interior echaba fuego y la impuntualidad era algo que ni le parecía, ni estaba dentro de sus principios.
- ¡Sólo si no te apuras!
Faltando dos minutos para las 8:00 ambos chicos dirigían sus pasos apresuradamente hacia la sala común y como era de esperarse Hermione ya estaba allí y no parecía nada contenta…
-¡Buenos días Herms!- dijeron al unísono ambos ante una mirada seria y escrutadora por parte de la chica.
-Harry, para la siguiente ocasión, si es que la hay, acuéstate más temprano ¿quieres?
-Pero como supi…- tienes pasta de dientes en tus mejillas…y te pusiste la camiseta al revés- lo interrumpió con un tinte de diversión en la voz. Harry se acomodó la camiseta lo más rápido que pudo. - ahora vámonos que se hace más tarde.
Debido a la hora y a que era sábado, contados estudiantes eran los que deambulaban por los pasillos, todos los demás seguramente estuvieran durmiendo muy cómodos en sus habitaciones. Esto hizo que Harry maldijera su suerte, ¿por qué Merlín lo castigó de esa manera? A fin de cuentas, no era su culpa que el profesor Flitwick no supiera explicarse en clase. Entraron al gran comedor que estaba prácticamente vacío, a excepción de unos cuantos que estaban sentados en la mesa de Hufflepuff, y se acercaron a su mesa. Mientras comían, Harry y Hermione hablaban de lo que harían en las vacaciones de navidad que ya estaban próximas y Ron los oía mientras se metía tres salchichas a la boca.
Terminando de comer, el trío dorado se retiró del gran comedor en dirección al lago, llegaron en pocos minutos, se sentaron al pie de un árbol que estaba próximo a la orilla y Hermione sacó tres pequeños objetos de su bolso: una taza, una botella y lo que a Harry le pareció una galleta rancia.
-¿Todavía tienes hambre Herms?- Dijo Ron riendo, que fue callado por una mirada severa por parte de la castaña.
-Muy bien, el hechizo Geminio se utiliza básicamente para métodos de seguridad, ya que su función consiste en multiplicar un objeto elegido, el número de veces que el dueño considere necesarias si este entra en contacto con alguien que no es el dueño, haciendo casi imposible hallar el original y por consiguiente, robarlo. ¿Está claro?- ambos chicos respondieron con un leve asentimiento. – De acuerdo. Ron, tú primero, toma tu varita y piensa en un número del 10 al 15, ya que lo tengas mira directamente hacia cualquiera de los tres objetos y pronuncia en voz alta el hechizo mientras que con tu varita haces un giro de 360° y uno de 180° consecutivos, en dirección contraria a las manecillas del reloj.
-¡Geminio!- exclamó Ron haciendo todo lo dicho por Hermione mirando fijamente hacia la taza, Hermione le dio un pequeño roce pero nada sucedió.
-Quizá debas concentrarte un poco más Ronald- Ron asintió- es tu turno Harry…concéntrate.
- ¡Geminio!- dijo Harry con su mirada puesta en la galleta, Hermione hizo lo mismo que con la taza y de pronto la galleta comenzó a temblar un poco y a continuación otra diferente surgió del centro, y otra, y otra, así hasta que se formó un montículo con quince galletas.
-¡Excelente Harry!- exclamó Hermione con una sonrisa de oreja a oreja- ahora Rona….
- ¡Qué bonito! Potty y sus amiguitos de día de campo - Draco Malfoy había aparecido a espaldas de Harry, venía del castillo acompañado por un chico de tez morena que Harry recordó como Blaise Zabini y un chico alto y flacucho, Theodore Nott. – oh! ¿Pero qué es eso de poner la comida en el suelo? ¿Será que la comadreja ya les pegó la pobreza y no les alcanza ni para servilletas? En el gran comedor hay muchas Potter, y gratis…- Malfoy, Nott y Zabini rompieron en carcajadas.
- Malfoy, ¿no tienes a quién más molestar?- dijo Hermione molesta por la interrupción del rubio hacia su sesión de estudio.
- Si Granger, pero molestarlos a ustedes es más divertido- exclamó con cinismo.
- ¡Esfúmate Malfoy!- Harry comenzaba a cabrearse.
- ¡Tú quién eres para darme órdenes Potter!- la última palabra la impregnó con todo el desprecio que pudo, como si fuera un insulto. –Vine porque mi padrino los quiere a ti y a la sangre sucia- señalando a Hermione- en su despacho en 15 minutos, hagan el esfuerzo de llegar puntuales, Pansy y yo también fuimos convocados y no nos gusta esperar- se dio media vuelta sin esperar ninguna respuesta y comenzó a caminar con los otros dos siguiéndole de cerca.
-¿Qué querrá Snape con ustedes y las víboras esas?- preguntó Ron confundido.
- No lo sé, pero será mejor ir a averiguarlo- dijo Hermione pensativa. Ron y Harry asintieron y acto seguido se levantaron, y comenzaron a caminar hacia el castillo para después ir y ver de una vez por todas que quería Snape.
Espero les haya gustado o mínimo no aburrido! nos vemos en el siguiente cap. :D
